Guayaquil. 28 jun 2000. Acción fue en aguas nternacionales Buscaba
drogas y halló emigrantes No habría base legal para captura Los
operativos navales de los Estados Unidos para detener a emigrantes
en alta mar fueron cuestionados por el embajador Francisco
Suescum, director del departamento de Soberanía Marítima y del
Espacio de la Cancillería.
Las capturas realizadas son ilegales, expresó el diplomático,
quien destacó que no hay tratados que permitan esta actividad de
la Armada estadounidense en aguas territoriales ecuatorianas o
internacionales.
Los viajeros que fueron capturados el pasado viernes por una nave
de los Estados Unidos han dicho que emigraban para buscar empleos
bien remunerados que les permitan mantener en forma digna a sus
familias.
No hay oportunidades en Ecuador, por lo que tenemos que buscar en
otros países, dijo ayer Emilia del Rosario Garay Ulltury, de 20
años, una de los 190 emigrantes que viajaban en el barco pesquero
Elizabeth I, que fue interceptado por una patrullera de los
Estados Unidos, frente a las costas de Colombia.
Los coyotes cobraban siete mil dólares a cada uno de los viajeros,
quienes habían pagado dos mil como anticipo. Luego, en
Centroamérica, debían pagar 1.500 más y el saldo al llegar a EE.
UU.
Emilia y sus compañeros de viaje expresaron que primero arribaron
a Esmeraldas, de donde fueron llevados a una playa, y de ahí al
barco.
El enemigo de los ilegales
Los sábados en la mañana se lo puede ver a poca altitud pasando
por el cielo de la playa El Murciélago.
Cuando no es posible distinguirlo por efecto de las nubes, el
inconfundible sonido que dan sus cuatro motores turbohélice lo
delata incluso en las noches. Suena como los viejos aviones
bombarderos de la II Guerra Mundial. Se trata del avión Lockheed
P-3 Orión, una nave norteamericana de lucha antinarcóticos, que se
ha convertido en el enemigo de los emigrantes ecuatorianos.
Construido inicialmente para la búsqueda, localización y
destrucción de submarinos hostiles, el avión detecta a los
viajeros ilegales que utilizan pequeñas embarcaciones pesqueras
para salir del país hacia los países centroamericanos y luego
llegar por tierra hasta los Estados Unidos.
El más reciente descubrimiento de ilegales ocurrió el pasado
viernes 23 de junio, cuando la embarcación Elizabeth I fue
detectada con 190 indocumentados, en aguas internacionales a 300
millas, entre los límites de Ecuador y Colombia.
El barco zarpó desde Punta Galera en Esmeraldas, la madrugada del
lunes 19 de junio con 44 mujeres y 146 hombres a bordo. Además de
cuatro tripulantes.
La embarcación tenía como destino Guatemala. Desde ahí los
ecuatorianos ilegales pretendían avanzar por vía terrestre hasta
los Estados Unidos para conseguir el ansiado sueño americano. Pero
sus ilusiones fueron frustradas por el Orión.
No habrá buque con carga humana que pase por el océano Pacífico de
Centroamérica sin ser detectado, dijo un experto en este tema.
La base aérea Eloy Alfaro de Manta es el lugar de reabastecimiento
y logística del Orión.
La aeronave está equipada con dispositivos sensores electrónico y
acústico (radar, sonoboyas, detectores de anomalías magnéticas)
que permiten a la tripulación determinar la existencia y fijar su
posición correcta.
Arribo a Esmeraldas
Alrededor de las 10h40 de ayer arribó al puerto de Esmeraldas el
buque pesquero Elizabeth I, en el que viajaban 190 ecuatorianos
indocumentados y que fue interceptado en aguas internacionales el
viernes 23 de junio.
Los compatriotas, de entre 20 y 30 años, se mostraban cansados y
un tanto enfermos.
El alto riesgo de perder la vida era latente en el interior del
buque, pues no había chaquetas salvavidas ni botes capaces de
rescatar a los sobrevivientes en caso de un naufragio.
