Quito. 13 oct 98. Líderes de distintos sectores de la sociedad
fueron cobsultados ayer por este Diario sobre la propuesta que
los garantes hicieron a Ecuador y Perú, para la solución
definitiva del diferendo. Los entrevistados mayoritariamente
están a favor de la paz, la información y la necesidad de que
el Congreso asuma su responsabilidad.

No al estancamiento

Estoy absolutamente de acuerdo con esta posibilidad que se
abre para conseguir finalmente la paz. Las mujeres de toda
América Latina y del mundo hemos suscrito acuerdos y convenios
donde uno de los principios fundamentales es el mantenimiento
de la paz. La paz entre Ecuador y Perú es la única manera de
librarnos de la pobreza. El Congreso Nacional debe aceptar el
planteamiento de los Garantes, y nosotros, el Movimiento de
Mujeres, las mujeres organizadas, las amas de casa, las jefas
de familia y las profesionales solicitamos al Congreso que la
propuesta sea aceptada. Después de un largo proceso de
negociaciones llegamos al punto crucial y no podemos
estancarnos otra vez.

Debe haber más consulta

La forma directa de negociar entre los dos presidentes llegó a
su tope, parece que no hubo la suficiente capacidad de
diálogo.

La participación de los países Garantes es una especie de
ruleta rusa porque no sabemos cuál será la propuesta final. No
se puede asegurar que se defenderán las tesis históricas
ecuatorianas de una salida soberana al Amazonas.

Los Garantes pueden proponer que la Cordillera del Cóndor pase
a manos peruanas. Ellos quieren tener la seguridad de que en
cada país se acepte su propuesta. Se debe abrir una consulta
más amplia con la participación de todos los sectores
sociales: gremiales, artesanales, universidades... Es
cuestionable la simple representación del Congreso.

Todos queremos colaborar

Siempre los trabajadores ecuatorianos y peruanos planteamos
las necesidad de la paz entre los dos pueblos. Si los Garantes
tienen que intervenir, esta idea es bienvenida. En el caso de
Ecuador, todas las organizaciones deben colaborar (sindicales
o sociales), incluso el Congreso Nacional tiene que intervenir
para que la paz brinde tranquilidad a los dos pueblos. Este
tema es muy delicado y hay que evitar enfrentamientos
políticos. Los trabajadores aspiramos que el tema de la paz no
se politice.

Por ello, tiene que ser manejado con mucho tino y cualquier
expresión que no esté atinada puede generar nuevamente
resistencia en cualquier lado, por lo tanto hay que tratarlo
con mucha cautela.

Lo recorrido está bien

Los ecuatorianos hemos esperado por mucho tiempo y con
entusiasmo que se pueda llegar a una solución no armada.

Se han agotado las instancias diplomáticas, la creación de las
comisiones fue una buena idea para acercar las posiciones de
los dos países, pero no fue suficiente. Creo que la
participación de los Garantes para que realicen una sugerencia
es aceptable. Los congresos de ambos países deben dar la nota
vinculante necesaria para que los cuatro países Garantes
cumplan con un arbitraje que sería final. Es delicado, pero se
ha recorrido lo que se pudo haber recorrido de manera directa
entre los dos mandatarios.

El problema debe acabar

Creo que, para Ecuador y Perú, es indispensable poner fin a
este problema limítrofe que nos ha drenado durante 50 años.
Las vías del diálogo se han agotado y al parecer la mediación
es la única posibilidad. Los Garantes quieren que este
problema sea tomado en serio. Espero que en las discusiones
del Congreso primen los intereses del país por sobre los
partidarios porque la finalización del conflicto beneficiaría
a los pueblos pues se reactivaría la economía y tendríamos un
dogal menos para dedicar nuestras energía para resolver otros
graves problemas del país. Espero que los congresos
ecuatoriano y peruano y los países Garantes piensan más en la
conveniencia de los pueblos que en otro tipo de intereses.

El momento es histórico

Estoy completamente de acuerdo con la propuesta de los países
Garantes para la solución del diferendo limítrofe y es de
esperar que el Congreso Nacional y las otras instituciones
republicanas tomen la propuesta con la seriedad y objetividad
que amerita. Es necesario que el tema no adopte un matiz
político, pues estamos en un momento histórico para llegar a
un acuerdo definitivo.

