Nueva Loja. 28 sep 2000. Los militares y policías están preocupados.
Sobre ellos pesa la responsabilidad de garantizar la vida de los
presidentes de Ecuador, Gustavo Noboa, y de Colombia, Andrés Pastrana. En
medio del movimiento que impone la seguridad y ahora la presión de la
prensa nacional por obtener información, su mejor estrategia es guardar
silencio y esperar "que la información salga desde arriba".

Sin embargo, ayer hubo un hecho que no se puedo ocultar: el martes en la
tarde, una patrulla del Batallón de Selva Tungurahua capturó una gran
cantidad de municiones y explosivos. "... A la altura del río Hacha,
antes de llegar a la Y de la vía que conduce al puente internacional fue
detectada una camioneta Toyota Hilux 2 400, blanca, doble cabina, de
placas KAA-430, modelo 85, de la cooperativa de transporte General
Farfán".

En ese operativo, el Ejército detuvo al conductor, Darwin Manuel
Suquisupa Rosero, aunque el propietario de la camioneta encontrada en una
finca es un morador de la parroquia Farfán, de apellido Masache. En la
operación también fue capturado Nelson Alonso Salazar Salazar. Sin
embargo, el informe de Inteligencia Militar establece que fue a Suquisupa
a quien se le encontraron los explosivos (ver recuadro). Los militares no
confirman ni niegan oficialmente que el material, posiblemente, iba a ser
utilizado para detonar el puente San Miguel, que une Ecuador con
Colombia, en el nor-oriente amazónico. Pero hay pistas que prueban que
esta hipótesis es la que más se aproxima a la verdad. Una razón es que el
decomiso se realizó en la finca ubicada a un kilómetro del puente
internacional. En el lugar vive una familia de 8 personas, entre ellas
Lola Ordóñez, madre del hogar, que aún está asustada por lo que ocurrió
el martes.

La mujer le dijo a este Diario que Nelson Salazar, novio de su hija
Verónica Castillo Ordóñez, estaba en la sala de su casa de visita, como
parte de una vieja costumbre. El gran susto empezó cerca de las 14:30
(duró tres horas), cuando la patrulla militar detuvo a Salazar e
inspeccionó la finca de cabo a rabo.

Lola Ordóñez asegura que los hombres del Batallón Tungurahua golpearon al
detenido, le amarraron las manos, le vendaron los ojos e ingresaron a su
domicilio sin ninguna orden. De su lado, el Ejército ecuatoriano sostiene
que todo fue en función del operativo de seguridad.

Un oficial que participó en la detención y que prefirió la reserva de su
nombre explica que en efecto ataron a Salazar para evitar que les
dispare, en caso de estar armado, o intente golpearlos. Los militares le
vendaron los ojos para que no los reconozca, "porque si es verdad que se
trata de un guerrillero es probable que un día intente vengarse".

Sobre el maltrato, los soldados coinciden en que se trata de una
exageración de los afectados. Según los militares, el cargamento y la
camioneta se hallaron dentro de la finca. Pero Nanci Castillo, otra hija
de Nanci Ordóñez, explica que los conductores en general usan la entrada
de su casa para dar vuelta y tomar el sentido contrario de la carretera
de piedra y tierra. Esa actividad se repite constantemente y, por ello,
asegura que no se percata de quienes van y vienen.

Por ahora, se conoce extraoficialmente que el cargamento llegó de
Colombia y cruzó el río San Miguel en lancha.

Esa información hace pensar al Ejército que están involucrados en el
hechoguerrilleros de las FARC.

El teniente coronel, Jorge Velasco Zapata, comandante del Batallón
Tungurahua, solicitó al juez tercero de lo Penal de Sucumbíos que
legalice la detención de los dos ecuatorianos y que ordene inmediatamente
el allanamiento de la finca de Germán Jiménez.

Velasco sostiene en un escrito que en otra finca "se encuentra una gran
cantidad de armamento y munición, así como un grupo de guerrilleros que
custodian el arsenal". La finca se encuentra ubicada en la Y, vía al
Conejo. El mismo día de la solicitud del coronel, el Juez entregó la
autorización al Ejército, que capturó a dos personas y más armamento.

Aún no se oficializa esa información, pero ayer el juzgado esperaba los
documentos para legalizar las detenciones de los hombres que posiblemente
son de nacionalidad colombiana.

Por su lado, la Policía de Sucumbíos también avanza en otras
investigaciones. El paso más importante es la captura de Edwin Amílcar
Sánchez Farfán, en la parroquia La Punta. El hombre posiblemente
pertenence al grupo de propietarios de lanchas que había participado en
la detonación de otro puente.

Entre tanto, para hoy está previsto que los presidentes Noboa y Pastrana
oficialicen definitivamente el uso del puente San Miguel. Sin embargo, lo
ocurrido el martes generó preocupación en función de la seguridad; por
ello, no se descarta que la ceremonia de los mandatarios se realice en
Nueva Loja.Los militares explican que los morteros capturados pueden ser
lanzados desde un kilómetro de distancia, y el lugar del decomiso es un
punto ideal para el ataque al puente San Miguel. Ese mismo arsenal les
hace pensar a los militares en posibles emboscadas, en caso de que los
presidentes tomen la ruta terrestre e incluso en derribamiento del
helicóptero en pleno vuelo.

Farfán se opone a la a apertura del puente

Ayer, un grupo de 50 moradores de la parroquia general Farfán o La Punta
le dijeron al Gobernador encargado que no están de acuerdo con la
reapertura del puente, "porque no hubo un plan de desarrollo para ellos.
Hugo Casanova, gerente de la empresa de Transporte de Farfán, reclama la
razón por la que el puente no se inauguró en "tiempos de paz, y lo hacen
ahora que hay tensión por la aplicación del Plan Colombia".

El morador N. Pacahacama, uno de los dirigentes de la Junta parroquial,
dice que las autoridades de Gobierno "no piensan en el pueblo y solo se
acuerdan de ellos en tiempo de campaña".

El ejemplo más visible "es que no pensaron en los lancheros que se van a
quedar sin trabajo por la apertura del puente y viven del transporte de
mercancías y pasajeros de Ecuador a Colombia y viceversa. Por lo pronto,
los moradores de Farfán piden que se utilice la cancha del pueblo como un
centro de estacionamiento provisional, hasta que se construya el terminal
terrestre. Su objetivo es que a ese sitio lleguen las camionetas y buses
de Nueva Loja y desde allí los transportistas de Farfán tomen la posta
para continuar con el viaje a Colombia. Esa sería una solución para
evitar que su negocio decaiga por completo.

Hoy, los parroquianos irán al puente para esperar al presiente Noboa e
intentar explicarle su situación. No harán mayor presión, porque esperan
una respuesta positiva, caso contrario aseguran que paralizarán la
circulación vehicular. (Texto tomado de El Comercio)
EXPLORED
en Ciudad Nueva Loja

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