EL NUEVO BLOQUE COMERCIAL
Quito. 16.08.92. Desde el extremo sur de México hasta los
hielos eternos del Yukón, 363 millones de personas esperan que
el Congreso Norteamericano y las legislaturas nacionales de
Canadá y México aprueben el Tratado de Libre Comercio de
América del Norte.
Las negociaciones para el establecimiento del North American
Free Trade Agreemente (Nafta) concluyeron pasada la medianoche
del 12 de agosto.
En opinión del presidente estadounidense, George Bush, ese día
señala el comienzo de una nueva era en nuestro Continente.
Y efectivamente, puede ser una nueva era si se considera que
con 363 millones de habitantes y un potencial económico de
seis billones de dólares anuales de Nafta supera al mercado de
la Comunidad Europea, que con 12 miembros suma una producción
de cuatro billones.
Además, se espera que con el Nafta se abra el camino para
conformar el mercado común continental en toda América.
El acuerdo afecta de manera especial las relaciones
comerciales entre Estados Unidos y México. Estados Unidos y
Canadá lograron su propio acuerdo de libre comercio en 1988,
al abrir la mayoría de los aranceles durante un período de 10
años.
En México se abrirán inmediatamente a la competencia los
productos y servicios en los que se considera que el país está
preparado para competir; los sectores que son considerados
menos eficientes y en los que se trabaja para mejorar la
calidad tendrán un tiempo de transición de entre cinco y 15
años.
El acuerdo reconoce la diferencia en el grado de desarrollo
entre México y Estados Unidos y Canadá; por eso, según dijo
Carlos Salinas de Gortari, presidente mexicano, el 70 por
ciento de las exportaciones mexicanas quedarán de inmediato
libres para ingresar a Estados Unidos y Canadá, mientras que
México librará solo alrededor del 40 por ciento a los
productos que esos países envían.
El Nafta debe entrar en vigor el 1 de enero de 1994; dentro de
los próximos 15 años eliminará todos los aranceles aduaneros
entre Estados Unidos, México y Canadá.
Las reacciones ante la conclusión de 14 meses de negociaciones
no se hicieron esperar. En México, partidarios y detractores
de Nafta se hacen una misma pregunta: ¿qué repercusión tendrá
este estrechamiento de las relaciones bilaterales con
Washington?
Para los primeros, se trata de un gran desafío que coronará la
llamada revolución neoliberal del presidente Carlos Salinas,
autor del "milagro económico", que, según ellos, colocará a
México en el primer lugar del mundo.
Los partidarios del Nafta alegan que las dificultades serán
recompensadas por los beneficios. De acuerdo con los cálculos,
la creación del mayor mercado del mundo, impulsará el
crecimiento económico de México -actualmente entre 3 ó 4 por
ciento- al doble de un año.
Los opositores consideran que el tratado es el punto
culminante del proyecto contemplado en 1988, cuando Salinas
asumió el poder y se deshizo del nacionalismo que su Partido
Revolucionario Institucional (PRI) enarboló durante los años
que lleva en el poder.
Jorge Castañeda, columnista y profesor de Ciencias Políticas
de la Universidad Autónoma de México, consideró que el acuerdo
estaba demasiado orientado hacia el mercado y enfatizó que
cuestiones de tipo laboral y otras relaciones con el medio
ambiente quedaban en poder de las fuerzas del mercado.
En Estados Unidos también diferentes grupos laborales y
ambientalistas se oponen al acuerdo. El líder de la mayoría en
la Cámara de Representantes, Dick Gepahardt, emitió una
declaración en la que dijo que el acuerdo era deficiente en
cuestiones de protección ambiental, adiestramiento de
trabajadores, derechos laborales y humanos; sin embargo, dijo
que tenía algunos buenos aspectos.
Guillermo Suárez, asesor de compañías norteamericanas y
canadienses, vaticinó que la estructura de bajos salarios en
México podría elevarse; muchos obreros de fábrica ganan el
equivalente a cinco dólares al día.
En Otawa, el primer ministro canadiense Brian Mulroney dijo
que el acuerdo es un paso importante hacia la zona
norteamericana de libre comercio.
El ministro de comercio canadiense, Michael Wilson, señaló a
la cadena de televisión CTV, desde Washington, "creo que los
resultados van a ser mejore empleos y más prosperidad para los
canadienses. En términos generales se trata de un acuerdo
excelente".
El ensayista mexicano Jorge Castañeda, refiriéndose a la
privatización de la banca, la apertura de las fronteras
comerciales y la venta de la mayoría de las empresa estatales,
entre otras medidas adoptadas por el presidente, dijo que con
el Nafta se pretende que los cambios económicos en México sean
irreversibles.
