Madrid. 02.05.90. (Opinión). "El futuro del socialismo es
dejar de ser".
El socialismo llamado democrático nace por diferenciación con la
teoría y la táctica leninistas. El libro de Lenin titulado "La
revolución proletaria y el renegado Kautsky",levanta acta de la
diferencia esencial entre socialistas y comunistas: unos quieren
acabar por la fuerza con el capitalismo; los otros -Kautsky,
Bauer y demás-, prefieren acabar con él poco a poco, apropiándose
de las instituciones eficaces -las libertades, la iniciativa
empresarial-.
Sobre Trotsky y Rosa Luxemburgo todavía se discuten si eran
leninistas o "revisionistas". Gramsci, en cambio, logró una
síntesis casi perfecta de socialismo y comunismo; ve que la
vitalidad del capitalismo no reside en el Estado, sino en la
sociedad civil.
La socialdemocracia se fue acomodando a una corrupción de los
dogmas marxistas, empezando por la dictadura del proletariado y
acabando por la propiedad privada. Se pasó a un tipo de
corrupción gramsciana: los socialistas a través de los sindicatos
y los partidos, se fueron instalando en la sociedad capitalista,
ocupando parcelas de influencia y propugnando en beneficio propio
una dirección política de toda actividad económica -que no otra
cosa es el intervencionismo-.
LLegaron otro tipo de corrupciones, las que convirtieron a ls
Internacional Socialista en una especie de mafia de guante
blanco, con los Pérez, Craxi, Mitterrand ... Flick y Flock.
El futuro inmediato del socialismo es, por lo tanto, la
convulsión laboral de tantísimos profesionales de la publicidad
política que descubren que la mercancía se ha agusanado. (A4)