La Secretaría Nacional de Deportes inaugura, proyecta y planifica más de 100 obras en todo el país. Su titular, el coronel Luis Tapia, defiende la gestión y desconoce que algunos de los recursos son trasladados de planes para el desarrollo infantil. Las federaciones deportivas provinciales se quejan de un trato discriminatorio porque existen preferencias para otorgar los recursos

Más canchas donde ya existen

La Secretaría Nacional de Deportes (Senader) tiene proyectadas varias obras deportivas en algunos cantones de Manabí y de otras provincias. La carencia de otros servicios básicos ponen en duda este tipo de inversión económica

En el colegio nocturno Magali Masson, en Chone, ubicado dos horas (en bus) al norte de la ciudad de Portoviejo, la Secretaría Nacional del Deporte (Senader) proyecta la construcción de una cancha de fútbol, el cerramiento, el sistema de riego, la tribuna y el graderío por un monto de $192 020.
En este centro educativo existen cuatro espacios pequeños de cemento para canchas de basquet y de volei. Además, tiene una cancha de fútbol con césped de mala calidad y con áreas de tierra vista, por el constante uso de los estudiantes para jugar, en donde la Senader proyecta realizar una nueva infraestructura deportiva. Ese espacio sirve hoy, también, como patio para los recreos y los actos cívicos. Alrededor de este hay 15 aulas (con una capacidad para 30 estudiantes) y unos pocos árboles. Todas estas instalaciones ocupan los alumnos del colegio nocturno fiscal Magali Masson y del colegio particular Aristos, durante el día.
A pocas cuadras de ese centro educativo, en la avenida Eloy Alfaro, se encuentra el complejo Homero Andrade. En este recinto deportivo existe un pequeño coliseo cubierto (que más parece un galpón), en donde la familia del cuidador ocupa una área para vivienda. Allí mismo, la Liga Deportiva Cantonal organiza campeonatos de tenis de mesa, en los cinco tablones empolvados, pero en buen estado y también se guarda el abono para el césped de las canchas.
Junto a esta edificación, Senader planificó la construcción de una cancha de fútbol, el cerramiento y el sistema de riego por un monto total de $157 971. Hasta ahora, el lugar de su construcción permanece abierto, desocupado, lleno de malezas y sin indicios de la intervención de maquinaria alguna. La explicación de las autoridades de la Senader es que todavía no se han ejecutado las transferencias desde el Ministerio de Economía para la ejecución de las obras.
En el estadio del cantón Paján, a dos horas al sur de Portoviejo, donde ya existe cerramiento, la Senader proyecta hacer otro por $150 mil. El graderío tiene capacidad para 250 espectadores. No hay camerinos para los deportistas y el césped se mantiene con un sistema de riego controlado por dos empleados, quienes reciben $4 diarios como sueldo.
En esta instlación deportiva, cada semana, juegan 11 equipos afiliados a la Liga Cantonal de Paján y, a veces, también acuden conjuntos de fuera si es que hay algún campeonato regional. Durante la semana, se entrenan las divisiones inferiores, como preparación para participar en los Juegos de la Confraternidad.
Las obras del nuevo estadio tampoco han empezado porque, según Senader, los recursos del Ministerio de Economía, no se entregan todavía.
Entre tanto, el estadio municipal del cantón Pichincha, en el límite provincial entre Manabí y Los Ríos, solo existe el nombre, un terreno por nivelarse y la asignación de la Senader por $220 mil, para la instalación del césped, la construcción de la cancha, el cerramiento, la tribuna, los graderíos, los camerinos, la cisterna y el tanque séptico.
Las obras programadas empezarán cuando se efectúen los pagos, dicen las autoridades deportivas y municipales del cantón. Mientras tanto, la Liga Deportiva Cantonal mantiene, en estos días, operando una pala mecánica que realiza los trabajos de nivelación del terreno para la cancha prevista.
Como en este caso, las obras programadas corresponden exclusivamente a la construcción de estadios de fútbol en poblaciones que ya cuentan con uno y están en buen estado.
Por ejemplo, en el cantón Pichincha, provincia de Manabí, el estadio Santiago Bucaram se habilita cada dos fines de semana para el encuentro de dos o tres partidos que, amistosamente, los equipos locales disputan ante la falta de un campeonato regular. El césped de esta cancha no tiene baches y los arcos siempre cuentan con redes. Según el trabajador Simón García, "cada 15 días, vienen a lo mucho, unas 50 personas". La capacidad máxima es para albergar a 800 aficionados en sus graderíos.
Aun así, a menos de un kilómetro de distancia, a la altura del cementerio de la población, una pala mecánica remueve la tierra y nivela el terreno que corresponde a lo que será el estadio municipal de Pichincha, obra que financia la Senader, por $220 mil.
A diferencia del estadio de Pichincha, en "Los Chonanes", de la ciudad de Chone, juegan ocho equipos afiliados a la Liga Cantonal que disputan el título cantonal y el honor de escribir el nombre del club en la lista de ganadores ubicada en la pared principal de los graderíos con capacidad para aproximadamente 900 personas. La cancha de césped tiene un sistema de riego que el Municipio ayudó a implementar.
El presidente de la Liga Deportiva, Colón Alcívar, resalta la labor de la Senader, pero cree que no se entregará el dinero asignado porque "ya se armó el escándalo de que las obras solo van a Manabí". Pero Alcívar dijo desconocer el origen de los fondos que se "desviaron" del programa del Fondo de Desarrollo Infantil (Fodi) del Ministerio de Bienestar Social para satisfacer la necesidad de los estadios que consideró la Senader.
En el caso de Paján, el estadio tiene una cancha con un césped que recibe permanente mantenimiento, alambrado metálico y un graderío con capacidad para 450 personas. La Senader tiene prevista solo la construcción de un cerramiento externo del estadio, pero en la Liga Deportiva, el plan también incluye camerinos y la ampliación del graderío.
Aunque el secretario de la Senader, el coronel Luis Tapia, pondera su inversión como un incentivo para la práctica deportiva y la recreación de los pobladores, en los cantones beneficiados hay dudas por el gasto, pues, en muchos casos, hay servicios básicos que están inconclusos, de mala calidad o simplemente son inexistentes.
Así, Juliana Macías, choneña de 36 años, dedicada a tiempo completo a su hija de 5 meses, está preocupada por los estragos que el Fenómeno de El Niño provocará. "Cada año, en las inundaciones, el agua llega a la cintura. Si construyen más estadios, las autoridades primero deberían hacer un buen sistema de alcantarillado para garantizar que las aguas se puedan canalizar bien".
En 2003, no hubo muchas lluvias, pero con El Niño, el agua pueden llegar hasta un metro o más. "Cuando ocurre esto es una pesadilla, porque los muebles se pudren y los electrodomésticos hacen cortocircuito y se dañan. Las pérdidas son enormes", se queja la mujer.
A Juliana le gusta el fútbol, pero no va al estadio desde que se embarazó: "Es solo un pasatiempo de un momento, con un estadio es suficiente".
"A la gente que se enferma por la mala calidad del agua que llega por la tubería le toca viajar con diarrea hasta Quevedo en busca de asistencia médica porque aquí no hay ni un centro de salud", cuenta Héctor Delgado, chofer de una camioneta fletera del cantón Pichincha.
Además de la calidad del agua, en los poblados alejados de la cabecera cantonal, el servicio solo abastece el fluido durante la noche. Héctor Delgado cuenta que no va a los partidos que hacen en el estadio Santiago Bucaram porque "no hay un campeonato decente". "Va a ser lo mismo cuando construyan el otro estadio". (OP/SC)

