Los Gobiernos de Ecuador y Colombia se encuentran inmersos en un proceso de acercamiento al cumplirse hoy el segundo aniversario de la ruptura de relaciones diplomáticas tras la violación territorial colombiana en un operativo contra un campamento que las FARC habían instalado ilegalmente en Ecuador.
Esta semana, el ministro de Defensa de Ecuador, Javier Ponce, reiteró que su país está a la espera de la entrega, por parte de Colombia, de las informaciones sobre el bombardeo a la zona ecuatoriana de Angostura, donde las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) habían instalado un campamento.
Recientemente el canciller, Ricardo Patiño, subrayó que las relaciones diplomáticas con Colombia están restablecidas, aunque matizó que no en su más alto nivel al no haber designado ninguna de las dos naciones a sus respectivos embajadores.
El 1 de marzo de 2008, Colombia bombardeó, sin aviso ni permiso de sus vecinos, una zona selvática de Angostura, en la Amazonía ecuatoriana, en un operativo en el que murieron al menos 26 personas, entre ellas el portavoz internacional de las FARC, alias "Raúl Reyes".
Año y medio después, en septiembre pasado, en Nueva York, el entonces canciller ecuatoriano, Fander Falconí, y su colega colombiano, Jaime Bermúdez, trazaron una hoja de ruta para recomponer las relaciones y en noviembre designaron a los respectivos encargados de negocios.
Quito y Bogotá están a la espera de que se instale la comisión de Asuntos Sensibles para tratar los problemas más difíciles, que incluyen requerimientos de Ecuador y Colombia para despejar las dudas cernidas sobre el ataque.
Ecuador, sobre todo, requiere información del ataque y una mayor presencia militar colombiana al otro lado de su frontera, donde operan los irregulares armados; mientras Colombia quiere que la Justicia ecuatoriana entierre los proceso por asesinato, imputados a altas autoridades que dirigieron la operación.
Falconí, artífice ecuatoriano de ese acercamiento, hasta su salida de la Cancillería en enero pasado, opinó hoy que con la entrega de Bogotá de la información requerida por Quito sobre el bombardeo "Ecuador ya puede dar un salto hacia adelante en la normalización plena de sus relaciones diplomáticas".
En Ecuador, el juez encargado del caso Angostura, Francisco Revelo, se abstuvo la semana pasada de continuar con el proceso y decidió sobreseer los casos contra el ex ministro colombiano de Defensa Juan Manuel Santos y otras autoridades militares de ese país.
El control de la frontera común para impedir el paso de fuerzas irregulares colombianas, solicitada por Ecuador a Colombia, ha tenido en la parte ecuatoriana un refuerzo, según recordaba esta semana Fabián Varela, jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, con la adquisición de material destinado a esa labor.
"Hemos privilegiado la alerta temprana, con la adquisición de radares chinos" dos de los cuales, prestados, están ubicados en la línea de frontera, mientras que "a fin de este año llegarán los cuatro radares definitivos, que serán ubicados a lo largo de la frontera norte", indicó Varela
"Antes era imposible por la situación del terreno comunicarse bien", dijo.
Además, añadió, "también se ha privilegiado el equipamiento de lanchas rápidas, que permite el desplazamiento más veloz y mejorar el control de los ríos, que son las principales vías de comunicación para abastecimiento, armamento, personal, y todo lo necesario para logística".
Recordó que el presidente Rafael Correa mencionó recientemente que hasta el momento se han destinado $398 millones para las Fuerzas Armadas y señaló que no están fortaleciendo las Fuerzas Armadas sino recuperándolas. (EFE)
Esta semana, el ministro de Defensa de Ecuador, Javier Ponce, reiteró que su país está a la espera de la entrega, por parte de Colombia, de las informaciones sobre el bombardeo a la zona ecuatoriana de Angostura, donde las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) habían instalado un campamento.
Recientemente el canciller, Ricardo Patiño, subrayó que las relaciones diplomáticas con Colombia están restablecidas, aunque matizó que no en su más alto nivel al no haber designado ninguna de las dos naciones a sus respectivos embajadores.
El 1 de marzo de 2008, Colombia bombardeó, sin aviso ni permiso de sus vecinos, una zona selvática de Angostura, en la Amazonía ecuatoriana, en un operativo en el que murieron al menos 26 personas, entre ellas el portavoz internacional de las FARC, alias "Raúl Reyes".
Año y medio después, en septiembre pasado, en Nueva York, el entonces canciller ecuatoriano, Fander Falconí, y su colega colombiano, Jaime Bermúdez, trazaron una hoja de ruta para recomponer las relaciones y en noviembre designaron a los respectivos encargados de negocios.
Quito y Bogotá están a la espera de que se instale la comisión de Asuntos Sensibles para tratar los problemas más difíciles, que incluyen requerimientos de Ecuador y Colombia para despejar las dudas cernidas sobre el ataque.
Ecuador, sobre todo, requiere información del ataque y una mayor presencia militar colombiana al otro lado de su frontera, donde operan los irregulares armados; mientras Colombia quiere que la Justicia ecuatoriana entierre los proceso por asesinato, imputados a altas autoridades que dirigieron la operación.
Falconí, artífice ecuatoriano de ese acercamiento, hasta su salida de la Cancillería en enero pasado, opinó hoy que con la entrega de Bogotá de la información requerida por Quito sobre el bombardeo "Ecuador ya puede dar un salto hacia adelante en la normalización plena de sus relaciones diplomáticas".
En Ecuador, el juez encargado del caso Angostura, Francisco Revelo, se abstuvo la semana pasada de continuar con el proceso y decidió sobreseer los casos contra el ex ministro colombiano de Defensa Juan Manuel Santos y otras autoridades militares de ese país.
El control de la frontera común para impedir el paso de fuerzas irregulares colombianas, solicitada por Ecuador a Colombia, ha tenido en la parte ecuatoriana un refuerzo, según recordaba esta semana Fabián Varela, jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, con la adquisición de material destinado a esa labor.
"Hemos privilegiado la alerta temprana, con la adquisición de radares chinos" dos de los cuales, prestados, están ubicados en la línea de frontera, mientras que "a fin de este año llegarán los cuatro radares definitivos, que serán ubicados a lo largo de la frontera norte", indicó Varela
"Antes era imposible por la situación del terreno comunicarse bien", dijo.
Además, añadió, "también se ha privilegiado el equipamiento de lanchas rápidas, que permite el desplazamiento más veloz y mejorar el control de los ríos, que son las principales vías de comunicación para abastecimiento, armamento, personal, y todo lo necesario para logística".
Recordó que el presidente Rafael Correa mencionó recientemente que hasta el momento se han destinado $398 millones para las Fuerzas Armadas y señaló que no están fortaleciendo las Fuerzas Armadas sino recuperándolas. (EFE)
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