Para la población, los mayores problemas del país tienen que ver con lo económico. ¿Cómo piensan crear y distribuir riqueza los principales candidatos presidenciales?

Los principales retos que hoy debe enfrentar el país tienen que ver con su economía, y así lo entienden los ecuatorianos.

Una encuesta de Market realizada a mediados de agosto reveló que más de la mitad de los compatriotas creen que el peor problema que atraviesa Ecuador en este momento tiene que ver con la falta de generación de riqueza, referida a la mala situación general, el desempleo y el alto costo de la vida.

Y eso sin contar que muchos de los otros problemas que la gente identifica como los más graves son consecuencia de la mala situación de la economía, como la migración y la delincuencia.

Estos temas que causan gran preocupación en los ciudadanos son abordados en los diferentes planes de gobierno de los candidatos.

Además se trata otros asuntos económicos de trascendencia para el país, como inversión hidrocarburífera, políticas comerciales, deuda externa, entre otros.

Cada aspirante presenta el plan a su manera. Si se quiere caracterizar cada una de las propuestas económicas, puede decirse que las de León Roldós son escuetas; las de Cynthia Viteri están escritas en un lenguaje muy técnico, aparentemente preparado por experto; Rafael Correa combina ideas ambiciosas y constantes ataques a diversos actores políticos y económicos; y Álvaro Noboa profundiza desestructuradamente en la presentación de información sobre diferentes realidades, para después presentar breves ideas.

Entre los diferentes planes de gobierno, pueden encontrarse objetivos en común, pero el diablo está en los cómo.

Todos buscan reactivación económica y empleo, por ejemplo, pero cada uno con su fórmula propia, que tiene factibilidad e implicaciones propias.

Álvaro Noboa cree que el crecimiento de la economía puede lograrse a través de la eliminación del impuesto a la renta de las empresas, pero no especifica cómo suplantará los ingresos que ese tributo aporta al Estado, que el año pasado fueron de cerca de 970 millones de dólares.

Hay que tomar en cuenta que el impuesto a la renta tiene un carácter redistributivo, pues exige que paguen más los que ganan más.

En el plan de gobierno de León Roldós se destaca su promesa de hacer crecer la economía al seis por ciento anual.

Para lograrlo, plantea impulsar la agricultura e industria (con énfasis en pequeños y medianos productores), la actividad turística (con exenciones tributarias), y la inversión en los servicios básicos.

Los mecanismos no siempre están claros, aunque los objetivos y los principios sí. Cynthia Viteri en su plan de gobierno apunta a la educación y la salud como factores del desarrollo económico, con una perspectiva economicista.

Por la mala salud de la población, “El país pierde anualmente millones de horas/persona de trabajo y en consecuencia de producción”, plantea.

Luego, el plan expresa la urgencia de desarrollar la infraestructura del país, mejorar las condiciones del crédito, impulsar la flexibilización laboral y permitir la inversión de los fondos de pensiones en actividades como la construcción de vivienda.

Rafael Correa plantea impulsar pequeñas y medianas empresas, el sistema de microfinanzas y el turismo alternativo.

Dice que además quiere mejorar el acceso al crédito, ampliar el mercado interno, promover el empleo a través de un plan de vivienda, redistribuir las tierras agrícolas, y hacer una reingeniería de las empresas estatales.

Utiliza retórica de lucha frontal contra el poder establecido, pero de llegar a la presidencia su falta de base política lo colocaría en una posición vulnerable.

Consensos y disensos

Hay temas en los que al parecer hay amplio consenso, como la focalización del subsidio al gas, propuesta por Roldós, Viteri y Correa; solo Noboa no se ha pronunciado al respecto.

Hasta hace pocos años, hablar de focalizar el subsidio del gas significaba despertar antipatías y grandes protestas, pero hoy al parecer hay aceptación en amplios sectores.

En cambio, otros términos sí han quedado para el olvido, como “privatización”, que ha sido reemplazado por “concesión”, tratando de marcar distancia entre dos esquemas aunque a fin de cuentas éstos puedan llegar a tener más similitudes que diferencias.

Viteri y Noboa plantean la concesión de proyectos y servicios públicos, o la contratación de administraciones privadas, mientras que Roldós acepta concesionar proyectos de riesgo y Correa quiere priorizar la inversión estatal en diferentes sectores.

El tema de la inversión privada o pública es muy importante si se toma en cuenta que el país tiene pendientes de realizar un conjunto de obras estratégicas urgentes.

Solo en refinación de petróleo se debe gastar unos 2.800 millones (en una nueva refinería y el mejoramiento de otras dos) para evitar importaciones de combustibles que este año llegarán a 2.100 millones de dólares.

Además hay que gastar 600 millones para mejorar la producción de los campos de Petroecuador y 50 millones para dejar de pagar el costoso almacenaje de gas en buque, que significa un gasto de 25 millones anuales para el Estado.

En generación hidroeléctrica, hay que invertir más de 2.000 millones de dólares para asegurar el abastecimiento para los próximos años.

El actual gobierno ha planteado un esquema de inversión directa del Estado, a través de un fondo petrolero el Feiseh; al siguiente mandatario le tocará continuar con la fórmula o cambiarla.

Varios candidatos han coincidido en señalar que las mafias políticas son las que se benefician de la falta de inversión en estos proyectos, manteniendo negocios de importaciones de derivados de petróleo o de generación termoeléctrica que son altamente rentables para sus propietarios pero para el país significan derroche.

