Quito (Ecuador). 05 abr 96. Las giras de Freddy Ehlers no
respetan sus agendas. Es que, con tanto imprevisto, el equipo
que coordina la campaña se ve en figurillas para que Freddy
cumpla la agenda establecida.

Nadie cuenta con que Ehlers decida viajar a Latacunga, o que
Freddy enferme de indigestión, o que las caravanas de Nuevo
País coincidan con los mitines de otros candidatos. Y menos
que haya peleas entre los grupos que apoyan al candidato
presidencial.

Hay que cuidar otros detalles: los cassettes con música de
Julio Jaramillo, los sombreros, la espontaneidad de la gente,
la seguridad personal... Por eso aquello de que Ehlers es el
"candidato de las dificultades" parece quedarle muy bien.

HOY acompañó a Ehlers durante su gira por la provincia de
Imbabura, ocurrida el pasado fin de semana. Presenció las
impresionantes concentraciones indígenas que ocurrieron en
Ibarra y Otavalo; en los esfuerzos que realizaba Freddy para
sobrellevar su indigestión; y en las peleas que protagonizaron
indígenas de la CONAIE y militantes de la Izquierda
Democrática a lo largo del viaje.

Freddy Ehlers dormía plácidamente en el asiento trasero de la
furgoneta Ford que lo trasladaba desde Quito hasta Ibarra el
viernes anterior. Pese a que el viaje estaba muy retrasado, el
chofer conducía despacio para no incomodar al candidato.

Ehlers había llegado a Quito a las 19h00 en helicóptero luego
de visitar la zona afectada con el último temblor, una visita
decidida a última hora y que alteró todo el programa de
campaña en Imbabura. Allí lo esperaban sus partidarios a lo
largo de la carretera que conecta los pueblos imbabureños con
Ibarra.

Apenas descendió del helicóptero, Freddy se dirigió a su casa,
ubicada muy cerca del aeropuerto. Ahí los miembros de su
equipo comieron un sánduche con cola y dejaron listo los
utensilios para la gira por el Norte: dos teléfonos celulares,
un par de mantas azules, una caja de "klinex", dos mudas de
ropa, tres cassettes de música alegre de campaña y tres
hermosos sombreros marca Barberán ("made in" Guayaquil, por si
acaso).

Pero de lo que más se preocuparon fue de llevar suero oral. Es
que Freddy tenía una severa indigestión y apenas podía comer.
Durante todo el viaje el candidato bebía el suero de una
botella.

Ehlers, con ropa limpia, se despidió de su esposa, Malu
Morelli, y de su hija Carolina. Subió a la Ford y durmió en el
asiento trasero. El chofer condujo sin problemas hasta
Otavalo, sitio en que los miembros del Nuevo País esperaban
desde la cuatro de la tarde para hacer la caravana hasta
Ibarra. Elena Almeida, la encargada de la logística, coordinó
con un adormilado Freddy el programa. La caravana, formada por
90 autos, pasó como rayo por los pueblos y entró a Ibarra.
Mucha gente se quedó con su banderita arco iris en mano.

En la entrada de la ciudad esperaban los militantes de la
Izquierda Democrática. Ehlers se puso un sombrero blanco y
bajó de la Ford. La gente se abalanzó sobre él. Miembros de la
Policía, que lo protegían todo el tiempo, tuvieron que
rescatarlo y conducirlo a una tarima sobre un camión. La
caravana continuó lentamente porque los ibarreños se lanzaron
a las calles y pugnaban para subir a la plataforma móvil. La
caravana terminó en la plaza Abdón Calderón. Hubo un mitin que
duró hasta las 23h00. Freddy salió escoltado por policías
hasta la hostería "Chorlaví". Freddy merendó un poco de suero.

Entre la ID y el Nuevo País

El sábado, y con una hora de retraso, Ehlers llegó a la
Universidad Católica de Ibarra. Ya no estaba en la Ford, sino
en su Grand Blazer con la que recorría el país cuando estaba
en el programa "La TV". Leyó un ensayo poético de su autoría y
firmó muchos autógrafos a una nube de chicas. Los muchachos,
celosos, le escribieron en la Blazer: "Nebot Presidente".

