Guayaquil. 30 dic 97. Ayer, a pocas horas después que en
Posorja, el 70 por ciento de la población fue evacuada y se
mantenían fuertes lluvias en todos los cantones, la provincia
de Guayas fue declarada en alerta roja.

Al medio día el coordinador provincial de la Defensa Civil,
Fernando Molina, informaba sobre la declaratoria acompañado
del Gobernador del Guayas Rafael Guerrero.

La decisión fue tomada luego de conocer las predicciones del
Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi) sobre
fuertes lluvias en las siguientes 24 horas en el Litoral,
especialmente en Esmeraldas, Manabí, Los Ríos y Guayas.

"La declaratoria implica que todas las jefaturas cantonales y
parroquiales de la Defensa Civil y todas las instituciones que
la conforman se mantienen en alerta máxima por la emergencia
que pueda provocar las fuertes lluvias", explicaba Molina.

La alerta se mantiene especialmente por el riesgo que corren
las construcciones endebles en las zonas rurales de la
provincia, para que se tomen todas las precauciones durante
las evacuaciones.

El Gobernador reconoció que la agresión de El Niño está
rebasando todas las acciones de preparación y prevención y
ayer insistió en la colaboración de todas las instituciones de
socorro.

La alerta roja fue consultada a la Defensa Civil Nacional para
su declaración. Molina dijo que su declaración es oportuna
sobre todo porque las emergencias generalmente se presentan
los días festivos o los fines de semana. La preocupación
aumentaba ayer porque durante el día se reportaron fuertes
lluvias en la mayoría de cantones.

Este domingo el llamado de emergencia vino de la parroquia
rural de Guayaquil, Posorja, ubicada en la zona de playa.
Después de fuertes lluvias desde el sábado el agua alcanzó
hasta dos metros de altura.

Brigadas de la Base Militar San Antonio, acantonada en el
cantón General Villamil, colaboró en la evacuación de 275
personas. La mayoría se ubicó en la casa comunal otros dos
refugios y otra parte esperó en la carretera hasta que baje el
nivel del agua.

En Posorja se reportaron dos niños desaparecidos a causa de
las inundaciones, que no fueron identificados hasta las 15h00
de ayer. Según el reporte de la Defensa Civil, los barrios más
afectados en esta parroquia son: 24 de Julio, La Fortuna,
Narcisa de Jesús y Ciudad de Quito; y, Bellavista y la Cañita
en las afueras de Posorja.

La Defensa Civil la tarde del domingo envió 300 raciones
alimenticias a Posorja y según el reporte el agua llegaba
hasta los techos de algunas casas. En el cantón General
Villamil (Playas), 300 personas fueron evacuadas el fin de
semana por la inundación de varios sectores. Hasta ayer al
mediodía el agua se mantenía a un metro de altura en algunas
zonas.

La Defensa Civil solicitó a la Subsecretraría de Salud Región
II la instalación de brigadas médicas en Posorja y Playas. En
el cantón El Empalme ayer se inundaron las parroquias
Pelícano, Santa Teresa, El Mono, Gulipo, pero no se reportaron
evacuados. En Santa Lucía el sector de Las Piñas también se
anegó.

La vía interior a Marcelino Maridueña está interrumpida
completamente por la destrucción de la capa asfáltica y el
puente Payo está en reparaciones. En ese cantón se reportaron
lluvias en los últimos tres días seguidos solo con
interrupciones de una o dos horas. El río Chimbo se mantiene
en su máximo nivel. En el sector de La Isla la fuerza del río
puede romper los diques y buscar otro cauce. En Naranjito el
estero el Chorrón se desbordó.

En Esmeraldas y Manabí llovió más de 12 horas

Dos niños desaparecieron

Ayer a la madrugada se interrumpió una tregua del invierno de
casi cinco días que hizo pensar que los aguaceros estaban ya
amainando definitivamente en Esmeraldas. El gris del cielo y
los chubascos se prolongaron todo el día.

