Quito. 12 jul 96. El caso del Banco Continental tiende
a volverse como un ovillo. Ahora, las autoridades del
Banco Central, actual dueño de esta entidad bancaria
han iniciado dos procesos judiciales en contra de sus
anteriores accionistas. Uno en el Juzgado Sexto de lo
Penal en la Corte Superior de Guayaquil por supuesta
piramidación en el proceso del aumento de capital y
otro, un juicio civil en las Bahamas en contra del
Grupo Conticorp que tiene como objetivo la de tratar
de revertir una operación en la que el Banco
Continental y sus depositantes habrían sido perjudicados
en 105 millones de dólares.

El polémico caso tiene su origen en el controvertido
crédito subordinado por 480 mil millones de sucres
entregados por el Banco Central con autorización de
la Junta Monetaria y la Superintendencia de Bancos
para evitar la liquidación del Banco Continental cuando
atravesaba una crisis de iliquidez y así impedir evitar
que ésta se generalice en todo el sistema bancario,
con lo cual el Central asumió el control de la
dirección y administración del Grupo Financiero
Continental: el Banco, las subsidiarias y filiales, y
posteriormente del Interamerican Asset Management
Fund, IAMF, un fondo para canalizar inversiones
hacia el Ecuador, con dirección en las Bahamas. No
obstante, tras este hecho las autoridades monetarias
detectaron, según análisis posteriores, irregularidades
que han ameritado el inicio de los procesos judiciales,
aunque sus anteriores accionistas sostienen que la
situación del Banco era plenamente conocida por las
autoridades.

BENEFICIOS A EMPRESAS

Según el gerente general del Banco Central, Augusto
de la Torre, las investigaciones determinaron que el
procedimiento realizado por los anteriores accionistas
en las Bahamas muestran una concentración de créditos
por parte de las empresas no financieras del Grupo
Conticorp, y un beneficio para éstas con la cancelación
de las deudas por 105 millones de dólares, que fueron
pagadas con acciones supuestamente desvalorizadas del
Grupo Financiero Conticorp.

El análisis del Banco Central explica que entre 1992 y
1995 una buena parte de los depósitos realizados por
el público ecuatoriano captados por el Banco
Continental de Curazao del Grupo Financiero
Conticorp fueron utilizados para entregar préstamos
a largo plazo a empresas del Grupo Conticorp, lo que
fue detectado en 1994 por las autoridades de control
bancario de Curazao.

Esta cartera después fue vendida al Banco Continental
de las Bahamas, que pertenece a los mismos dueños,
pero no forma parte del Grupo Financiero Conticorp.
Con esto las empresas Conticorp se vuelven deudoras
del BC de las Bahamas, que está fuera de la jurisdicción
ecuatoriana.

Posteriormente, dicha cartera de préstamos fue
transferida del Banco Continental de las Bahamas al
fondo IAMF, también en las Bahamas, a cambio de
participaciones en dicho fondo, que después de cinco
días fueron compradas por el Banco Continental en
Curazao, con lo que este se convirtió en el único
inversionista y proveedor de recursos del fondo IAMF,
al mismo tiempo que las empresas Conticorp, en
deudoras del fondo IAMF, por un total de 150 millones
de dólares, considerando además 45 millones de una
cuenta por cobrar y los 50 millones de prestamos
otorgados a los 209 suscriptores de acciones del
Banco Continental, según el Banco Central.

Las autoridades sostienen que al no estar
consolidados los balances del fondo IAMF con los
del Grupo Financiero Conticorp, se consiguió ocultar
la concentración de créditos tanto a las autoridades de
Ecuador como a las de Curazao y a las de Bahamas.

La última fase de este procedimiento fue la de instruir
al fondo IAMF a que compre al Grupo Conticorp
acciones del Grupo Financiero Conticorp al precio de
3 a 1, a pesar de que en ese momento habían perdido
su valor y además que dicha transacción aumentaba su
desvalorización (porque significaba como que el
mismo Banco había vendido y comprado sus propias
acciones. El Banco Continental de Curazao, cuyo
dueño era el Banco Continental, era el único
inversionista del IAMF). Estas acciones fueron
canceladas por alrededor de 105 millones de dólares
en deudas a largo plazo que tenía el Grupo Conticorp
y de otras empresas no financieras, las que bien
pudieron haberse liquidado mediante su cobro y no
a través de esta transacción, afirman las autoridades.

