Cuenca. 26 ene 2000. La Superintendencia de Bancos iniciará una
campaña de información con la banca. Quienes se endeudaron antes
del 10 de enero se benefician.
La conversión de las tasas de interés de sucres a dólares, como
paso previo a la dolarización, causa confusión entre los clientes
de la banca porque unos serán ganadores y otros perdedores.
Hasta las operaciones pactadas al 10 de enero pasado, los
clientes recibirán intereses o pagarán sus deudas con base al
contrato inicial. Pero, a partir del 11 de enero, las cosas
cambiaron, pues empezó a regir la conversión a dólares en montos
y en tasas de intereses.
El Decreto 1723 firmado por el ex presidente Jamil Mahuad, la
semana pasada, explica que las nuevas tasas se obtendrán de
acuerdo a una fórmula: a la tasa del contrato original se suma
un punto y se multiplica por un coeficiente de conversión: para
la tasa activa es 0,659 y pasiva es de 0,743. A este dato se le
resta uno y se obtiene el porcentaje de la nueva tasa de interés.
Si un cliente tiene un crédito con tasas de interés del 75 por
ciento, la aplicación de la fórmula la convierte en una tasa en
dólares del 15 por ciento. Este es el nuevo interés que debe
pagar el cliente por su crédito. Un proceso similar se utiliza
para calcular la tasa que recibirá un depositante por su
inversión.
Esta conversión tiene ventajas y desventajas. Para los clientes
que hicieron contratos antes del 10 de enero pasado, según
banqueros consultados, se abaratará el costo financiero.
¿Por qué? Por ejemplo, si un cliente contrató un crédito de 10
millones de sucres en diciembre pasado, a 24 meses y a un interés
de 70 por ciento, tenía que pagar mensualmente 784 560 sucres
(capital e interés) durante dos años. Con un dólar de 25 mil
sucres, el pago mensual equivalía a USD 31,38.
Como resultado de la dolarización y de las nuevas tasas, la cuota
será menor. Los 10 millones de sucres se convierten en USD 400
y el interés en 12 por ciento: la cuota será de USD 19,39 cada
mes, que equivale a 484 750 sucres. La deuda se reduce un 38 por
ciento.
La otra ventaja, según los operadores bancarios, es que las tasas
de interés no superarán el 15 por ciento y serán estables durante
todo el tiempo, lo que permitirá estabilizar costos.
Sin embargo, para las personas que estaban acostumbradas a
recibir más sucres por sus inversiones en pólizas, repos y otros
papeles, el negocio se acabó. Ahora el ingreso será menor, ya que
las tasas que pagan bajarán del 46 al 8 por ciento.
Los tesoreros de los bancos consultados por este Diario
advirtieron el riesgo de que ese capital se vaya a otros sectores
o negocios, donde la rentabilidad sea más atractiva, en lugar de
las pólizas, repos y minibems.
Sin embargo, señalaron que lo conveniente es destinar ese dinero
a actividades productivas.
Si bien todo este proceso es automático, el cliente tendrá que
comprobar la conversión de las tasas de interés. Para eso, la
Superintendencia de Bancos recomienda que los clientes consulten
en primera instancia con sus asesores. Además, que las entidades
financieras realicen publicidad para explicar el mecanismo de
conversión.
Esta situación permitirá al cliente hacer cálculos y comprobar
lo que hizo el banco.
A criterio de Eduardo Vintimilla, gerente del Banco Machala en
Cuenca, este mecanismo es "positivo" ya que abaratará
sustancialmente el crédito a los agentes económicos y reactivará
la demanda y la inversión productiva.
"Ahora, la banca que tiene liquidez empezará a reactivar las
operaciones de crédito, pues ahora los márgenes se disminuyen y
la inestabilidad se anula".
No hay el instructivo de aplicación
El pasado 20 de enero, el Ejecutivo decretó una Ley de Desagio
para regular las tasas de interés. A partir de esto, los bancos
comenzaron a regular el valor de estas tasas, desde los actuales
niveles de hasta 50 por ciento hasta el monto establecido: un
máximo de 8 por ciento para la tasa activa y un mínimo de 5 por
ciento en el caso de la tasa pasiva. Sin embargo, el reajuste
será paulatino. Según un banquero que prefirió no ser
identificado las nuevas tasas de interés serán aplicadas en el
mercado poco a poco. Antes, se negociará con cada cliente, pues
son casos diferentes en cuanto a plazos y tasas de interés.
De su lado, voceros de la Asociación de Bancos Privados del
Ecuador (ABPE) afirmaron que hace falta un instructivo previo a
la aplicación del Decreto 1723, donde se explique cómo operar en
algunos casos especiales, como refinanciamientos en dos tipos de
moneda, reajustes de tasas de interés, reprogramaciones, etc.
Justamente para finiquitar los detalles de este instructivo, ayer
estaba prevista una reunión entre las autoridades bancarias y el
superintendente de Bancos, Jorge Guzmán.
Es importante destacar que con la aplicación de la fórmula del
Decreto, aquellos bancos que operaban con mayores tasas de
interés tendrán un margen mayor (diferencia entre tasa activa y
pasiva), que los que tengan costos menores.
Para los banqueros, estas son distorsiones que tendrán que
pulirse con el tiempo, una vez que se consolide el modelo de
dolarización en su totalidad. De igual forma dicen, que los
clientes seleccionarán a las instituciones que ofrezcan mayores
garantías a su dinero, solidez, facilidades y tasas de interés
garantizadas acorde con la tasa referencial, que para ese momento
será considerada como el promedio de la tasa pasiva o activa
aplicada en el sistema financiero. (Texto tomado de El Comercio)
campaña de información con la banca. Quienes se endeudaron antes
del 10 de enero se benefician.
