El director técnico colombiano logró el campeonato cafetero con el independiente de Medellín en apenas medio año como estratega
BOGOTÁ. El nuevo técnico campeón del fútbol profesional colombiano con el Independiente Medellín (DIM), Leonel Álvarez, se capacitó durante tres meses en el Centro de Alto Rendimiento de Barcelona (España), pero ha sido su fortaleza, dentro y fuera de la cancha, la que lo tiene en un verdadero sitial de honor.
No es por casualidad que, debutando como entrenador, con solo seis meses al frente del equipo rojo de Antioquia, hoy esté disfrutando de las mieles de su primer título, y ya esté pensando en lo que será el enfrentarse al Corinthians del Brasil, al Cerro Porteño del Paraguay y al ganador entre el Atlético Junior y el Racing del Uruguay por la Copa Libertadores de 2010.
Y es que Álvarez no deja de pensar en trabajar. "Vamos a celebrar, pero luego tenemos que volver a la realidad porque esto no se acaba aquí", comentó al concluir el partido frente al Atlético Huila que terminó 2-2, en la final colombiana.
A sus 44 años, el ex mundialista le imprime a su condición de técnico la misma fortaleza, garra y amor por la camiseta que también lo caracterizaron como jugador.
Hizo parte de los llamados históricos, esos que llevaron a Colombia a tres mundiales consecutivos, de los cuales Álvarez estuvo en dos: Italia 90 y Estados Unidos 94.
Además, se le recuerda marcando el último penal con el que Atlético Nacional derrotó a Olímpia del Paraguay en la final de la Libertadores 1989.
A nivel internacional, jugó en Valladolid (España), Dallas Burn y New England Revolution (EEUU) y en Tiburones de Veracruz (México).
Mientras en Colombia, además del Atlético Nacional, actuó con el América de Cali, el Deportes Quindío y el Deportivo Pereira.
Cuando decidió retirarse como jugador en 2004, ya en su mente rondaba la idea de convertirse en técnico. Por eso, luego de regresar del curso en España siguió los consejos de Hugo Castaño y Santiago Escobar con el que fue asistente en el D. Pereira y también en el Medellín.
Paradójicamente, al mismo Escobar fue a quien reemplazó a mediados de este año, en donde confirmó lo que había aprendido con un título que abre su hoja de vida como entrenador en propiedad. (EFE)
BOGOTÁ. El nuevo técnico campeón del fútbol profesional colombiano con el Independiente Medellín (DIM), Leonel Álvarez, se capacitó durante tres meses en el Centro de Alto Rendimiento de Barcelona (España), pero ha sido su fortaleza, dentro y fuera de la cancha, la que lo tiene en un verdadero sitial de honor.
No es por casualidad que, debutando como entrenador, con solo seis meses al frente del equipo rojo de Antioquia, hoy esté disfrutando de las mieles de su primer título, y ya esté pensando en lo que será el enfrentarse al Corinthians del Brasil, al Cerro Porteño del Paraguay y al ganador entre el Atlético Junior y el Racing del Uruguay por la Copa Libertadores de 2010.
Y es que Álvarez no deja de pensar en trabajar. "Vamos a celebrar, pero luego tenemos que volver a la realidad porque esto no se acaba aquí", comentó al concluir el partido frente al Atlético Huila que terminó 2-2, en la final colombiana.
A sus 44 años, el ex mundialista le imprime a su condición de técnico la misma fortaleza, garra y amor por la camiseta que también lo caracterizaron como jugador.
Hizo parte de los llamados históricos, esos que llevaron a Colombia a tres mundiales consecutivos, de los cuales Álvarez estuvo en dos: Italia 90 y Estados Unidos 94.
Además, se le recuerda marcando el último penal con el que Atlético Nacional derrotó a Olímpia del Paraguay en la final de la Libertadores 1989.
A nivel internacional, jugó en Valladolid (España), Dallas Burn y New England Revolution (EEUU) y en Tiburones de Veracruz (México).
Mientras en Colombia, además del Atlético Nacional, actuó con el América de Cali, el Deportes Quindío y el Deportivo Pereira.
Cuando decidió retirarse como jugador en 2004, ya en su mente rondaba la idea de convertirse en técnico. Por eso, luego de regresar del curso en España siguió los consejos de Hugo Castaño y Santiago Escobar con el que fue asistente en el D. Pereira y también en el Medellín.
Paradójicamente, al mismo Escobar fue a quien reemplazó a mediados de este año, en donde confirmó lo que había aprendido con un título que abre su hoja de vida como entrenador en propiedad. (EFE)
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