Esta cartera añadió valor al activo del IAMF y en
consecuencia al Banco Continental y a sus
subsidiarias. Pero al ser deudas sustituidas por
acciones desvalorizadas el valor del IAMF colapsó,
con lo que también se desvalorizó la inversión que
el Banco Continental de Curazao tenía en el IAMF
quedando los depositantes al descubierto hasta que
fue concedido el préstamo subordinado.

El gerente del Banco Central afirma que las
transacciones del IAMF operaban bajo
instrucciones de personas estrechamente
relacionados con los accionistas mayoritarios
del antiguo Banco Continental, que fue perjudicado
por dichas operaciones, y que a su vez son
accionistas mayoritarios del Grupo Conticorp
y de otras empresas no financieras, que eran
deudoras del IAMF y que habrían sido beneficiadas
con esta transacción.

ORTEGA SE DEFIENDE

No obstante, el ex presidente ejecutivo del Banco
Continental, Leonidas Ortega, desmiente las
acusaciones diciendo que el IAMF no ha tenido
algún vínculo de propiedad o de gestión con el
Banco Continental, ni con el Grupo Financiero
Conticorp, "lo que se quiere es forzar a pensar
que el IAMF es de propiedad del Banco".
"Consejos no es lo mismo que instrucciones.
Nadie niega que Pan American Services,
compañía asesora (de propiedad del grupo
Ortega), haya dado consejos al IAMF y de
personas como mis hermanos Luis Alberto,
Jaime, Martín Costa y Carlos Baquerizo que
pudieran dar consejos".

El Banco Central, dice Leonidas Ortega, quiere
hacer aparecer como captaciones del público
en Banco Continental de Curazao cuando en
realidad son inversiones que se hicieron en el
IAMF utilizando solamente como un vehículo
el Banco Continental de Curazao. "El IAMF
que invierte por cuenta de los inversionistas
colocaba dinero en las empresas primero a
crédito y luego para promover inversiones en
el país, se capitalizan los créditos y se cambian
acciones por créditos".

"Ese dinero se quedó en las empresas, no es
verdad que los accionistas del Banco
retiráramos el dinero. Lo que pasó es que se
fortalecieron las empresas, que son las que
permitieron el canje que después hace que las
acciones se puedan entregar al Banco" explica,
Leonidas Ortega.

Niega que haya la supuesta desvalorización de
las acciones, ya que la cotización de las mismas
se hizo en base a proyecciones de los resultados
de las subsidiarias y el precio en el mercado era
de 6 a 1. Además, manifiesta que el Banco en los
actuales momentos sigue valiendo después de las
consolidaciones que han hecho el valor del crédito
subordinado.

"Ellos (autoridades) al netear (consolidar) hacen
las reducciones perjudicándonos y dejándonos en
cero, por eso dicen que el Banco ahora vale 150
millones, mientras si me respetaran el valor tendrían
que venderla a 300 millones de dólares. Lo que
quieren es simplificar la solución del problema
facilitando el retorno del dinero del Banco Central
dejándonos a nosotros sin nada que reclamar".

El juicio en las Bahamas es inútil para los ecuatorianos,
sostiene, Leonidas Ortega: Conticorp entregó las
acciones del Grupo Financiero Continental del Banco
Continental y logró el que Central tome el control
del IAMF en base de negociaciones que buscaban
que éste no pierda su dinero, pero cuando venda el
Banco, si han declarado que vale el valor del crédito
subordinado y si recuperan el dinero en las Bahamas,
a quien va beneficiar es a Conticorp.

El IAMF fue constituido como un patrimonio
jurídico independiente a cargo de un administrador
puesto por la firma Ansbacher. Pero el Banco Central
al tener el control del Banco Continental de Curazao
y este las participaciones del IAMF, ahora también
el Central tiene el control del IAMF.

