Quito. 18 mar 97. "¡Alerta! la brigada de autodefensa del
barrio advierte a toda persona y/o vehículo extraño favor
identificarse".

Esta leyenda, en letras rojas y negras sobre fondo blanco, se
encuentre en por lo menos tres pancartas lo suficientemente
grandes y visibles en el barrio Quiteño Libre, al nororiente
de la ciudad, donde los moradores decidieron controlar cada
centímetro del espacio público, en previsión de posibles
atentados contra la propiedad privada.

Manuel Quiroga, vecino del barrio y uno de los promotores de
las iniciativas de seguridad en el sector, explica que se
trata de una medida adoptada hace un año para precautelar la
seguridad de los domicilios, frente a la escalada de
delincuencia en la ciudad. Así, los vecinos de este sector se
organizaron hace dos años en grupos que realizan rondas de
vigilancia de 20h00 a 23h00, especialmente los fines de
semana.

Pero, ¿qué le da la categoría de extraño a un transeúnte que
transita por la vía pública?

Quiroga dice que "la medida adoptada no tiene la intención de
restringir el uso público de las calles; solo pretende
identificar posibles elementos peligrosos en el sector". Lo
cierto es que quien transita por El Quiteño Libre no puede
evitar la sensación de sentirse vigilado.

Un caso similar ocurre en el Pasaje "E" y Edmundo Carvajal del
sector El Bosque Quito Tenis, donde existe una cadena que
impide que cualquier vehículo que no sea de propiedad de
alguna de las 23 familias del sector ingrese a esa calle. El
peatón también es objeto de un interrogatorio par parte de
guardias privados que vigilan las 24 horas cada extremo de la
calle, de no más de 100 metros, pero al final de la cual
existe un parque, público, obviamente.

Alberto Cifuentes, habitante del sector, manifiesta que la
necesidad de cerrar la calle y contratar a una compañía de
seguridad privada nació a causa de varios robos de bicicletas
de los jóvenes del sector. "Incluso mi casa sufrió un intento
de robo. Esta medida intenta detectar la presencia de
individuos sospechosos", explica.

101 empresas de seguridad en Quito

Ciento setenta y cinco empresas de seguridad privada funcionan
legalmente en el Ecuador. De éstas, 101 -con por lo menos 20
guardias- tienen sede en Quito, y brindan seguridad
principalmente a la capital, sobre todo en bancos, colegios,
escuelas y empresas privadas.

Pero hay un buen número de empresas de seguridad privada no
legalizadas todavía, 201 en total, que atienden sobre todo a
los barrios residenciales de Quito, según información
proporcionada por el capitán Eduardo González, de la
Inspectoría General de la Policía Nacional.

Barrios del Quito Tenis, la González Suárez, Cumbayá, el valle
de Los Chillos, Monteserrín, entre otros, reciben los
servicios de estas empresas, que -según varios moradores- se
encargan de suplir el trabajo de la Policía Nacional, que no
se alcanza a vigilar todos los barrios de Quito.

El problema es que la sed de seguridad no solo ha llevado a
que en algunos sectores se restrinja la libre circulación de
los ciudadanos, sino que ha propiciado la invasión de espacios
públicos.

Este es el caso del sector de Monteserrín, en la calle De las
Higueras, donde los propietarios de una casa lujosa han
levantado un alto muro que ocupa, incluso, la vereda del
lugar. Un caso similar ocurre en la avenida Eloy Alfaro y
Amazonas, donde la Embajada de Israel se encuentra totalmente
amurallada con bloques de cemento que ocupan toda la acera y
parte de la calle en un área de por lo menos 50 metros
cuadrados.

MUROS

- En Quito existen 101 empresas de seguridad privadas que
funcionan legalmente y 201 que lo hacen ilegalmente.

- Funcionarios de la Administración Norte del Municipio
informaron que solo las zonas de condominios están facultadas
para establecer reglas de seguridad internas, mas nó en las
calles de barrio.

- Una de las prácticas más frecuentes de los moradores de los
diferentes barrios es organizar rondas de vigilancia entre
voluntarios para identificar y neutralizar cualquier actitud
sospechosa de personas desconocidas en el sector.

- Las rondas de vigilancia organizadas entre vecinos tienen un
peligro: exponer demasiado a personas que, por lo general, no
están habituadas a resolver problemas delincuenciales. No hay
que ser tan espontáneos.

Decisiones arbitrarias, ¿pero justificadas?

El control de los procedimientos de seguridad privada está a
cargo de los respectivos departamentos municipales de control
de la ciudad, de las tres zonas del Distrito Metropolitano.
Sin embargo, no existe una reglamentación al respecto.

Lola Ibarra, funcionaria de la Administración Norte del
Municipio de Quito, informó que no existe ninguna autorización
del Municipio para que los habitantes de los barrios
restrinjan la libre circulación de peatones. La funcionaria
señala, sin embargo, que "pese a que se trata de una medida
arbitraria, se la debe respetar, pues nada impide a la
comunidad tomar medidas de autodefensa frente al auge
delincuencial, sobre todo, cuando las instituciones
correspondientes no garantizan la seguridad pública".

Por otra parte, dice la funcionaria, iniciativas de seguridad
originadas en el Municipio, como el proyecto 911, no se han
podido concretar, por lo que el aporte del Municipio en
materia de seguridad barrial se da a través de la dotación de
luz eléctrica, mejor servicio de transporte, entre otras
cosas. (DIARIO HOY) (P. 1-B)
EXPLORED
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