El panorama en el segundo día del derrame de crudo en Papallacta fue desalentador. La muralla de rocas, que actúa como un filtro natural para depurar el agua de la laguna, presentó manchas del hidrocarburo diluido.
Ayer, el lago tenía dos barreras plásticas cruzadas entre las orillas. Su objetivo era retener el crudo. No obstante, esto se cumplió parcialmente.
"Consideramos que es vital proteger el dique natural. Si este se contamina de hidrocarburos, el daño será irreversible", explicó Carlos Landín, jefe de Gestión Ambiental de la Empresa Metropolitana de Alcantarillado y Agua Potable del Municipio (Emaap).
Una de las acciones previstas por la Emaap es colocar una membrana geotextil impermeable para evitar que el petróleo se impregne en las rocas.
Mientras tanto, los técnicos de la Emaap realizan análisis para determinar si existen metales pesados en el agua.
A criterio de Nathalie Weemaels, investigadora de Acción Ecológica, una de las medidas para evitar afectaciones a los quiteños es el exigir que la captación de agua de Tuminguina se cierre hasta que "se garantice que no existe riesgo de consumir agua con petróleo".
Otro frente de lucha está en la desembocadura del río Cachilarca, que alimenta la laguna de Papallacta. Allí el personal de Petroecuador recogía el crudo represado en el cauce con dos camiones cisterna.
"Hemos logrado recuperar dos mil barriles de crudo de los 8 000 que, aproximadamente, se derramaron", indicó Oswaldo Camacho, superintendente de mantenimiento del Sote.
Mientras Camacho hablaba, el crudo continuaba brotando del oleoducto. La explicación que proporcionó es que una de las válvulas estaba dañada.
La sección del ducto que se rompió fue retirada de la tierra. Técnicos de Petroecuador analizaron la rotura, ubicada sobre una suelda, y descartaron que la causa de la fisura sea el desgaste del metal. "El tubo tiene un espesor de 3,75 de pulgada, más de lo que exige la norma. La fractura es limpia y se produjo por una presión externa", explicó Patricio Márquez, funcionario de Petroecuador.
A criterio de Camacho, el paso de la maquinaria de la empresa Techint, que construye el Oleoducto de Crudos Pesados (OCP) es la causa. "Esta es la teoría más confiable, pues OCP no tenía autorización para pasar sobre el Sote, sino es así que lo demuestren. Para evitar más incidentes como este debemos analizar todos los cruces del OCP con el Sote".
Uno de los agravantes es que el SOTE estaba enterrado a 1,10 metros de profundidad; cuando se requieren, por lo menos, tres metros para evitar daños por la aplicación de grandes presiones como el paso de tractores de orugas.
Mientras Camacho daba sus argumentos, dos técnicos de Techint intentaron realizar un levantamiento topográfico, sobre el Sote. De inmediato Camacho los expulsó ya que no habían solicitado autorización.
Por su parte, la empresa OCP deslindó, mediante un comunicado, su responsabilidad en el incidente. Aclaró que los trabajos en la zona finalizaron hace más de un año.
Las repercusiones no solo son ambientales. El impacto en el paisaje afecta el flujo de turistas a las aguas termales. "El crudo está en la cuenca del Tambo; las Termas de Papallacta no están afectadas", expresó Joaquín Zaldumbide, gerente del complejo.
Quito no iniciará acciones
El alcalde de Quito, Paco Moncayo, dijo que no presentará acciones legales en contra de los responsables del derrame de crudo. Según Moncayo, legalmente están impedidos de presentar una acción porque el derrame no es en el Distrito, sino en Napo. El Municipio de Quijos sí lo hará. Su personal hizo un recorrido por el área afectada para recabar información, planteará acciones legales y exigirá que los responsables reparen los daños.
"La gente está más preocupada por el agua de Quito que por el daño a Quijos. El agua de la capital está asegurada por la represa Salve Faccha, nosotros no tenemos alternativas", dijo Ángel Pérez, del Municipio de Quijos.
Juan Neira, gerente de la Emaap, explicó que hay una garantía con el OCP en caso de daño ambiental. "Si ellos son los responsables tendrán que pagar los costos".
El paso de maquinaria del OCP afectó al tubo
Frente a frente . Guillermo Rosero (Petroecuador)/Bernardo Tobar (OCP)
El daño en la tubería se produjo en la zona donde existe un cruce entre el Sistema del Oleoducto Transecuatoriano (Sote -estatal-) y el Oleoducto de Crudos Pesados (OCP).
La rotura de una parte del oleoducto (Sote), se presentó, en la zona de Papallacta, debido al paso de la maquinaria pesada de la empresa que se encarga de construir el OCP (Oleoducto de Crudos Pesados -privado-).
El tránsito de esa maquinaria provocó una fuerte presión sobre el Sote, la cual dejó al material alterado (a la tubería), aproximadamente a un metro de profundidad.
Una estación de bombeo experimentó una caída brusca de presión hacia las 04:00 del martes, por lo cual el transporte de crudo fue suspendido 50 minutos después. El daño ocasionó el derrame de unos 8 000 barriles de petróleo y en la limpieza está trabajando personal de Petroecuador.
