Quito. 19 jul 98. Solo falta soldar los extremos del oleoducto
que fue destruido. El armazón ya está listo y se espera que el
clima ayude. En la mañana de ayer hubo sol.
El Sistema de Oleoducto Transecuatoriano entraría a funcionar
más rápido de lo que creen varios funcionarios de
Petroecuador. El presidente ejecutivo de la petrolera, Fausto
Banderas, señaló que para hoy en la tarde se podría reiniciar
el bombeo de crudo por el SOTE.
Esta afirmación la hizo ayer en el lugar del deslave, entre
Baeza y Papallacta, a unos 100 kilómetros al sureste de Quito,
contradiciendo lo que señaló el viernes pasado la Unidad de
Relaciones Institucionales de Petroecuador.
Un boletín de prensa, difundido por esta unidad señaló que las
dificultades por un nuevo deslave "hace prever que los
trabajos de reparación del oleoducto tomarán más de los cinco
días que se estimaron el martes, pudiendo utilizarse los 10
considerados en primera instancia". Adicionalmente, el Jefe de
la Unidad señaló, a través de uno de los funcionarios, que la
producción actual de petróleo se restringió a 65 mil barriles
diarios, cosa que también es errada.
Este Diario se trasladó nuevamente a la zona del deslave para
constatar la magnitud del desastre. La sorpresa fue grande,
cuando a las 07h00, los trabajos se desenvolvían con relativa
normalidad. La carretera Papallacta-Baeza se encontraba
inhabilitada debido a que un tractor despejaba el lodo y
piedras que obstaculizaban la vía. Pero minutos más tarde, el
tránsito se normalizó y no hubo colas de camiones, como se
pudieron ver el martes pasado.
Sin embargo, era visible que parte de la mesa de la carretera
se había destruido, lo cual ocasionó que una gran cantidad de
lodo y piedras caigan en la zona donde se realizaban los
trabajos de reparación del SOTE. Esta situación demoró las
labores, ya que era necesario retirar ese material.
Uno de los trabajadores señaló que estaban laborando 18 horas
diarias, pero con los deslaves ocurridos el jueves, el horario
se acortó. "Solo trabajamos hasta las 19h00, cuando aún hay
luz". Al momento se encuentran haciendo "lingadas" de la
tubería para hacer un puente aéreo y poner torres de
contención, unir el ducto e iniciar el bombeo. Este trabajo se
hubiese concluido ayer, pero el deslave lo prolongó.
Adicionalmente, el desprendimiento de una parte de la mesa de
la carretera dejó al descubierto la tubería del poliducto, que
transporta derivados de petróleo y se encontraba enterrado.
Por el peligro de un nuevo deslizamiento de tierra se notificó
a Petrocomercial para que suspenda el bombeo, mientras se
revisa el estado de la tubería.
En la parte inferior de la carretera, por donde corre el río
Quijos, se pudo observar la presencia de tractores, palas
mecánicas grúas, etc., realizando movimiento de tierra, corte
y traslado de tubos y reforzamiento de las orillas del río.
Unos 50 trabajadores de Petroecuador y del Cuerpo de Ingenieos
del Ejército estaban laborando en la mañana.
La soldadura del los dos tramos del oleoducto no fue posible
realizarla el viernes por la presencia de lluvia. Sin embargo,
ayer en la mañana el clima fue favorable, incluso empezaba a
salir el sol y los trabajadores estaban optimistas de concluir
esta tarea.
Banderas llegó a la zona a las 07h30 y lamentó el retraso en
los trabajos por el deslave. "Teníamos previsto para hoy
(ayer) iniciar el bombeo, pero el alud de ayer afectó el cauce
del río y se tuvo que hacer nuevamente movimientos de tierra".
"Si el tiempo nos ayuda, mañana estaríamos bombeando". En este
sentido, la reparación del oleoducto concluiría hoy. "Está
listo el armazón para soldar las dos partes del oleoducto que
fue destruido".
