Quito. 12 jul 2000. El Estado Mayor de las FARC sigue
minuciosamente los acontecimientos que ocurren en el Ecuador por
la aplicación del Plan Colombia, auspiciado por EE.UU.
En entrevista con este Diario en San Vicente del Caguán,
departamento del Caquetá, Colombia, el comandante Rodolfo
González, miembro del Estado Mayor de las FARC, descartó que esa
organización subversiva esté ingresando una gran cantidad de
arsenal desde el Ecuador."Es completamente falso que todo el
armamento provenga del Ecuador, ya que los grandes arsenales y
otros equipos de guerra se compran en el mercado negro interno
colombiano. Las FARC se abastecen fundamentalmente de la
recuperación de los combates con el Ejército y la Policía, lo que
es una entrada permanente".
Sobre las armas del Ejército ecuatoriano que han sido incautadas
por la policía de Colombia en manos del las FARC comentó: "el
movimiento no tiene ninguna política para utilizar el territorio
ecuatoriano para el tráfico de armas. Entendemos que el Ecuador
está en una situación económica muy difícil y no descartamos que
alguna persona en aras de mejorar su situación económica obtenga
diez o quince fusiles para vendérselos a algún comandante de la
organización. Sin embargo, ese es un ingrediente mínimo; no hay
una regularidad ni puede resolver la parte estratégica del
armamento de las FARC".
El subjefe de la Policía Judicial de Colombia, capitán Marco
Rocha, informó que desde hace diez meses se ha detectado la
entrada de vuelos clandestinos a San Vicente del Caguán (zona de
distensión entregada a la guerrilla por el Gobierno de Colombia),
que evaden los radares de la zona". La Policía colombiana presume
que esos vuelos transportan gran cantidad de armamento,
proveniente de países de Europa Oriental. En la zona de
distensión, dice Rocha, hay un ingreso permanente de instrumental
militar, puesto que se ha convertido en una especie de punto
muerto y zona franca.
Según informes de la Policía de Colombia y el Departamento
Administrativo de Seguridad (DAS), las FARC actualmente tienen
desplegado en todo el territorio colombiano 65 frentes de combate,
que incluyen milicias bolivarianas urbanas. Su armamento está
compuesto básicamente por fusiles AK-47 de fabricación Rusa y
China, así como fusiles R-15 de procedencia estadounidense. En
varios ataques a cuarteles policiales y militares han empleado
cohetes tierra-tierra y ametralladoras M-60. También utilizan
granadas y morteros fabricados por ellos mismos, así como tanques
de gas. Los cilindros, que reemplazan a los morteros, han sido
utilizados como arma casera en atentados en ciudades colombianas.
A los cilindros de gas se les añade nitramonio, pentatonita,
pólvora y cordón detonante. Las pipetas, que fueron utilizadas por
primera vez en diciembre de 1996, tienen un costo aproximado de
150 dólares cada una. Un mortero, que produce efectos similares,
cuesta entre 2 500 y 5 000 dólares. Según informes del DAS, la
mayor parte de cilindros de gas ingresan clandestinamente desde el
Ecuador, donde es posible adquirir el producto por sumas bastante
inferiores a las del mercado colombiano.
Un punto crucial para el escalamiento del conflicto en Colombia ha
sido su crecimiento sostenido. De los 65 frentes de las FARC, tres
son urbanos; cuenta además con 10 compañías móviles, con un total
de 20 000 combatientes, según un informe de la Corporación
Observatorio para la Paz de Colombia.
Las técnicas militares y guerrilleras han ido de la mano con los
avances tecnológicos. "Hoy, el Comandante de las FARC puede
decidir y ordenar inmediatamente qué hace un frente en la costa o
en el sur del país, ya que cuenta con medios satelitales y
tecnológicos, así como Internet para comunicarse con todo el
mundo", dice el informe del Observatorio para la Paz. El
financiamiento para las armas y comida de las tropas ha sido otro
puntal. Los ingresos de la guerrilla anuales bordean los 500 mil
millones de pesos (250 millones de dólares), mientras que sus
gastos ascienden a 200 mil millones (100 millones de dólares). El
41 por ciento proviene de los cultivos ilícitos, el 32 de
extorsiones, el 21 del secuestro y el 4 de regalías, según la
Consejería Presidencial de Colombia.