A la 01h00 los relámpagos iluminaron el cielo. Los truenos
sonaron por dos horas y la lluvia solo cesó al llegar el alba.
El panorama en la capital provincial era desolador. La
insalubridad impuso su sello y la típica escena de los barrios
bajos inundados volvió a repetirse: tres meses que vienen
soportando la inclemencia de las lluvias y la acumulación de
los desechos urbanos.

Hasta el mediodía no existían reportes de daños. A principios
de la semana pasada, dos viviendas se desplomaron por la
inestabilidad de las laderas. Ayer, fue notorio el
resquebrajamiento del suelo en el sector del nuevo mercado
municipal.

La humedad también ha generado la alerta en el barrio 13 de
Abril: el suelo va cediendo y las huellas empiezan a
revelarse. Las gradas del ala sur del coliseo Cayapas están
agrietadas. El escenario está en una hondonada y antes fue
puesto en emergencia.

La pausa en las lluvias ha servido para receptar otras
denuncias. La Policía de Quinindé aclaró que dos menores
-Henry (14 años) y Polo Albán (16)- desaparecieron el viernes
19 de diciembre mas no el 26 o el 28 como dijeron ayer
versiones de prensa.

Según la denuncia presentada por el padre, Jorge Albán, los
adolescentes desoyeron la orden de no cruzar el río Blanco en
el recinto La Abundancia (Pichincha) por la fuerte creciente:
una palizada viró su frágil canaleta y arrastró a los menores.
Henry y Polo desparecieron con la correntada. Ayer, a diez
días del hecho, sus cuerpos no habían sido recuperados. La
denuncia fue presentada en Quinindé para facilitar las tareas
de búsqueda. Sin embargo, en la Defensa Civil no se la
conocía. Redacción Esmeraldas

Otra vivienda bajo tierra

En Manabí las fuertes precipitaciones pluviales de 12 horas
caídas en el sitio Matal de la parroquia Jama del cantón Sucre
provocaron el derrumbe del cerro ubicado a espaldas del centro
poblado.

El lodo y piedras destruyeron una vivienda lo cual provocó la
muerte de Alejandro Daniel Bravo Cedeño, de dos años de edad,
cuyo cuerpo fue rescatado pasada la medida hora de deslave.

Las tareas de rescate estuvieron a cargo de los militares de
la zona, manifestó el mayor Raúl Subía, jefe del comando de
Bahía de Caráquez, allí las calles están llenas de lodo y
agua. En el malecón, el tráfico vehicular tiene dificultades.
En San Clemente hubo un deslave que fue limpiado por efectivos
y maquinaria del Ministerio de Obras Públicas. En San Jacinto
también hubo lluvias de tres horas que inundaron algunos
sectores del balneario.

En Portoviejo, se encuentran anegadas las zonas del puente
Santa Cruz, Picoazá, Puente Chile, Río Chico, parroquias
Colón, Calderón, Pinpiguasi y el sector de Puno. En Junín, el
sitio Caña está inundado, 50 familias han sido evacuadas.
Calceta sigue inundada al igual que la parroquia Membrillo en
la zona de la presa La Esperanza, en Tosagua, a zona de
Bachillero sigue anegada.

En Rocafuerte, los sitios Sosote, Tierra Amarilla, Pasaje y
las zonas bajas de la ciudad están inundadas debido a la
creciente del río Portoviejo que incrementó su caudal debido a
que la represa Poza Honda evacua 31 metros cúbicos por
segundo, a diferencia de los 130 que vertía la semana pasada,
lo que provocó la segunda creciente en lo que va la
emergencia. En Montecristi, en el sitio Pueblito de la
parroquia Jaramijó se reportaron marejadas de baja intensidad.
En Santa Ana, están anegados el sitio San Juan y la parroquia
Ayacucho, en Chone se registró un nuevo deslave en El Toro. En
Paján está inundado San Lorenzo. Redacción Manta

Así está el país...

