Quito. 14 ago 2001. (Editorial) El presidente Gustavo Noboa hizo noticia
tres veces en el feriado del 10 de agosto. (Las autoridades centrales y
municipales rindieron homenaje al mariscal Sucre, que nada tuvo que ver
con el 10 de agosto de 1809 y con los tres años siguientes en que Quito
escribió una página de gloria en la independencia de Hispanoamérica). El
presidente hizo noticia con su propuesta de reformar la Constitución,
hizo noticia con la larga entrevista concedida a El Universo y fue hecho
noticia por las declaraciones del coronel (r) Jorge Brito a HOY.
Propuso el presidente suprimir el Tribunal de Garantías y reemplazarlo
por una Corte Suprema de Justicia recortada casi en dos tercios. Propuso
un Congreso con Cámara de Senado, integrada por 20 senadores -diez de la
mar y diez de la montaña y una Cámara Baja de 60 diputados con título
universitario. Propuso que las elecciones de los legisladores coincidan
con la segunda vuelta electoral. Propuso que solo por una vez el
presidente pueda disolver el Congreso. Propuso derogar el voto
obligatorio y hacer efectivo el derecho de los emigrados a votar. Propuso
que, de ser adoptadas estas reformas, entren en ejecución una vez que el
presidente se haya retirado a Guayaquil a descansar.
La idea de reformar la Constitución no es buena ni mala. Será buena
cuando sea pertinente la reforma propuesta y cuando la circunstancia
política sea oportuna. Algunas de las reformas propuestas son
impertinentes e inoportunas. Otras son pertinentes y oportunas.
Oportuna y pertinente es la propuesta de la elección de los legisladores
en la segunda vuelta. Oportuna porque podría practicarse en las
elecciones del próximo año. Pertinente, porque los dos finalistas podrían
influir en que sus respectivos partidos consigan más escaños en la
Legislatura. Un presidente con mayoría en el Congreso es un presidente
feliz y efectivo.
Oportuna y pertinente es la propuesta de hacer realidad el voto de los
emigrados. Pertinente porque cada vez son más y cada vez mandan más
dinero al país. Oportuna, porque hay elecciones el año próximo. Si
tienen derecho los emigrados, ¿para qué retrasarles el ejercicio de ese
derecho? Inoportuna e impertinente es la supresión del Tribunal de
Garantías.
Inoportuna, porque huele a venganza. Impertinente, porque la institución
es necesaria. Bastaría con reformar el origen de sus miembros. Que no
pertenezcan a ningún partido político para garantizar la imparcialidad de
las decisiones. Sí ha de haber en este país superpoblado diez
jurisconsultos de primera, patriotas y honrados que vayan a garantizar el
Tribunal de Garantías.
Inoportunas e impertinentes las reformas al Congreso. Inoportunas porque
se debatirán en el caldeado ambiente de un año electoral. Impertinentes,
porque el Senado no funcionó en la historia republicana de aquí, porque
se excluye a senadores de la Amazonía y de Galápagos, porque en Ecuador
hay muchos asnos con títulos académicos comprados y muchos Sócrates no
graduados, y sobre todo porque el mal no está en las reglas de la
institución sino en el financiamiento del voto y en la poca calidad de
bastantes diputados. Mejor sería ponerles un examen de ingreso al
Parlamento. Inoportuno que se pueda suspender el Congreso por una sola
vecita. Porque entonces el presidente goleará en ese tiempo de penaltis.
Impertinente con la democracia. ¿Por qué las excepciones?
En la entrevista para El Universo el presidente se muestra irritado y
asegura que hubo conspiración contra él. El presidente debe descansar.
Cuando la Presidencia se pone muy pesada, el presidente renuncia. Así
obró Isidro Ayora. Gobernar con gusto es una clave del éxito. No parece
que nadie en su sano juicio quiera que el presidente se vaya a casa. En
conjunto lo ha hecho bien. Tiene que oír y tiene que ceder.
El coronel acusó al presidente de haber conspirado para la caída de
Jamil Mahuad. Dice el coronel que lo va a probar. Un poco tardía la
prueba. Lo que sí consta a todos es que el presidente no estuvo al lado
de Mahuad el 20 y el 21 de enero. Sus razones habrá tenido. Pero que fue
feo, fue feo. Ahora el que el coronel le acuse de conspirador y el que el
presidente acuse ahora de que hay conspiradores es una buena noticia. Se
da un empate. Y será mejor olvidarlo en aras de la paz y de que le dejen
gobernar al presidente. Es importante que termine bien.
