Quito. 8 feb 98. El fenómeno de El Niño acertó el puntillazo
final a la ya deteriorada infraestructura educativa del país.
La situación actual de los locales educativos realmente es
crítica. Según el último balance, un total de 372 planteles
entre jardínes de infantes, escuelas y colegios fiscales y
fiscomisionales ha sufrido los embates del invierno.
Las escuelas más afectadas se ubican en el Litoral; solo en
Guayas 80 centros educativos están destruidos y se requieren
urgentemente más de 4.180 millones de sucres para la
reconstrucción. Pero el Ministerio de Educación no tiene
recursos.
Lo ocurrido en el Colegio Fiscal Jorge Carrera Andrade del
cantón Guayaquil es un ejemplo. Un grupo de estudiantes -ahora
en vacaciones- recuerda el día fatal en que por culpa de las
fuertes lluvias nueve aulas del establecimiento se hundieron
como por arte de magia. Pero no fue un caso fortuito, el
centro fue levantado precisamente al filo del Estero Salado y
parte de su estructura no resistió el peso.
Para construir las nueve aulas la Dirección Nacional de
Construcciones Escolares (Dinace) del Ministerio de Educación
necesita 624 millones de sucres. Pero la tarea no será nada
fácil, señala Angel Quintanilla, director de Infraestructura
Educativa. Según él, la primera labor será buscar un nuevo
terreno para levantar las aulas, ya que es imposible que
vuelvan a funcionar en el antiguo relleno.
Problemas no similares pero sí de real importancia se
registran en 10 provincias más. En Esmeraldas urge reparar y
adecuar aulas; en Manabí, reponer las cubiertas caídas y
construir cerramientos; en Los Ríos, arreglar las baterías
sanitarias y levantar muros de contención; en El Oro,
construir sistemas de drenaje de aguas lluvias... La lista de
obras sigue: en Santo Domingo de los Colorados, la mayoría de
los 27 planteles necesita reponer aulas, pavimentación de
pisos y patios, cerramientos y rellenos...
Para este plan emergente, la Dinace elaboró un presupuesto de
20.000 millones de sucres. Pero las arcas de la institución
están vacías, no hay ni un solo centavo para realizar obras en
este año y peor enfrentar los efectos de El Niño. Para muestra
un botón: en la proforma presupuestaria del 98 la Dinace
solicitó 500.000 millones de sucres, pero solo se aprobó
20.000 millones. Hasta la fecha el Ministerio de Finanzas no
hace ningún desembolso.
En el plan de obras de este año, la Dinace tenía previsto
reparar 1.268 locales y construir 4.240 aulas nuevas en 2.692
planteles del país. Sin embargo, con los 20.000 millones
aprobados para el 98 solo se atenderá el 5% de lo planificado.
Una crisis similar atravesó en 1997: la proforma
presupuestaria fue de 40.000 millones, pero solo se asignó
10.000 millones. Este año arrastra un déficit de 30.000
millones.
En el plan emergente de la Dinace no se incluyen los daños
causados por las lluvias al mobiliario escolar (bancas,
sillas, anaqueles...), equipos de laboratorio y material
didáctico.
"La situación es crítica porque algunas escuelas lo han
perdido todo y aquello aún no ha sido evaluado", señala Fausto
Moncayo, director de la Diplasede (Dirección Nacional de
Seguridad para el Desarrollo) del Ministerio de Educación.
Tampoco se han evaluado los daños en los 163 locales escolares
que sirven de albergue a los damnificados por el fenómeno. "La
reparación de esos planteles posiblemente quedará para después
de que termine el invierno", dice Moncayo.
Por el momento, se avizora una salida emergente a la crisis
financiera de la Dinace. El Banco Mundial acaba de reasignar
un préstamo por 14 millones de dólares (63.700 millones de
sucres) que será administrado por el proyecto educativo
EB/Prodec. Los recursos serán destinados a la reconstrucción
de los 372 planteles afectados por el invierno.
Desde mañana, 50 técnicos de la Dinace entre ingenieros,
arquitectos y topógrafos evaluarán la infraestructura dañada
en el país y en 15 días, Naciones Unidas procederá a la
contratación de obras.
En esta primera fase de evaluación se analizarán las
necesidades más urgentes de los locales para poder intervenir.