El sistema que proponen los cuatro países debe ser aceptado
por los congresistas. Aspiro que no hayan cálculos electorales
o lavado de manos y se afronte con seriedad y valentía la
consolidación de la paz con el Perú.

La firma en este año

El asunto limítrofe se está volviendo político. Por ello, yo
estaría de acuerdo con cualquier procedimiento para que se
firme la paz ya, pues el problema va a continuar y otra vez se
producirán rencillas entre los soldados de ambos países en la
frontera. Y eso es gravísimo para nuestro desarrollo.

Creo que debemos dejar cerrado el tema territorial antes que
termine el año, pues de no hacerlo, los vendedores de armas,
los militares y los políticos buscarán mantener esta situación
de indefinición que les es favorable. Además, nuestro Congreso
debe tener la decisión de adoptar una posición que permita la
firma y, ojalá, que por el lado peruano tengan la misma
actitud.

Hay que dar el sí

Es una tristeza que tengamos que pasar por la mezcolanza de
criterios controvertidos y decadentes en el tema frontera. Hay
que dar el último empujón y empezar hacia el futuro. Creo que
el presidente Mahuad está haciéndolo muy bien y que el
Congreso debe aceptar. Entiendo que los Garantes están en muy
buena disposición y se debe hacer ahora o nunca. El Congreso
debe dar el sí. Debemos zanjar esto sin más demoras, a la
final, todos queremos la paz. Los artistas y los intelectuales
debemos manifestarnos en nuestro campo en ese sentido. Tenemos
que manifestarnos en grandes eventos y hacer un acto de
comunión de los dos países y terminar con este problema de una
vez por todas.

Una actitud coherente

Pienso que los países Garantes obrarán con ética con sentido
común y que no nos harán una propuesta que nos vaya a
avergonzar ni perjudicar. Nos parece bien que los congresos se
comprometan a ejecutar el plan. Creo que aunque no conozcamos
la propuesta podemos intuir que esta contendrá asuntos
problemáticos que herirán cierta sensibilidad, particularmente
cívica. Pero creo que es mejor que sepamos exactamente a qué
atenernos. Si los congresistas no aceptan volvemos a cero, a
la misma incertidumbre que dura cincuenta años, a la misma
pérdida de esfuerzos. El Congreso tiene una gran
responsabilidad. Aceptar la propuesta de los Garantes no es
firmar un cheque en blanco.

Dar todos los elementos

El Congreso debe conocer todo lo relacionado al tema de
límites para que pueda dar su opinión. Hay que puntualizar la
percepción de si lo que se discute es un arbitraje o peritaje,
aunque no haya sido planteado así.

En ese sentido creo que el Legislativo debe conocer todas las
reglas. Además, si bien hemos dado todo el respaldo al
Presidente en este tema, al presentarnos como una sola
persona, hay que considerar que debe ser tratado con mucho
detenimiento. La actitud de los Garantes de solicitar una
definición a los congresos podría ser apresurada, pero el
Presidente debe dar todos los elementos.

El Congreso debe aceptar

Me parece que es una excelente negociación la que viene
haciendo el Presidente de la República. El llegar a este punto
en el acuerdo obliga a todos los ecuatorianos a buscar una paz
verdadera. Es beneficiosa y pedimos al Congreso Nacional que
acepte la propuesta para que continúe la negociación, puesto
que se busca llegar a un final feliz muy pronto.

Lo importante es el resultado al que se puede llegar, por
mayoría o por unanimidad de los diputados. Con eso, se
brindaría un apoyo a la idea del Presidente. Dentro de las
soluciones vigentes se establece que los países Garantes
pueden actuar para mediar entre ambos lados. Es muy válido.

Hay que aceptar el pedido

Hemos llegado a un punto muy importante en las negociaciones,
hay avances para ambos países y sería frustrante para el
pueblo de Ecuador y para el pueblo de Perú volver a
estancarnos. Por eso, como país y como Congreso Nacional
debemos aceptar la propuesta de los Garantes para que el
anhelo de una paz duradera se concrete, si no hay paz no
podemos hablar de desarrollo y de lucha contra la pobreza. El
punto clave de las negociaciones, los límites en la Cordillera
de El Cóndor, no han podido ser demarcados por los Gobiernos
de ambos países, por lo tanto es válida la salida que ofrecen
los Garantes. Pienso que el Congreso debe aceptar la propuesta
y debe permanecer atento para que exista equidad.

