EL ECUADOR ESTA RETRASADO

Quito. 22.11.91. El embajador de EEUU, Paul Lambert, aseguró
que el Ecuador está a la zaga en el proceso de modernización
de América Latina para enfrentar la apertura al comercio
mundial.

Durante su discurso ante la Cámara de Comercio
Ecuatoriano-Americana de Guayaquil, Lambert desmenuzó uno a
uno los grandes problemas que tendrá que resolver el Ecuador
para integrarse a la comunidad internacional.

A manera de introducción, el embajador lamentó que los
ecuatorianos vean como única competencia a Colombia y Perú
dentro del Pacto Andino. "Al mismo tiempo que el Ecuador
considere a sus vecinos más inmediatos como sus competidores y
socios comerciales, deberá poner su mirada en los mercados más
allá del Pacto Andino", dijo.

Para Lambert, el éxito del Pacto Andino radica en que sirva
como un camino hacia el resto del mundo. En este marco, señaló
los riesgos de la competencia dentro de la subregión, como la
liquidación de algunos negocios, el despido de empleados y el
aumento de precios "pero el Ecuador no tiene alternativa".

Comparó a nuestro país con México y Argentina, donde consideró
que se han realizado profundas transformaciones que benefician
a esas naciones porque han reactivado la inversión extranjera,
han repatriado capitales fugados y han creado confianza en sus
habitantes.

En cambio, dijo, el Ecuador está apenas comenzando a debatir
temas para alcanzar un consenso sobre su futuro económico,
cuando otros países ya los han resuelto. "El Ecuador está más
atrasado que el resto de países de América Latina en el
desarrollo de consensos y en la toma de acciones concretas",
acotó.

Anotó también que la comunidad financiera mundial ha notado
esta ambivalencia que afecta a la capacidad del Ecuador para
lograr ayuda de instituciones financieras internacionales para
renegociar su deuda comercial, atraer la inversión extranjera
y para hacerse acreedor de los beneficios de la Iniciativa de
las Américas del presidente Bush. El tiempo que el Ecuador
pierde no será fácilmente recuperado.

Por un verdadero consenso

Lambert resaltó que consenso no significa que un sector
negocie privilegios y protecciones con un gobierno y que luego
sean contrarrestrados por los privilegios de otros sectores.
"Esto es un precario castillo de naipes que garantiza mayores
demandas para más privilegios especiales, y peor aún aumenta
las diferencias entre ecuatorianos en lugar de acercarlos",
añadió.

En este contexto indicó que "los mejores intereses de una
sociedad no son simplemente la suma total de los intereses
individuales de sus diferentes grupos. Hay intereses más
amplios que van más allá de la identificación de un individuo
con un grupo particular y afectan la amplia mayoría de la
población. Como personas, somos más que hombres de negocios,
miembros de un sindicato, empleados de gobierno, militares o
estudiantes; también somos consumidores, contribuyentes
fiscales y padres de familia buscando un mejor futuro para
nuestros hijos".

El embajador de EEUU resaltó que para llegar a un consenso,
trabajadores, gobierno y empresarios deben renunciar a algo.
En el caso de los primeros, estimó que deben estar dispuestos
a renunciar a ciertos privilegios adquiridos a cambio de leyes
razonables y simplificadas que se apliquen por igual al
trabajo, empresa y gobierno.

"Una economía moderna necesita sindicatos modernos que estén
comprometidos a proteger los intereses de los trabajadores...
no necesita de sindicatos que abandonen los asuntos de trabajo
para emprender una lucha de clases", aclaró.

Al referirse a los empresarios, Lambert consideró que el
sector privado debe comprender la diferencia entre "empresa
privada" -que compite y sobrevive a base de privilegios y por
ende está viviendo de la gente- y "libre empresa" -que lo hace
a base de sus propios recursos-.

"Las empresas no pueden exigir menos interferencia del Estado
mientras también insistan que el Estado las proteja del
fracaso. Los aranceles proteccionistas garantizan utilidades a
los negocios y trabajos al sector laboral a costa de precios
altos y poca calidad para el consumidor. La competencia
extranjera reducirá el poder de los monopolios ... en un
sociedad con normas equitativas, el sector empresarial deberá
sobrevivir por sí solo, pero se fortalecerá con ello", anotó.

Al hablar del gobierno, Lambert consideró imperativo que se
reduzca el tamaño del Estado. La comunidad financiera
internacional -y en mi opinión la mayoría de los ecuatorianos-
esperan ansiosamente que se tomen pasos concretos hacia la
privatización de las infladas empresas estatales, dijo. ¿Cómo
se beneficia el ecuatoriano promedio de tarifas de teléfonos y
de electricidad, de gasolina barata y de crédito barato cuando
el servicio es malo y cuando todo lo que ahorra en esos
subsidios, y más, se pierde por los altos niveles de
inflación?, preguntó.


NO SE ANIMA A INVERTIR

El embajador de los EEUU en el Ecuador, Paul Lambert,
consideró que la corrupción es uno de los factores que
desanima la inversión extranjera en nuestro país.

"El Ecuador no puede darse el lujo de ser indulgente con la
corrupción. La corrupción no es inofensiva y no puede ser
tomada como un vestigio curioso y benigno del subdesarrollo.
Es un vicio costoso. Cuesta la inversión, el prestigio
nacional, la autoestima nacional y destruye los fundamentos de
la sociedad", destacó.

Para Lambert, la corrupción se da porque no se la castiga, no
se recompensa la honestidad y porque existen tanto requisitos
burocráticos que es más fácil que el usuario sacrifique sus
propios principios antes que pasar horas y meses para hacer un
trámite en forma legal.

El embajador enumeró otras razones que desalientan la
inversión extranjera en nuestro país, no sin antes indicar que
recientemente se realizó una reunión en Nueva Orleans con
empresarios interesados en invertir en América Latina.

Mientras se formaban largas filas en las oficinas de México,
Argentina, Bolivia, Costa Rica y Chile, solo dos personas
visitaron la oficina de Ecuador. La una, de una compañía
aeroespacial que se detuvo para informar que ya no estaba
interesada en el proyecto del aeropuerto de Guayaquil, y la
otra, no era un inversionista serio.

Los otros factores que conspiran contra la inversión
extranjera son la falta de leyes justas, de una fuerza de
trabajo estable, la falta de oportunidades para obtener
utilidades razonables con mínimas trabas.

También anotó que el inversionista extranjero percibe una
inhospitalidad hacia el extranjero. "Los inversionistas
extranjeros creen que si se ven involucrados en una disputa
con un ecuatoriano, no tendrán una audiencia justa ante el
gobierno ecuatoriano o ante su sistema judicial", señaló, al
poner como ejemplo cinco casos separados, en los cuales
norteamericanos fueron denunciados por sus socios
ecuatorianos, llevados a la cárcel y no fueron liberados hasta
no haber pagado sumas significativas. (2A)

EXPLORED
en Ciudad N/D

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