El robo se investiga
La Policía Nacional también investiga en Esmeraldas el robo de 48
fusiles y 68 alimentadoras del Batallón 67 Montúfar. Los técnicos
de la Policía Judicial realizan la inspección ocular, que hasta la
fecha muestra que los candados de las puertas fueron limados.
Por su parte, el Comando General de la Fuerza Terrestre informó
que se hace una indagación minuciosa, para la cual pidió la
colaboración de la ciudadanía. Por ahora se presume que está
involucrado un militar del Batallón en combinación con traficantes
de armas. El Ejército prefiere no especular sobre el destino del
material bélico, el cual supuestamente fue a la guerrilla.
Sin embargo, la teoría de que el contrabando de armas favorece a
la guerrilla se refuerza. Las Fuerzas Armadas de Bolivia, por
ejemplo, admitieron ayer la posibilidad de que armas robadas de su
Ejército tuvieron como destino las Fuerzas Armadas Revolucionarias
de Colombia (FARC), según el comandante en jefe, almirante Jorge
Zabala.
El presidente venezolano, Hugo Chávez, también reconoció que la
guerrilla se abastece de armamento que sale desde su país. Además,
sostiene que "no es raro que la guerrilla colombiana tenga armas
venezolanas, también tienen armas estadounidenses". EFE, AFP
El plan disuasivo del país sin dinero
El Gobierno quiere dar los primeros pasos para hacer frente a los
posibles efectos de la aplicación del denominado Plan Colombia,
que busca erradicar la producción y tráfico de drogas, en el
vecino del norte. En ese sentido, los ministerios de Relaciones
Exteriores y de Defensa presentarán hoy, ante el Consejo de
Seguridad Nacional (Cosena), el proyecto de reactivación social y
económica de la zona nororiental.
Paralelamente, el presidente Noboa estudiará la posibilidad de
declarar, en los próximos días, la emergencia a lo largo de la
frontera con Colombia: desde Esmeraldas en la Costa, hasta
Sucumbíos en la Amazonia. Esta también es una respuesta al
reciente robo de fusiles y alimentadoras de las Fuerzas Armadas,
registrados en la provincia verde y que aún está en investigación.
Los dos ministerios pujan para que el máximo organismo de
seguridad apruebe el plan de reactivación para comenzar a buscar
financiamiento en Europa y EE.UU., desde este mes.
Esta iniciativa pretende ser disuasiva y evitar que en Ecuador
suceda lo que ocurre en Colombia. Atenderá a la región comprendida
entre las provincias de Sucumbíos y Orellana, concretamente desde
el río San Miguel hasta el Putumayo. Y abarcará diversas áreas
como seguridad interna, reactivación de la agricultura
alternativa, vialidad, desarrollo comunitario, creación de puestos
de trabajo, atracción de inversión (aprovechando la riqueza
petroleras de la zona), protección ecológica...
"Se necesita control militar y reforzar la capacidad de
vigilancia, control y represión de nuestras fuerzas de orden, es
decir de FF.AA. y la Policía Nacional", recalcó el Canciller en su
intervención.
Esta propuesta se desarrollará en tres o cuatro años. Su costo
está calculado entre USD 150 y 200 millones, que aún no están
financiados, salvo los primeros USD 30 millones. Estos son el
aporte de Estados Unidos al país, dentro del Plan Colombia. De
allí que el resto de financiamiento se buscará en el transcurso de
las próximas semanas. En los países de la Unión Europea y Estados
Unidos -sostuvo Moeller- hay apertura para respaldarlo y
financiarlo.
Según las estimaciones del Gobierno, que también son compartidas
por los organismos de Derechos Humanos, se prevé una ola
migratoria hacia el país, producto de la intensificación de la
lucha contra el narcotráfico. Al respecto, la Cancillería mantiene
contactos con la delegada de la Acnur (un organismo de las
Naciones Unidos para los refugiados) para garantizar los recursos
para atender a los desplazados.
Una vez más, Moeller descartó que la base de Manta forme parte del
Plan Colombia. Su función, recordó, es permitir el aterrizaje de
aviones desarmados en la base y monitorear las vías por donde se
transporta la droga.
"Si la base de Manta, a más de sus funciones, es un disuasivo para
que no se implante el narcotráfico, que así sea".