No tenemos nada que ver con ese derrame Negamos categóricamente cualquier grado de responsabilidad que se nos atribuya en este hecho. Nos ha sorprendido e indignado las declaraciones de la gente de Petroecuador.
Convenimos en que la empresa estatal debe proveernos de los estudios geofísicos, geotérmicos, etc., para el paso de nuestra maquinaria y equipos (para la construcción del OCP) sobre los puntos de cruce de los dos oleoductos.
Todo fue acordado con Petroecuador. El 4 de abril del 2002 se firmó un acta con esa empresa cuando se hicieron los trabajos allí.
Eso prueba que Techint estuvo hace un año en la zona. Solo esa temporalidad echa al traste la tesis de Petroecuador. Ellos deben, más bien, revisar su tecnología de detección y control de fugas en su sistema, para este tipo de contingencias. Ahora quieren desviar la atención por sus errores y esa es una estrategia equivocada.
Fundación Natura pondrá una demanda
Según Xavier Bustamante, director ejecutivo de la Fundación Natura, entre 4 000 y 8 000 barriles de crudo viajaron desde la conjunción del río Sucus con el Oleoducto Transecuatoriano (cinco kilómetros aguas arriba de la laguna de Papallacta).
El petróleo contaminó el río y sus tributarios para depositarse en la laguna de Papallacta. "Hasta las 19:00 de ayer (martes), el 70 por ciento de la laguna había sido alcanzada por la mancha. Hay zonas con acumulaciones de hasta 15 centímetros".
Según Bustamante, la limpieza es compleja. "Hay técnicas de remoción con dispersante y limpieza del suelos, del agua y otros elementos, pero son muy costosas". Además, hay que considerar la afectación a la población que, por la falta de sistemas de agua potable, usa el agua del río Sucus para su consumo.
"Los remanentes de crudo en las orillas y en otros elementos siguen contaminando del agua. Por eso, la limpieza debe ser inmediata".
Fundación Natura envió ayer una misión técnica para observar los trabajos de remediación. "Se actuó con premura, pero el equipo disponible deja mucho que desear", dijo Bustamante. "Se tendió una barrera que se utiliza para derrames en el mar y que no llega de una orilla a la otra".
"En la zona están abogados y representantes de la Fiscalía. Recogen información para establecer la demanda. Las sanciones están previstas, en la Ley de Gestión Ambiental. Van desde multas hasta prisión".
La comunidad de Jamanco, propietaria del terreno donde se produjo el derrame, también planteará una acción legal para solicitar que los daños sean reparados. En esta iniciativa cuentan con el apoyo del dirigente indígena Pedro de la Cruz, quien visitó la comuna.
Ayer, el lago tenía dos barreras plásticas cruzadas entre las orillas. Su objetivo era retener el crudo. No obstante, esto se cumplió parcialmente.
"Consideramos que es vital proteger el dique natural. Si este se contamina de hidrocarburos, el daño será irreversible", explicó Carlos Landín, jefe de Gestión Ambiental de la Empresa Metropolitana de Alcantarillado y Agua Potable del Municipio (Emaap).
Una de las acciones previstas por la Emaap es colocar una membrana geotextil impermeable para evitar que el petróleo se impregne en las rocas.
Mientras tanto, los técnicos de la Emaap realizan análisis para determinar si existen metales pesados en el agua.
A criterio de Nathalie Weemaels, investigadora de Acción Ecológica, una de las medidas para evitar afectaciones a los quiteños es el exigir que la captación de agua de Tuminguina se cierre hasta que "se garantice que no existe riesgo de consumir agua con petróleo".
Otro frente de lucha está en la desembocadura del río Cachilarca, que alimenta la laguna de Papallacta. Allí el personal de Petroecuador recogía el crudo represado en el cauce con dos camiones cisterna.
"Hemos logrado recuperar dos mil barriles de crudo de los 8 000 que, aproximadamente, se derramaron", indicó Oswaldo Camacho, superintendente de mantenimiento del Sote.
Mientras Camacho hablaba, el crudo continuaba brotando del oleoducto. La explicación que proporcionó es que una de las válvulas estaba dañada.
La sección del ducto que se rompió fue retirada de la tierra. Técnicos de Petroecuador analizaron la rotura, ubicada sobre una suelda, y descartaron que la causa de la fisura sea el desgaste del metal. "El tubo tiene un espesor de 3,75 de pulgada, más de lo que exige la norma. La fractura es limpia y se produjo por una presión externa", explicó Patricio Márquez, funcionario de Petroecuador.
A criterio de Camacho, el paso de la maquinaria de la empresa Techint, que construye el Oleoducto de Crudos Pesados (OCP) es la causa. "Esta es la teoría más confiable, pues OCP no tenía autorización para pasar sobre el Sote, sino es así que lo demuestren. Para evitar más incidentes como este debemos analizar todos los cruces del OCP con el Sote".
Uno de los agravantes es que el SOTE estaba enterrado a 1,10 metros de profundidad; cuando se requieren, por lo menos, tres metros para evitar daños por la aplicación de grandes presiones como el paso de tractores de orugas.
