Quito. 11 ago 99. En el norte de América no será completo y en
el sur no podrá ser visto. En Europa las actividades se
paralizarán por completo durante minutos.

Y el día D llegó. Millones de fanáticos de la astronomía y de las
predicciones apocalípticas culminarán hoy sus expectativas.

Unos llorarán por el fin de un lucrativo negocio, otros por mirar
sin la protección adecuada e incluso porque llegó el fin del
mundo, pero muy pocos serán los que se resistan hoy a observar
o seguir el último eclipse solar del milenio.

Precedido por toda suerte de funestos vaticinios el fenómeno
celeste logró, antes de tener lugar, atraer la mirada de gentes
de muy diversa condición, desde obispos hasta farmacéuticos,
inclusive en muchos países donde no podrá verse.

Aunque a muchos les habrá parecido una observación un tanto
obvia, el episcopado brasileño se vio obligado a advertir ayer
de que el Juicio Final no tiene fecha fijada y que las
previsiones de que la visita empezará hoy no se pueden considerar
revelaciones divinas.

Con un espíritu más festivo, bares y restaurantes de Río de
Janeiro promocionaron las fiestas que tenían programadas ayer en
la noche, para quienes quieran aprovechar el último día del
mundo, y en la velada hoy, para quienes quieran conmemorar el
haber sobrevivido.

Al otro lado del Atlántico, el Gobierno suizo anunció que su
consejo de ministros de hoy se interrumpirá para ver el eclipse.

Entre tanto (con los mecanismos de seguridad vial y centros
sanitarios en estado de alerta) Francia aguarda a millones de
personas en la franja de total ocultación solar, aunque el mal
tiempo en el nordeste del país puede aguar la fiesta.

Las gafas con cristales especiales que protegen de quemaduras en
la retina se convirtieron en un objeto codiciado, y no solo en
Francia. Los casi dos millones de gafas que se distribuyeron en
las farmacias de Portugal se agotaron hace tiempo, lo que hizo
que un diario local distribuyera más gratis junto a su edición
de ayer, que se agotó.

Mientras, cientos de personas protestaron ayer delante de las
farmacias de Túnez por la falta de este tipo de gafas.

Las autoridades sanitarias han insistido en la necesidad de
proteger los ojos de manera adecuada, pese a lo cual se teme que
habrá múltiples casos de lesiones oculares e incluso quienes, en
caso de que llegue el fin del mundo, no lo verán porque se habrán
quedado ciegos.

Asimismo, los psiquiatras señalan que las personas con problemas
mentales son carne de cañón, ya que pueden sufrir alucinaciones,
propiciadas quizás también por el famoso modista Paco Rabanne.

El avisó de que hoy ni siquiera quedará París, porque la caída
de la estación espacial rusa MIR justo sobre la capital francesa
la convertirá en un cráter.

Pase lo que pase, el eclipse fue un regalo del cielo para los
hosteleros y restauradores de los más de 5 000 pueblos situados
en la zona de Francia donde será más espectacular el eclipse, que
han rivalizado en imaginación para atraer el dinero de los
aprendices de astrónomo, con conciertos, exposiciones, bailes
populares y conferencias.

No muy lejos, sin embargo, no están para tanta fiesta. Los
serbios, que este año ya vivieron su propio Apocalipsis, y que
están acostumbrados a escrutar el cielo durante dos meses para
ver caer las bombas, esperaron impasibles el eclipse.

Pero hay que reconocer que ese desinterés es un caso ciertamente
aislado, dado que ni siquiera una persona tan poco dada a
frivolidades como el papa Juan Pablo II se resistirá a presenciar
el fenómeno, e incluso es posible que lo haga desde un
helicóptero, en ruta a su castillo de Castelgandolfo.

Los estadounidenses, tan dados a magnificarlo todo, deberán
consolarse con un eclipse parcial, aunque los astrónomos han
encontrado una compensación a esta discriminación: EE.UU. lo verá
menos, pero lo verá antes.

Mientras, al otro lado del mundo y de la escala de riqueza per
cápita, en la India, ya han advertido de que es posible que ni
siquiera puedan ver el fenómeno, dado que lo ocultarán las nubes
que llevan las lluvias monzónicas.

En todo caso, y aunque hoy ni siquiera podamos emular a Humphrey
Bogart para decir eso tan romántico de que "siempre tendremos
París", algo al menos es seguro: el día 11 amanecerá en México,
cuyo Gobierno se ha sumado a los esfuerzos de la Iglesia Católica
para zanjar el debate sobre el fin del mundo y ha anunciado, de
forma oficial, que el sol saldrá en el país como de costumbre.

Y es que el último eclipse del milenio, que podrá ser visto en
Europa, Asia y Norte de Africa, suscitó en América Latina un
sinfín de inquietudes milenaristas alimentadas por agoreros,
fatalistas y profetas de calamidades sin escrúpulos que hicieron
esta semana su agosto. Los fieles paraguayos recurrieron al agua
bendita del Pozo de la Virgen de Caacupé, para contrarrestar la
fatídica profecía del astrónomo Michel Nostradamus, de que el fin
del mundo llegará hoy.