Ehlers fue a Caranqui y colocó una ofrenda floral en el
monumento a la nacionalidad indígena. La ofrenda tenía escrita
la palabra "fe", que coincide con las siglas que Freddy Ehlers
utiliza en sus boletines de prensa. Y de ahí empezó la
caravana hacia Otavalo.

Pero Ricardo Noboa, candidato a la Presidencia, estaba en esa
ciudad haciendo proselitismo político. Hubo que esperar que
Noboa terminara su concentración para que Ehlers llegara a la
tarima de la plaza central.

A lo largo de la calle Simón Bolívar los miembros de Nuevo
País (en su gran mayoría indígenas de la CONAIE) pelearon
verbalmente con los militantes de la ID.

Los indígenas no permitieron que los naranjas, encabezados por
Raúl Baca Carbo, estuvieran cerca de Ehlers. Mientras sus
partidarios reñían entre sí, Freddy saludaba a la gente con el
pulgar hacia arriba, acompañado de un sonriente Luis Macas, el
máximo dirigente indígena y candidato a diputado nacional. El
sol caía vertical e implacable, lo que provocó estragos en la
salud del candidato. Apenas llegó a la tarima, se improvisó
una carpa para que Freddy se refugiara del sol. Mientras
hablaban los candidatos seccionales de la ID y de Nuevo País,
Freddy bebía más y más suero. La concentración terminó en
calma aunque los indígenas y los naranjas seguían
insultándose.

Freddy fue al hotel "El Indio", le regalaron otro sombrero, se
refrescó y saludó con calma a su esposa Malu y a Julia Ortega,
una de sus colaboradoras claves en la campaña, que viajaron de
Quito para apoyar a Ehlers. En el hotel, miembros de Nuevo
País ofrecieron un almuerzo en honor del indigestado
candidato. Freddy bebió la sopa y más suero.

Luis Macas practicó en Freddy una curación indígena porque la
indigestión se puso demasiado rebelde. Ehlers no pudo realizar
su caravana por Urcuquí.

Al día siguiente, en plena concentración en Cotacachi, los
miembros de Nuevo País obligaron a Raúl Baca a retirarse de la
tarima, mientras indígenas naranjas y de la CONAIE se agredían
con puñetes y palos.

Ehlers amenazó con retirar su candidatura si la unidad entre
ambos grupos no se imponía. Pero nadie le escuchó. Los
naranjas se retiraron enojados mientras los indígenas
proclamaban consignas de guerra en quichua. Y Freddy,
confundido, bebió su suero oral y regresó a Quito.

Notas de la campaña

-Ehlers se indigestó con chicha cuando visitó Cotopaxi.

- Hubo un "colado" en la gira por Imbabura: Diego Ordóñez,
candidato a diputado nacional por el Partido Socialista.
Ordóñez se pegó a Ehlers en Otavalo y quería salir en todas
las fotos junto al candidato de Nuevo País.

-Ehlers nunca se demora más de 15 minutos en sus discursos. Y
siempre repite las claves para gobernar: no robar, no mentir y
no ser vago. Los aplausos siempre son prolongados.

-En Otavalo los indígenas sustituyeron al GOE en la custodia
de Ehlers. Inclusive iban armados con lanzas y se preocupaban
de la seguridad del candidato.

-Pese al sombrero, en Ibarra se conoce a Ehlers como el
"peladito".

-Las peleas entre la ID y Nuevo País no ocurrieron solo a
nivel de bases. Los candidatos seccionales de ambos grupos, en
sus discursos, se mandaban indirectas. A Ehlers esto le
molestó.

-Ehlers practicó durante el viaje para pronunciar un discurso
en quichua. Luis Macas era su profesor. Pero, a la hora de la
verdad, Freddy prefirió hablar en español. Prometió que, para
la próxima ocasión, ya chapucearía algo de quichua.

-El equipo que acompaña a Freddy se preocupa de que su
candidato esté cómodo siempre: le consiguen agua si tiene sed,
le protegen del sol, le abrigan si llueve...

-En Imbabura se venden huipalas (las bufandas indígenas de
colores) a 10 mil sucres, y los adhesivos a 500. Así Nuevo
País se financia la campaña. El éxito de las huipalas ha sido
tan grande que algunos locales las venden a los turistas.
(Diario HOY) (2A)
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