Quito. 15. 06. 90. Un nuevo hito en la historia petrolera del
país se marcará el próximo primero de julio, con el traspaso de
las operaciones de los campos del consorcio a PETROECUADOR.
El área a traspasarse se halla situada en las provincias de Napo
y Pastaza y consta de aproximadamente 1.4 millones de hectáreas.
De allí se extrae alrededor del 70% de la producción nacional de
crudo.
El gobierno ecuatoriano notificó, con un año de anticipación, a
la compañía Texaco su decisión de asumir la operación del
consorcio.
En octubre de 1989 la empresa estatal tomó a su cargo las
operaciones del oleoducto transecuatoriano, y en noviembre del
mismo año, de la refinería Anglo. Queda por revertir la refinería
Repetrol, en agosto de 1990, para que el Ecuador ejerza plena
soberanía sobre sus recursos petroleros.
Los campos serán manejados directamente por la filial de
Petroecuador, Petroamazonas. El objetivo es lograr en el presente
año el nivel de producción de 220 millones de barriles, a un
costo operativo inferior a un dólar por barril.
La Texaco seguirá como socia del Consorcio hasta 1992. (1-A)
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