Senader llena de estadios el país

Recursos del Ministerio de Bienestar Social se destinaron para infraestructura deportiva; $720 mil fueron para obras en Manabí. Otras provincias reclaman a la Senader un trato equitativos

El Ministerio de Bienestar Social autorizó, vía resolución, aprobada por la Cartera de Economía, rebajar el presupuesto del Fondo de Desarrollo Infantil y del proyecto Esperanza II por $1 millón para que fuera trasladado a la Corporación Regional de Desarrollo de El Oro y la Secretaría Nacional del Deporte .
Así lo publicó BLANCO Y NEGRO el 28 de agosto último. Frente a esa denuncia no hubo respuesta del ministro Antonio Vargas Guatatuca.
La modificación autorizada, que consta en un documento del Ministerio de Economía, firmada por Vicen Páez, subsecretario general de Coordinación, asciende a $720 mil: "Servirá para que la Senader transfiera los recursos a los proyectos: construcción de la cancha de fútbol, cerramiento y sistema de riego en el complejo deportivo Homero Andrade-Liga Cantonal de Chone ($157 971); construcción de la cancha de fútbol, cerramiento, sistema de riego, tribuna y graderío en el club Magaly Masson-Cantón Chone ($192 020); construcción de cancha de césped, cerramiento, tribuna, graderíos, camerinos, cisterna y tanque séptico en el estadio municipal del cantón Pichincha, Manabí ($220 mil); y construcción de cerramiento en el estadio de fútbol de la Liga Deportiva Cantonal de Paján ($150 mil)".
En otras provincias, las federaciones provinciales reclaman por un descuido de la Senader. Así, en Napo, Iván Sanmiguel, presidente de la Federación Deportiva, señala que a pesar de que son la sede de los próximos juegos amazónicos, no cuentan con los escenarios para el evento. "Solo existe el ofrecimiento de esperar después de las elecciones para empezar a construir", comenta.
En provincias como Carchi, Cotopaxi, Zamora, Sucumbíos, la Senader gestiona las obras directamente con las instituciones que lo requieran, por eso, las federaciones desconocen la labor de la Secretaría.
En el Carchi, proyectos como la readecuación del velódromo, "no se efectivizan a pesar de las ofertas", asegura Carlos Mejía, presidente de la federación. La última obra fue una pista atlética hace cuatro años (OP/SC)

