Quito. 06 abr 99. Aproximadamente a las 04:00 del sábado, el
cerro Susnia, ubicado en el sector La Jaula, entre los
cantones Chunchi y Huigra, se vino abajo por el debilitamiento
de sus laderas. Las fuerte lluvias producidas este fin de
semana fueron el detonante del desastre natural. Defensa Civil
informó que ya fueron evacuados a zonas de seguridad 800
habitantes de la población de Huigra, localizada en las
márgenes del río Chanchán. También se evacuaron a 100 personas
que habitan en la estación ferroviaria Chanchán una de las
zonas de mayor peligro.

El deslizamiento de sedimentos ha formado un dique en el río
Chanchán y un consecuente embalse de sus aguas.

A las 04:00 del sábado último el monte se cayó. Carmen Peliza,
acostada en su cama, no escuchó más el murmullo del río. Ella
creyó que se le habían tapado los oídos por la fuerte gripe
que había contraído días atrás. Antes que el día avance, subió
al pueblo y se enteró que el río Chanchán se había embalsado
por el deslizamiento de una ladera.

El informe que le remitió el coordinador de la junta de la
Defensa Civil de Chimborazo, mayor Humberto Dávalos, al
coronel Roberto Rodríguez, jefe de desastres de la Defensa
Civil Nacional, a las 20:00 del 3 de abril, señalaba
textualmente que "a las 06:18 se ha producido el deslizamiento
de un talud del costado izquierdo sur sobre la cuenca del río
Chanchán en las coordenadas 31-49, carta topográfica en la
escala 1:50 000 de Alausí, IGM, sobre un frente de
aproximadamente doscientos metros obstruyendo la corriente del
río.

La elevación que lo tapona alcanza posiblemente una altura de
40 metros y la cola, a las 18 horas del 3 de abril alcanzaba
unos 500 metros de largo".

El sitio en donde Carmen Peliza vive está justo en donde se
unen los ríos Chanchán y Guatagsig. Cuando ella salió a ver lo
que ocurría, por la cuenca del Chanchán corría, apenas el diez
por ciento del total del caudal, que normalmente pasa. Ese
diez por ciento corresponde a las aguas de los pequeños
afluentes que aportan al Chanchán más abajo del represamiento.

La Defensa Civil de Chimborazo, los Bomberos, la Policía, la
Cruz Roja, la Brigada Blindada Galápagos, el Gobernador de
Chimborazo, el Alcalde de Alausí y el Teniente Político de
Huigra, en total unas 80 personas, se trasladaron al lugar el
sábado en la mañana.

Inspeccionaron el sitio e inmediatamente dieron la orden para
que las familias que habitan en las riberas del río Chanchán,
evacúen. Huigra y Chanchán son los sitios más próximos al
sitios del embalse. Según la información entregada por César
Alvarez, director de desastres y socorro de la Cruz Roja de
Chimborazo, y el teniente Político, Jorge Peñafiel, de Huigra
se evacuaron a 900 personas y de la estación de Chanchán a 60.

El represamiento, hasta ayer, sumaba 360 mil metros cúbicos,
con 500 metros de longitud por 10 de profundidad y 40 de alto.
Sin embargo, debido a la constante lluvia de la madrugada de
ayer, el caudal ha aumentado considerablemente y está minando
la pared del dique. El dique ha formado un boquete por donde
mana el agua a un caudal de 5 metros cúbicos por segundo.

De llegar a romperse esta barrera, siete poblaciones quedarían
cubiertas por los sedimentos. Estas serían las estaciones del
ferrocarril en Huigra, Chanchán y Ochoa, y los recintos
Naranja Pata, La Isla, Ventura y Cumandá.

Al momento, la carretera y la vía férrea, que unen Alausí con
Huigra, están inundadas. Tampoco existe comunicación
telefónica ni telegráfica hacia la zona, y todos los
operativos de rescate se hacen a pie. Hay un paso obligado:
por las inmediaciones de las estaciones de Huigra y Chanchán.

Sin embargo, al cierre de esta edición las comunicaciones se
había restablecido pero con bastante dificultad.

Miembros de la Junta Provincial de Defensa Civil, de la
Brigada Militar Galápagos, de la Empresa Nacional de
Ferrocarriles, el Teniente Político de Huigra y vecinos del
lugar participan en la evacuación.

Por todas estas razones, el único medio de comunicación es la
radio. De allí que las diferentes emisoras de la provincia de
Chimborazo han lanzado mensajes para alertar del peligro a
todos los pobladores de la zona afectada.

En estos momentos se ha decretado la alerta roja y tan solo se
espera el sonido de las sirenas para conocer si se inicio el
desfogue del embalse.

