Quito. 3 may 2001. La mayoría guarda encierro por denunciar atropellos a
los DDHH o actos de abuso de poder.
Desde el 31 de diciembre de 2000, se contabilizan 81 trabajadores de
prensa que se encuentran detenidos, una mayoría de ellos por denunciar
atropellos a los Derechos Humanos o actos de abuso de poder por parte de
autoridades, informó la Asociación Mundial de Periódicos (WAM)
Con motivo del Día Mundial de la Libertad de Prensa, la WAM dio a conocer
que, en América, tres de los 81 detenidos se encuentran en Cuba: Bernardo
Arévalo Padrón, desde el 18 de noviembre de 1997; Manuel Antonio
González, desde el 1º de octubre de 1998; y Jesús Joel Díaz Hernández,
encarcelado el 18 de enero de 1999.
Según Línea Sur Press, Padrón fue condenado por "falta de respeto" hacia
el presidente Fidel Castro y Carlos Lage, miembro del Consejo estatal de
Cuba. El detenido escribió un reportaje respecto de "un helicóptero (que)
había transportado carne desde una hacienda en Aguada de Pasajeros a
funcionarios del partido comunista en La Habana", mientras los habitantes
de ese lugar pasaban penuria, indica la fuente. Arévalo está cumpliendo
una condena en un campo de trabajos forzados de San Marcos, en
Cienfuegos.
Los otros dos periodistas guardan detención por haber criticado el
régimen que encabeza Castro, González acusado por "desacato" y Díaz de
"peligrosidad", añaden CubaPress y la Cooperativa Avileña de Periodistas
Independientes (CAPI) a la WAM.
Del total de detenidos, una mayoría (22) están en China, en su mayoría
por denunciar atropellos a los Derechos Humanos, como es el caso de Chen
Yanbin, encarcelado a fines de 1990 y sentenciado a 15 años de prisión
por publicar una revista clandestina acerca de la represión ejercida por
fuerzas del orden en la Plaza Tiananmen.
Los demás trabajadores de prensa se encuentran detenidos principalmente
en Turquía (14), Birmania (ocho), Etiopía (siete), Irán (seis),
Uzbekistán (tres), Kuwait y Vietnam (dos), indica el Comité de Protección
de Periodistas a la WAM. (AD)
El impacto de Internet
Timothy Balding
Director general de la Asociación Mundial de Periódicos
Es imposible hablar de la libertad de prensa en los años noventa sin
celebrar los avances y las nuevas oportunidades que representa la
emergencia de la Internet. A pesar de la vigilancia y el control, ha
surgido una corriente de información en los países donde la prensa se
halla amordazada, y solo se puede esperar que los periodistas se vuelvan
cada vez más duchos en el arte de burlar a las autoridades.
Pocos Gobiernos ignoran la necesidad, en aras del progreso económico, de
desarrollar las infraestructuras de la Internet y los periodistas en
algunos de los regímenes autocráticos tanto en Oriente Medio como en el
sudeste asiático en particular han logrado eludir los controles
tradicionales y colocar artículos prohibidos en la Web.
¿Qué puede ocurrir o se puede esperar entonces en el transcurso de la
próxima década? La opinión internacional está claramente alzada contra
aquellos Gobiernos que siguen infringiendo el derecho a la libertad de
información. Pero esto no se ha plasmado aún en una determinación y un
compromiso concretos de provocar cambios de fondo mediante la creación de
programas de ayuda extranjera para el desarrollo de una prensa libre, ni
de excluir a las naciones infractoras de la comunidad de los países con
los que se puede tener trato. Es necesario progresar en ambas fuentes en
los próximos diez años. En la medida en que muchos países democráticos e
industrializados sigan ayudando a las naciones menos afortunadas, ya sea
por auténtica filantropía o por intereses económicos, políticos y
militares, en su camino hacia la conquista de la democracia, de los DDHH
y de una situación económica y social mejor, es necesario hacer hincapié
en la emergencia de medios libres e independientes como requisito previo
para cualquier cambio duradero de tipo económico, político y social.
Diez años de Windhoek
Hace diez años, el 3 de mayo de 1991, se reunieron editores y periodistas
africanos en una conferencia de la ONU/Unesco en Namibia para redactar un
manifiesto en donde se proclamaba la necesidad de una prensa
independiente, pluralista y libre como componente esencial en todo
proceso de desarrollo democrático y económico.
En este manifiesto, conocido como la Declaración de Windhoek, se lanzó un
pedido a la comunidad internacional para que se declare ilegal la
censura, considerándola un atentado grave contra los DDHH, y se incitó a
los Estados a que garantizaran constitucionalmente la libertad de prensa.