[email protected] (Diario Hoy)e
tres veces en el feriado del 10 de agosto. (Las autoridades centrales y
municipales rindieron homenaje al mariscal Sucre, que nada tuvo que ver
con el 10 de agosto de 1809 y con los tres años siguientes en que Quito
escribió una página de gloria en la independencia de Hispanoamérica). El
presidente hizo noticia con su propuesta de reformar la Constitución,
hizo noticia con la larga entrevista concedida a El Universo y fue hecho
noticia por las declaraciones del coronel (r) Jorge Brito a HOY.
Propuso el presidente suprimir el Tribunal de Garantías y reemplazarlo
por una Corte Suprema de Justicia recortada casi en dos tercios. Propuso
un Congreso con Cámara de Senado, integrada por 20 senadores -diez de la
mar y diez de la montaña y una Cámara Baja de 60 diputados con título
universitario. Propuso que las elecciones de los legisladores coincidan
con la segunda vuelta electoral. Propuso que solo por una vez el
presidente pueda disolver el Congreso. Propuso derogar el voto
obligatorio y hacer efectivo el derecho de los emigrados a votar. Propuso
que, de ser adoptadas estas reformas, entren en ejecución una vez que el
presidente se haya retirado a Guayaquil a descansar.
La idea de reformar la Constitución no es buena ni mala. Será buena
cuando sea pertinente la reforma propuesta y cuando la circunstancia
política sea oportuna. Algunas de las reformas propuestas son
impertinentes e inoportunas. Otras son pertinentes y oportunas.
Oportuna y pertinente es la propuesta de la elección de los legisladores
en la segunda vuelta. Oportuna porque podría practicarse en las
elecciones del próximo año. Pertinente, porque los dos finalistas podrían
influir en que sus respectivos partidos consigan más escaños en la
Legislatura. Un presidente con mayoría en el Congreso es un presidente
feliz y efectivo.
Oportuna y pertinente es la propuesta de hacer realidad el voto de los
emigrados. Pertinente porque cada vez son más y cada vez mandan más
dinero al país. Oportuna, porque hay elecciones el año próximo. Si
tienen derecho los emigrados, ¿para qué retrasarles el ejercicio de ese
derecho? Inoportuna e impertinente es la supresión del Tribunal de
Garantías.
Inoportuna, porque huele a venganza. Impertinente, porque la institución
es necesaria. Bastaría con reformar el origen de sus miembros. Que no
pertenezcan a ningún partido político para garantizar la imparcialidad de
las decisiones. Sí ha de haber en este país superpoblado diez
jurisconsultos de primera, patriotas y honrados que vayan a garantizar el
Tribunal de Garantías.
Inoportunas e impertinentes las reformas al Congreso. Inoportunas porque
se debatirán en el caldeado ambiente de un año electoral. Impertinentes,
porque el Senado no funcionó en la historia republicana de aquí, porque
se excluye a senadores de la Amazonía y de Galápagos, porque en Ecuador
hay muchos asnos con títulos académicos comprados y muchos Sócrates no
graduados, y sobre todo porque el mal no está en las reglas de la
institución sino en el financiamiento del voto y en la poca calidad de
bastantes diputados. Mejor sería ponerles un examen de ingreso al
Parlamento. Inoportuno que se pueda suspender el Congreso por una sola
vecita. Porque entonces el presidente goleará en ese tiempo de penaltis.
Impertinente con la democracia. ¿Por qué las excepciones?
En la entrevista para El Universo el presidente se muestra irritado y
asegura que hubo conspiración contra él. El presidente debe descansar.
Cuando la Presidencia se pone muy pesada, el presidente renuncia. Así
obró Isidro Ayora. Gobernar con gusto es una clave del éxito. No parece
que nadie en su sano juicio quiera que el presidente se vaya a casa. En
conjunto lo ha hecho bien. Tiene que oír y tiene que ceder.
El coronel acusó al presidente de haber conspirado para la caída de
Jamil Mahuad. Dice el coronel que lo va a probar. Un poco tardía la
prueba. Lo que sí consta a todos es que el presidente no estuvo al lado
de Mahuad el 20 y el 21 de enero. Sus razones habrá tenido. Pero que fue
feo, fue feo. Ahora el que el coronel le acuse de conspirador y el que el
presidente acuse ahora de que hay conspiradores es una buena noticia. Se
da un empate. Y será mejor olvidarlo en aras de la paz y de que le dejen
gobernar al presidente. Es importante que termine bien.
[email protected] (Diario Hoy)e
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