BOGOTÁ. El petróleo crudo, la gasolina o el aceite combustible para motores (Acpm) no son letales y tampoco causan malformaciones ni afectan la reproducción, según un estudio colombiano sobre toxicidad de hidrocarburos en ratas conocido hoy en Bogotá.
La investigación, de tres fases, fue realizada por expertos de la Empresa Colombiana de Petróleos (Ecopetrol, estatal) en convenio con el laboratorio Inmunopharmos, especializado y certificado internacionalmente en pruebas de toxicidad.
"Los resultados son contundentes", aseguró el biólogo Ricardo Restrepo, especialista en ingeniería ambiental y química ambiental que conformó, por la parte de la petrolera, el equipo realizador del estudio, cuyos hallazgos fueron avanzados en un congreso de petróleo y gas convocado en Bogotá.
Restrepo precisó que la investigación fue iniciada en 2005 y partió de la necesidad de "establecer exactamente cuáles son los efectos de los hidrocarburos en animales mamíferos".
Los derrames frecuentes por la instalación de válvulas ilegales para hurtar combustibles y los constantes ataques dinamiteros rebeldes del pasado contra oleoductos hicieron evidente en la compañía estatal la conveniencia de realizar este estudio.
El biólogo explicó que en la investigación se utilizaron ratas Wistar, roedor albino caracterizado por su docilidad y fácil manipulación, y del que Inmunopharmas facilitó un lote especial, conformado por 1 500 ejemplares.
La primera fase del estudio fue de toxicidad aguda, con el suministro a las ratas de una dosis alta de hidrocarburo, al que el animal se expuso durante catorce días.
En la segunda se indagó en los posibles efectos de estas sustancias en la reproducción del roedor y, en la tercera, en la posibilidad de malformaciones.
Restrepo explicó que las ratas tuvieron una exposición dérmica (sobre la piel), una ingesta (ingestión del hidrocarburo puro mediante sondas especiales) y una salpicadura en los ojos, en todos los casos para establecer posibles efectos.
"La gran conclusión es que los hidrocarburos no son letales", sostuvo el investigador, que observó que este hallazgo deja sin argumentos demandas contra la estatal por la supuesta muerte de animales domésticos que quedaron expuestos a hidrocarburos.
Además, "los hidrocarburos, a las exposiciones que nosotros sometimos a los animales, que fue una exposición muy drástica, no generan malformación y tampoco efectos en la reproducción", continuó el biólogo.
El experto observó que el estudio estableció que la inhalación causa efectos aislados a nivel pulmonar de las ratas, que fueron sometidas a una concentración, que nunca se da en la naturaleza, 300 veces por encima del límite olfativo, es decir, aquel nivel no soportable para el animal o el ser humano, que huye para evitar la exposición a la sustancia.
Curiosamente, la investigación también mostró que las ratas a las que se les suministró hidrocarburo por sondas subieron de peso, lo que, para los responsables del estudio, es difícil de explicar en términos de fisiología.
"No tenemos una forma de trazar el hidrocarburo para ver qué es lo que puede pasar", reconoció Restrepo, y dijo que algo que los investigadores observaron es que sus moléculas son muy grandes y no pueden ser asimiladas por el intestino, de manera que parece ser que estas sustancias tienen un efecto que estimula el apetito de las ratas y, en consecuencia, engordan porque comen más.
Este trabajo no tiene parangón en el ámbito internacional, que muestra estudios aislados en casos de grandes derrames de petróleo en áreas marinas, con efectos sobre aves impregnadas, advirtió Restrepo, para quien la colombiana "es una primera parte investigativa técnica seria, con resultados contundentes".
El biólogo avanza ahora en una investigación sobre los efectos en el ganado, con lotes que pastan y beben agua en los alrededores de la planta de Ecopetrol en la ciudad central de Villavicencio.
Por ahora se ha hecho evidente que estas reses no tienen parásitos, desarrollan un pelaje más brillante, son más gordas y también más fuertes.