De otra parte, la Comisión de Asuntos Internacionales del Congreso
se reunirá en las próximas horas para analizar la situación en la
frontera norte. (Texto tomado de El Comercio)
minuciosamente los acontecimientos que ocurren en el Ecuador por
la aplicación del Plan Colombia, auspiciado por EE.UU.
En entrevista con este Diario en San Vicente del Caguán,
departamento del Caquetá, Colombia, el comandante Rodolfo
González, miembro del Estado Mayor de las FARC, descartó que esa
organización subversiva esté ingresando una gran cantidad de
arsenal desde el Ecuador."Es completamente falso que todo el
armamento provenga del Ecuador, ya que los grandes arsenales y
otros equipos de guerra se compran en el mercado negro interno
colombiano. Las FARC se abastecen fundamentalmente de la
recuperación de los combates con el Ejército y la Policía, lo que
es una entrada permanente".
Sobre las armas del Ejército ecuatoriano que han sido incautadas
por la policía de Colombia en manos del las FARC comentó: "el
movimiento no tiene ninguna política para utilizar el territorio
ecuatoriano para el tráfico de armas. Entendemos que el Ecuador
está en una situación económica muy difícil y no descartamos que
alguna persona en aras de mejorar su situación económica obtenga
diez o quince fusiles para vendérselos a algún comandante de la
organización. Sin embargo, ese es un ingrediente mínimo; no hay
una regularidad ni puede resolver la parte estratégica del
armamento de las FARC".
El subjefe de la Policía Judicial de Colombia, capitán Marco
Rocha, informó que desde hace diez meses se ha detectado la
entrada de vuelos clandestinos a San Vicente del Caguán (zona de
distensión entregada a la guerrilla por el Gobierno de Colombia),
que evaden los radares de la zona". La Policía colombiana presume
que esos vuelos transportan gran cantidad de armamento,
proveniente de países de Europa Oriental. En la zona de
distensión, dice Rocha, hay un ingreso permanente de instrumental
militar, puesto que se ha convertido en una especie de punto
muerto y zona franca.
Según informes de la Policía de Colombia y el Departamento
Administrativo de Seguridad (DAS), las FARC actualmente tienen
desplegado en todo el territorio colombiano 65 frentes de combate,
que incluyen milicias bolivarianas urbanas. Su armamento está
compuesto básicamente por fusiles AK-47 de fabricación Rusa y
China, así como fusiles R-15 de procedencia estadounidense. En
varios ataques a cuarteles policiales y militares han empleado
cohetes tierra-tierra y ametralladoras M-60. También utilizan
granadas y morteros fabricados por ellos mismos, así como tanques
de gas. Los cilindros, que reemplazan a los morteros, han sido
utilizados como arma casera en atentados en ciudades colombianas.
A los cilindros de gas se les añade nitramonio, pentatonita,
pólvora y cordón detonante. Las pipetas, que fueron utilizadas por
primera vez en diciembre de 1996, tienen un costo aproximado de
150 dólares cada una. Un mortero, que produce efectos similares,
cuesta entre 2 500 y 5 000 dólares. Según informes del DAS, la
mayor parte de cilindros de gas ingresan clandestinamente desde el
Ecuador, donde es posible adquirir el producto por sumas bastante
inferiores a las del mercado colombiano.
Un punto crucial para el escalamiento del conflicto en Colombia ha
sido su crecimiento sostenido. De los 65 frentes de las FARC, tres
son urbanos; cuenta además con 10 compañías móviles, con un total
de 20 000 combatientes, según un informe de la Corporación
Observatorio para la Paz de Colombia.
Las técnicas militares y guerrilleras han ido de la mano con los
avances tecnológicos. "Hoy, el Comandante de las FARC puede
decidir y ordenar inmediatamente qué hace un frente en la costa o
en el sur del país, ya que cuenta con medios satelitales y
tecnológicos, así como Internet para comunicarse con todo el
mundo", dice el informe del Observatorio para la Paz. El
financiamiento para las armas y comida de las tropas ha sido otro
puntal. Los ingresos de la guerrilla anuales bordean los 500 mil
millones de pesos (250 millones de dólares), mientras que sus
gastos ascienden a 200 mil millones (100 millones de dólares). El
41 por ciento proviene de los cultivos ilícitos, el 32 de
extorsiones, el 21 del secuestro y el 4 de regalías, según la
Consejería Presidencial de Colombia.