La propuesta es válida

Hubiera sido bueno que los gobiernos y las fuerzas vivas de
Ecuador y Perú tomen soluciones internamente, sin buscar a los
Garantes. Pero como no se ha dado de esta manera, los pueblos
indígenas vemos con buenos ojos la propuesta de los Garantes
para solucionar el problema territorial. También hemos dicho
que el Congreso Nacional tiene que mostrar una gran apertura y
buscar una salida para que, de una vez por todas, se cierre la
frontera. Ello servirá para olvidar el pasado y llegar al
siglo XXI con un nuevo esquema de las relaciones entre los dos
países. Nosotros pensamos que el presupuesto destinado a la
carrera armamentista permitirá el desarrollo de todos los
sectores sociales del Ecuador.

Es tiempo de la solución

Sí, estoy de acuerdo con la propuesta planteada por los
Garantes para la búsqueda de una solución definitiva de paz.
Han pasado tantos años y al país le ha costado muchos
recursos, que son escasos, para ser destinados para aspectos
militares y que podrían haber ido a educación, salud,
vivienda... Ya es tiempo que se solucione este asunto. Si esta
es la alternativa hay que apoyar las gestiones del
Presidente.También es acertado, como lo han planteado los
Garantes, someter el procedimiento a una aprobación previa del
Congreso. El plazo debería extenderse a por lo menos un mes.
Es un tiempo prudencial para que se hagan análisis profundos
de los pros y contras.

Es la única alternativa

A mi parecer, es la única salida posible y positiva, es el
momento para salir del estancamiento. La alternativa estaba
estipulada dentro del cronograma de las negociaciones y
específicamente en el Acuerdo de Santiago. Espero que los
Garantes no solo tengan argumentos jurídico-técnicos sino que
consideren el contexto político de la negociación, para que
sea una solución aceptable. Esta podría no dar la razón a
ninguna de las partes. Es importante tener en cuenta que todo
esto se hace en el marco del Protocolo de Río, sin embargo,
los Garantes intervienen porque han reconocido que el
instrumento internacional tiene problemas en su aplicación.

No hay otra salida

Creo que la intervención de los países Garantes sería la única
salida para desbloquear el proceso de paz entre Ecuador y Perú
una vez que los dos mandatarios y las cancillerías no se han
puesto de acuerdo para una solución global. Dentro de los
términos de la negociación no habría otra salida por lo tanto
el país la debe respaldar. Ecuador tiene todo que ganar y poco
que perder a diferencia de Perú que siempre ha tenido una
posición irreductible, lo que ha llevado a pedir la actuación
de los Garantes.

El Congreso Nacional debe aceptar la propuesta vinculante
porque me parece que es una salida adecuada para el Ecuador,
si los congresistas se oponen volveríamos a fojas cero.

No encuentro otro camino

Hablando a título personal, no encuentro otro camino, porque
si la opinión de los Garantes no es obligatoria se volverá a
discutir de nuevo. Ya los negociadores de los dos países han
agotado todos sus argumentos. Objetivamente se trata de un
arbitraje, que es lo que propuso Rodrigo Borja con el Papa. Y
un arbitraje no está sujeto a discusiones internas, de lo
contrario la negociación no tendría fin. Si el Congreso no
hace demagogia, debe escoger entre aceptar la propuesta o la
guerra, porque hemos llegado a un punto sin término medio. No
podemos engañar al país. Ya hemos avanzado mucho hasta llegar
al punto crucial; no podemos retroceder.

Sí al acuerdo de paz

Por sobre todas las cosas considero que deben terminar los
conflictos armados, pues tanto los ecuatorianos como los
peruanos queremos la paz. De allí que los congresistas, al ser
nuestros representantes, tendrán que acatar la voluntad de los
pueblos. También es muy importante la participación de las
naciones Garantes en este proceso de negociaciones por la paz:
debemos confiar en que ellos nos garanticen un dictamen
equitativo. Lo mejor es que ese acuerdo de paz, que
beneficiará a los dos países, tenga la bendición del Papa Juan
Pablo II. Si bien, Ecuador y Perú tendrán definidas sus
fronteras en los mapas, en la realidad los habitantes de ambos
estados seguiremos siendo hermanos. (Texto tomado de El
Comercio)
EXPLORED
en Ciudad Quito

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