Para abril, una vez que haya bajado el nivel de las aguas
estancadas y las lluvias cesen, arrancarán las obras
complementarias. El criterio del Banco Mundial es que se actúe
lo más pronto para que los locales queden lo más funcionales
posible para la iniciación del nuevo año lectivo.
Campaña de desratización
Aunque hasta ayer no se registraron oficialmente en Guayaquil
nuevos casos de leptospirosis, las autoridades de Salud ya
evalúan la posibilidad de arrancar un plan de desratización en
la ciudad.
Será, sin embargo, de manera selectiva (no masiva) comenzando
en los parques, lugares altos y secos. La idea es evitar que
el uso indiscriminado de veneno pueda contaminar las aguas
estancadas y afectar a la ciudadanía, especialmente de los
sectores marginales. Se hará en coordinación con la Dirección
de Salud del Municipio, según el subsecretario, Fidel Endara.
El funcionario confirmó ayer que de los 20 casos reportados
como leptospirosis y de los cuales 8 han fallecido, solo tres
son oficialmente confirmados a causa de la enfermedad. Pero en
los hospitales de Guayaquil se incrementó la asistencia de
pacientes con síntomas parecidos a los de ese mal.
En Manabí, ante las dos muertes por leptospirosis registradas,
la Dirección Provincial de Salud también emprenderá una
campaña de eliminación de ratas. Cristóbal Zambrano, director
provincial, señaló ayer que no existe por el momento
estadísticas reales sobre la población de los roedores, pero
se estima que hay aproximadamente tres millones.
El organismo espera recursos para poder iniciar este plan.
Zambrano dijo que tres casos más de leptospirosis fueron
registrados, pero ya fueron superados. La campaña arrancará a
más tardar la próxima semana en Rocafuerte, Sucre y
Portoviejo.
Sin embargo, Daniel Mendoza, jefe del Area de Salud número 2,
descartó que haya leptospirosis.
Generalmente, dijo, los factores climáticos actuales con
temperaturas de hasta 35 grados y una humedad relativa del
80%, más la alta contaminación provocada por aguas negras,
hacen que las bacterias provoquen un crecimiento y
desencadenen plagas que transmiten enfermedades como dengue,
malaria, paludismo...
La leptospirosis a nivel de Costa se encuentra especialmente
en las casas de construcción mixta con presencia de roedores,
que están en contacto con los utensilios de cocina. Muchas
veces las amas de casa realizan la limpieza de los platos,
pero no los protegen de los roedores que se pasean por las
noches. Redacciones Guayaquil y Manta
En 5 cantones de El Oro faltan las medicinas
La atención y ayuda de los 4.803 evacuados en los cantones de
Machala, Santa Rosa, Arenillas, Huaquillas y El Guabo ha sido
mínima, tanto en víveres como en medicinas.
A los evacuados de Huaquillas se entregó una mínima cantidad
de vajillas, baldes de plástico y ropa usada por parte de la
Ministra de Bienestar Social; y 350 raciones alimenticias y
100 colchones por parte del Ministro de Vivienda, la semana
anterior.
En noviembre, cuando se desbordó por primera vez el río Santa
Rosa, se entregaron raciones alimenticias en los albergues,
después la ayuda decayó. La alcaldesa, Zoila Ollague, entregó
en año nuevo fundas de alimentos. Esta semana el Innfa
distribuyó algunas colchonetas.
En Huaquillas los albergues están con escasa atención médica
por falta de medicinas. En este mismo cantón los primeros 15
días de enero se presentaron 65 casos de malaria. La semana
anterior se trabajó con 16 personas, 12 rociadores que colocan
material residual, 1 jefe de brigada y dos auxiliares, con el
apoyo de 2 personas de la Defensa Civil, 6 militares y un
vehículo del Municipio. Estos operativos combinados permitirán
erradicar la enfermedad en un 50 por ciento. Sin embargo, la
situación podría agudizarse con las últimas lluvias.
El control a los criaderos de dengue ha dado buenos
resultados, pero se estima que las últimas lluvias lavan el
rociado y se tendrá que volver a realizar este trabajo,
especialmente en Huaquillas y Santa Rosa.
El gran problema de Malaria en la provincia de El Oro es la
falta de personal. Con el proceso de modernización vendieron
la renuncia 40 personas y solo se quedaron 19. Desde hace año
y medio contrata personal para cumplir el trabajo en la
provincia. El año pasado contrataron 32 personas.
