Washington. 15 abr 99. La solución a la crisis del Banco del
Progreso, ha sido un punto de mucha fricción en las
negociaciones con el Fondo Monetario Internacional, según se
desprende de una carta enviada en marzo por el FMI a la
Ministra de Finanzas, Ana Lucía Armijos.

El banco cerró sus puertas el 22 de marzo y se encuentra en
proceso de reestructuración con el apoyo financiero del
Gobierno ecuatoriano, que le ha dado a sus dueños plazo hasta
el 4 de mayo para mejorar su capitalización.

El FMI, que negocia un programa de créditos para rescatar a
Ecuador de su peor crisis económica en décadas, quiso que el
Gobierno interviniera al banco, quitándolo del control de sus
dueños, según copia de la carta obtenida por Reuters.

La carta fue escrita el mismo día que cerró sus puertas el
Banco del Progreso, por el encargado de la misión del FMI para
el sector financiero, Carl Johan Lindgren.

"Si el banco permanece bajo control directo o indirecto de su
actual dueño (o dueños) con apoyo financiero del sector
público, no se debe esperar que exista una base para un rápido
acuerdo sobre un programa con el fondo", dijo la misiva.

"A los clientes se les debe informar que si sus depósitos son
convertidos en acciones o algún tipo de capital subordinado,
su dinero estará en grave peligro", escribió.

El FMI no quiso comentar ni la carta ni la situación del
sector bancario en Ecuador, donde nueve de los 39 bancos se
encuentran intervenidos debido a problemas de liquidez.

"Estamos conversando sobre el asunto pero no queremos entrar
en detalles. Es una situación muy compleja y muy delicada",
dijo a Reuters un portavoz del FMI.

Lindgren criticó el proceso de reestructuración en que se ha
pedido a los clientes del banco convertir sus depósitos en
acciones en la entidad privada.

También expresó su preocupación por la perspectiva de que el
Gobierno mantenga al banco a flote con apoyo en capital y con
liquidez proporcionados por el Banco Central de Ecuador.

"Si el banco es intervenido, las autoridades deben tomar
control total del banco y transferir sus depósitos a otro
banco, preferiblemente uno estatal, y los dueños deben perder
sus acciones", expresó Lindgren en su nota.

"No se puede permitir una situación en que el banco siga
operando bajo el control de facto de su actual dueño, con el
Banco Central y el Gobierno, proporcionando lo que podría
llegar a ser un apoyo financiero sin límites", dijo Lindgren.

Fuentes ecuatorianas en Washington dijeron que, pese a las
diferencias entre el Gobierno y el FMI sobre los bancos, las
conversaciones no se han suspendido en ningún momento.

Despúes del 22 de marzo, hubo reuniones constantes y tanto el
FMI, como el Banco Mundial y el Banco Interamericano de
Desarrollo, han enviado más personal técnico a Ecuador para
diseñar un paquete de rescate financiero.

Este plan de salvataje será parte integral de un acuerdo con
el FMI, junto con el plan fiscal del Gobierno que se encuentra
en el Congreso.

"La reestructuración del Banco del Progreso está totalmente en
línea con lo que está en el proyecto fiscal ante el Congreso y
con lo que han propuesto los organismos financieros en
términos de una estrategia de salvataje o intervención
bancaria", dijo un funcionario ecuatoriano en Washington.

Acuerdo no estaría en riesgo

QUITO.- La Ministra de Finanzas, Ana Lucía Armijos, aseveró
que el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) no
está en riesgo pese al memorando interno que Carl Johan
Lindgren, encargado de la misión del FMI para el sector
monetario, le envió el 22 de marzo pasado.

"El memo contiene una opinión, un criterio del FMI pero el
nuestro es un país soberano", dijo Armijos.

El documento, que fue remitido tanto a la Ministra como a los
miembros del directorio del Banco Central del Ecuador,
contiene un parecer del FMI respecto a las condiciones
específicas del sistema financiero de ese momento, pues el día
en que fue emitido el Banco del Progreso acababa de cerrar sus
puertas al público, explicó la Ministra.

La Secretaria de Estado aclaró que también ese día se decidió
el proceso que debía seguir la entidad bancaria colapsada para
su recuperación, sin la intervención del Gobierno, lo cual
desactualizaría su contenido.
El documento fue difundido desde Washington la antevíspera y
motivó la inmediata reacción del asesor de capitalización del
Banco del Progreso, Francisco Swett, quien criticó que "causa
sorpesa conocer este documento justo en el momento en que la
entidad intenta capitalizarse".

Aspiazu: Entorpecen proceso

Disuadir o entorpecer el proceso de capitalización del Banco
del Progreso, constituye para el presidente ejecutivo de la
entidad, Fernando Aspiazu, el único objetivo de la versión
recogida por medios internacionales en el sentido de que los
problemas de la institución bancaria causarían desavenencias
para llegar a concretar un acuerdo con el Fondo Monetario
Internacional, (FMI).

Para el directivo es "evidente que el pronunciamiento es hecho
a requerimiento de autoridades ecuatorianas con el fin curioso
de entorpecer la capitalización", e incluso, señaló a Augusto
de la Torre, funcionario del FMI, de ser la fuente de esta
afirmación que es "un pronunciamiento insólito".

Recalcó que en el país han existido otros bancos de igual
magnitud que el Progreso que han tenido problemas y sobre los
que jamás hubo este tipo de pronunciamientos.

Empezó auditoría

Tras aclarar que el proceso de capitalización de la entidad
está dirigido por Francisco Swett, Aspiazu mostró su
satisfacción porque el banco cuenta con 31.536 nuevos
accionistas y con aportes de 346.000 millones de sucres.

Confirmó que la auditoría que deberá determinar el monto
exacto en el que se tendrá que aumentar el capital, ya se ha
iniciado y está a cargo de la firma Deloitt & Touche.

De igual forma informó que el viernes anterior se constituyó
el fideicomiso nacional y hoy espera reunirse con el
fideicomisario Galo García Feraud para terminar la valoración
de los bienes que lo integran y que servirá para robustecer el
patrimonio del Banco del Progreso.
Mientras tanto, sus acciones en el Banco del Progreso
garantizarán los préstamos concedidos por el Banco Central y
por eso no forman parte de los bienes del fideicomiso.

Auditoría a la banca se postergó una semana

QUITO.- La auditoría internacional a la banca privada se
postergó una semana. Debía arrancar hoy pero recién el próximo
lunes se abrirán los sobres con las ofertas de las firmas
participantes.

Según precisaron ayer fuentes del Ministerio de Finanzas, la
calificación de las ofertas tomaría entre el martes y el
miércoles; en tanto que la firma de los contratos con las
empresas se concretaría entre jueves o viernes.

"Inmediatamente después comenzaría la auditoría en cada
banco", precisó. En principio, el Gobierno prevé contar con
los resultados de la auditoría internacional hasta fines de
junio, para arrancar en julio con el programa de saneamiento
bancario, que implicaría el fortalecimiento de las entidades
que permanezcan en sistema, con base en inyecciones de
capital.

Estas inyecciones provendrían de los recursos frescos que el
país espera recibir tras el acuerdo con el Fondo Monetario
Internacional (FMI), de los organismos internacionales de
crédito.

"A más de los aportes internacionales, los accionistas
deberían buscar nuevos recursos", sentenció el ex presidente
del directorio del Banco Central (BCE), Luis Jácome, próximo a
dejar su cargo. (Texto tomado de El Universo)
EXPLORED
en Ciudad Washington

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