Mientras Camacho daba sus argumentos, dos técnicos de Techint intentaron realizar un levantamiento topográfico, sobre el Sote. De inmediato Camacho los expulsó ya que no habían solicitado autorización.
Por su parte, la empresa OCP deslindó, mediante un comunicado, su responsabilidad en el incidente. Aclaró que los trabajos en la zona finalizaron hace más de un año.
Las repercusiones no solo son ambientales. El impacto en el paisaje afecta el flujo de turistas a las aguas termales. "El crudo está en la cuenca del Tambo; las Termas de Papallacta no están afectadas", expresó Joaquín Zaldumbide, gerente del complejo.
Quito no iniciará acciones
El alcalde de Quito, Paco Moncayo, dijo que no presentará acciones legales en contra de los responsables del derrame de crudo. Según Moncayo, legalmente están impedidos de presentar una acción porque el derrame no es en el Distrito, sino en Napo. El Municipio de Quijos sí lo hará. Su personal hizo un recorrido por el área afectada para recabar información, planteará acciones legales y exigirá que los responsables reparen los daños.
"La gente está más preocupada por el agua de Quito que por el daño a Quijos. El agua de la capital está asegurada por la represa Salve Faccha, nosotros no tenemos alternativas", dijo Ángel Pérez, del Municipio de Quijos.
Juan Neira, gerente de la Emaap, explicó que hay una garantía con el OCP en caso de daño ambiental. "Si ellos son los responsables tendrán que pagar los costos".
El paso de maquinaria del OCP afectó al tubo
Frente a frente . Guillermo Rosero (Petroecuador)/Bernardo Tobar (OCP)
El daño en la tubería se produjo en la zona donde existe un cruce entre el Sistema del Oleoducto Transecuatoriano (Sote -estatal-) y el Oleoducto de Crudos Pesados (OCP).
La rotura de una parte del oleoducto (Sote), se presentó, en la zona de Papallacta, debido al paso de la maquinaria pesada de la empresa que se encarga de construir el OCP (Oleoducto de Crudos Pesados -privado-).
El tránsito de esa maquinaria provocó una fuerte presión sobre el Sote, la cual dejó al material alterado (a la tubería), aproximadamente a un metro de profundidad.
Una estación de bombeo experimentó una caída brusca de presión hacia las 04:00 del martes, por lo cual el transporte de crudo fue suspendido 50 minutos después. El daño ocasionó el derrame de unos 8 000 barriles de petróleo y en la limpieza está trabajando personal de Petroecuador.
No tenemos nada que ver con ese derrame Negamos categóricamente cualquier grado de responsabilidad que se nos atribuya en este hecho. Nos ha sorprendido e indignado las declaraciones de la gente de Petroecuador.
Convenimos en que la empresa estatal debe proveernos de los estudios geofísicos, geotérmicos, etc., para el paso de nuestra maquinaria y equipos (para la construcción del OCP) sobre los puntos de cruce de los dos oleoductos.
Todo fue acordado con Petroecuador. El 4 de abril del 2002 se firmó un acta con esa empresa cuando se hicieron los trabajos allí.
Eso prueba que Techint estuvo hace un año en la zona. Solo esa temporalidad echa al traste la tesis de Petroecuador. Ellos deben, más bien, revisar su tecnología de detección y control de fugas en su sistema, para este tipo de contingencias. Ahora quieren desviar la atención por sus errores y esa es una estrategia equivocada.
Fundación Natura pondrá una demanda
Según Xavier Bustamante, director ejecutivo de la Fundación Natura, entre 4 000 y 8 000 barriles de crudo viajaron desde la conjunción del río Sucus con el Oleoducto Transecuatoriano (cinco kilómetros aguas arriba de la laguna de Papallacta).
El petróleo contaminó el río y sus tributarios para depositarse en la laguna de Papallacta. "Hasta las 19:00 de ayer (martes), el 70 por ciento de la laguna había sido alcanzada por la mancha. Hay zonas con acumulaciones de hasta 15 centímetros".
Según Bustamante, la limpieza es compleja. "Hay técnicas de remoción con dispersante y limpieza del suelos, del agua y otros elementos, pero son muy costosas". Además, hay que considerar la afectación a la población que, por la falta de sistemas de agua potable, usa el agua del río Sucus para su consumo.
"Los remanentes de crudo en las orillas y en otros elementos siguen contaminando del agua. Por eso, la limpieza debe ser inmediata".
Fundación Natura envió ayer una misión técnica para observar los trabajos de remediación. "Se actuó con premura, pero el equipo disponible deja mucho que desear", dijo Bustamante. "Se tendió una barrera que se utiliza para derrames en el mar y que no llega de una orilla a la otra".
"En la zona están abogados y representantes de la Fiscalía. Recogen información para establecer la demanda. Las sanciones están previstas, en la Ley de Gestión Ambiental. Van desde multas hasta prisión".
La comunidad de Jamanco, propietaria del terreno donde se produjo el derrame, también planteará una acción legal para solicitar que los daños sean reparados. En esta iniciativa cuentan con el apoyo del dirigente indígena Pedro de la Cruz, quien visitó la comuna.
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