"Soy un revolucionario en el campo deportivo nacional"

Senader aprueba los proyectos que presentan las entidades y federaciones, pero la firma de convenios y la inauguración de obras son actos del presente Gobierno

En el edificio donde funcionaba Filancard, en la avenida de Los Shyris, en Quito, está ahora la Secretaría Nacional del Deporte (Senader). En la puerta de ingreso a una se lee: "Despacho del señor ministro". Cuando su secretaria, Anita, contesta las llamadas dice: "Despacho del señor ministro".
Pero él no se ruboriza: "Sí, mi cargo es de secretario, pero en realidad soy un ministro y lo voy a hacer un año antes de que Lucio Gutiérrez deje el poder, pues, para esa fecha quedará ya constituido el Ministerio del Deporte".
En la antesala del despacho existen 38 placas de agradecimiento, ocho de ellas son de vidrio. Una de bronce es de la Asociación de Periodistas Deportivos de Pichincha (APDP), que lo nombró padrino de las bodas de oro de esa institución, el año pasado.
Ya en el despacho, se observa también 26 placas de agradecimiento y cinco trofeos. Uno es de ecuavoley, deporte del cual el secretario de deportes es uno de sus mejores representantes, como confiesan sus más cercanos colaboradores.
Y es que el coronel Luis Tapia se presenta en todas partes como el ministro del Deporte, aunque su cargo oficialmente es el de secretario nacional de esa entidad. Está convencido de que su labor es la mejor que se ha hecho en la historia de esa actividad en el país.
Reconoce que puede ser un poco vanidoso llamarse ministro, pero destaca que hace labor más que ninguna otra autoridad. De hecho, afirma categóricamente: "Yo soy un revolucionario del deporte ecuatoriano". Reafirma su declaración de que construirá piscinas donde no hay agua potable, pues se utilizará la de los ríos.
Y sobre las obras que construye, proyecta y planifica en todas las provincias del país (aunque no todas las federaciones dicen recibir igual tratamiento que Manabí o Bolívar), Tapia señala que son ofrecimentos que se hacen realidad y que para ello se buscan recursos de donde sea. Todo con un objetivo: "Masificar el deporte, pues todo el sistema deportivo estaba en crisis".
Argumenta que no se entregan por demagogia o campaña electoral y mucho menos solo a los alcaldes o prefectos de los partidos afines a Lucio Gutiérrez. "Incluso, he ordenado prohibir inauguraciones en esta etapa electoral", dice, y señala que a él no le importa de dónde le llegan los recursos cuando se le consulta si sabía que se utilizó dinero del Programa Nuestros Niños para las obras proyectadas en cuatro estadios de Manabí. (OP)

PUNTO DE VISTA

El deporte como plataforma política

No hay una consecuencia directa entre la infraestructura deportiva que se construye y los efectos positivos en el desarrollo técnico del deporte. Por lo menos en el Ecuador, la experiencia es negativa.
Por eso, deja muchas dudas que todos los proyectos que implementa la Secretaría Nacional del Deporte (Senader) tengan solo un objetivo netamente deportivo, en favor de los deportistas y como una inversión para cosechar medallas y triunfos en todos los campos.
Se respira un aire político y clientelar en todos los actos de entrega de algunas obras y firmas de convenio en varios cantones, donde ya existen estadios y las necesidades urgentes de la población son de otra naturaleza (salud, educación, alcantarillado, entre otras).
La queja de ciertas federaciones provinciales también cuenta. Dicen sus dirigentes que existe un trato discriminatorio, pues a unas provincias se les da más que a otras. Incluso, denuncian que se firman convenios y proyectan obras sin tomar en cuenta las consideraciones técnicas y deportivas de cada provincia.
Lla fiscalización no solo debe entenderse como cumplir el plan, sino su efecto deportivo. De ahí que Senader y el Gobierno central deben explicar, en detalle, por qué se trasladan recursos de proyectos sociales a obras de infraestructura deportiva. De otro modo, canchas y coliseos se podrán llenar para actos políticos y no con deportistas bien alimentados. (OP) (BLANCO Y NEGRO)
EXPLORED
en Ciudad Quito

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