La nave llegó resguardada por el guardacosta Río Zarumilla y la
lancha Pájaro Azul.
Víctor Anastasio Paladines, quien realizaba la función de capitán
del barco, dijo que no tiene documentos que lo acrediten en la
Marina Mercante, pero fue contratado porque tiene experiencia.
Captura es ilegal
Las capturas de indocumentados ecuatorianos fuera de las 200
millas o dentro de ellas, efectuadas por barcos militares de
Estados Unidos, son ilegales.
Así lo confirmó el embajador Francisco Suesco, director del
departamento de Soberanía Marítima y del Espacio de la
Cancillería.
El funcionario cuestionó duramente los operativos de naves
estadounidenses en territorio marítimo ecuatoriano e
internacional.
A pretexto del convenio para la lucha antidrogas de la Base Aérea
de Manta, conocemos que estarían realizando patrullas y
detenciones en aguas ecuatorianas, indicó.
Suesco aseguró que las detenciones de ilegales es una violación a
los tratados internacionales porque los EE.UU. solo pueden
calificar y capturar naves extranjeras cuando estén infringiendo
en su territorio.
Travesías peligrosas
El comandante Gonzalo Vela, de la Dirección General de la Marina
Mercante (Digmer), advirtió los graves riesgos que corren los
cientos de personas que realizan travesías en embarcaciones de
pesca blanca.
También dijo que en esos barcos no existen baños ni camarotes para
tanta gente, y que para hacer las necesidades biológicas eso es
humillante, sobre todo si van mujeres.
Además, el pesquero Elizabeth I, en que navegaban 190 emigrantes
ecuatorianos, tiene una capacidad de 25 toneladas (para 40
personas como máximo). Eso es peligroso y por el sobrepeso podía
hundirse la nave, y aún más por lo agitado que se encuentra el mar
en esa zona.
Precisó que actualmente la furia del océano disminuye la
flotabilidad y si la embarcación estaba sobrecargada, podía
hundirse. (Texto tomado de El Universo)
drogas y halló emigrantes No habría base legal para captura Los
operativos navales de los Estados Unidos para detener a emigrantes
en alta mar fueron cuestionados por el embajador Francisco
Suescum, director del departamento de Soberanía Marítima y del
Espacio de la Cancillería.
Las capturas realizadas son ilegales, expresó el diplomático,
quien destacó que no hay tratados que permitan esta actividad de
la Armada estadounidense en aguas territoriales ecuatorianas o
internacionales.
Los viajeros que fueron capturados el pasado viernes por una nave
de los Estados Unidos han dicho que emigraban para buscar empleos
bien remunerados que les permitan mantener en forma digna a sus
familias.
No hay oportunidades en Ecuador, por lo que tenemos que buscar en
otros países, dijo ayer Emilia del Rosario Garay Ulltury, de 20
años, una de los 190 emigrantes que viajaban en el barco pesquero
Elizabeth I, que fue interceptado por una patrullera de los
Estados Unidos, frente a las costas de Colombia.
Los coyotes cobraban siete mil dólares a cada uno de los viajeros,
quienes habían pagado dos mil como anticipo. Luego, en
Centroamérica, debían pagar 1.500 más y el saldo al llegar a EE.
UU.
Emilia y sus compañeros de viaje expresaron que primero arribaron
a Esmeraldas, de donde fueron llevados a una playa, y de ahí al
barco.
El enemigo de los ilegales
Los sábados en la mañana se lo puede ver a poca altitud pasando
por el cielo de la playa El Murciélago.
Cuando no es posible distinguirlo por efecto de las nubes, el
inconfundible sonido que dan sus cuatro motores turbohélice lo
delata incluso en las noches. Suena como los viejos aviones
bombarderos de la II Guerra Mundial. Se trata del avión Lockheed
P-3 Orión, una nave norteamericana de lucha antinarcóticos, que se
ha convertido en el enemigo de los emigrantes ecuatorianos.