La tranquilidad, pese a la tensión reinante de los habitantes
de Huigra y de las poblaciones cercanas, ha permitido realizar
una evacuación en forma ordenada. La colaboración ha sido
solidaria, por lo que en los actuales momentos los pocos
ciudadanos que han quedado en Huigra esperan el toque de las
sirena para salir a los sitios designados por la Defensa Civil
y las Fuerzas Armadas.

No ha parado de llover en este sitio. Por ello, se supone que
el desfogue será cuestión de horas. Para los habitantes de
este sector del país, los desbordes del Chanchán son algo
usual en sus vidas. Claro que hoy se alteraron sus actividades
por el deslave ocurrido.

De otro lado, conforme avanzaban las horas, varios medios de
comunicación, en especial las radioemisoras de Riobamba y
Alausí, han destacado enviados especiales con lo cual ha
prestado una gran ayuda en el aspecto de la comunicación,
afectada al principio por el corte de las vías telegráfica y
telefónica.

Sin embargo, las líneas saturadas por llamadas originadas en
Huigra y provenientes de todo el país ha dificultado
enormemente la comunicación de los medios periodísticos
destacados hasta el sitio del deslave.

Las autoridades tomaron el local de la Tenencia Política como
el sitio para mantenerse en sesión permanente y oficializar
todo tipo de disposiciones.

De esa manera se busca, sobre todas las cosas, proteger las
vidas de todos los habitantes que viven en los sectores
afectados. Mientras tanto, el envio de vituallas continuó
durante la noche y la madrugada a la espera del desfogue del
embalse.

En 1931 hubo 100 muertos

La noticia cayó como una pequeña bomba: el profesor Edwin
Walter Kemmerer -en persona- iba a pasar por Guayaquil, rumbo
a Lima.

Sí, el profesor estadounidense que dio su nombre a la misión
que tomó sobre sus manos la reorganización administrativa y
monetaria del Ecuador luego de la "revolución juliana".

El profesor Kemmerer en carne y hueso. Y, además, cuando había
serios problemas económicos en el Ecuador, reflejo de la "gran
depresión" iniciada en 1929. Más aún, el gobierno del doctor
Isidro Ayora necesitaba plata y el Banco Central, siguiendo
los dictados de Kemmerer, se negaba a abrir sus arcas al pobre
gobierno. Una palabra del profesor podía salvar la situación.
En aquellos primeros días de enero de 1931, el presidente
Isidro Ayora tomó la decisión. Viajaría a Guayaquil para una
entrevista con el oráculo viviente. El viernes 9 de enero, el
presidente Ayora inició su viaje usando, por cierto, la vía
férrea. Llegó a Riobamba y allí se detuvo para algunas
gestiones administrativas y en espera de un tren especial que
le había ofrecido gentilmente el ingeniero Manuel Adrián
Navarro, presidente del FC.

En la tarde llegaron malas noticias. Mister White, inspector
general del ferrocarril, dio una de esas informaciones que
hacían crispar los nervios a los ecuatorianos en los años
veinte y treinta.

"Es este momento (6:45 de la tarde) se informa de un derrumbe
en el kilómetro 122 ( al sur de la estación Chanchán). No
podía fallar el Presidente para su cita con mister Kemmerer:
"He dispuesto que más de 100 hombres trabajen para que no haya
problemas y pase el Presidente...". El presidente Ayora llamó
a los miembros de su comitiva y les informó de la situación.
"Paciencia...", dijo el médico lojano. El sábado muy en la
mañana llegaron otras noticias terribles. La montaña se había
derrumbado sobre las cuadrillas de trabajadores que limpiaban
los escombros. Más de cien muertos, entre ellos los jóvenes
ingenieros José Díaz y Joaquín Orozco, que dirigían la obra.
Todo el Ecuador se estremeció.

Los dos millones y medio de metros cúbicos de tierra que
descendieron en la madrugada del sábado 10 de enero sobre el
río y la vía férrea dejaron, tal como se había anunciado, una
estela de muerte y destrucción. "Los deudos de las víctimas
ofrecen un espectáculo desgarrador", decía la prensa.

Comenzó un movimiento de solidaridad. La Cruz Roja abrió un
registro de ayudas. En primera página, este Diario informó que
el señor Luis A. Báez envió un cheque por la suma de cincuenta
sucres. El embajador de España, Fernando González Arnao,
remitió su aporte, 250 sucres. Los trabajadores del
ferrocarril cedieron el 5 por ciento de sus sueldos, el gremio
de hojalateros reunió 10 sucres. Todo el país se movilizó.

