Bogotá. 13.02.94. Quince millones y medio de colombianos
elegirán el domingo (hoy) entre más de 5.000 candidatos a los
265 diputados y senadores del Congreso, luego de una campaña
electoral marcada por la violencia guerrillera y las
acusaciones de fraude electoral.

Según los analistas políticos, el Partido Liberal del
presidente Cesar Gaviria conservará la mayoría en un Congreso
en el que los sectores independientes han adquirido mayor
fuerza en los últimos años.

También se calcula que la tan demandada renovación del cuerpo
legislativo se dará tan solo en un 40 % y que los grandes
jefes políticos actuales seguirán en sus puestos.

En las últimas elecciones legislativas, realizadas en octubre
de 1991 tras una reforma constitucional, el Partido Liberal
consiguió el 55% de los votos, superando ampliamente al
Partido Conservador (24%) y al ex guerrillero M-19 (9%).

La campaña electoral en los 1.038 municipios de Colombia se
realizó en condiciones irregulares debido a la violencia
guerrillera -endémica, pero arreciada en esta etapa
proselitista- y a las acusaciones de fraude a ciertos
candidatos.

Entre la violencia y el crecimiento

Colombia, que se apresta a escoger este domingo un nuevo
parlamento entre más de 5.000 aspirantes, es un país que se ha
caracterizado en los últimos años por una violencia endémica
-fruto principalmente de la guerrilla y el narcotráfico-,
unida a un sólido crecimiento económico.

Desde que el presidente liberal César Gaviria asumió su cargo
el 7 de agosto de 1990, en el país se han realizado cambios
esenciales, especialmente en el área económica.

Colombia pasó del proteccionismo a una economía abierta,
recibiendo en los dos últimos años una avalancha de productos
e inversiones del exterior, factor que ha sido criticado por
analistas, que señalan que esta apertura debería servir
igualmente para un aumento de las exportaciones, lo cual hasta
el momento no se ha dado.

Otro punto que ha recibido críticas es el de que la política
neoliberal, liderada por el Ministro de Hacienda, Rudolf
Hommes, ha servido para una mayor concentración de riquezas en
manos de unos pocos, a cambio de una gran negligencia en lo
social.

Aun así, las cifras alientan una esperanza en este campo, pues
el crecimiento económico del país se ha mantenido alto (3.5%
en 1992, 5.2% en 1993 y una previsión entre 6 y 7% para 1994),
con una inflación que ha descendido del 32% en 1990 a un 22.6%
en 1993 y un desempleo que en ese mismo periodo ha pasado de
un 10.2% a un 7.9%.

Los grandes retos del gobierno han estado sin embargo en el
orden público, donde dos puntos aparecen como los grandes
problemas a resolver. El primero es el derivado de la
violencia del narcotráfico, que ha sido neutralizada en gran
parte debido al desmantelamiento del cártel cocainero de
Medellín y en especial por la muerte, el 2 de diciembre de
1993, del capo Pablo Escobar.

El gobierno continúa ahora una política de sometimiento a la
justicia de los principales jefes del cártel cocainero de
Cali, del que se calcula exporta el 70 % de la cocaína a los
mercados de Estados Unidos y Europa.

Por el lado de la subversión, su acción se ha agudizado desde
el año pasado, cuando la Coordinadora Guerrillera (CG) -que
une al Ejército de Liberación Nacional (ELN) y las Fuerzas
Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC)- anunció su
propósito de sabotear las diferentes elecciones de este año.

El ejército colombiano calcula en 10.000 el número de
subversivos en todo el país, reunidos en 80 frentes.

A su vez, el presidente Gaviria reconoció que 512 de los 1.038
municipios del país (casi la mitad) tenían algún tipo de
presencia guerrillera.