La tarea de estos expertos también lleva a la elaboración de un manual sobre manejo de fauna impregnada en casos de derrame de hidrocarburos y que incluye una metodología para recuperar estos animales. (EFE)
La investigación, de tres fases, fue realizada por expertos de la Empresa Colombiana de Petróleos (Ecopetrol, estatal) en convenio con el laboratorio Inmunopharmos, especializado y certificado internacionalmente en pruebas de toxicidad.
"Los resultados son contundentes", aseguró el biólogo Ricardo Restrepo, especialista en ingeniería ambiental y química ambiental que conformó, por la parte de la petrolera, el equipo realizador del estudio, cuyos hallazgos fueron avanzados en un congreso de petróleo y gas convocado en Bogotá.
Restrepo precisó que la investigación fue iniciada en 2005 y partió de la necesidad de "establecer exactamente cuáles son los efectos de los hidrocarburos en animales mamíferos".
Los derrames frecuentes por la instalación de válvulas ilegales para hurtar combustibles y los constantes ataques dinamiteros rebeldes del pasado contra oleoductos hicieron evidente en la compañía estatal la conveniencia de realizar este estudio.
El biólogo explicó que en la investigación se utilizaron ratas Wistar, roedor albino caracterizado por su docilidad y fácil manipulación, y del que Inmunopharmas facilitó un lote especial, conformado por 1 500 ejemplares.
La primera fase del estudio fue de toxicidad aguda, con el suministro a las ratas de una dosis alta de hidrocarburo, al que el animal se expuso durante catorce días.
En la segunda se indagó en los posibles efectos de estas sustancias en la reproducción del roedor y, en la tercera, en la posibilidad de malformaciones.
Restrepo explicó que las ratas tuvieron una exposición dérmica (sobre la piel), una ingesta (ingestión del hidrocarburo puro mediante sondas especiales) y una salpicadura en los ojos, en todos los casos para establecer posibles efectos.
"La gran conclusión es que los hidrocarburos no son letales", sostuvo el investigador, que observó que este hallazgo deja sin argumentos demandas contra la estatal por la supuesta muerte de animales domésticos que quedaron expuestos a hidrocarburos.
Además, "los hidrocarburos, a las exposiciones que nosotros sometimos a los animales, que fue una exposición muy drástica, no generan malformación y tampoco efectos en la reproducción", continuó el biólogo.
El experto observó que el estudio estableció que la inhalación causa efectos aislados a nivel pulmonar de las ratas, que fueron sometidas a una concentración, que nunca se da en la naturaleza, 300 veces por encima del límite olfativo, es decir, aquel nivel no soportable para el animal o el ser humano, que huye para evitar la exposición a la sustancia.
Curiosamente, la investigación también mostró que las ratas a las que se les suministró hidrocarburo por sondas subieron de peso, lo que, para los responsables del estudio, es difícil de explicar en términos de fisiología.
"No tenemos una forma de trazar el hidrocarburo para ver qué es lo que puede pasar", reconoció Restrepo, y dijo que algo que los investigadores observaron es que sus moléculas son muy grandes y no pueden ser asimiladas por el intestino, de manera que parece ser que estas sustancias tienen un efecto que estimula el apetito de las ratas y, en consecuencia, engordan porque comen más.
Este trabajo no tiene parangón en el ámbito internacional, que muestra estudios aislados en casos de grandes derrames de petróleo en áreas marinas, con efectos sobre aves impregnadas, advirtió Restrepo, para quien la colombiana "es una primera parte investigativa técnica seria, con resultados contundentes".
El biólogo avanza ahora en una investigación sobre los efectos en el ganado, con lotes que pastan y beben agua en los alrededores de la planta de Ecopetrol en la ciudad central de Villavicencio.
Por ahora se ha hecho evidente que estas reses no tienen parásitos, desarrollan un pelaje más brillante, son más gordas y también más fuertes.
La tarea de estos expertos también lleva a la elaboración de un manual sobre manejo de fauna impregnada en casos de derrame de hidrocarburos y que incluye una metodología para recuperar estos animales. (EFE)
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