200 mil barriles diarios
El presidente de Petroecuador señaló que se dejarán de
percibir dos millones de dólares diarios por no vender el
crudo y que en los cinco días de reparación del SOTE, los
ingresos disminuirían en USD 10 millones. Este valor se
recuperará transportando más crudo por el SOTE, cuando esté
reparado, y por el OTA de Colombia. Banderas señaló que sí es
posible hacerlo, toda vez que la ampliación temporal del
oleoducto, que realizó la petrolera argentina YPF está lista
hace ocho días. En este sentido, "se prorratearán por 30 días,
el millón y medio o dos millones de barriles que no han podido
ser transportados en estos cinco días de reparación del
oleoducto".
Días antes de la rotura del SOTE ya se estaba bombeando
alrededor de 17 mil barriles adicionales, gracias a la
ampliación realizada por YPF y que permitirá transportar 25
mil barriles más.
Asimismo, se ha coordinado con la petrolera colombiana,
Ecopetrol, para transportar más crudo liviano por el OTA.
"Normalmente, por este oleoducto hemos transportado un máximo
50 mil barriles diarios, pero actualmente suman 60 mil".
Banderas informó que la producción en al Amazonia se
restringió y se han cerraron varios pozos. "Estos se han
paralizado, porque la capacidad de los tanques de
almacenamiento ya no da más. Actualmente se está produciendo
alrededor de 200 mil barriles diarios. El jueves pasado se
disminuyó la producción en 50 mil barriles y el viernes en 30
mil más. Si el trabajo demora, la restricción será mayor".
LA PRODUCCION SE FRENA
30 mil barriles diarios * Debido a la capacidad limitada de
los tanques de almacenamiento, la producción en la Amazonia
disminuyó 30 mil barriles diarios en los últimos días, aunque
el miércoles pasado fue de 50 mil. La información que dio
Petroecuador ayer, respecto a que solo se producían 65 mil
barriles es equivocada, según su presiente ejecutivo, Fausto
Banderas.
Aún no aparece Valdez * El jefe de Seguridad Industrial,
Fernando Valdez aún no aparece. En su búsqueda participan,
además de Petroecuador, la Brigada Napo del Ejército, el Grupo
de Intervención y Rescate de la Policía y la Defensa Civil.
Energía * En menos de seis meses, el Oleoducto
Transecuatoriano ha sufrido las secuelas del fenómeno de El
Niño. Tres deslaves se han registrado entre febrero y julio
del presente año, ocasionando daños ambientales y económicos
al país y a las poblaciones donde ocurrieron. Aún existe la
probabilidad que se registre un nuevo desastre en Esmeraldas.
SOTE: 2 roturas y 22 mil barriles al agua
Redacciones Quito y Esmeraldas
Los embates de la naturaleza se tornaron contra el Oleoducto
Transecuatoriano (SOTE). Lo ocurrido el martes pasado entre
Baeza y Papallacta, a 100 kilómetros de Quito, deja ver
nuevamente la fragilidad del oleoducto ante fenómenos
naturales.
En seis meses se han registrado dos roturas del SOTE y una de
un poliducto, todas por deslizamiento de tierras como
consecuencia del fenómeno de El Niño. El balance muestra que
se han derramado 22 mil barriles de crudo y 1.200 galones de
diesel, con graves consecuencias en el medio ambiente y en la
economía del país.
Sin embargo, la posibilidad de ocurrencia de este tipo de
accidentes continúa. La Unidad de Protección Ambiental de
Petroecuador (UPA) reveló que en Esmeraldas, el peligro en el
kilómetro 488, donde se rompió el oleoducto el 3 de julio, aún
persiste.
Durante varias inspecciones se comprobó que existen
agrietamientos de cerca de 30 centímetros en una de las
terrazas que están a 50 metros del poliducto y del oleoducto.
Según los técnicos, en los trabajos que efectuó la empresa
Ina-Bromco para reparar la tubería en el sector de Wínchele,
no se tomó en cuenta que cerca pasa el oleoducto y el
poliducto y ahora no existe ninguna protección en la ladera y
los soportes del acueducto. De ahí que en cualquier momento se
puede presentar otro deslizamiento de tierra que podría causar
nuevamente la ruptura del oleoducto y o del poliducto,
señalaron
La UPA comunicó a la Ina-Bromco para que inicie los trabajos
necesarios y los técnicos recomendaron la inmediata
construcción de un muro de gaviones para evitar que cualquier
deslave llegue al oleoducto y poliducto.