Guerrilla y narcotráfico son las dos principales fuentes de
violencia en el país, pero no las únicas. Paramilitares (sin
la fuerza de hace cinco años) y delincuencia común completan
el cuadro de una violencia endémica, que dejó el año pasado un
total de 25.000 muertes violentas, es decir casi tres por
hora.

Ernesto Samper y Andrés Pastrana, candidatos presidenciales
más opcionados a remplazar a Gaviria a partir del 7 de agosto,
han expuesto en sus programas la necesidad de neutralizar la
violencia guerrillera como punto vital para un mejor
desarrollo del país.

Y frente a ello han expuesto idéntica alternativa por ahora:
dejar abierta la posibilidad de diálogo, pero actuando con
firmeza en el campo militar.

En lo económico, Pastrana (conservador-opositor) pretende
continuar con el programa neoliberal de Gaviria, mientras
Samper (liberal) se inclina más por darle un sesgo social a la
economía colombiana.

¿Renovación o continuismo?

Las expectativas despertadas en Colombia por la Constitución
de 1991 de un Congreso renovado no se han visto refrendadas
por el Parlamento que termina su mandato y tampoco hay muchas
esperanzas de que haya un cambio importante en el próximo
periodo.

La Carta Magna, que tuvo en el Congreso y en los procesos
electorales uno de sus principales objetivos, marcó las pautas
de lo que sería el nuevo Parlamento, pero estas no impidieron
que los tradicionales "caciques" de la política de este país
mantuvieran su influencia y poder de manipulación.

El Congreso concluye su periodo desprestigiado, porque las
expectativas que le antecedieron fueron demasiado altas,
aunque no se puede desconocer que en esta legislación se dio
trámite a trascendentales proyectos y se logró acabar con
algunos viejos vicios, como el de los "auxilios" y los viajes
parlamentarios, afirmó el senador liberal Rafael Amador.

Los "auxilios" eran dineros que entregaba el Gobierno
discrecionalmente para que los congresistas repartieran a
entidades sin ánimo de lucro, pero que terminaban casi siempre
en los bolsillos de los políticos y en función de sus
intereses particulares.

El líder de la Alianza Democrática M-19 (ADM-19), Antonio
Navarro, afirmó que este Congreso fue muy parecido al
anterior, ya que aunque se renovó en cerca de un 30 por
ciento, el 70 por ciento restante logró imponer su estilo.

"Eso se reflejó en las mesas directivas, tanto de la Cámara
como del Senado, que fueron ocupadas por los clásicos
dinosaurios de la política, por los políticos tradicionales,
todos desprestigiados, que ayudaron a mantener bajísimo el
prestigio del Congreso durante todo el periodo", afirmó
Navarro.

Cuando se promulgó la Constitución había esperanzas de que el
Congreso pudiera ser renovado, "así lo indicaban las
encuestas, la esperanza era ver el Congreso funcionar bien,
pero rapidamente esas esperanzas se esfumaron", señaló el ex
guerrillero y ex constituyente, ahora candidato a la
Presidencia.

"Aunque se abrió paso por primera vez al tema de las
inhabilidades, de la ética, del autocontrol, aunque se han
revocado mandatos, aunque el tribunal interno de ética ha
producido resultados que antes no existían, la imagen del
Congreso es muy parecida a la anterior, por esa mayoría
clientelista que logró imprimirle el sello del pasado a este
Congreso", señaló.

"Del próximo Congreso (1994-1998) -agregó- se espera más o
menos lo mismo: por lo que he podido percibir en la campaña,
va a pasar una cosa similar, aunque probablemente se va
mantener el espacio de los renovadores".

El senador Amador admitió por su parte que no se ha logrado
todo lo que se esperaba, "porque se trata de un periodo de
transición. No ha desaparecido lo que debe desaparecer ni
surgido lo nuevo que debe surgir. Pero se trabajó en la
eliminación de los vicios, se hizo un Congreso más
protagonista y democrático".