El pedido no fue ignorado, al menos no por los organismos
intergubernamentales. Unos meses más tarde, la Conferencia General de la
Unesco aprobó la Declaración, y poco tiempo después instauró formalmente
el 3 de mayo como Día Mundial de la Libertad de Prensa en la Asamblea
General de la ONU.
El desmembramiento del ex bloque soviético y la emergencia de muchas
nuevas democracias a principios de los años noventa, le dieron a la
libertad de prensa un ímpetu y un potencial significativos en todo el
mundo. (TB-WAM)
Carencia lamentable de ayuda económica
La Declaración de Windhoek comprendió que el desarrollo de una prensa
libre se vería perjudicado tanto por la perpetuación de condiciones
económicas sumamente desfavorables, como por la falta de democracia y
protección legal de la que padecen los medios libres.
La comunidad internacional ha fracasado lamentablemente en su objetivo de
brindar una ayuda eficaz para la creación de una prensa fuerte e
independiente, un factor indispensable para encarar cualquier proceso
duradero de progreso y estabilidad políticos y sociales. La financiación
de proyectos destinados al fomento de la prensa independiente ha sido
poco más que anecdótica desde que la prensa y sus organizaciones
internacionales, tales como la Asociación Mundial de Periódicos,
invocaron el Plan Marshall hace una década.
Mientras las condiciones políticas favorables a la libertad de prensa han
mejorado en muchos países, se han creado mecanismos de represión,
persecución y acoso más sutiles. Dado que resulta cada vez más
intolerable que un Estado que aspira el reconocimiento y la aceptación
internacional cometa atentados contra el derecho a la libertad de
expresión y contra otros DDHH, muchos Gobiernos con tendencias
autocráticas han transferido el ejercicio de la represión a manos de
instancias jurídicas cómplices y controladas, imprimiendo así un carácter
legal a dichas violaciones. (TB-WAM)
Declaraciones
Todo el mundo tiene derecho a la libertad de pensamiento y de expresión.
Este derecho incluye la libertad de recabar, recibir e impartir
información e ideas de todo tipo, más allá de cualquier frontera, ya sea
oralmente, por escrito, por impreso, bajo forma artística o a través de
cualquier otro medio
Artículo 13
Convención Americana de los Derechos Humanos
Como gobernante entiendo y comparto la necesidad imperiosa de que
aquellos que detentan el poder político respeten hasta el exceso la
libertad de informar y ser informado, como el mejor contrapeso del poder
en los tiempos actuales Andrés Pastrana Presidente de Colombia. (Diario
Hoy)
los DDHH o actos de abuso de poder.
Desde el 31 de diciembre de 2000, se contabilizan 81 trabajadores de
prensa que se encuentran detenidos, una mayoría de ellos por denunciar
atropellos a los Derechos Humanos o actos de abuso de poder por parte de
autoridades, informó la Asociación Mundial de Periódicos (WAM)
Con motivo del Día Mundial de la Libertad de Prensa, la WAM dio a conocer
que, en América, tres de los 81 detenidos se encuentran en Cuba: Bernardo
Arévalo Padrón, desde el 18 de noviembre de 1997; Manuel Antonio
González, desde el 1º de octubre de 1998; y Jesús Joel Díaz Hernández,
encarcelado el 18 de enero de 1999.
Según Línea Sur Press, Padrón fue condenado por "falta de respeto" hacia
el presidente Fidel Castro y Carlos Lage, miembro del Consejo estatal de
Cuba. El detenido escribió un reportaje respecto de "un helicóptero (que)
había transportado carne desde una hacienda en Aguada de Pasajeros a
funcionarios del partido comunista en La Habana", mientras los habitantes
de ese lugar pasaban penuria, indica la fuente. Arévalo está cumpliendo
una condena en un campo de trabajos forzados de San Marcos, en
Cienfuegos.
Los otros dos periodistas guardan detención por haber criticado el
régimen que encabeza Castro, González acusado por "desacato" y Díaz de
"peligrosidad", añaden CubaPress y la Cooperativa Avileña de Periodistas
Independientes (CAPI) a la WAM.
Del total de detenidos, una mayoría (22) están en China, en su mayoría
por denunciar atropellos a los Derechos Humanos, como es el caso de Chen
Yanbin, encarcelado a fines de 1990 y sentenciado a 15 años de prisión
por publicar una revista clandestina acerca de la represión ejercida por
fuerzas del orden en la Plaza Tiananmen.
Los demás trabajadores de prensa se encuentran detenidos principalmente
en Turquía (14), Birmania (ocho), Etiopía (siete), Irán (seis),
Uzbekistán (tres), Kuwait y Vietnam (dos), indica el Comité de Protección
de Periodistas a la WAM. (AD)
El impacto de Internet
Timothy Balding
Director general de la Asociación Mundial de Periódicos
Es imposible hablar de la libertad de prensa en los años noventa sin
celebrar los avances y las nuevas oportunidades que representa la
emergencia de la Internet. A pesar de la vigilancia y el control, ha
surgido una corriente de información en los países donde la prensa se
halla amordazada, y solo se puede esperar que los periodistas se vuelvan
cada vez más duchos en el arte de burlar a las autoridades.