Pero la Ina-Bromco tiene su versión. Según el gerente de la
empresa, Saúl Galarza, sus técnicos comunicaron a la
Superintendencia de oleoducto el riesgo que existía porque la
loma había empezado a deslizarse.
Por eso, Galarza deslinda responsabilidad tanto en el derrame
que ocurrió el 3 de julio cuando escaparon 12.604 barriles
como de cualquier percance que podría presentarse en los
próximos días. Para Galarza, la construcción del muro de
gaviones sería responsabilidad de Petroecuador.
Pero las condiciones de las lomas en el sector de Wínchele en
el kilómetro 488 + 330 no es la única preocupación de
Petroecuador. Su presidente ejecutivo, Fausto Banderas,
realizó un sobrevuelo por la zona para verificar el estado del
suelo por donde corren los ductos y montar un plan que evite
nuevos deslizamiento de tierra. El gerente de Oleoducto, Jaime
Guerra, explicó que las lluvias produjeron movimientos
rotacionales y la tierra se deslizó donde están los tanques de
almacenamiento.
Para mantener la estabilidad de los taludes se inició la
construcción de terrazas con la introducción de tubos y
pantallas de hierro. Con este sistema de pilotaje se evitará
que la tierra siga deslizándose y disminuya la distancia que
hay entre los tanques y las carreteras de acceso.
"Hay tantos deslizamientos de tierra, pero dependiendo de la
magnitud, la reparación de cada tanque puede costar 500
millones de sucres". Las obras que se realizaron en los
tanques 1 y 7, considerados como los de más peligro,
permitieron mantenerlos horizontales. La próxima semana se
ejecutarán en el nueve donde también hay cierto peligro. En
los demás taques se harán obras secundarias.
La necesidad de estabilizar la loma donde están los tanques
fue recomendada por la ESPE y la Universidad Central en 1990,
luego de efectuar un estudio de la conformación del suelo.
(Texto tomado de El Comercio)
que fue destruido. El armazón ya está listo y se espera que el
clima ayude. En la mañana de ayer hubo sol.
El Sistema de Oleoducto Transecuatoriano entraría a funcionar
más rápido de lo que creen varios funcionarios de
Petroecuador. El presidente ejecutivo de la petrolera, Fausto
Banderas, señaló que para hoy en la tarde se podría reiniciar
el bombeo de crudo por el SOTE.
Esta afirmación la hizo ayer en el lugar del deslave, entre
Baeza y Papallacta, a unos 100 kilómetros al sureste de Quito,
contradiciendo lo que señaló el viernes pasado la Unidad de
Relaciones Institucionales de Petroecuador.
Un boletín de prensa, difundido por esta unidad señaló que las
dificultades por un nuevo deslave "hace prever que los
trabajos de reparación del oleoducto tomarán más de los cinco
días que se estimaron el martes, pudiendo utilizarse los 10
considerados en primera instancia". Adicionalmente, el Jefe de
la Unidad señaló, a través de uno de los funcionarios, que la
producción actual de petróleo se restringió a 65 mil barriles
diarios, cosa que también es errada.
Este Diario se trasladó nuevamente a la zona del deslave para
constatar la magnitud del desastre. La sorpresa fue grande,
cuando a las 07h00, los trabajos se desenvolvían con relativa
normalidad. La carretera Papallacta-Baeza se encontraba
inhabilitada debido a que un tractor despejaba el lodo y
piedras que obstaculizaban la vía. Pero minutos más tarde, el
tránsito se normalizó y no hubo colas de camiones, como se
pudieron ver el martes pasado.
Sin embargo, era visible que parte de la mesa de la carretera
se había destruido, lo cual ocasionó que una gran cantidad de
lodo y piedras caigan en la zona donde se realizaban los
trabajos de reparación del SOTE. Esta situación demoró las
labores, ya que era necesario retirar ese material.
