Guayaquil. 07.03.93. El plomo es siempre un tóxico para
nuestro organismo. No es beneficioso para función alguna y
puede tener graves efectos.

Antes, la mayor parte de este metal provenía de las cañerías
de plomo de las casas, las pinturas ricas en plomo y el que se
usaba en las industrias. Si bien estas fuentes de plomo pueden
seguir causando problemas en la actualidad, la mayor
preocupación hoy es la cantidad liberada al aire debido a la
combustión de petróleo por los motores de los coches.

CAUSAS

El riesgo de intoxicación por plomo (saturnismo) es máximo en
los trabajadores de las industrias que lo utilizan mucho, lo
que incluye la fundición de metales y la fabricación de
baterías. Estas industrias pueden ser un peligro para la
vecindad y se realizan controles cuidadosos de los efectos
sobre el medio ambiente que puedan tener estas industrias.

Antiguamente era a los pintores a los que el médico asociaba
frecuentemente con intoxicaciones por plomo, porque las
pinturas solían contenerlo. Sin embargo, ahora es infrecuente
que las pinturas de uso doméstico contengan plomo, si bien la
pintura de las casas viejas puede tener niveles tóxicos. Los
niños, que comúnmente se llevan cosas a la boca y que chupan
juguetes pintados, son más susceptibles frente a los efectos
del plomo y corren por ello el mayor riesgo.

Hasta este siglo las conducciones de agua eran generalmente de
plomo. Actualmente suelen ser de cobre. El plomo que se
disuelve de las paredes de las cañerías de plomo es una causa
importante de intoxicación. En zonas de aguas blandas es más
probable que se produzca esta disolución en el agua potable
que en zonas de aguas duras, probablemente porque la costra
que deja el agua dura en el interior de las tuberías previene
la disolución del plomo.

Sin embargo, la principal preocupación es la cantidad de plomo
que se le añade al petróleo para conseguir el máximo
rendimiento de los motores de los coches. Es asombrosa la
cifra de 10.160 toneladas de plomo que se queman pasando a la
atmósfera anualmente. Este está una forma química que hace
particularmente posible que pase del sistema circulatorio al
cerebro, donde afecta al desarrollo mental de los niños. No
está claro cuánto del plomo del aire contaminado está a través
del aire que respiramos. Sin embargo, es seguro que está en el
polvo que tragamos.

Quizá sea más importante el hecho de que el plomo de los
vapores de gasolina contamine los alimentos que crezcan cerca
de carreteras muy transitadas. En un reciente estudio se
demostró que las plantaciones externas de coles contenían 10
veces más plomo que las internas -y esto era en plantaciones
de coles en zonas rurales alejadas de carreteras muy
transitadas-. El plomo del aire puede diseminarse por todo el
país, representando así un peligro potencial.

SINTOMAS

La intoxicación por plomo puede producir una gran variedad de
síntomas. Puede afectar al sistema nervioso produciendo
malestar general, fatiga y alteraciones del sueño. También
puede haber lesiones en los propios nervios periféricos, lo
que se denomina neuropatía periférica. Se afectan
preferentemente los nervios extensores de la muñeca. lo que
produce una "muñeca caída".

La intoxicación por plomo o "saturnismo" puede producir
también dolor abdominal y estreñimiento. Generalmente hay una
pérdida de apetito y los enfermos se quejan de tener un
desagradable sabor metálico en la boca. A largo plazo también
puede producirse enfermedad renal. Asimismo, está alterada la
adecuada formación de células sanguíneas, lo que conduce a una
anemia.

Los niños presentar también estos mismos síntomas, pero las
convulsiones, la pérdida de peso y la mala coordinación de
movimientos son especialmente frecuentes. También pueden
presentar alteraciones de la conducta, si bien lo más grave es
el retraso mental permanente.

TRATAMIENTO

El tratamiento depende de la fuente de contaminación de plomo
que haya originado el problema. A menudo simplemente basta con
evitar la causa. En las industrias, especialmente, han sido
introducidos unos sistemas de saneamiento para minimizar los
efectos.

Una vez que el plomo ha penetrado al organismo, se incorpora a
los huesos que actúan de reservorio, permitiendo que éste
escape de nuevo a la circulación incluso después de haber
quitado la fuente del tóxico. Esto significa que el nivel de
este metal en la sangre no es un índice particularmente exacto
de la cantidad de plomo en el organismo.

El plomo es eliminado del organismo por vía renal. El posible
mejorar el índice de excreción renal mediante drogas que hacen
que se disuelva más plomo en la sangre, colaborando así a
disminuir el reservorio de plomo en los huesos.

PRONOSTICO

El pronóstico para los niños que definitivamente hayan tenido
una intoxicación por plomo no es bueno, porque el cerebro en
desarrollo es más sensible a los efectos del plomo que el
cerebro ya totalmente desarrollado del adulto. Hasta un 40% de
los niños afectados quedarán con convulsiones y retraso
mental. Es imposible predecir si los niños que han sufrido la
intoxicación pueden llegar a desarrollar su potencial mental
completamente. En los adultos el pronóstico es mejor.


PERSPECTIVAS

La cuestión más importante es si, de hecho, el plomo está
alcanzando niveles peligrosos en el medio ambiente o no. Por
el momento, los gobiernos de los países desarrollados han
tomado medidas para eliminar o reducir los niveles de plomo en
el combustible de los automóviles. También en España se ha
comenzado a afrontar el problema.

La razón por la cual hay una preocupación creciente es que hay
evidencias de que niveles antes considerados "sanos" pueden,
de hecho, estar asociados con pequeñas pero significativas
alteraciones en el desarrollo mental de los niños.

Un estudio realizado en América, medía la cantidad de plomo en
el primer diente caído en niños. Como el plomo se incorpora a
los dientes de igual manera que se incorpora al hueso, este
procedimiento permitía valorar con mucha mayor precisión la
exposición al plomo durante un largo período de tiempo que la
simple medición de los niveles sanguíneos. Se demostró que
aquellos niños con mayores tendencias a alteraciones del
comportamiento, tenían las mayores cantidades de plomo en sus
dientes.

También había una clara diferencia en el CI (Coeficiente
Intelectual) de cuatro y cinco puntos entre los niños con los
niveles más bajos de plomo, que tuvieron los mejores CI, en
comparación con los niños con más altos niveles de plomo. Este
estudio se realizó con niños normales, en los que la gran
mayoría tenían niveles sanguíneos de plomo dentro de los
límites de la normalidad.

Algunos historiadores creen que la caída del Imperio Romano se
debió en parte a la intoxicación por plomo, debido al alto
nivel de este metal que presumiblemente tenía su agua.

*FUENTE: Texto tomado de EL TELEGRAFO (p.3-B)
EXPLORED
en Ciudad N/D

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