Según José Ambuludí, director encargado de Malaria de El Oro,
se requieren 60 hombres para cubrir el 100 por ciento en la
provincia. Actualmente solo estamos trabajando en un 33%.
Julio Palomeque, director de Epidemiología, señaló que de
manera general no se registran problemas de alguna epidemia
aunque sí hay enfermedades respiratorias y de piel que son
controladas.
Ayer, la Defensa Civil difundió un último reporte de los
efectos del fenómeno climatológico: 99 personas muertas, 42
heridas y 13 desaparecidas. Un vocero de la institución
informó además que el evento también había destruido 660
casas, mientras que otras 6.000 viviendas han resultado
afectadas parcialmente en toda la nación.
Según datos de los ministerios de Agricultura y Ganadería y de
Obras Públicas, el fenómeno ha dañado sembradíos, puentes y
carreteras, por lo que se han perdido unos 600 millones de
dólares. El titular del MOP, Homero Torres, informó que la
reconstrucción de 2.800 Kms. de carreteras demorará de dos a
tres años. Los trabajos le costarán al Gobierno unos 400
millones de dólares. El MOP al momento solo dispone de 100
millones de dólares de préstamos internacionales, más una
contraparte nacional de 43 millones de dólares. "Esto nos
permitirá acometer la reconstrucción vial". Torres aclaró que
no se trata de bacheo, sino de la repavimentación de todas las
vías del país". La red vial de la costa será repavimentada en
un 70 por ciento.
Adicionalmente, informó que se tramita un crédito de 80
millones de dólares con el BID, que será aprobado en julio. La
reconstrucción comenzará en mayo o junio. El Ministro sostiene
que en la Sierra los daños de la red vial son menores. Aseguró
que la falta de mantenimiento es la causa principal de
destrucción de las carreteras en los últimos 15 años, más que
el fenómeno de El Niño. La razón: la falta de recursos, porque
los presupuestos que presenta el MOP para mantenimiento
siempre son recortados a la quinta parte. Redacciones Machala
y Quito (Texto tomado de El Comercio)
final a la ya deteriorada infraestructura educativa del país.
La situación actual de los locales educativos realmente es
crítica. Según el último balance, un total de 372 planteles
entre jardínes de infantes, escuelas y colegios fiscales y
fiscomisionales ha sufrido los embates del invierno.
Las escuelas más afectadas se ubican en el Litoral; solo en
Guayas 80 centros educativos están destruidos y se requieren
urgentemente más de 4.180 millones de sucres para la
reconstrucción. Pero el Ministerio de Educación no tiene
recursos.
Lo ocurrido en el Colegio Fiscal Jorge Carrera Andrade del
cantón Guayaquil es un ejemplo. Un grupo de estudiantes -ahora
en vacaciones- recuerda el día fatal en que por culpa de las
fuertes lluvias nueve aulas del establecimiento se hundieron
como por arte de magia. Pero no fue un caso fortuito, el
centro fue levantado precisamente al filo del Estero Salado y
parte de su estructura no resistió el peso.
Para construir las nueve aulas la Dirección Nacional de
Construcciones Escolares (Dinace) del Ministerio de Educación
necesita 624 millones de sucres. Pero la tarea no será nada
fácil, señala Angel Quintanilla, director de Infraestructura
Educativa. Según él, la primera labor será buscar un nuevo
terreno para levantar las aulas, ya que es imposible que
vuelvan a funcionar en el antiguo relleno.
Problemas no similares pero sí de real importancia se
registran en 10 provincias más. En Esmeraldas urge reparar y
adecuar aulas; en Manabí, reponer las cubiertas caídas y
construir cerramientos; en Los Ríos, arreglar las baterías
sanitarias y levantar muros de contención; en El Oro,
construir sistemas de drenaje de aguas lluvias... La lista de
obras sigue: en Santo Domingo de los Colorados, la mayoría de
los 27 planteles necesita reponer aulas, pavimentación de
pisos y patios, cerramientos y rellenos...