Uno de los trabajadores señaló que estaban laborando 18 horas
diarias, pero con los deslaves ocurridos el jueves, el horario
se acortó. "Solo trabajamos hasta las 19h00, cuando aún hay
luz". Al momento se encuentran haciendo "lingadas" de la
tubería para hacer un puente aéreo y poner torres de
contención, unir el ducto e iniciar el bombeo. Este trabajo se
hubiese concluido ayer, pero el deslave lo prolongó.
Adicionalmente, el desprendimiento de una parte de la mesa de
la carretera dejó al descubierto la tubería del poliducto, que
transporta derivados de petróleo y se encontraba enterrado.
Por el peligro de un nuevo deslizamiento de tierra se notificó
a Petrocomercial para que suspenda el bombeo, mientras se
revisa el estado de la tubería.
En la parte inferior de la carretera, por donde corre el río
Quijos, se pudo observar la presencia de tractores, palas
mecánicas grúas, etc., realizando movimiento de tierra, corte
y traslado de tubos y reforzamiento de las orillas del río.
Unos 50 trabajadores de Petroecuador y del Cuerpo de Ingenieos
del Ejército estaban laborando en la mañana.
La soldadura del los dos tramos del oleoducto no fue posible
realizarla el viernes por la presencia de lluvia. Sin embargo,
ayer en la mañana el clima fue favorable, incluso empezaba a
salir el sol y los trabajadores estaban optimistas de concluir
esta tarea.
Banderas llegó a la zona a las 07h30 y lamentó el retraso en
los trabajos por el deslave. "Teníamos previsto para hoy
(ayer) iniciar el bombeo, pero el alud de ayer afectó el cauce
del río y se tuvo que hacer nuevamente movimientos de tierra".
"Si el tiempo nos ayuda, mañana estaríamos bombeando". En este
sentido, la reparación del oleoducto concluiría hoy. "Está
listo el armazón para soldar las dos partes del oleoducto que
fue destruido".
200 mil barriles diarios
El presidente de Petroecuador señaló que se dejarán de
percibir dos millones de dólares diarios por no vender el
crudo y que en los cinco días de reparación del SOTE, los
ingresos disminuirían en USD 10 millones. Este valor se
recuperará transportando más crudo por el SOTE, cuando esté
reparado, y por el OTA de Colombia. Banderas señaló que sí es
posible hacerlo, toda vez que la ampliación temporal del
oleoducto, que realizó la petrolera argentina YPF está lista
hace ocho días. En este sentido, "se prorratearán por 30 días,
el millón y medio o dos millones de barriles que no han podido
ser transportados en estos cinco días de reparación del
oleoducto".
Días antes de la rotura del SOTE ya se estaba bombeando
alrededor de 17 mil barriles adicionales, gracias a la
ampliación realizada por YPF y que permitirá transportar 25
mil barriles más.
Asimismo, se ha coordinado con la petrolera colombiana,
Ecopetrol, para transportar más crudo liviano por el OTA.
"Normalmente, por este oleoducto hemos transportado un máximo
50 mil barriles diarios, pero actualmente suman 60 mil".
Banderas informó que la producción en al Amazonia se
restringió y se han cerraron varios pozos. "Estos se han
paralizado, porque la capacidad de los tanques de
almacenamiento ya no da más. Actualmente se está produciendo
alrededor de 200 mil barriles diarios. El jueves pasado se
disminuyó la producción en 50 mil barriles y el viernes en 30
mil más. Si el trabajo demora, la restricción será mayor".
LA PRODUCCION SE FRENA
30 mil barriles diarios * Debido a la capacidad limitada de
los tanques de almacenamiento, la producción en la Amazonia
disminuyó 30 mil barriles diarios en los últimos días, aunque
el miércoles pasado fue de 50 mil. La información que dio
Petroecuador ayer, respecto a que solo se producían 65 mil
barriles es equivocada, según su presiente ejecutivo, Fausto
Banderas.
Aún no aparece Valdez * El jefe de Seguridad Industrial,
Fernando Valdez aún no aparece. En su búsqueda participan,
además de Petroecuador, la Brigada Napo del Ejército, el Grupo
de Intervención y Rescate de la Policía y la Defensa Civil.