Otro tema en el que parecen haber similitudes entre la propuesta de algunos candidatos es el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos.

A excepción de Correa, que habla de echar el TLC al “tacho de basura de la historia”, los demás candidatos creen que hay que plantear una mejor negociación y firmar el acuerdo tras mejorarlo, en el caso de Roldós con una consulta popular de por medio y con mayores objeciones.

Pero la realidad es que lo que queda por negociar es poco, y no hay perspectivas de mejorar considerablemente la posición de Ecuador frente al TLC.

A lo largo de toda la negociación, Estados Unidos mostró poca flexibilidad respecto a la agricultura, el atún y la propiedad intelectual, y seguirá en esa postura porque tiene presiones internas que lo empujan y porque para los estadounidenses dar el brazo a torcer significaría establecer un nuevo piso para las siguientes negociaciones
de tratados comerciales con otros países.

¿Izquierda o derecha?

La postura de cada candidato sobre temas como la inversión privada y el TLC da pautas sobre su ubicación en el espectro político.

¿Cuál es la preferencia del electorado ecuatoriano: izquierda o derecha?

La respuesta a esa pregunta tiene algunos matices. Una encuesta de Market de finales de agosto da cuenta de que la mayoría de los ecuatorianos se consideran de centro –43,1 por ciento y que otro buen grupo considera que no tiene ninguna ideología 27,4 por
ciento.

Mientras tanto, los que se consideran de izquierda y de centroizquierda suman 14,4 por ciento y los de centroderecha y derecha suman 15 por ciento.

Claro que aquí vale una aclaración, realizada por José Eljuri, director de la encuestadora: “Esto es lo que se confiesa la gente, porque no se puede juzgar cuál es la tendencia de una persona.

Alguien puede decir que es de centro y votar en la práctica por la centroizquierda”, o viceversa.

Para Eljuri, si se revisa el periodo democrático se puede encontrar que han llegado al poder presidentes de diversas vertientes e ideologías “Pero no ha habido continuidad; hemos cambiado mucho, y eso quiere decir que aquí hay más tendencia a seguir a las personas que a los partidos o movimientos”.

Es así que cuando el líder de una agrupación tradicionalmente muy votada no encabeza una lista, la intención de voto y la popularidad de ese grupo cae, explica Eljuri. Añade que esto se da incluso en los partidos más fuertes, muy dependientes de sus líderes.

CREDITO

Las tasas de interés de los créditos siguen siendo altas la tasa nominal es 9,5 por ciento, más de tres veces la inflación, y buena parte de los préstamos sirven para consumo y no para inversión, lo que impide el crecimiento del sector productivo.

Los mecanismos de mercado no han logrado reducir las tasas y un intento de establecer controles legales naufragó en el Congreso.

Roldós

Promete sanear y reestructurar la banca estatal, así como crear redes de microfinanciamiento para la micro y pequeña empresa.

Viteri

Plantea la sectorización de las tasa de interés y discutir otros puntos de la Ley Febres-Cordero, así como inyectar recursos de los fondos previsionales.

Correa

Buscará reformas a la regulación financiera para democratizar acceso. Impulsará a las microfinanzas y a las bolsas de valores.

Noboa

Créditos baratos para agriultores a través del Banco Nacional de Fomento. Cédulas hipotecarias para financiar viviendas populares.

PETROLEO

Si no se realizan las inversiones necesarias en la industria de hidrocarburos, las pérdidas seguirán incrementándose para el Estado, por importación de derivados y baja de productividad.

Se ha calculado que se necesitan más de 3.400 millones de dólares para varias obras. El Estado podría realizar gran parte de esas inversiones si canalizara correctamente los ingresos petroleros extraordinarios.

Roldós

Convertir a Petroecuador en una empresa eficiente. Abrir el negocio a la inversión privada cuando haya riesgo y necesidad de una gran inversión.

Viteri

Reingeniería total de Petroecuador. Invertir en las refinerías existentes y atraer la inversión privada para crear una nueva refinería para crudo pesado.

Correa

Exploración de riesgo en manos privadas renegociando contratos, y extracción, transporte y refinación estatales. Reingeniería de Petroecuador.

Noboa

Abrir a las empresas privadas nacionales y extranjeras la exploración, explotación y comercialización del petróleo. Inyectar recursos a Petroecuador.

TLC

El país muy probablemente comenzará el año 2007 sin preferencias arancelarias andinas.

El TLC iba a reemplazar esas preferencias, pero Estados Unidos se levantó de la mesa de negociaciones por el caso Oxy.

Hay posibilidades de volver a la negociación, para pulir los últimos detalles, pero dependerá del próximo gobernante. Con empresarios por un lado y grupos sociales por otro, la presión sobre el tema puede llegar a ser enorme.

Roldós

Habla de renegociar el TLC con Estados Unidos sin chantajes y en condiciones favorables, y luego someter la aprobación del acuerdo a consulta popular.

Viteri

Dice que firmará el TLC siempre que se proteja a la agricultura nacional. Agrega que el país debe sentarse a negociar tratados de libre comercio también con otros países.

Correa

Quiere “botar el TLC al tacho de la basura de la historia”. El costo por perder las preferencias arancelarias 30 millones de dólares– sería compensado con ayudas.

Noboa

Se muestra a favor del TLC con Estados Unidos luego de una renegociación en el cual se logren ciertas mejoras en la protección del sector agrícola.

Por Carlos Xavier Gutiérrez
EXPLORED
en Ciudad Quito

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