Quito. 9 oct 96. Ecuador confiará en 11 hombres, 11
deportistas y, sobre todo, en 11 sueños que tratarán de forjar
la ilusión del país entero.

Son parte de un proceso, de una planificación previa,
elaborada en la mente de Francisco Maturana. Ahora, como dijo
el arquero Morales en un programa de televisión, los muchachos
"están con los dientes apretados".

Pero, ¿cómo llegaron estos jugadores de fútbol a la selección
nacional? Está es su historia, aunque constan 12 y no los 11
de rigor. Es que la duda de Fernández y Delgado persiste hasta
el mismo momento del partido.

Carlos Morales, 31 años, arquero.

Le dicen "Pestañita". Su año de inicio: 1983. Surgió de la
cantera de goleros de Barcelona, creada por el brasileño
Manga. En el 85 atrapa la titularidad, es campéon y elegido el
mejor futbolista del año.
Su primera selección la consiguió en dos años después, en la
Copa América de Argentina. Dos goles de Diego Maradona fueron
su bautizo internacional.

Integra el seleccionado de 1989 y no vuelve a la tricolor
hasta este año. Su club de toda la vida ha sido Barcelona,
donde ha obtenido cinco campeonatos. Fue prestado, en 1994 al
Independiente de Avellaneda de Argentina.

Wagner Rivera, 24 años, lateral derecho.

El "Chinchulín" de Puerto Bolívar empezó su carrera en el
Santos del Guabo, de la serie del fútbol nacional, en 1991. Su
salto al Espoli lo realiza en 1993. En ese club -revelación
del torneo de la temporada siguiente- Rivera se gana la
titularidad y la confianza, primero de Carlos Sevilla y
después del uruguayo Fernando Rodríguez Riolfo.

Sin duda, su mejor año ha sido este. Logró ser convocado y
luego titular en la selección y, además, ser transferido al
equipo con más hinchada en el mundo, el Flamengo de Río de
Janeiro.

Máximo Tenorio, 25 años, defensa central.

Dentro del árgot futbolístico se lo conoce como el "General".
Tenorio arrancó su carrera profesional en la Liga de Loja,
pero de goleador. Un día, Dussan Draskovic, mientras buscaba
jugadores por el país, lo miró y lo llevó a la selección sub
23, que obtuvo el cuarto lugar en el Preolímpico de 1992, en
Asunción. Ese fue su lanzamiento.

Emelec lo compró inmediatamente y lo mantuvo hasta hace unos
meses, que fichó por el Vasco da Gama brasileño. No ha faltado
a ninguna convocatoria de la selección nacional desde 1993.

Alberto Montaño, 26 años, defensa central.

Su fe inquebrantable es la característica de su vida. Y si no
está jugando fútbol está predicando. Este defensor, que
alcanzó notoriedad en el Green Cross de Manta en el 91,
también surgió del sub 23 de Asunción. Draskovic elogiaba su
seguridad en la zaga: "con Montaño no pasa ni un mosquito",
decía el montenegrino.

En 1995 pasó a Barcelona y, aunque no siempre fue titular,
Maturana lo ha puesto como fijo en su alineación. Su gol a los
argentinos fue inolvidable.

Luis Capurro, 34 años, lateral izquierdo.

Son 12 años seguidos en los que Luis Capurro ha integrado las
selecciones nacionales. Desde 1984, cuando el brasileño
Antoninho lo llamaba para las eliminatorias de México 86,
hasta 1996, cuando Maturana busca incansablemente un sucesor
para el tres veces mejor lateral izquierdo del continente.

El primer club del capitán del Ecuador fue el recordado
Filanbanco. En aquel equipo permaneció hasta 1989, que fue
vendido a Emelec, cuadro al que pertenece en la actualidad,
aunque esté prestado al Racing de Argentina en estos momentos.
Sus condiciones hicieron eco en el estranjero, cuando Cerro
Porteño de Paraguay lo tuvo en el 93 para Copa Libertadores.

Héctor Carabalí, 26 años, mediocampista.

Cuando Filanbanco cambiaba de nombre a Valdez, Héctor Carabalí
era convocado por primera vez a una selección, que era, nada
más y nada menos, que la del preolímpico de Asunción, donde
también adquirió notoriedad este aguerrido jugador.

Su regularidad se refleja en el puesto de titular que carabalí
conserva en Barcelona por más de tres años, desde cuando los
amarillos lo llevaron a sus filas. Carabalí también pertenece
a la generación Draskovic e integró todas las selecciones
desde que el europeo lo llamó al sub 23.

Iván Hurtado, 21 años, defensor y mediocampista.

Su trayectoria, a pesar de su corta edad es una de las más
partidos internacionales tiene dentro de los jugadores
ecuatorianos. La sub12 fue su primera selección y de ahí no
paró hasta llegar a la absoluta. En el mundialito sub 17 de
1991, que se realizó en Venezuela y coronó campeón a Ecuador,
fue designado el mejor juvenil de América, pero como número
10.

El ojo de Draskovic lo llevó al equipo de mayores en 1992, no
sin antes ser parte del sub 23, que tantas figuras llevó a
Asunción. Del Esmeraldas Petrolero paso al Emelec. Ahora juega
en el balompié mexicano en al Atlético Celaya.


Alex Aguinaga, 27 años, mediocampista.

El Ciudad de Quito, Deportivo Quito, Necaxaa y la selección
han sido los equipos donde este hábil ibarreño ha pasado la
mayoría de su vida. Y también los que le catapultaron a ser el
mejor futbolista nacional en estos momentos. Pero de todos
estos clubes, el mexicano donde más años ha jugado: siete
(1989-1996) y donde consiguió sus dos únicos campeonatos.

Su dotes de genio con el balón lo convierten en lo más
destacado del balompié nacional después de Alberto Spencer.

Gilson de Souza, 29 años, mediocampista.

Este brasileño, naturalizado ecuatoriano jugó en varios clubes
de su país de origen y en Lauretano de Portugal antes de que
el Valdez lo trajerá a Guayaquil en 1991. Tres años en ese
club y un subcampeonato nacional lo llevaron a Barcelona. Un
paso fugaz por Liga de Quito también consta en su hoja de
vida.

El año pasado, cuando Maturana lo observó y dijo que le
gustaría tenerlo en la selección, Gilson logra convertirse en
un ecuatoriano más. Su fusión con el grupo ha sido completa y
efectiva. Es el otro motor, junto con Aguinaga, del plantel
nacional.

Eduardo Hurtado, 26 años, delantero.

Un verdadero "Tanque". Es el jugador que ha militado en más
equipos del exterior. De sus inicios con el Valdez y su
ingreso internacional en el preolímpico de Asunción, ha jugado
en el Saint Gallen de Suiza, Correcaminos de México, Colo Colo
de Chile y, actualmente, Galaxy de Estados Unidos, donde es el
goleador del certamen regular de ese país.

Es el atacante más efectivo del equipo y el máximo anotador de
los últimos años.

Agustín Delgado, 22 años, delantero.

Formó parte de innumerables selecciones menores. Otro fruto de
la era Draskovic. Se inició en Espoli, paso a Barcelona y
ahora está en Nacional. Sus goles a Jamaica, el viernes,
confirmaron su mejor virtud: el cabeceo. (DIARIO HOY) (P.
1-B)
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