Según reportes de agencias internacionales, la polémica entre
quienes están a favor y quienes están en contra del acuerdo
hizo correr ríos de tinta en los periódicos, desde que se
iniciaron las negociaciones, hace 14 meses.
Mientras tanto, el mexicano medio ha manifestado un
contundente sí en las decenas de encuestas sobre el tratado.
Expertos predicen que el pacto de libre comercio daría
estabilidad general a largo plazo a México, pero inicialmente
al precio de algunos empleos mexicanos.
José Romero, economista del Colegio de México, sostuvo que es
probable que su país sufra a corto plazo por el acuerdo con
Estados Unidos y Canadá, "pero a largo plazo tendrá un mercado
estable para sus exportaciones, independientemente de los
cambios políticos que haya en los tres países".
Pero es indiscutible que el temor existe, Pablo Cuellar, de la
Cámara de Comercio de Monterrey, afirmó que el 90 por ciento
de las industrias de México son pequeñas y muchas no están en
condiciones de hacer frente a una fuerte competencia del norte
de la frontera.
En opinión de Cuellar, el gobierno mexicano debe proporcionar
a los comercios pequeños créditos en condiciones favorables
para darles la oportunidad de sobrevivir.
El presidente de México, Carlos Salinas de Gortari, dijo que
el Nafta debe obligar a la industria mexicana a modernizarse y
a competir en términos de igualdad con los países
desarrollados.
INDICADORES ECONOMICOS DEL TRATADO DE LIBRE COMERCIO
CONSUMIDORES POTENCIALES
E.E.U.U. : 253 Millones de habitantes
México : 83 Millones
Canadá : 27 Millones
TOTAL : 363 Millones
VALOR DEL PRODUCTO INTERNO BRUTO
E.E.U.U. : 5.67 Billones de dólares
México : 0.28 Billones
Canadá : 0.50 Billones
TOTAL : 6.45 Billones
DIFERENCIA EN EL INGRESO PER CAPITA ANUAL
E.E.U.U. : 22.400 Dólares
México : 3.400 Dólares
Canadá : 21.980 Dólares
TOTAL : 47.780 Dólares
(Tomado de EL COMERCIO. 16.08.92.)
Quito. 16.08.92. Desde el extremo sur de México hasta los
hielos eternos del Yukón, 363 millones de personas esperan que
el Congreso Norteamericano y las legislaturas nacionales de
Canadá y México aprueben el Tratado de Libre Comercio de
América del Norte.
Las negociaciones para el establecimiento del North American
Free Trade Agreemente (Nafta) concluyeron pasada la medianoche
del 12 de agosto.
En opinión del presidente estadounidense, George Bush, ese día
señala el comienzo de una nueva era en nuestro Continente.
Y efectivamente, puede ser una nueva era si se considera que
con 363 millones de habitantes y un potencial económico de
seis billones de dólares anuales de Nafta supera al mercado de
la Comunidad Europea, que con 12 miembros suma una producción
de cuatro billones.
Además, se espera que con el Nafta se abra el camino para
conformar el mercado común continental en toda América.
El acuerdo afecta de manera especial las relaciones
comerciales entre Estados Unidos y México. Estados Unidos y
Canadá lograron su propio acuerdo de libre comercio en 1988,
al abrir la mayoría de los aranceles durante un período de 10
años.
En México se abrirán inmediatamente a la competencia los
productos y servicios en los que se considera que el país está
preparado para competir; los sectores que son considerados
menos eficientes y en los que se trabaja para mejorar la
calidad tendrán un tiempo de transición de entre cinco y 15
años.
El acuerdo reconoce la diferencia en el grado de desarrollo
entre México y Estados Unidos y Canadá; por eso, según dijo
Carlos Salinas de Gortari, presidente mexicano, el 70 por
ciento de las exportaciones mexicanas quedarán de inmediato
libres para ingresar a Estados Unidos y Canadá, mientras que
México librará solo alrededor del 40 por ciento a los
productos que esos países envían.
El Nafta debe entrar en vigor el 1 de enero de 1994; dentro de
los próximos 15 años eliminará todos los aranceles aduaneros
entre Estados Unidos, México y Canadá.
Las reacciones ante la conclusión de 14 meses de negociaciones
no se hicieron esperar. En México, partidarios y detractores
de Nafta se hacen una misma pregunta: ¿qué repercusión tendrá
este estrechamiento de las relaciones bilaterales con
Washington?