Un evento que durará no más de 2 minutos

Los eclipses de Sol son rutinarios y predecibles. La sombra de
la Luna se proyecta sobre la Tierra más o menos una vez cada 18
meses y los astrónomos conocen su camino preciso con siglos de
antelación.

Así que, ¿cuál es el motivo por el cual el eclipse de hoy ha
generado tanta atención de los medios?, se pregunta el rotativo
The Financial Times.

La razón principal es que la trayectoria del eclipse cubrirá una
región del Globo más densamente poblada que la de ninguno de sus
predecesores. También es posible que exista un toque de
sentimiento milenario ante el último acontecimiento celestial del
siglo.

El llamado "camino de totalidad", cuando la Luna bloquea al Sol,
tiene apenas 120 kilómetros de ancho. Iniciará al amanecer en la
costa de Nova Scotia, Canadá, cruzará por el Atlántico norte a
unos 2 500 kilómetros por hora, para concluir finalmente en
Cornualles, Inglaterra, a las 11:10 tiempo local.

Entonces, explica el periódico, la trayectoria atravesará hacia
Francia, Bélgica, Luxemburgo, Alemania, Austria, Hungría,
Rumania, Turquía, Irán, Paquistán y la India, antes de morir
durante el crepúsculo en la bahía de Bengala.

Toda Europa y la mitad oeste de Asia presenciarán un eclipse
parcial, en el que la Luna tapa más de la mitad de la superficie
solar. En Londres habrá un momento en que será cubierto 97% del
Sol.

Muchas personas encontrarán el eclipse parcial aburrido, pues el
romance y la emoción se producen con la totalidad, que de todos
modos podrá ser disfrutada por decenas de millones de personas.

La duración máxima del eclipse, en el centro del trayecto,
difiere en cada uno debido a que las distancias entre la Tierra,
la Luna y el Sol varían. Los más largos, cuando la Luna está lo
más cerca de la Tierra y lo más lejos del Sol, pueden durar hasta
7 minutos, pero en el de este año el máximo tiempo será de dos
minutos.

Las reacciones

* Ecuador en calma * Los trágicos vaticinios que han surgido
alrededor del mundo con motivo del eclipse no han encontrado
asidero en el país. La Iglesia Católica calificó de ridículo
darle importancia a un fenómeno natural que se repite muchas
veces en la vida. Monseñor Juan Larrea, arzobispo de Guayaquil,
dijo: "me parece que cualquier interés que no sea científico es
totalmente absurdo". Ansa

* Por Internet * Los habitantes del Globo que nos encontremos
fuera de las áreas donde se podrá apreciar, en toda su magnitud,
el eclipse total de Sol, tenemos una alternativa: verlo a través
de la red electrónica global. El sitio de Web de la NASA ofrece
todo tipo de informaciones referidas al acontecimiento y promete
imágenes detalladas en la dirección
http://sunearth.gsfc.nasa.gov/eclipse .

* ¿Y las perseidas qué? * El último eclipse total de sol del
milenio robará protagonismo a la lluvia de las perseidas. Estas,
conocidas también como "Lágrimas de San Lorenzo", son estrellas
fugaces que ocurren cuando la Tierra, en su órbita, se encuentra
con el rastro de las partículas dejadas por la cola de un cometa,
en este caso el "Swift-Tuttle". EFE

* Abordo de un Concorde * 100 privilegiados verán el eclipse
solar volando en el supersónico avión "Concorde", a 17 mil metros
de altitud. El gusto costará a cada uno de ellos dos mil dólares,
incluidos un desayuno explicativo antes del despegue y un
almuerzo después del aterrizaje. AFP

* La celebración * Todo está listo para el matrimonio entre el
Sol y la Luna. Los hoteles están saturados, se han fabricado
entre 30 y 35 millones de lentes especiales para ver el cielo sin
riesgos de lastimarse la retina y cada día se realizan
discusiones sobre el evento. Mientras el diseñador francés Paco
Rabanne se convirtió en arúspice augurando, ahora, la
desaparición de París, "La Evenement" una revista semanal
francesa se encargó de desmentirlo publicando artículos sobre
"los impostores del Apocalipsis". El Universal

* Dos muertos * Una pareja de colombianos prefirió morir antes
del eclipse de Sol, convencidos de que con él llegará "el fin del
mundo". Según el diario El Espectador, Alonso Manzano, de 40
años, baleó a su compañera María Leticia Clavijo, de 43, para
después suicidarse con disparo de un revólver calibre 38. Según
una carta dejada por los ahora occisos, sus muertes obedecían a
un mutuo acuerdo, porque no querían estar vivos para cuando se
presente el eclipse, fenómeno que no se apreciará en territorio
colombiano. Ansa (Texto tomado de El Comercio)
EXPLORED
en Ciudad Quito

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