ENTREVISTA A PRIMER MINISTRO RUMANO PETRE ROMAN

QUITO. 07.03.91. ¿En qué consiste el carácter original del
actual proceso político de Rumania, en comparación con el de
los demás países del este de Europa que, por lo mismo,
iniciaron la democratización de sus sistemas políticos?

R. Hay que precisar, en primer lugar, que lo que nosotros
estamos hoy día haciendo en Rumania se inscribe en un proceso
mucho más amplio, que se está desarrollando en todos los
países del este de Europa.

La manera como se lleva a cabo este proceso en Rumania está
determinada por las condiciones específicas en las cuales
empezó en nuestro país la marcha hacia la democratización de
la sociedad.

En este sentido, puedo afirmar que la revolución rumana fue un
movimiento social único para este final del vigésimo siglo.
Ella sobrepasó todos los marcos ideológicos, lo cual está
confirmado por la manera misma en la cual se formó, en
diciembre de 1989, la oleada revolucionaria resultado de un
sublevamiento de las masas con carácter espontáneo.

El terrible nudo de las tensiones sociales, la desesperación
que dominaba todas las almas, la humillación material y moral
de un pueblo que se hallaba bajo la más feroz dictadura -una
dictadura dirigida contra el individuo, la dictadura de una
ideología que había consumido sus posibilidades persiguiendo
la utopía del colectivismo- todo integró la premisa del
estallido de la revolución y, a la vez la base precaria que
nos sirvió de punto de partida en la reforma social y
económica.

Otra característica de la revolución rumana fue la violencia
de su desarrollo, debida a la obstinación con la cual la
democracia, el inmenso precio "pagado por el pueblo rumano
para liberarse de la dictadura y del terror de Ceausescu nos
permitió tener, desde los primeros instantes de la revolución,
una opción clara sobre el camión que habríamos de seguir.

El carácter totalitario del poder comunista, basado en la
existencia de un organismos de represión muy fuerte y eficaz,
impidió en la Rumania de Ceausescu la organización de fuerzas
políticas de oposición. Por eso, inmediatamente después de la
revolución, el problema de constituir una fuerza política
legítima y representativa, capaz de tomar la responsabilidad
del proceso de democratización, fue capaz de tomar la
responsabilidad del proceso de democratización, fue difícil.

Pero justamente en la manera de solucionar ese problema desde
las primeras horas de la revolución, por la formación del
Frente de Salvación Nacional (FSN), que agrupó bajo los mismos
ideales democráticos gente muy diversa, se manifestó la
originalidad del ... del antiguo régimen, así como la
estructura social y el estado de ánimo de la población,
produjeron ciertas tensiones económicas y sociales, que
complicaron las cosas en lo concerniente a la reconstrucción
de la sociedad rumana que hemos emprendido.

Nuestros análisis sobre las condiciones específicas de Rumania
nos hicieron centrar nuestro programa de reformas en la
estrategia del tránsito a la economía de mercado -la cual es
la única que garantiza la posibilidad de sobrepasar la crisis
en la cual nos hallamos. Fue también específica para nuestra
marcha la opción hacia una transición en ritmo rápido -la
única, según nuestra opinión, que puede reducir los costos
sociales de la reforma.

Este ritmo que sobrepasó, en general, al de los demás países
europeos explica por qué, hoy día, Rumania se sitúa casi en el
mismo estado de transición que Polonia o Hungría, países que
comenzaron hace años una transición gradual.

¿Cómo caracteriza Ud. desde el punto de vista político e
ideológico, el frente de Salvación Nacional y qué papel
considera Ud. que el frente tendrá, como organización
política, en la constitución del nuevo sistema político de
Rumania?

Lo he dicho ya, el Frente de Salvación Nacional nació en plena
revolución, como resultado de la reunión espontánea de unas
fuerzas con base social muy diferente, pero que entraron en la
revolución con una serie de ideales comunes. Podemos decir
que, tanto bajo el aspecto estructural como bajo el aspecto
ideológico, la constitución del frente como partido era aún,
en ese momento, un proceso abierto.