Destacó como uno de los principales avances la creación de la
Comisión de Etica y la aplicación de un severo régimen de
inhabilidades e incompatibilidades lo cual produjo la salida
de algunos congresistas.

Amador recordó que se estableció una sanción a la mesa
directiva por haber adoptado un proceso de indemnización de
una forma un poco ortodoxa que perjudicó el tesoro público y
eso no tenía antecedentes en la historia del Congreso.

El trabajo en las Comisiones fue arduo. Se aprobó el proyecto
institucional de los partidos políticos, la Reforma de la
Seguridad Social, normas de Orden Público, Leyes de
Modernización y otras muchas iniciativas de carácter
económico, insistió el político, que aspira a ser reelegido al
Senado por un movimiento independiente.

Insistió en que la tendencia es querer volver a los viejos
esquemas, tener de nuevo los "auxilios", los viajes
parlamentarios y flexibilizar las inhabilidades y las
compatibilidades.

Amador manifestó a que en las elecciones del domingo se notará
la influencia de dineros privados, "algunos de muy dudosa
procedencia", y ello obedece en parte a que se han vuelto muy
costosas las campañas.

No existe democracia plena en Colombia y por eso no va haber
renovación, aunque eso no implica que en la próxima
legislatura se desarrollen importantes proyectos y se
consolide al mismo tiempo el proceso de ajuste de la nueva
Constitución, puntualizó el senador.

Liberales por su candidato

Al tiempo que acuden a elegir nuevo Congreso, los votantes
liberales colombianos seleccionarán el domingo entre siete
aspirantes al candidato del Partido Liberal a la Presidencia de
la República en los comicios del próximo 8 de mayo.

Este mecanismo, denominado "consulta popular", surgió en las
pasadas elecciones presidenciales, impulsado por Luis Carlos
Galán, quien luego sería asesinado durante la campaña electoral.

Galán, fundador de un movimiento de renovación denominado "Nuevo
Liberalismo", vió en esta consulta popular la única posibilidad
de obviar la imposición caciquil de un candidato por parte de la
élite dirigente del liberalismo.

El líder liberal nunca tuvo la oportunidad de acudir a la
consulta popular que había ideado, pues las balas del
narcotráfico segaron su vida durante un mitín en la población de
Soacha, el 18 de agosto de 1989.

En aquella primera consulta popular, celebrada ocho meses despues
de la muerte de Galán, Cesar Gaviria -que había sido señalado por
el hijo de Galán como el heredero político de este- se alzó con
la victoria frente a Ernesto Samper, el candidato que parecía
contar con más favor dentro del "aparato" liberal.

Es precisamente Ernesto Samper el candidato que ahora cuenta con
mayores posibilidades en la consulta liberal, pues las encuestas
le dan una mayoría abrumadora de las intenciones de voto,
quintuplicando a su más directo seguidor, Humberto de la Calle.

Samper, de 43 años de edad, es licenciado en Derecho y Economía,
fue ministro de Desarrollo Económico en el primer Gobierno de
César Gaviria (1990/91) y, posteriormente, fue designado
embajador en España, de donde retornó a Colombia en 1993 para
iniciar su campaña política.

Su más directo rival es Humberto de la Calle Lombana, de 48 años,
licenciado en Derecho y Ciencias Políticas y ex magistrado de la
Corte Suprema de Justicia.

De la Calle, que fue compañero de gabinete de Samper (Ministro de
Gobierno entre 1990 y 1993), jugó un papel fundamental en la
reciente historia colombiana, al ser el encargado de presentar y
defender las propuestas gubernamentales en la Asamblea Nacional
Constituyente de 1990.

De entre los aspirantes liberales, sin duda quien presenta un
curriculum más apabullante es Carlos Lemos Simmonds, tercero en
las encuestas pre electorales.

Lemos, abogado y periodista de 60 años de edad, ha sido miembro
de la Cámara de Representantes y del Senado, concejal de Bogotá,
embajador de Colombia ante la OEA, miembro de la Asamblea
Nacional Constituyente, gobernador, secretario de la Presidencia
y ministro de Relaciones Exteriores, Comunicaciones y Gobierno.

