Washington. 25.09.91. Los habitantes de América Latina se
empobrecieron en 2,6 por ciento el año pasado, pero los
profundos cambios económicos que están en marcha auguran un
futuro promisorio para la región, dijo hoy el Banco Mundial.
A pesar de la radical transformación de las economías y de
haberse revertido la fuga de capitales que caracterizó a la
década pasada, factores ajenos a la región conspiraron en su
contra, agregó el Banco en su informe anual.
Las economías de América Latina y el Caribe se vieron
duramente golpeadas por el alza del petróleo y por la
desaceleración del crecimiento de algunos países
industrializados, en particular los Estados Unidos, lo que
redujo el tamaño de un importante mercado de exportación.
Eso contribuyó a que el Producto Bruto Interno per cápita de
la región cayera 2,6 por ciento, completando tres años de
sucesivo declive.
A pesar de ello, América Latina fue la única zona que logró
revertir la fuga de capitales en 1990 reveló el informe.
En 1990 el saldo entre ingresos y egresos fue de 9.300
millones de dólares, primer resultado positivo luego de seis
años en rojo, que contribuyeron a crear el apelativo de década
perdida para la de 1980.
Pero por sobre todo, los números aún no reflejan los profundos
cambios políticos y económicos que están ocurriendo en muchos
países y que podrían constituir la base del crecimiento
futuro, afirmó el Banco Mundial.
Ahora, el nuevo modelo de política económica tiende a poner el
acento en gobiernos más reducidos y eficientes, la
privatización de las empresas estatales, una mayor apertura de
los regímenes de comercio exterior, la desreglamentación de
los mercados financieros y de productos básicos, y la
reducción de los desequilibrios de los gastos del sector
público, dijo.
Las cifras globales no permiten ver las diferencias entre
distintos países: el alza del petróleo perjudicó a muchos y
ayudó a algunos productores, sobre todo a México y
Venezuela.
La tasa regional de crecimiento negativo tampoco quiere decir
que les haya ido mal a todos.
México, Chile, Colombia, Costa Rica, El Salvador y Paraguay se
encuentran entre los que tuvieron buen desempeño, pero el
fuerte declive de Brasil arrastró hacia abajo los promedios
regionales.
También se registró un retroceso en Argentina y Perú, pero esa
tendencia se debió en buena parte a los duros programas de
ajuste y debería por tanto revertirse en el futuro.
Los resultados han sido muy positivos para México, tanto en
términos de crecimiento como de mejora de la situación
financiera, a consecuencia del retorno de capitales fugados,
el aumento de la inversión extranjera directa y el acceso al
capital externo, dijo el informe.
Es preciso también observar que México se ha beneficiado de
los precios más elevados del petróleo, así como de su vigoroso
programa de ajuste, agregó.
El Banco Mundial destacó que Chile, otro de los países con
buena trayectoria en los últimos años, logró un préstamo de 20
millones de dólares de un banco holandés, el primer crédito
voluntario no garantizado a un país latinoamericano desde que
estalló la crisis de la deuda en 1982.
México, Costa Rica, Venezuela y Uruguay lograron además
reducir sus deudas comerciales merced al denominado Plan Brady
de los Estados Unidos.
Otros lo hicieron mediante planes de privatización. Argentina
logró reducir sus adeudos con los bancos comerciales en 7.000
millones de dólares, o un 20 por ciento del total, vendiendo
empresas del Estado y capitalizando la deuda.
Tanto en Venezuela como en Colombia, la combinación de una
rica base de recursos naturales y las recientes reformas de
las políticas permite augurar muy buenas perspectivas de
crecimiento, dijo el informe.
El Banco Mundial aplaudió los cambios introducidos en la
política económica brasileña, en particular un acuerdo con los
bancos comerciales para cubrir atrasos y reprogramar la deuda,
pero advirtió que el país sigue en dificultades.
La inflación sigue siendo alta y el gobierno no ha podido
controlar la expansión monetaria, sostuvo. (REUTER)
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