Quito. 14 dic 99. El debate sobre el valor de este ecosistema es
controversial. La Ministra ya tiene su criterio: nada sobre los
3 500 metros.

El significado del páramo cambió. Ya no es esa amplia extensión
gélida, es mucho más que eso: es el reservorio de agua y carbono,
que almacenó durante miles de años.

No se conocen bien sus virtudes y tampoco del impacto que la
intervención desmedida del hombre puede provocar, pero por
adelantado y antes de que se sumen los desastres ambientales, la
ministra del Ambiente, Yolanda Kakabadse, incluyó en la nueva Ley
Forestal una prohibición para las actividades agroindustriales
sobre los 3 500 metros de altitud desde el Austro para el norte,
y de 3 000 metros desde Cuenca hacia el sur.

Criterios como el de vulnerabilidad y bien común se exhibieron
durante un panel que realizó EL COMERCIO la semana pasada con los
principales protagonistas del manejo del páramo. El sector
maderero industrial tiene los suyos y el tema está en el debate.

Poner una cota altitudinal no ayuda a proteger. Sobre los 3 500
hay una gran porción de páramos afectados por el hombre, dijo
Fernando Montenegro, director ejecutivo de la Fundación Juan
Manuel Durini.

La discusión está en que si las plantaciones a gran escala
destruyen o no al páramo. Los madereros dicen que no y proponen
una zonificación para la forestación, pero para Hans Thiel,
director Forestal del Ministerio del Ambiente, la siembra de pino
no es el único uso imaginable, hay alternativas como los
servicios ambientales. La Ministra ya fijó su postura: para ella
los 3 500 metros no son negociables. La última palabra la tiene
el Congreso donde ya está el proyecto de ley.

Yolanda Kakabadse

MINISTRA DEL AMBIENTE

La ley es para evitar el daño al páramo

La mayor utilidad de este ecosistema está en su capacidad de
retener agua y si este ecosistema contiene más cantidad de agua
que el bosque tropical debemos defenderlo como un tesoro. El
primer paso es tener una legislación que lo proteja. Esta es la
razón para prohibir que se siembren bosques industriales sobre
los 3 500 metros de altitud.

Otra oportunidad que tenemos es el canje de certificados por
captura de carbono. El páramo contiene, en su suelo, mil
toneladas de carbono por hectárea, mientras que en un bosque
tropical apenas hay 50. El sector maderero quiere sembrar en el
páramo porque la tierra tiene un precio más bajo. La
reforestación no es la única alternativa para el desarrollo. En
este momento debemos pensar en las posibilidades de los servicios
ambientales.

La ley no es para sancionar a los que queman sino para proteger
el páramo y regular su uso. El objetivo es prevenir para que no
suceda lo mismo que en Esmeraldas, donde los palmicultores
ofrecieron sembrar solo en áreas donde no exista bosque nativo
y ahora han destruido todos los bosques.

Luis Fernando Jara

GERENTE DEL PROGRAMA FACE

Es mejor forestar que quemar el páramo

E l contenido de carbono en los suelos se produce por un proceso
de acumulación de miles de años. Con nuestro programa de
forestación contribuimos a mantener el carbono. Al establecer
bosques (plantaciones forestales) se paran las quemas y se frenan
las emisiones de dióxido de carbono.

La reforestación es importante porque gran parte de los páramos
tenían antiguamente bosques. Existen indicios de esto en las
zonas que no están afectadas por los vientos. Estas tierras, que
eran bosque, deberían serlo nuevamente y harían un papel
complementario para captar carbono.

Debemos reforestar. No necesariamente con pinos (especies
exóticas) sino con nativas. En el Profafor investigamos para
hacer el cambio, pero no es fácil convencer a un campesino que
plante un yagual o quishuar en vez de pino o eucalipto. Estas dos
especies tienen un mercado asegurado.

Si seguimos sembrando y sobrepastoreando terminaremos con suelos
erosionados en menos de 20 años. Al sembrar árboles el efecto es
mucho menor que con los usos actuales.

Robert Hofostede

PROYECTO PARAMO

Los pinos reducen el carbono en la altura

El páramo es el único ecosistema en los Andes ¿Qué más se
necesita para entender su importancia? No sabemos en donde se
inicia porque faltan estudios.

El trabajo del Proyecto Páramo se inicio hace cuatro años con el
apoyo del Ministerio del Ambiente y otras ONG para diseñar una
estrategia de manejo, en la cual la forestación es un elemento
más como lo es la agricultura, la ganadería, turismo y la
protección. Esta última, a veces, se olvida, pero mantener un
área por sus beneficios ambientales también genera recursos.

La biodiversidad es alta, seis de cada 10 especies se encuentran
solo allí. Por último allí vive la gente más pobre del país. La
conservación de la biodiversidad y de almacenamiento de carbono
y agua deben estar ligados al desarrollo de este grupo humano.

Con la forestación con especies exóticas hay más intereses
económicos de las industrias madereras que de los campesinos. Las
comunidades no tiene recursos para mantener estas plantaciones.
Las tendencias indican que al plantar pinos, se reduce el
almacenamiento de carbono en el suelo.

Diego Ponce

SUBGERENTE DE AGLOMERADOS COTOPAXI

La ley no respeta la propiedad privada

Al plantar en el páramo se adiciona carbono y se enriquece el
ecosistema. La prohibición de plantar no tiene sentido.

En el artículo 14 de la Ley Forestal se establece que no se puede
plantar nada. Con esto se limita la propiedad privada y mi
concepto es que yo tengo mi propiedad y puedo hacer lo que quiero
y lo que sea con tal que no se afecte a terceros. No está
totalmente comprobado que los pinos afecten la capacidad de
retención de agua y carbono, a las especies animales y vegetales;
y, a los valores culturales. El dueño de la propiedad puede
sembrar pino o eucalipto para obtener un ingreso.

No se en qué cultura se dice que en una determinada zona no se
puede generar riqueza. La rentabilidad de la siembra sobre los
3 500 metros depende del manejo y debe ser decisión del dueño de
la tierra el tipo de siembra.

Las certificaciones por fijación de carbono en el páramo no se
realizan aún. La ley no puede basarse en los bosques mal
manejados. La gente de los páramos necesita ingresos para
sobrevivir. Hay que hacer un compromiso para el uso del suelo.

Galo Medina

COORDINADOR DEL GRUPO DE PARAMOS

Si no es el pino hay que dar alternativas

Mi posición como biólogo es que no se deben poner pinos en
ninguna parte. Pero esto es irreal y lo que me interesa que se
conserve el páramo y el bienestar de la gente. Para altitudes
mayores a 3 000 metros, las especies usadas son Pinus Radiata y
Pinus Patula. La selección de estas se basa más en la falta de
experiencia con las nativas que en la utilidad del pino para este
ecosistema.

Con base en un consenso se establecieron límites de altitud (3
500 al norte y 3 000 metros al sur). Bajo estas cotas se pueden
plantar especies exóticas cumpliendo con un plan de manejo
adecuado con estudios de impacto.

Cuando se limitan actividades se debe proponer alternativas,
nosotros, incluso, hablamos de forestación y servicios
ambientales. por ejemplo, por el agua que se utiliza en la
ciudades se debe pagar un porcentaje, para garantizar su
conservación a la gente que vive en los páramos y los mantiene.

El carbono no lo pagamos los ecuatorianos pero sí otros países
que quieren disminuir sus emisiones. Al establecer la cota hay
un bono de carbono que se utilizaría como otra fuente de ingreso.
(Texto tomado de El Comercio)
EXPLORED
en Ciudad Quito

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