Para este plan emergente, la Dinace elaboró un presupuesto de
20.000 millones de sucres. Pero las arcas de la institución
están vacías, no hay ni un solo centavo para realizar obras en
este año y peor enfrentar los efectos de El Niño. Para muestra
un botón: en la proforma presupuestaria del 98 la Dinace
solicitó 500.000 millones de sucres, pero solo se aprobó
20.000 millones. Hasta la fecha el Ministerio de Finanzas no
hace ningún desembolso.
En el plan de obras de este año, la Dinace tenía previsto
reparar 1.268 locales y construir 4.240 aulas nuevas en 2.692
planteles del país. Sin embargo, con los 20.000 millones
aprobados para el 98 solo se atenderá el 5% de lo planificado.
Una crisis similar atravesó en 1997: la proforma
presupuestaria fue de 40.000 millones, pero solo se asignó
10.000 millones. Este año arrastra un déficit de 30.000
millones.
En el plan emergente de la Dinace no se incluyen los daños
causados por las lluvias al mobiliario escolar (bancas,
sillas, anaqueles...), equipos de laboratorio y material
didáctico.
"La situación es crítica porque algunas escuelas lo han
perdido todo y aquello aún no ha sido evaluado", señala Fausto
Moncayo, director de la Diplasede (Dirección Nacional de
Seguridad para el Desarrollo) del Ministerio de Educación.
Tampoco se han evaluado los daños en los 163 locales escolares
que sirven de albergue a los damnificados por el fenómeno. "La
reparación de esos planteles posiblemente quedará para después
de que termine el invierno", dice Moncayo.
Por el momento, se avizora una salida emergente a la crisis
financiera de la Dinace. El Banco Mundial acaba de reasignar
un préstamo por 14 millones de dólares (63.700 millones de
sucres) que será administrado por el proyecto educativo
EB/Prodec. Los recursos serán destinados a la reconstrucción
de los 372 planteles afectados por el invierno.
Desde mañana, 50 técnicos de la Dinace entre ingenieros,
arquitectos y topógrafos evaluarán la infraestructura dañada
en el país y en 15 días, Naciones Unidas procederá a la
contratación de obras.
En esta primera fase de evaluación se analizarán las
necesidades más urgentes de los locales para poder intervenir.
Para abril, una vez que haya bajado el nivel de las aguas
estancadas y las lluvias cesen, arrancarán las obras
complementarias. El criterio del Banco Mundial es que se actúe
lo más pronto para que los locales queden lo más funcionales
posible para la iniciación del nuevo año lectivo.
Campaña de desratización
Aunque hasta ayer no se registraron oficialmente en Guayaquil
nuevos casos de leptospirosis, las autoridades de Salud ya
evalúan la posibilidad de arrancar un plan de desratización en
la ciudad.
Será, sin embargo, de manera selectiva (no masiva) comenzando
en los parques, lugares altos y secos. La idea es evitar que
el uso indiscriminado de veneno pueda contaminar las aguas
estancadas y afectar a la ciudadanía, especialmente de los
sectores marginales. Se hará en coordinación con la Dirección
de Salud del Municipio, según el subsecretario, Fidel Endara.
El funcionario confirmó ayer que de los 20 casos reportados
como leptospirosis y de los cuales 8 han fallecido, solo tres
son oficialmente confirmados a causa de la enfermedad. Pero en
los hospitales de Guayaquil se incrementó la asistencia de
pacientes con síntomas parecidos a los de ese mal.
En Manabí, ante las dos muertes por leptospirosis registradas,
la Dirección Provincial de Salud también emprenderá una
campaña de eliminación de ratas. Cristóbal Zambrano, director
provincial, señaló ayer que no existe por el momento
estadísticas reales sobre la población de los roedores, pero
se estima que hay aproximadamente tres millones.
El organismo espera recursos para poder iniciar este plan.
Zambrano dijo que tres casos más de leptospirosis fueron
registrados, pero ya fueron superados. La campaña arrancará a
más tardar la próxima semana en Rocafuerte, Sucre y
Portoviejo.
Sin embargo, Daniel Mendoza, jefe del Area de Salud número 2,
descartó que haya leptospirosis.
Generalmente, dijo, los factores climáticos actuales con
temperaturas de hasta 35 grados y una humedad relativa del
80%, más la alta contaminación provocada por aguas negras,
hacen que las bacterias provoquen un crecimiento y
desencadenen plagas que transmiten enfermedades como dengue,
malaria, paludismo...