Construido inicialmente para la búsqueda, localización y
destrucción de submarinos hostiles, el avión detecta a los
viajeros ilegales que utilizan pequeñas embarcaciones pesqueras
para salir del país hacia los países centroamericanos y luego
llegar por tierra hasta los Estados Unidos.
El más reciente descubrimiento de ilegales ocurrió el pasado
viernes 23 de junio, cuando la embarcación Elizabeth I fue
detectada con 190 indocumentados, en aguas internacionales a 300
millas, entre los límites de Ecuador y Colombia.
El barco zarpó desde Punta Galera en Esmeraldas, la madrugada del
lunes 19 de junio con 44 mujeres y 146 hombres a bordo. Además de
cuatro tripulantes.
La embarcación tenía como destino Guatemala. Desde ahí los
ecuatorianos ilegales pretendían avanzar por vía terrestre hasta
los Estados Unidos para conseguir el ansiado sueño americano. Pero
sus ilusiones fueron frustradas por el Orión.
No habrá buque con carga humana que pase por el océano Pacífico de
Centroamérica sin ser detectado, dijo un experto en este tema.
La base aérea Eloy Alfaro de Manta es el lugar de reabastecimiento
y logística del Orión.
La aeronave está equipada con dispositivos sensores electrónico y
acústico (radar, sonoboyas, detectores de anomalías magnéticas)
que permiten a la tripulación determinar la existencia y fijar su
posición correcta.
Arribo a Esmeraldas
Alrededor de las 10h40 de ayer arribó al puerto de Esmeraldas el
buque pesquero Elizabeth I, en el que viajaban 190 ecuatorianos
indocumentados y que fue interceptado en aguas internacionales el
viernes 23 de junio.
Los compatriotas, de entre 20 y 30 años, se mostraban cansados y
un tanto enfermos.
El alto riesgo de perder la vida era latente en el interior del
buque, pues no había chaquetas salvavidas ni botes capaces de
rescatar a los sobrevivientes en caso de un naufragio.
La nave llegó resguardada por el guardacosta Río Zarumilla y la
lancha Pájaro Azul.
Víctor Anastasio Paladines, quien realizaba la función de capitán
del barco, dijo que no tiene documentos que lo acrediten en la
Marina Mercante, pero fue contratado porque tiene experiencia.
Captura es ilegal
Las capturas de indocumentados ecuatorianos fuera de las 200
millas o dentro de ellas, efectuadas por barcos militares de
Estados Unidos, son ilegales.
Así lo confirmó el embajador Francisco Suesco, director del
departamento de Soberanía Marítima y del Espacio de la
Cancillería.
El funcionario cuestionó duramente los operativos de naves
estadounidenses en territorio marítimo ecuatoriano e
internacional.
A pretexto del convenio para la lucha antidrogas de la Base Aérea
de Manta, conocemos que estarían realizando patrullas y
detenciones en aguas ecuatorianas, indicó.
Suesco aseguró que las detenciones de ilegales es una violación a
los tratados internacionales porque los EE.UU. solo pueden
calificar y capturar naves extranjeras cuando estén infringiendo
en su territorio.
Travesías peligrosas
El comandante Gonzalo Vela, de la Dirección General de la Marina
Mercante (Digmer), advirtió los graves riesgos que corren los
cientos de personas que realizan travesías en embarcaciones de
pesca blanca.
También dijo que en esos barcos no existen baños ni camarotes para
tanta gente, y que para hacer las necesidades biológicas eso es
humillante, sobre todo si van mujeres.
Además, el pesquero Elizabeth I, en que navegaban 190 emigrantes
ecuatorianos, tiene una capacidad de 25 toneladas (para 40
personas como máximo). Eso es peligroso y por el sobrepeso podía
hundirse la nave, y aún más por lo agitado que se encuentra el mar
en esa zona.
Precisó que actualmente la furia del océano disminuye la
flotabilidad y si la embarcación estaba sobrecargada, podía
hundirse. (Texto tomado de El Universo)
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