Pocos Gobiernos ignoran la necesidad, en aras del progreso económico, de
desarrollar las infraestructuras de la Internet y los periodistas en
algunos de los regímenes autocráticos tanto en Oriente Medio como en el
sudeste asiático en particular han logrado eludir los controles
tradicionales y colocar artículos prohibidos en la Web.
¿Qué puede ocurrir o se puede esperar entonces en el transcurso de la
próxima década? La opinión internacional está claramente alzada contra
aquellos Gobiernos que siguen infringiendo el derecho a la libertad de
información. Pero esto no se ha plasmado aún en una determinación y un
compromiso concretos de provocar cambios de fondo mediante la creación de
programas de ayuda extranjera para el desarrollo de una prensa libre, ni
de excluir a las naciones infractoras de la comunidad de los países con
los que se puede tener trato. Es necesario progresar en ambas fuentes en
los próximos diez años. En la medida en que muchos países democráticos e
industrializados sigan ayudando a las naciones menos afortunadas, ya sea
por auténtica filantropía o por intereses económicos, políticos y
militares, en su camino hacia la conquista de la democracia, de los DDHH
y de una situación económica y social mejor, es necesario hacer hincapié
en la emergencia de medios libres e independientes como requisito previo
para cualquier cambio duradero de tipo económico, político y social.
Diez años de Windhoek
Hace diez años, el 3 de mayo de 1991, se reunieron editores y periodistas
africanos en una conferencia de la ONU/Unesco en Namibia para redactar un
manifiesto en donde se proclamaba la necesidad de una prensa
independiente, pluralista y libre como componente esencial en todo
proceso de desarrollo democrático y económico.
En este manifiesto, conocido como la Declaración de Windhoek, se lanzó un
pedido a la comunidad internacional para que se declare ilegal la
censura, considerándola un atentado grave contra los DDHH, y se incitó a
los Estados a que garantizaran constitucionalmente la libertad de prensa.
El pedido no fue ignorado, al menos no por los organismos
intergubernamentales. Unos meses más tarde, la Conferencia General de la
Unesco aprobó la Declaración, y poco tiempo después instauró formalmente
el 3 de mayo como Día Mundial de la Libertad de Prensa en la Asamblea
General de la ONU.
El desmembramiento del ex bloque soviético y la emergencia de muchas
nuevas democracias a principios de los años noventa, le dieron a la
libertad de prensa un ímpetu y un potencial significativos en todo el
mundo. (TB-WAM)
Carencia lamentable de ayuda económica
La Declaración de Windhoek comprendió que el desarrollo de una prensa
libre se vería perjudicado tanto por la perpetuación de condiciones
económicas sumamente desfavorables, como por la falta de democracia y
protección legal de la que padecen los medios libres.
La comunidad internacional ha fracasado lamentablemente en su objetivo de
brindar una ayuda eficaz para la creación de una prensa fuerte e
independiente, un factor indispensable para encarar cualquier proceso
duradero de progreso y estabilidad políticos y sociales. La financiación
de proyectos destinados al fomento de la prensa independiente ha sido
poco más que anecdótica desde que la prensa y sus organizaciones
internacionales, tales como la Asociación Mundial de Periódicos,
invocaron el Plan Marshall hace una década.
Mientras las condiciones políticas favorables a la libertad de prensa han
mejorado en muchos países, se han creado mecanismos de represión,
persecución y acoso más sutiles. Dado que resulta cada vez más
intolerable que un Estado que aspira el reconocimiento y la aceptación
internacional cometa atentados contra el derecho a la libertad de
expresión y contra otros DDHH, muchos Gobiernos con tendencias
autocráticas han transferido el ejercicio de la represión a manos de
instancias jurídicas cómplices y controladas, imprimiendo así un carácter
legal a dichas violaciones. (TB-WAM)
Declaraciones
Todo el mundo tiene derecho a la libertad de pensamiento y de expresión.
Este derecho incluye la libertad de recabar, recibir e impartir
información e ideas de todo tipo, más allá de cualquier frontera, ya sea
oralmente, por escrito, por impreso, bajo forma artística o a través de
cualquier otro medio
Artículo 13
Convención Americana de los Derechos Humanos
Como gobernante entiendo y comparto la necesidad imperiosa de que
aquellos que detentan el poder político respeten hasta el exceso la
libertad de informar y ser informado, como el mejor contrapeso del poder
en los tiempos actuales Andrés Pastrana Presidente de Colombia. (Diario
Hoy)
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