CASO DE PIRAMIDACIÓN

Augusto de la Torre, basado en el mismo análisis del
Banco Central explica que los antiguos directores
del Banco Continental realizaron un aparente
aumento de capital y patrimonial por alrededor de 55
millones de dólares en el que participaron 209
suscriptores de acciones.

Para el efecto la ley de Instituciones Financieras
prohibe conceder créditos directos, indirectos y
contingentes para evitar que sea destinado
en la suscripción o pago de acciones de la propia
institución o de cualquier otra compañía del Grupo
Financiero.

El análisis de las autoridades sostiene que se violaron
algunas disposiciones legales ya que si bien los
créditos para el aumento de capital en una primera
parte provienen de entidades no relacionadas con el
Banco Continental como el Banco de Tungurahua,
Latininvest, y Panamerican Bank de Miami, no
obstante estas entidades recibieron depósitos del
propio Banco Continental, del IAMF y de compañías
del Grupos Conticorp, por el mismo valor en que
concedieron los mencionados préstamos.

Posteriormente el IAMF utiliza recursos de los
depositantes en Curazao para comprar la cartera de
los créditos concedidos a los 209 suscriptores, por
lo que se concluye que fueron los mismos
depósitos del público en el Banco Continental de
Curazao que fluyeron a través del IAMF para
financiar el pago de capital del Banco Continental,
sin que se haya producido el ingreso de recursos
fresco, según la interpretación del Banco Central.

En relación a esta acusación de piramidación,
Leonidas Ortega, afirma que es verdad que el IAMF
prestó a los 209 suscriptores pero no hubo
piramidación ya que "habríamos tenido que nosotros
desde el Banco Continental darle el dinero al IAMF
para que este le de el dinero a los suscriptores y así
haya una piramidación indirecta, mientras que si el
Banco Continental le habría prestado a los
suscriptores ésta hubiera sido una piramidación
directa".

Pero la misma Ley de Instituciones Financieras
dice qué son entidades del sistema financiero y el
IAMF (una administradora de fondos) en este caso
no es una sociedad financieras, ni ese ecuatoriana
(como señala la ley), explica Leonidas Ortega.
"En consecuencia por esas dos razones no reúne los
requisitos para estar incurso en esta disposición".
Además sostiene que el IAMF en este caso lo que
hace es comprar las acreencias con dineros que no
eran captaciones del Banco sino inversiones.

El ex presidente del Continental afirma también que
en el caso de la supuesta piramidación a través del
Banco de Tungurahua: en primer lugar no forma parte
del mismo Grupo Financiero y en segundo recibió
fondos del estudio Jurídico Ortega Moreira &
Ortega Trujillo que también no forma parte del GFC,
ésta lo único que tiene en común es que son del
mismo dueño.

De igual forma los créditos concedidos a través del
Latinvest y Panamerican Bank de Miami, no son del
grupo GFC y no están radicados en el país. Leonidas
Ortega afirma que la Superintendencia de Bancos
conocía de las operaciones como el caso de Pan
American Bank donde ellos consultaron a las
autoridades y éstas no vieron impedimentos legales
para la prohibición de la misma.

Además sostiene que para que haya delito debe
haber el reconocimiento en la ley de que lo que se
hizo era prohibido y haber una intencionalidad
negativa y no lo hay ni por el aspecto legal ni por
el financiero, ya que la institución se fortaleció y
por eso las autoridades le dieron un crédito que
reconocieron que era valido. "Cuando a mí me
dieron el crédito yo entregué un Banco que valía
900 mil millones de sucres y ahora resulta que
lo que yo entregué y ellos aceptaron dicen que no
se compadece con la realidad jurídica y financiera".
(FUENTE: REVISTA VISTAZO N. 693, PP 85-88)
EXPLORED
en

Otras Noticias del día 12/Julio/1996

Revisar otros años 2014 - 2013 - 2012 - 2011 - 2010 - 2009 - 2008 - 2007 - 2006 - 2005 -2004 - 2003 - 2002 - 2001 - 2000 - 1999 - 1998 - 1997 - 1996 - 1995 - 1994 1993 - 1992 - 1991 - 1990
  Más en el