La conversión de las tasas de interés de sucres a dólares, como
paso previo a la dolarización, causa confusión entre los clientes
de la banca porque unos serán ganadores y otros perdedores.
Hasta las operaciones pactadas al 10 de enero pasado, los
clientes recibirán intereses o pagarán sus deudas con base al
contrato inicial. Pero, a partir del 11 de enero, las cosas
cambiaron, pues empezó a regir la conversión a dólares en montos
y en tasas de intereses.
El Decreto 1723 firmado por el ex presidente Jamil Mahuad, la
semana pasada, explica que las nuevas tasas se obtendrán de
acuerdo a una fórmula: a la tasa del contrato original se suma
un punto y se multiplica por un coeficiente de conversión: para
la tasa activa es 0,659 y pasiva es de 0,743. A este dato se le
resta uno y se obtiene el porcentaje de la nueva tasa de interés.
Si un cliente tiene un crédito con tasas de interés del 75 por
ciento, la aplicación de la fórmula la convierte en una tasa en
dólares del 15 por ciento. Este es el nuevo interés que debe
pagar el cliente por su crédito. Un proceso similar se utiliza
para calcular la tasa que recibirá un depositante por su
inversión.
Esta conversión tiene ventajas y desventajas. Para los clientes
que hicieron contratos antes del 10 de enero pasado, según
banqueros consultados, se abaratará el costo financiero.
¿Por qué? Por ejemplo, si un cliente contrató un crédito de 10
millones de sucres en diciembre pasado, a 24 meses y a un interés
de 70 por ciento, tenía que pagar mensualmente 784 560 sucres
(capital e interés) durante dos años. Con un dólar de 25 mil
sucres, el pago mensual equivalía a USD 31,38.
Como resultado de la dolarización y de las nuevas tasas, la cuota
será menor. Los 10 millones de sucres se convierten en USD 400
y el interés en 12 por ciento: la cuota será de USD 19,39 cada
mes, que equivale a 484 750 sucres. La deuda se reduce un 38 por
ciento.
La otra ventaja, según los operadores bancarios, es que las tasas
de interés no superarán el 15 por ciento y serán estables durante
todo el tiempo, lo que permitirá estabilizar costos.
Sin embargo, para las personas que estaban acostumbradas a
recibir más sucres por sus inversiones en pólizas, repos y otros
papeles, el negocio se acabó. Ahora el ingreso será menor, ya que
las tasas que pagan bajarán del 46 al 8 por ciento.
Los tesoreros de los bancos consultados por este Diario
advirtieron el riesgo de que ese capital se vaya a otros sectores
o negocios, donde la rentabilidad sea más atractiva, en lugar de
las pólizas, repos y minibems.
Sin embargo, señalaron que lo conveniente es destinar ese dinero
a actividades productivas.
Si bien todo este proceso es automático, el cliente tendrá que
comprobar la conversión de las tasas de interés. Para eso, la
Superintendencia de Bancos recomienda que los clientes consulten
en primera instancia con sus asesores. Además, que las entidades
financieras realicen publicidad para explicar el mecanismo de
conversión.
Esta situación permitirá al cliente hacer cálculos y comprobar
lo que hizo el banco.
A criterio de Eduardo Vintimilla, gerente del Banco Machala en
Cuenca, este mecanismo es "positivo" ya que abaratará
sustancialmente el crédito a los agentes económicos y reactivará
la demanda y la inversión productiva.
"Ahora, la banca que tiene liquidez empezará a reactivar las
operaciones de crédito, pues ahora los márgenes se disminuyen y
la inestabilidad se anula".
No hay el instructivo de aplicación
El pasado 20 de enero, el Ejecutivo decretó una Ley de Desagio
para regular las tasas de interés. A partir de esto, los bancos
comenzaron a regular el valor de estas tasas, desde los actuales
niveles de hasta 50 por ciento hasta el monto establecido: un
máximo de 8 por ciento para la tasa activa y un mínimo de 5 por
ciento en el caso de la tasa pasiva. Sin embargo, el reajuste
será paulatino. Según un banquero que prefirió no ser
identificado las nuevas tasas de interés serán aplicadas en el
mercado poco a poco. Antes, se negociará con cada cliente, pues
son casos diferentes en cuanto a plazos y tasas de interés.
De su lado, voceros de la Asociación de Bancos Privados del
Ecuador (ABPE) afirmaron que hace falta un instructivo previo a
la aplicación del Decreto 1723, donde se explique cómo operar en
algunos casos especiales, como refinanciamientos en dos tipos de
moneda, reajustes de tasas de interés, reprogramaciones, etc.
Justamente para finiquitar los detalles de este instructivo, ayer
estaba prevista una reunión entre las autoridades bancarias y el
superintendente de Bancos, Jorge Guzmán.
Es importante destacar que con la aplicación de la fórmula del
Decreto, aquellos bancos que operaban con mayores tasas de
interés tendrán un margen mayor (diferencia entre tasa activa y
pasiva), que los que tengan costos menores.
Para los banqueros, estas son distorsiones que tendrán que
pulirse con el tiempo, una vez que se consolide el modelo de
dolarización en su totalidad. De igual forma dicen, que los
clientes seleccionarán a las instituciones que ofrezcan mayores
garantías a su dinero, solidez, facilidades y tasas de interés
garantizadas acorde con la tasa referencial, que para ese momento
será considerada como el promedio de la tasa pasiva o activa
aplicada en el sistema financiero. (Texto tomado de El Comercio)
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