Energía * En menos de seis meses, el Oleoducto
Transecuatoriano ha sufrido las secuelas del fenómeno de El
Niño. Tres deslaves se han registrado entre febrero y julio
del presente año, ocasionando daños ambientales y económicos
al país y a las poblaciones donde ocurrieron. Aún existe la
probabilidad que se registre un nuevo desastre en Esmeraldas.
SOTE: 2 roturas y 22 mil barriles al agua
Redacciones Quito y Esmeraldas
Los embates de la naturaleza se tornaron contra el Oleoducto
Transecuatoriano (SOTE). Lo ocurrido el martes pasado entre
Baeza y Papallacta, a 100 kilómetros de Quito, deja ver
nuevamente la fragilidad del oleoducto ante fenómenos
naturales.
En seis meses se han registrado dos roturas del SOTE y una de
un poliducto, todas por deslizamiento de tierras como
consecuencia del fenómeno de El Niño. El balance muestra que
se han derramado 22 mil barriles de crudo y 1.200 galones de
diesel, con graves consecuencias en el medio ambiente y en la
economía del país.
Sin embargo, la posibilidad de ocurrencia de este tipo de
accidentes continúa. La Unidad de Protección Ambiental de
Petroecuador (UPA) reveló que en Esmeraldas, el peligro en el
kilómetro 488, donde se rompió el oleoducto el 3 de julio, aún
persiste.
Durante varias inspecciones se comprobó que existen
agrietamientos de cerca de 30 centímetros en una de las
terrazas que están a 50 metros del poliducto y del oleoducto.
Según los técnicos, en los trabajos que efectuó la empresa
Ina-Bromco para reparar la tubería en el sector de Wínchele,
no se tomó en cuenta que cerca pasa el oleoducto y el
poliducto y ahora no existe ninguna protección en la ladera y
los soportes del acueducto. De ahí que en cualquier momento se
puede presentar otro deslizamiento de tierra que podría causar
nuevamente la ruptura del oleoducto y o del poliducto,
señalaron
La UPA comunicó a la Ina-Bromco para que inicie los trabajos
necesarios y los técnicos recomendaron la inmediata
construcción de un muro de gaviones para evitar que cualquier
deslave llegue al oleoducto y poliducto.
Pero la Ina-Bromco tiene su versión. Según el gerente de la
empresa, Saúl Galarza, sus técnicos comunicaron a la
Superintendencia de oleoducto el riesgo que existía porque la
loma había empezado a deslizarse.
Por eso, Galarza deslinda responsabilidad tanto en el derrame
que ocurrió el 3 de julio cuando escaparon 12.604 barriles
como de cualquier percance que podría presentarse en los
próximos días. Para Galarza, la construcción del muro de
gaviones sería responsabilidad de Petroecuador.
Pero las condiciones de las lomas en el sector de Wínchele en
el kilómetro 488 + 330 no es la única preocupación de
Petroecuador. Su presidente ejecutivo, Fausto Banderas,
realizó un sobrevuelo por la zona para verificar el estado del
suelo por donde corren los ductos y montar un plan que evite
nuevos deslizamiento de tierra. El gerente de Oleoducto, Jaime
Guerra, explicó que las lluvias produjeron movimientos
rotacionales y la tierra se deslizó donde están los tanques de
almacenamiento.
Para mantener la estabilidad de los taludes se inició la
construcción de terrazas con la introducción de tubos y
pantallas de hierro. Con este sistema de pilotaje se evitará
que la tierra siga deslizándose y disminuya la distancia que
hay entre los tanques y las carreteras de acceso.
"Hay tantos deslizamientos de tierra, pero dependiendo de la
magnitud, la reparación de cada tanque puede costar 500
millones de sucres". Las obras que se realizaron en los
tanques 1 y 7, considerados como los de más peligro,
permitieron mantenerlos horizontales. La próxima semana se
ejecutarán en el nueve donde también hay cierto peligro. En
los demás taques se harán obras secundarias.
La necesidad de estabilizar la loma donde están los tanques
fue recomendada por la ESPE y la Universidad Central en 1990,
luego de efectuar un estudio de la conformación del suelo.
(Texto tomado de El Comercio)
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