No obstante, la victoria de esa formación en las elecciones
fue muy clara, y ello se debió a la confianza que el
electorado había acumulado en lo concerniente a la capacidad
política del frente, como consecuencia de la manera muy firme
en la cual el FSN persiguió la aplicación práctica de los "10
puntos" del primer comunicado al país, elaborado la misma
tarde del 22 del diciembre de 1989.

La victoria electoral se debió, también, a nuestra clara
opción por una orientación política y doctrinal
social-demócrata, flexible y moderna.

En este momento, el FSN sigue siendo el más poderoso partido
de la izquierda moderna y democrática de "izquierda
ilustrada", tal como ella se manifiesta en los países del
oeste de Europa. Esa "izquierda ilustrada" se desarrolló -y
no por casualidad- en países latinos con los cuales nosotros
estamos, evidentemente, muy vinculados cultural y
efectivamente. La evolución actual de la socialdemocracia en
Estados desarrollados muy diversos, como en los países
escandinavos o en Austria y Alemania, justifica nuestra
opción.

El FSN limita en este momento, como cuando nació, en favor de
la libertad y la justicia, en el más amplio sentido. Estas
dos metas supremas aún se están construyendo, a través de la
reforma y la democracia. Es a partir de estas posiciones que
nosotros hemos desempeñado el papel de iniciadores del proceso
de constitución del nuevo sistema político y económico rumano.

Estamos conscientes que no es un proceso fácil, pero
consideramos que toda abdicación a esa vía nos transformaría
en culpables, y no solo desde la perspectiva del presente,
sino desde la del porvenir.

Por supuesto, la reconstrucción de la sociedad rumana no es
únicamente obra nuestra, ella reúne los esfuerzos de toda la
nación, de las demás fuerzas políticas. Pero,
desgraciadamente, enfrentamos todavía grandes dificultades,
creadas por grupos que aún tienen la nostalgia de sus antiguos
privilegios y que forman parte de una oposición que todavía
sigue frecuentemente obstruyendo, debido a su tentación de
prescindir de los intereses de la nación en favor de los
intereses de grupo.

Somos conscientes que las dificultades que se crean a lo largo
de la aplicación de la reforma, pueden generar dudas y
oposición inclusive en las filas de nuestros sostenedores.
Por eso, consideramos que el frente tiene también la
obligación de garantizar una total transparencia del proceso
de reconstrucción de la sociedad rumana, de modo que la manera
de participación de cada individuo se haga de conformidad con
un correcto conocimiento de los objetivos de la reforma, de
cada etapa de su realización y de las ventajas es decir, no
solo las desventajas -que generara la aplicación de la reforma
en su totalidad.

¿Cuáles son los problemas de orden político, económico y
social con los cuales se está enfrentando el proceso de
democratización en Rumania en este período de gobierno del
FSN?

Es difícil definir en pocas palabras toda la complejidad de
los problemas que estamos enfrentando en el proceso de
democratización de Rumania. Una serie de problemas son de
índole estructural y otros, son coyunturales. En la práctica,
nosotros debemos enfocarlos todos, simultáneamente.

Pero, desde un punto de vista teórico, debemos precisar
algunos de los datos de ese problema que yo considero único en
la historia. Como es conocido, la sociedad rumana se halla en
pleno proceso de reorganización. Digo reorganización pero se
trata, a la vez, de renovación. Eso significa que se están
deshaciendo, por una parte, estructuras tradicionales,
destruidas después de la guerra, con la llegada del comunismo
de importación, y, por otra parte, se están formando nuevas
estructuras en concordancia con la modernidad, con el estado
actual de la sociedad, de la sociedad europea en particular.