El robo se investiga
La Policía Nacional también investiga en Esmeraldas el robo de 48
fusiles y 68 alimentadoras del Batallón 67 Montúfar. Los técnicos
de la Policía Judicial realizan la inspección ocular, que hasta la
fecha muestra que los candados de las puertas fueron limados.
Por su parte, el Comando General de la Fuerza Terrestre informó
que se hace una indagación minuciosa, para la cual pidió la
colaboración de la ciudadanía. Por ahora se presume que está
involucrado un militar del Batallón en combinación con traficantes
de armas. El Ejército prefiere no especular sobre el destino del
material bélico, el cual supuestamente fue a la guerrilla.
Sin embargo, la teoría de que el contrabando de armas favorece a
la guerrilla se refuerza. Las Fuerzas Armadas de Bolivia, por
ejemplo, admitieron ayer la posibilidad de que armas robadas de su
Ejército tuvieron como destino las Fuerzas Armadas Revolucionarias
de Colombia (FARC), según el comandante en jefe, almirante Jorge
Zabala.
El presidente venezolano, Hugo Chávez, también reconoció que la
guerrilla se abastece de armamento que sale desde su país. Además,
sostiene que "no es raro que la guerrilla colombiana tenga armas
venezolanas, también tienen armas estadounidenses". EFE, AFP
El plan disuasivo del país sin dinero
El Gobierno quiere dar los primeros pasos para hacer frente a los
posibles efectos de la aplicación del denominado Plan Colombia,
que busca erradicar la producción y tráfico de drogas, en el
vecino del norte. En ese sentido, los ministerios de Relaciones
Exteriores y de Defensa presentarán hoy, ante el Consejo de
Seguridad Nacional (Cosena), el proyecto de reactivación social y
económica de la zona nororiental.
Paralelamente, el presidente Noboa estudiará la posibilidad de
declarar, en los próximos días, la emergencia a lo largo de la
frontera con Colombia: desde Esmeraldas en la Costa, hasta
Sucumbíos en la Amazonia. Esta también es una respuesta al
reciente robo de fusiles y alimentadoras de las Fuerzas Armadas,
registrados en la provincia verde y que aún está en investigación.
Los dos ministerios pujan para que el máximo organismo de
seguridad apruebe el plan de reactivación para comenzar a buscar
financiamiento en Europa y EE.UU., desde este mes.
Esta iniciativa pretende ser disuasiva y evitar que en Ecuador
suceda lo que ocurre en Colombia. Atenderá a la región comprendida
entre las provincias de Sucumbíos y Orellana, concretamente desde
el río San Miguel hasta el Putumayo. Y abarcará diversas áreas
como seguridad interna, reactivación de la agricultura
alternativa, vialidad, desarrollo comunitario, creación de puestos
de trabajo, atracción de inversión (aprovechando la riqueza
petroleras de la zona), protección ecológica...
"Se necesita control militar y reforzar la capacidad de
vigilancia, control y represión de nuestras fuerzas de orden, es
decir de FF.AA. y la Policía Nacional", recalcó el Canciller en su
intervención.
Esta propuesta se desarrollará en tres o cuatro años. Su costo
está calculado entre USD 150 y 200 millones, que aún no están
financiados, salvo los primeros USD 30 millones. Estos son el
aporte de Estados Unidos al país, dentro del Plan Colombia. De
allí que el resto de financiamiento se buscará en el transcurso de
las próximas semanas. En los países de la Unión Europea y Estados
Unidos -sostuvo Moeller- hay apertura para respaldarlo y
financiarlo.
Según las estimaciones del Gobierno, que también son compartidas
por los organismos de Derechos Humanos, se prevé una ola
migratoria hacia el país, producto de la intensificación de la
lucha contra el narcotráfico. Al respecto, la Cancillería mantiene
contactos con la delegada de la Acnur (un organismo de las
Naciones Unidos para los refugiados) para garantizar los recursos
para atender a los desplazados.
Una vez más, Moeller descartó que la base de Manta forme parte del
Plan Colombia. Su función, recordó, es permitir el aterrizaje de
aviones desarmados en la base y monitorear las vías por donde se
transporta la droga.
"Si la base de Manta, a más de sus funciones, es un disuasivo para
que no se implante el narcotráfico, que así sea".
De otra parte, la Comisión de Asuntos Internacionales del Congreso
se reunirá en las próximas horas para analizar la situación en la
frontera norte. (Texto tomado de El Comercio)
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