Cada minuto el peligro en Huigra se mide en metros

Hasta el cierre de esta edición (19:30) los miembros de la
Defensa Civil, reunidos en la Tenencia Política de Huigra y
los habitantes de Chanchán, seguían monitoreando, con mucha
antención, el comportamiento del río. Constantemente a través
de radios, los miembros de la Defensa Civil preguntaban a dos
bomberos que se encontraban en la zona alta, desde donde se
divisaba el embalse, cuánto había subido el nivel de agua
represado. A las 17:00 se informó que un delgado hilo de agua
empezó a fluir por la mitad del dique.

"Desde que ocurrió el deslizamiento, aquí el tiempo se mide en
metros", dijo Honorato Becerra, un ex trabajador de la Empresa
de Ferrocarriles que habita en Chanchán. Magno Rivera,
ingeniero geotécnico de la Defensa Civil Nacional,
especializado en deslizamientos, precisó los datos recogidos
luego de la primera evaluación e inspección ocular, realizada
por él y por el coronel Rodríguez, a las 17:00 : el embalse
tiene un dique de 40 metros de alto por 30 de ancho, el sitio
donde está empozada el agua tiene forma trapezoidal o de
pirámide invertida. En términos generales, son 360 000 metros
cúbicos de agua embalsados, aproximadamente, y 240 00 metros
cúbicos de tierra que se han deslizado de una parte del cerro
denominado Tabacoloma, La Jaula. El peligro es inminente para
todas las personas que viven en las riberas del Chanchán y de
su continuación en el Bulu Bulu: Estación Ochoa, Huigra, San
Juan, Naranja Pata, La Isla, Cumandá, Ventura, entre otras
poblaciones. En el informe que el mayor Humberto Dávalos,
director de la Defensa Civil de Chimborazo, remitió
inicialmente señala que a las 20:00 del sábado ya estaba
declarada la alerta amarilla, pero a las 14:00 de ayer, luego
de una reunión entre los organismos que componen el Centro de
Operaciones de Emergencias (COE) de la Junta Provincial de
Defensa Civil y más instituciones de apoyo, se declaró la
alerta naranja y las 16:50 de ayer, luego de otra reunión, se
decretó la alerta roja.

A raíz de la declaración de la alerta roja, se precauteló la
vida de los habitantes de Huigra y de las poblaciones aledañas
que están en riesgo aguas abajo del represamiento. Por suerte
no existen reportes de pérdidas de vidas humanas.

Desde ese momento, César Alvarez, funcionario de la Cruz Roja,
dio la orden de evacuación. La familia Peliza, al igual que
las doce que habitan en la parte baja del Chanchán, fueron
ubicadas en sitios altos, donde se instalaron carpas, y en una
escuela.

En la noche se permitió el regreso de las familias para que
puedan alimentarse y proveerse de vituallas; sin embargo,
todos deben estar alertas en el momento en que Defensa Civil
toque la sirena desde un carro de la Cruz Roja que
constantemente recorre Huigra. Por otra parte, es inusual ver
un equipo de las Fuerzas Armadas custodiando Huigra.

La gente de esta población está ubicada en una iglesia, en la
escuela Numa Pompillo Llona y en la parte alta denominada de
La Virgen.

En la noche, varias veces se suspendió la luz. Pese a todo la
gente mantiene la tranquilidad. Desde hace dos meses hay mal
tiempo, llueve constantemente. La Tenencia Política es otro
sitio de reunión de la gente que está alerta en caso de que
ocurra el desfogue. Asimismo, las radios locales han sido un
eficaz medio de comunicación para mantener informada a la
gente que vive en los recintos más alejados. Por ejemplo, las
emisoras Morena, Cristal y Sucre han advertido a la comunicada
que evacue en forma inmediata a las áreas de seguridad
establecidas por los organismos de socorro.

Con la colaboración de la Policía Nacional y de las emisoras
del lugar se alertó a la población de Ventura, Naranja Pata y
Estación Ochoa, que carecen de comunicaciones. Con frecuencia
las radios, informan a los pobladores que preparen un paquete
de fósforos, dos frazadas, un poco de ropa y velas. Los
boletines que emite Defensa Civil, a través de estas radios,
son vitales para los pobladores de las alejadas comunidades.

Defensa Civil explica que tan pronto se produzca el desfogue
total de las aguas y no represente peligro alguno, las
autoridades respectivas darán las disposiciones necesarias con
el propósito de que la comunidad de esas poblaciones vuelvan a
la normalidad.

Las constantes lluvias de los últimos meses afectaron el suelo
de los montes de esta región. El día de hoy será decisivo en
la evolución del desastre. A las 21:00 de ayer, la energía
eléctrica se cortó en Huigra y los 1500 habitantes subieron a
la parte alta,donde están dos escuelas y una iglesia, para
pasar la noche. (Texto tomado de El Comercio)
EXPLORED
en Ciudad Quito

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