En lo que concierne a la reconstitución de las estructuras
tradicionales, creo que el paso más remarcable es la
reconstitución de la propiedad sobre la tierra: en el futuro,
vamos a extender este tipo de propiedad -sobre los medios de
producción- a todas las categorías sociales. Se trata aquí de
un paso decisivo, pues una sociedad, con todo su edificio
económico, no puede funcionar sin una estructura de la
propiedad claramente definida, coordinada con la estructura
social y con la de la economía nacional. Ahora nos hallamos
en el estadio en el cual debemos transformar la antigua
estructura de la economía socialista, definitivamente
paralizada, para poder, ulteriormente, desarrollar la
economía. Desde el punto de vista de las estructuras sociales
ya hemos dado un paso esencial: destrozar totalmente las
antiguas estructuras totalitarias comunistas.

Nos hallamos actualmente en pleno proceso de constitución de
las nuevas estructuras democráticas. Considero que la
adopción de la nueva constitución marcará, desde este punto de
vista, el pasaje irrevocable a una sociedad democrática en el
más auténtico y amplio sentido de la democracia.

Los grandes problemas que habremos de enfrentar, sean
políticos, económicos o sociales, se producirán, en primer
lugar, por la amplitud y profundidad en la cual se situará el
proceso de reforma y de democratización. Nosotros tenemos que
llevar a cabo este proceso sin permitir desequilibrios agudos
para la sociedad entera. He aquí por qué nosotros hemos
elegido, bajo el aspecto político, la vía que conduce a la
democracia, a la vez, asegurar un nivel suficiente de
seguridad social a las categorías sociales más expuestas a los
factores de riesgo. Aquí reside la principal diferencia entre
nuestra posición y la liberal: nosotros consideramos que una
economía de mercado es una condición necesaria para la
democracia, pero no una condición suficiente. Consideramos
que nuestro éxito en instaurar la democracia depende de la
interconexión de esos dos procesos: asegurar una libertad lo
más amplia posible al individuo y asegurar un marco
equilibrado de la vida económica, política y social.

¿Qué papel tendrán los países del este de Europa en el "nuevo
orden" que resultara como consecuencia de los últimos
acontecimientos internacionales y de la guerra del Golfo
Pérsico?

Los países de Europa del Este estuvieron y están seriamente
afectados por la guerra del Golfo, sobre todo como
consecuencia de la disminución de las posibilidades de
abastecimiento con petróleo pero, también, como consecuencia
de la interrupción de muchos proyectos de cooperación con los
estados de esa zona. En lo que concierne a Rumania, ella
registró hasta este momento unas pérdidas de MS de 3.2 mil
millones de dólares. El organismo especializado del Consejo
de Seguridad de la ONU, el comité 661", reconoció que Rumania
era uno de los países más duramente afectados desde el punto
de vista económico.

A pesar de las grandes pérdidas que hemos tenido -y que
acontecieron simultáneamente con las dificultades inherentes
al período de transición hacia la economía de mercado- Rumania
se pronunció y actuó desde el primer día de la ocupación de
Kuwait por parte de Irak, en favor de la restauración de la
ley, por el retiro de las tropas iraquíes de ese estado. Como
miembro del consejo de seguridad y, además, como presidente de
dicho consejo en agosto de 1990, Rumania participó
efectivamente en la elaboración de todas las resoluciones de
este organismo consagradas al conflicto, votando en su favor y
respetándola escrupulosamente -y estoy hablando especialmente
de las resoluciones que instauraron el embargo económico.

Además, por razones humanitarias, hemos enviado a la zona del
conflicto unidades militares no combatientes (un hospital
militar y una unidad de descontaminación química).

Eso quiere decir que nosotros nos hemos situado, clara y
abiertamente, al lado de las fuerzas de coalición
internacional en su acción tendiente a imponer el respeto de
las resoluciones del Consejo de Seguridad y hemos saludado los
resultados de sus esfuerzos.