La leptospirosis a nivel de Costa se encuentra especialmente
en las casas de construcción mixta con presencia de roedores,
que están en contacto con los utensilios de cocina. Muchas
veces las amas de casa realizan la limpieza de los platos,
pero no los protegen de los roedores que se pasean por las
noches. Redacciones Guayaquil y Manta
En 5 cantones de El Oro faltan las medicinas
La atención y ayuda de los 4.803 evacuados en los cantones de
Machala, Santa Rosa, Arenillas, Huaquillas y El Guabo ha sido
mínima, tanto en víveres como en medicinas.
A los evacuados de Huaquillas se entregó una mínima cantidad
de vajillas, baldes de plástico y ropa usada por parte de la
Ministra de Bienestar Social; y 350 raciones alimenticias y
100 colchones por parte del Ministro de Vivienda, la semana
anterior.
En noviembre, cuando se desbordó por primera vez el río Santa
Rosa, se entregaron raciones alimenticias en los albergues,
después la ayuda decayó. La alcaldesa, Zoila Ollague, entregó
en año nuevo fundas de alimentos. Esta semana el Innfa
distribuyó algunas colchonetas.
En Huaquillas los albergues están con escasa atención médica
por falta de medicinas. En este mismo cantón los primeros 15
días de enero se presentaron 65 casos de malaria. La semana
anterior se trabajó con 16 personas, 12 rociadores que colocan
material residual, 1 jefe de brigada y dos auxiliares, con el
apoyo de 2 personas de la Defensa Civil, 6 militares y un
vehículo del Municipio. Estos operativos combinados permitirán
erradicar la enfermedad en un 50 por ciento. Sin embargo, la
situación podría agudizarse con las últimas lluvias.
El control a los criaderos de dengue ha dado buenos
resultados, pero se estima que las últimas lluvias lavan el
rociado y se tendrá que volver a realizar este trabajo,
especialmente en Huaquillas y Santa Rosa.
El gran problema de Malaria en la provincia de El Oro es la
falta de personal. Con el proceso de modernización vendieron
la renuncia 40 personas y solo se quedaron 19. Desde hace año
y medio contrata personal para cumplir el trabajo en la
provincia. El año pasado contrataron 32 personas.
Según José Ambuludí, director encargado de Malaria de El Oro,
se requieren 60 hombres para cubrir el 100 por ciento en la
provincia. Actualmente solo estamos trabajando en un 33%.
Julio Palomeque, director de Epidemiología, señaló que de
manera general no se registran problemas de alguna epidemia
aunque sí hay enfermedades respiratorias y de piel que son
controladas.
Ayer, la Defensa Civil difundió un último reporte de los
efectos del fenómeno climatológico: 99 personas muertas, 42
heridas y 13 desaparecidas. Un vocero de la institución
informó además que el evento también había destruido 660
casas, mientras que otras 6.000 viviendas han resultado
afectadas parcialmente en toda la nación.
Según datos de los ministerios de Agricultura y Ganadería y de
Obras Públicas, el fenómeno ha dañado sembradíos, puentes y
carreteras, por lo que se han perdido unos 600 millones de
dólares. El titular del MOP, Homero Torres, informó que la
reconstrucción de 2.800 Kms. de carreteras demorará de dos a
tres años. Los trabajos le costarán al Gobierno unos 400
millones de dólares. El MOP al momento solo dispone de 100
millones de dólares de préstamos internacionales, más una
contraparte nacional de 43 millones de dólares. "Esto nos
permitirá acometer la reconstrucción vial". Torres aclaró que
no se trata de bacheo, sino de la repavimentación de todas las
vías del país". La red vial de la costa será repavimentada en
un 70 por ciento.
Adicionalmente, informó que se tramita un crédito de 80
millones de dólares con el BID, que será aprobado en julio. La
reconstrucción comenzará en mayo o junio. El Ministro sostiene
que en la Sierra los daños de la red vial son menores. Aseguró
que la falta de mantenimiento es la causa principal de
destrucción de las carreteras en los últimos 15 años, más que
el fenómeno de El Niño. La razón: la falta de recursos, porque
los presupuestos que presenta el MOP para mantenimiento
siempre son recortados a la quinta parte. Redacciones Machala
y Quito (Texto tomado de El Comercio)
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