Otros candidatos menos favorecidos en las encuestas son David
Turbay (abogado de 40 años, que ha sido representante, senador,
gobernador y embajador en la ONU, Egipto y Jordania) y Rodolfo
González (economista y periodista de 54 años, ex gobernador, ex
representante y ex contralor general de la República).

Carlos Lleras de la Fuente y Gloria Gaitán, hijos ambos de
notables políticos liberales, son otros dos candidatos, que han
estado a punto de echar por tierra la consulta liberal con su
decisión de presentarse a última hora.

Ambos decidieron concurrir a la consulta cuando el plazo ya había
sido cerrado -incluso las papeletas estaban ya impresas-, y su
aceptación por parte de la Dirección Nacional Liberal estuvo a
punto de provocar que alguno de los aspirantes abandonase la
consulta.

Gloria Gaitán, economista de 56 años, es hija del líder liberal
Jorge Eliécer Gaitán, cuyo asesinato en 1948 provocó una de las
épocas de violencia más intensas que ha vivido Colombia en este
siglo (las actuales guerrillas comunistas son herederas directas
de las partidos liberales que se formaron tras el asesinato de
Gaitán).

Carlos Lleras de la Fuente, abogado de 57 años, es hijo y sobrino
de presidentes colombianos, y aunque de filiación liberal, hasta
ahora pertenecía al "Movimiento de Salvación Nacional", grupo
formado por el conservador Alvaro Gómez en un intento de agrupar
fuerzas de diversos partidos.

La presentación de Lleras a la consulta popular marca su retorno
al liberalismo oficial.

No todos los candidatos liberales han aceptado las reglas del
juego para participar en la consulta popular: el ex ministro
Enrique Parejo -uno de los miembros del "Nuevo Liberalismo" de
Galán- ha optado por concurrir directamente a las presidenciales,
sin someterse a la disciplina de partido.

De entre los siete aspirantes oficiales, los liberales
colombianos elegirán el próximo domingo al candidato que
concurrirá el 8 de Mayo a la primera vuelta de las elecciones
presidenciales y, previsiblemente, a la segunda, tres semanas
despues.

Aunque teoricamente, sólo los militantes liberales deben votar en
la consulta -la dirección del Partido rechazó una propuesta para
que eligiesen todos los votantes, de manera que el vencedor
reflejara las preferencias del país y no sólo de los liberales-,
lo cierto es que no hay un mecanismo que impida que vote quien
quiera.

El sistema es sencillo: cada elector, cuando se acerca al jurado,
puede pedir que le den, además de los tarjetones del Congreso y
Senado, el de la consulta liberal (cuyos gastos son sufragados
por el Partido Liberal), que luego deposita en una urna aparte,
que será la última de las tres que hay en cada mesa en ser
escrutada.

EL CONTEXTO ECONOMICO DE LA BATALLA ELECTORAL

CRECIMIENTO EN % DEL PIB

1990 4.3%

1991 2.1%

1992 3.5%

1993 5.2%

1994 6.4%

INFLACION EN % ANUAL

1990 32.2%

1991 26.8%

1992 26.1%

1993 22.6%

1994 20*

DEUDA EN MILLONES DE DOLARES

1990 14.809

1991 14.660

1992 13.830

1993 13.512

1994 14.400

DESEMPLEO EN % DEL POPULACION

1990 10.2%

1991 9.5%

1992 9.7%

1993 7.9

1994 Sin Previsión.

CALENDARIO ELECTORAL

RENOVACION PARLAMENTARIA

Senadores 102

Representantes de la cámara 163

Total de candidatos 5.333

Número de listas 879

Encabezados por:

hombres 757

mujeres 122 (EFE) (7A)
EXPLORED
en Ciudad N/D

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