Para los primeros, se trata de un gran desafío que coronará la
llamada revolución neoliberal del presidente Carlos Salinas,
autor del "milagro económico", que, según ellos, colocará a
México en el primer lugar del mundo.
Los partidarios del Nafta alegan que las dificultades serán
recompensadas por los beneficios. De acuerdo con los cálculos,
la creación del mayor mercado del mundo, impulsará el
crecimiento económico de México -actualmente entre 3 ó 4 por
ciento- al doble de un año.
Los opositores consideran que el tratado es el punto
culminante del proyecto contemplado en 1988, cuando Salinas
asumió el poder y se deshizo del nacionalismo que su Partido
Revolucionario Institucional (PRI) enarboló durante los años
que lleva en el poder.
Jorge Castañeda, columnista y profesor de Ciencias Políticas
de la Universidad Autónoma de México, consideró que el acuerdo
estaba demasiado orientado hacia el mercado y enfatizó que
cuestiones de tipo laboral y otras relaciones con el medio
ambiente quedaban en poder de las fuerzas del mercado.
En Estados Unidos también diferentes grupos laborales y
ambientalistas se oponen al acuerdo. El líder de la mayoría en
la Cámara de Representantes, Dick Gepahardt, emitió una
declaración en la que dijo que el acuerdo era deficiente en
cuestiones de protección ambiental, adiestramiento de
trabajadores, derechos laborales y humanos; sin embargo, dijo
que tenía algunos buenos aspectos.
Guillermo Suárez, asesor de compañías norteamericanas y
canadienses, vaticinó que la estructura de bajos salarios en
México podría elevarse; muchos obreros de fábrica ganan el
equivalente a cinco dólares al día.
En Otawa, el primer ministro canadiense Brian Mulroney dijo
que el acuerdo es un paso importante hacia la zona
norteamericana de libre comercio.
El ministro de comercio canadiense, Michael Wilson, señaló a
la cadena de televisión CTV, desde Washington, "creo que los
resultados van a ser mejore empleos y más prosperidad para los
canadienses. En términos generales se trata de un acuerdo
excelente".
El ensayista mexicano Jorge Castañeda, refiriéndose a la
privatización de la banca, la apertura de las fronteras
comerciales y la venta de la mayoría de las empresa estatales,
entre otras medidas adoptadas por el presidente, dijo que con
el Nafta se pretende que los cambios económicos en México sean
irreversibles.
Según reportes de agencias internacionales, la polémica entre
quienes están a favor y quienes están en contra del acuerdo
hizo correr ríos de tinta en los periódicos, desde que se
iniciaron las negociaciones, hace 14 meses.
Mientras tanto, el mexicano medio ha manifestado un
contundente sí en las decenas de encuestas sobre el tratado.
Expertos predicen que el pacto de libre comercio daría
estabilidad general a largo plazo a México, pero inicialmente
al precio de algunos empleos mexicanos.
José Romero, economista del Colegio de México, sostuvo que es
probable que su país sufra a corto plazo por el acuerdo con
Estados Unidos y Canadá, "pero a largo plazo tendrá un mercado
estable para sus exportaciones, independientemente de los
cambios políticos que haya en los tres países".
Pero es indiscutible que el temor existe, Pablo Cuellar, de la
Cámara de Comercio de Monterrey, afirmó que el 90 por ciento
de las industrias de México son pequeñas y muchas no están en
condiciones de hacer frente a una fuerte competencia del norte
de la frontera.
En opinión de Cuellar, el gobierno mexicano debe proporcionar
a los comercios pequeños créditos en condiciones favorables
para darles la oportunidad de sobrevivir.
El presidente de México, Carlos Salinas de Gortari, dijo que
el Nafta debe obligar a la industria mexicana a modernizarse y
a competir en términos de igualdad con los países
desarrollados.
INDICADORES ECONOMICOS DEL TRATADO DE LIBRE COMERCIO
CONSUMIDORES POTENCIALES
E.E.U.U. : 253 Millones de habitantes
México : 83 Millones
Canadá : 27 Millones
TOTAL : 363 Millones
VALOR DEL PRODUCTO INTERNO BRUTO
E.E.U.U. : 5.67 Billones de dólares
México : 0.28 Billones
Canadá : 0.50 Billones
TOTAL : 6.45 Billones
DIFERENCIA EN EL INGRESO PER CAPITA ANUAL
E.E.U.U. : 22.400 Dólares
México : 3.400 Dólares
Canadá : 21.980 Dólares
TOTAL : 47.780 Dólares
(Tomado de EL COMERCIO. 16.08.92.)
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