A continuación, intentamos participar activamente en los
esfuerzos de la comunidad internacional destinados a
normalizar la situación en aquella zona, a asegurar la
estabilidad y la seguridad regional. Deseamos, por lo mismo,
después de la normalización de la situación económica y
militar, reanudar y ampliar nuestras relaciones económicas con
todos los países de la región, para que las empresas rumanas
participen en la realización de los proyectos de
reconstrucción y de desarrollo que deberán iniciarse en cuanto
las circunstancias lo permitan desde el punto de vista más
amplio.

Estamos decididos a participar en la creación de un sistema
que impida, en el futuro, que se repitan tales eventos como la
ocupación militar del territorio de un estado por otro, sean
cuales fueren las razones o los motivos aducidos.

No puedo hablar en nombre de los demás estados de nuestra
parte del mundo, pero supongo que también sus dirigentes
tienen intereses y orientaciones similares.

¿Cuáles son las perspectivas de Rumania frente a la Comunidad
Económica Europea, de dependencia o de cooperación?

Las relaciones de Rumania y la Comunidad Económica Europea son
de importancia cardinal para nuestro país, que está en pleno
proceso de acercarse a los mecanismos políticos-económicos del
oeste europeo, como parte de la opción política fundamental
del reintegrarnos a Europa que adoptamos después del
derrocamiento de la dictadura. Por supuesto, tenemos como
objetivo el desarrollo de relaciones de cooperación y este es
el sentid del convenio de comercio, cooperación comercial y
económica entre Rumania y la CEE, firmado el pasado mes de
octubre y que fue ratificado recientemente por ambas partes.
Asimismo, estados interesados en negociar, en el futuro
próximo, un convenio de asociación que pertenece a la "tercera
generación" de tales convenios de la comunidad-semejantes a
los propuestos por la CEE a otros países del este
europeo.

Desde luego, nuestro objetivo final es el de que Rumania
llegue a ser miembro del mercado común. Pero nos damos cuenta
que este es un largo proceso, al tener en cuenta tanto las
tendencias que se manifiestan dentro de la comunidad como el
hecho de que en la "lista de espera" están ya países como
Austria, Turquía, Chipre, Suecia, etc.

De cualquier modo, al acercarnos a las estructuras
consolidadas del mercado común, queremos integrarnos a éstas
en base a los principios en que se fundamentan las relaciones
entre los países de la Comunidad, y estamos preparados a
adaptar nuestra legislación a la comunitaria, condición sine
qua non para poder formar parte de sus organismos. No pienso,
sin embargo, que se puede plantear el problema de una relación
de dependencia, sino de facilidades de adaptación de nuestro
país en la primera parte del proceso de nuestra asociación con
la CEE.

¿Piensa, señor primer ministro, que puede seguir siendo válido
un modelo económico y social de tipo socialista o el capital
ha triunfado definitivamente en el mundo?

Su pregunta tiene una fuerte carga teórica, no puede
contestarse de un modo tajante, sobre todo porque opera con
nociones que, en mi opinión, deben definirse o redefinirse,
empezando por la relativa opinión, deben definirse o
redefinirse, empezando por la relativa al "modelo económico y
social de tipo socialista". Por lo tanto quisiera limitarme a
reducir la pregunta desde su dimensión universal a lo que pasó
y sucede aún en Rumania.

Como se conoce, bajo la etiqueta del llamado "socialismo
científico" entre nosotros se desarrolló la dictadura más
acerba que conoció la historia moderna rumana. En la fase
final de la dictadura, se llegó al pauperismo absoluto, en
masa, de la casi totalidad de la población. En efecto, una
crisis estructural se estaba desarrollando a nivel mundial,
pero si las economías de mercado avanzadas han respondido con
una adaptación revolucionaria, desarrollando a ritmo acelerado
nuevas tecnologías, las economías centralmente planificadas
contestaron por reflejo, conservando precisamente las
producciones anacrónicas.