* El río Portoviejo no baja de caudal.- Pese a que el río
Portoviejo aumentó en un mayor porcentaje el caudal en lo que
va de la presente época de la emergencia que vive la población
manabita, éste no causó víctimas y las familias ubicadas a las
riberas del río pudieron ponerse a buen recaudo. Las
poblaciones ubicadas en los sitios La Enstancilla Vieja,
Lodana, Colón, El Guabito, Río Chico, El Milagro, Sosoto, del
cantón Portoviejo, y de los otros Santa Ana y Rocafuerte,
colaboraron al ser advertidas de los peligros y pusieron a
bien cuidado sus pertenencias hacia sitios más seguros dentro
de sus viviendas.

* Charapotó tiene problemas.- En esta parroquia del cantón
Sucre, parte de la vía a la altura del Colegio Agrícola de la
localidad cedió ante la humedad de las bases causadas por la
creciente del río Bachillero. El sector conocido como la
ciudadela en Olmedo está completamente inundado desde hace
seis días por el desbordamiento del río Puca.

* Las vías destruidas en Manabí.- La carretera que conduce
desde Jipijapa a Guayaquil se deteriora paulatinamente en el
sitio El Belnaco de la parroquia El Anegado. Allí la carpeta
asfáltica y las bases siguen socabándose por las intensas
lluvias. El paso por la vía Jipijapa- Puerto Cayo-Puerto López
se normalizó desde el miércoles sin embargo maquinaria del
Consejo Provincial continúa alerta en la zona de prevención de
otro deslave pues varios sectores del ramal de las
estribaciones de la Cordillera Chongón-Colonche presentan
rajaduras.

* La ayuda llega a Portoviejo.- El alcalde de Quito, Jamil
Mahuad, llegó el sábado, a las 10h00, a Portoviejo con equipo
caminero del Municipio. La maquinaria, entre la que se
encuentra una motoniveladora, dos cargadoras frontales, cuatro
volquetes, un sifonero y una ambulancia con tres médicos,
servirá para limpiar la ciudad y evacuar las aguas estancadas
en las partes bajas de la urbe. Tanto en Chone como en
Portiviejo la ayuda del Municipio de Quito ha tenido enorme
acogida por parte de la ciudadanía. Ayer hubo otra noticia
alentadora: el nivel del agua en las zonas inundadas de
Portoviejo bajó considerablemente.

* USD 231 millones para El Niño.- El presidente del BID,
Enrique Iglesias, y el embajador de Ecuador en Estados Unidos,
Alberto Maspons, firmaron los documentos correspondientes a un
crédito de 105 millones de dólares para el país, destinado a
ayudar a prevenir y reducir los daños causados por las
inundaciones. Los recursos forman parte de un paquete de 231
millones de dólares que incluye financiamiento del Banco
Mundial y la Corporación Andina de Fomento. Entre las
actividades que se financiarán figuran la protección y
rehabilitación de los sistemas nacionales y locales de
caminos, trabajos de protección de guas, refugios de
emergencia, limpieza y administración de residuos a nivel
nacional, protección de estructuras urbanas y servicios de
salud y educación, además de ayuda humanitaria para las
comunidades afectadas.

* Un pago extra por el desvío vial.- Un derrumbe ocurrido
entre el viernes y el sábado últimos en la zona de Chunchi,
provincia de Chimborazo, impidió el paso del transporte
terrestre y pesado por la carretera Panamericana el domingo en
la noche. Solo las busetas podían transitar por la precaria
vía abierta por el Ministerio de Obras Públicas.

Los vehículos de mayores dimensiones, provenientes del sur del
país, solo podían llegar hasta Alausí, por lo que compañías de
transporte como Flota Imbabura tuvieron que continuar el
recorrido de Cuenca a Quito por Pallatanga. Los pasajeros se
vieron obligados a pagar entre 3.000 y 5.000 sucres
adicionales a pedido de las empresas. Otras que hacen el mismo
recorrido enviaron sus buses grandes por esa vía y las busetas
por la Panamericana. (Texto tomado de El Comercio)
EXPLORED
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