Guayaquil. 6 nov 2000. Muchos de estos gérmenes ingresan por la boca,
porque suelen estar en los alimentos. La pobreza es la aliada de los
microbios y la enfermedad.

Si las condiciones sanitarias y de hacinamiento en la Penitenciaría
fueran una bomba, la mecha de la bacteria del meningococo, ya se encendió
y amenaza con el estallido de otras enfermedades como tifoidea,
tuberculosis y hepatitis A...

La meningitis aguda o meningocócica, que en los últimos 15 días causó la
muerte de tres detenidos y obligó a hospitalizar de urgencia a otros
siete, afecta del cinco al diez por ciento de la población ecuatoriana.

Estas bacterias suelen permanecer en la nariz y la garganta, pero se
vuelven agresivas y aparece la sintomatología cuando hay una baja
inmunidad del organismo y cuando las personas habitan en insoportables
condiciones de insalubridad.

En el país no han existido epidemias a causa de estas bacterias, solo
casos aislados. Pero, según la infectóloga Greta Miño, los lugares
cerrados, superpoblados y sin mayor ventilación, son los escenarios
ideales para la proliferación de bacterias, virus y hongos. La
penitenciaría del litoral reúne todas estas condiciones: tiene una
infraestructura para 1 290 personas pero alberga a 2 784. Según datos de
1996 del Programa Sistema Penal y Derechos Humanos Ilanud-Unión Europea,
en América Latina, Honduras tiene el mayor hacinamiento con 147 por
ciento, seguido de El Salvador con 104 por ciento.

La bacteria meningococo, un diplococo gram negativo (tiene 13 serotipos),
es la causante de la urgencia sanitaria en la Penitenciaría. Se trasmite
a través de los suministros de agua y están en la saliva en la
secreciones de la nariz. Los besos o el hecho de compartir un cigarrillo
son mecanismos comunes de contagio. Los síntomas pueden ser confundidos
con una gripe, pues se presenta con dolores de cabeza y fiebre. Solo en
los casos graves salen manchas en la piel, inclusive se presentan daños
múltiples en el organismo y, si no son tratados a tiempo, viene la
muerte. Si una persona se contagia y no es atendida puede morir en 24
horas.

Washington Alemán, infectólogo, explica que las infecciones por
microorganismos atacan por tres vías: digestivas, aéreas y cutáneas, y en
condiciones de hacinamiento los contagios son más comunes. Por vía
digestiva se dan por la ingesta de alimentos y agua contaminada. "En este
grupo tenemos tifoidea, parasitosis y hepatitis A", dice.

La tifoidea, por ejemplo, es provocada por la bacteria llamada salmonela,
de la cual existen cerca de 2 200 serotipos. La mayoría de estas cepas
solo produce gastroenteritis pero en su estado más grave, provocada por
el serotipo salmonela thypi o tifus, se manifiesta con fiebre y dolores
abdominales muy fuertes.

La vía de transmisión es a través de los alimentos contaminados, que no
fueron bien lavados o muy bien cocidos. Las moscas también propagan la
bacteria desde las heces hasta los alimentos.

La hepatitis o inflamación al hígado, otra de las graves enfermedades, es
provocada por cinco clases de virus: A, B, C, D y E. El virus de la
hepatitis A se contagia por contacto con la sangre, materia fecal o a
través de comidas manipuladas por manos contaminadas.

Por vía aérea o respiratoria las personas se contagian de virus como la
gripe o bacterias que provocan la neumonía, meningococo o tuberculosis.

El neumólogo Evelio Arteaga explica que la gripe es provocada por un
virus que se propaga por las gotas nasales diseminadas durante el
estornudo o la tos.

Las infecciones bacterianas las provocan los estreptococos y neumococos
(estas son las principales, existen más de 20 clases). Estas suelen
instalarse en la mucosa de la faringe. Un problema es la neumonía, que se
caracteriza por fiebre alta, expectoración de color verde, punzadas y
malestar general.

Enfermedades como la tuberculosis, provocada por el bacilo de Koch, se
contagian con más frecuencia en espacios reducidos a través de la tos,
estornudos o al hablar con un infectado.

Una evaluación sanitaria, realizada en 1998, estableció que en el recinto
penitenciario las enfermedades más frecuentes son la micosis (infección
en la piel por hongos), seguida de las infecciones en las vías urinarias,
las gastritis, tuberculosis y por último el asma.

Los especialistas coinciden en que si bien el calor y la humedad
contribuyen a agravar estas infecciones, en la Sierra con climas fríos
también se reproducen en condiciones de hacinamiento.

Otras amenazas ocultas para la población

La leptospirosis * Dentro del cuadro de enfermedades más frecuentes en
condiciones de hacinamiento, una que se considera secundaria, pero no
menos importante, es la leptospirosis cuyo contagio se da por una
bacteria que se reproduce en la tierra húmeda o contaminada por orina de
las ratas o gatos.

Los piojos * A nivel cutáneo el piojo es muy frecuente (pediculosis
cápitis). Es un parásito adulto que habita en el cuero cabelludo y se
alimenta directamente de la piel a través de la picadura.

La sarna * También la acariasis o sarna, causada por un piojo pequeño que
provoca lesiones cutáneas en codos, axilas, ombligo y glúteos y las
producidas por hongos, como las infecciones por dermatofitos o dermatosis
(tiña).

Los forúnculos * Otras afecciones cutáneas son las provocadas por los
estafilocos dorados y estreptococos beta hemolítico que causan los
forúnculos o "nacidos". Cuando las defensas del organismo están bajas es
más frecuente.

La hepatitis A* Los alimentos manipulados y guardados en pésimas
condiciones son los agentes trasmisores.

La tuberculosis * Las neumonías y tuberculosis son más complejas y
requieren de tratamiento riguroso. (Texto tomado de El Comercio)
EXPLORED
en Ciudad Guayaquil

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