En Rumania, la crisis abarcó todas las articulaciones y los
centros de coordinación de la economía nacional hasta la
esclerosis de todo el organismo social y el abandono de la
racionalidad económica. Las propias estructuras socialistas
demostraron favorecer el estancamiento, ya que las palancas
económicas, financieras, sociales, políticas, ideológicas y
administrativas de mando tenían la capacidad de "aplazar" la
solución de los problemas pendientes, de hacer que la
enfermedad llegue al estado crónico y, por todo ello, de
agudizar la crisis.

La revolución nos permitió cambios estructurales, profundos.
Estamos comprometidos de modo irreversible por la vía de
promover los valores reconocidos de la democracia
institucionalizada, el pluralismo político, la tolerancia, los
derechos humanos, la propiedad particular prevista y defendida
por la ley, la libre iniciativa, la libre competencia, el
acceso libre a todos los medios masivos de información, la
libertad de conciencia, los derechos democráticos de las
colectividades a la identidad cultural, religiosa, étnica. La
reforma que hemos concebido y estamos promoviendo, centrada en
la transición a la economía de mercado, sería imposible
emprenderla fuera de la democracia.

En esencia, el binomio "socialismo-capitalismo" se traduce -en
las condiciones específicas de Rumania- por "dictadura
-democracia". Y el vencedor es obvio: la democracia.

¿Por qué pretende Rumania desarrollar sus relaciones con
América Latina, ya que se afirma que esta región se quedará al
margen de cualquier proceso de unificación europea?

El problema de que Latinoamérica se quedará o no al margen de
cualquier proceso de unificación europea es de naturaleza
sobre todo teórica y no quisiera enfocarlo en este momento y
aquí. Al referirme a la primera parte de su pregunta,
quisiera subrayar que: efectivamente, Rumania desea fomentar
sus relaciones con los países latinoamericanos, ya que la
dimensión latina de nuestra política exterior cuenta con una
parte privilegiada de parte del gobierno. Partimos de las
afinidades bien conocidas de lengua y cultura, de los
sentimientos de amistad que el pueblo rumano ha manifestado
permanentemente para con los países latinoamericanos. Hemos
notado con intereses que tenemos enfoques y mentalidades
semejantes. Además de ello, en muchos aspectos nuestras
economías son complementarias y podemos decir que los niveles
de desarrollo económico de Rumania y de los países de América
Latina son equiparables. Quisiera hacer presente, en este
contexto, que Rumania fue admitida en el "grupo de los 77" (de
los países en vía de desarrollo) a través del grupo
latinoamericano, del cual sigue formando parte. Con motivo de
las visitas que efectuamos a varios países de América Latina,
en noviembre de 1990, pudimos identificar campos, proyectos y
socios de cooperación, lo cual vigoriza nuestras relaciones.

Es verdad que concedemos prioridad a las relaciones con los
países europeos, pero ello debe entenderse como una necesidad
de recuperar el inmenso atraso que heredamos del régimen
derrocado por la revolución de diciembre de 1989.

Sin embargo, no pensamos hacerlo en detrimento de las
relaciones con los países de otras zonas del mundo. Por ello,
una de nuestras prioridades es la de mantener excelentes
relaciones con los países latinoamericanos.

Por lo demás, mi visita a Ecuador se orienta precisamente en
esta dirección y estoy convencido de que podremos construir
entre nosotros puentes que permitan la rápida expansión de las
relaciones rumano-ecuatorianas.

Somos dos países que hemos hecho frente a muchas adversidades,
pero hemos venido venciéndolas con dignidad y en esta
evolución hemos sabido permanecer fieles a nosotros mismos.
Estas similitudes crean, en mi opinión, premisas espirituales
de las más sólidas para un verdadero florecimiento de las
relaciones entre Rumania y Ecuador. (7-A)

EXPLORED
en Ciudad N/D

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