DOCE AÑOS DE SANGRIENTO TERRORISMO IMPUESTO POR SENDERO LUMINOSO
Lima. 13.05.92. Sendero Luminoso cumplirá el próximo domingo doce
años de la sangrienta "lucha armada" que inició el 17 de mayo de
1980 en Perú, y desde entonces ha pasado de pequeño grupo maoísta
muy radicalizado a ser considerado oficialmente "el enemigo
público número uno del Estado peruano".
Este camino de doce años de tragedia nacional para la mayoría de
peruanos, pero de "luminosidad revolucionaria para crear un
estado de nueva democracia" para Sendero Luminoso, ha cobrado
unos 25.000 muertos y más de 22.000 millones de dólares en daños
materiales, según estimaciones oficiales.
En los Andes, el senderismo con acciones subversivas efectúa
tomas de aldeas campesinas donde recluta militantes, mientras que
su financiamiento lo obtiene en la Amazonía, al estar aliado al
narcotráfico con ingerencia en el cultivo y en el precio de la
hoja de coca, según fuentes militares.
En las ciudades, especialmente Lima, realiza contínuos atentados
dinamiteros contra bienes públicos y privados, pretende dominar
los barrios pobres asesinando ya a más de 100 dirigentes
populares, entre ellos la "madre coraje" peruana, María Elena
Moyano, cuya muerte en febrero conmocionó al país.
Sendero Luminoso fue fundado en 1969, por el profesor de
filosofía, Abimael Guzmán, que había visitado Pekín y "quedó
impresionado por la revolución cultural china", recuerdan
dirigentes marxistas que lo conocieron.
Guzmán era el secretario de organización de Bandera Roja,
pekinés, y rompió con ese movimiento para fundar un partido que
fuera "por el sendero luminoso de José Carlos Mariátegui", quien
introdujo el marxismo en Perú.
Profesionalmente, Guzmán era jefe de personal de la universidad
de Huamanga, Ayacucho, a 585 km al sudeste de Lima, donde nucleó
a un grupo de profesores, entre ellos Osmán Morote, el número
dos partidario y actualmente preso.
Durante los siguientes once años, Sendero Luminoso, estuvo
focalizado en Ayacucho y Lima, era tan sólo uno de la decena de
pequeñas agrupaciones maoístas del país y sus militantes son
recordados por los izquierdistas como "los más dogmáticos y
sectarios, que no se juntaban con nadie".
En 1979, los senderistas, muy pocos, en pequeños actos en plazas
públicas, universidades y sindicatos se "despidieron de sus
conocidos, comunicaron su pase a la clandestinidad y anunciaron
el inicio de la revolución". "No fueron tomados en cuenta y
motivaron risas entre sus escuchas", se recordó.
La fecha puesta eran las elecciones de 1980, convocadas tras doce
años de gobierno militar y un día antes del sufragio -el 17 de
mayo- la primera columna senderista tomó la aldea de Chuschi,
ubicada en la Pampa de la Quinua, donde se libró la batalla de
Ayacucho en 1824 y que selló la independencia de América.
En Chuschi quemaron las ánforas de sufragio, pero el hecho pasó
casi desapercibido, igualmente los siguientes 219 atentados que
realizaron en diferentes partes del país y que cobraron 11
víctimas (dos civiles y nueve terroristas).
En 1981, realizaron 715 atentados y con un saldo de 82 víctimas,
pero Sendero Luminoso, seguía siendo un gran desconocido para los
peruanos y parecía totalmente limitado a la zona rural de
Ayacucho.
Es en 1982, en que cobra notoriedad cuando una de sus columnas
libera a más de 200 de sus militantes presos en la cárcel de
Ayacucho, que luego se desplazaron por el sudeste andino para dar
el verdadero inicio a la contínua y creciente espiral de
violencia que agobia al Perú.
Los jefes militares, que criticaban hasta el inicio del gobierno
del presidente Alberto Fujimori "la falta de una política
realista que enfrente el fenómeno subversivo", señalaban también
que "el Estado peruano poco o nada había hecho para enfrentar
decisivamente el problema".
Los mandos militares consideran que el centrista ex presidente
Fernando Belaúnde (1980-1985) "no tuvo una clara realidad del
fenómeno terrorista y que planteaba que con la sóla recaptura de
los presos liberados de la prisión de Ayacucho se terminaba con
el problema".
Mientras el socialdemócrata ex presidente Alan García (1985-1990)
"empujó al país a una situación de bancarrota por erradas
políticas y sin encarar la magnitud de Sendero, que en la
Amazonía hizo una alianza con el narcotráfico para darle
protección armada a cambio de cupos", dicen los militares.
El presidente Fujimori ha propiciado con el apoyo de las Fuerzas
Armadas la formación masiva de rondas campesinas de autodefensa
en los Andes, que limitan el ingreso de columnas senderistas a
sus aldeas. Sus integrantes están practicamente militarizados y
desfilan desde hace un año con la tropas.
En las zonas urbanas, especialmente Lima, la rondas de
autodefensa contra el terrorismo, también se están activando en
los barrios marginales que circundan a la capital, mientras las
tropas militares reparten continuamente alimentos en los barrios
más pobres en las llamadas acciones cívicas.
Tras el autogolpe de abril, el presidente Fujimori, declaró al
terrorismo como el principal problema del país y el sábado último
los senderistas perdieron sus prerrogativas carcelarias, a pesar
de cinco días de motines en un penal limeño, en los que murieron
al menos cuarenta subversivos.
Sendero Luminoso, después de doce años de subvertir el orden
público, busca el "equilibrio estratégico" (el punto óptimo para
iniciar la toma del poder), y sus voceros en Europa han señalado
que "el saldo será de un millón de muertos" y esta es una de las
razones del autogolpe del presidente Fujimori.
El senderismo, a juicio de diversos analistas, no está en
condiciones de alcanzar en el corto plazo su ansiado "equilibrio
estratégico". Al devenir en un grupo fundamentalista no ha
logrado con sus "amenazas de muerte" enraizarse en los sectores
populares que son la base para alcanzar sus objetivos.
Lima. 13.05.92. Sendero Luminoso cumplirá el próximo domingo doce
años de la sangrienta "lucha armada" que inició el 17 de mayo de
1980 en Perú, y desde entonces ha pasado de pequeño grupo maoísta
muy radicalizado a ser considerado oficialmente "el enemigo
público número uno del Estado peruano".
Este camino de doce años de tragedia nacional para la mayoría de
peruanos, pero de "luminosidad revolucionaria para crear un
estado de nueva democracia" para Sendero Luminoso, ha cobrado
unos 25.000 muertos y más de 22.000 millones de dólares en daños
materiales, según estimaciones oficiales.
En los Andes, el senderismo con acciones subversivas efectúa
tomas de aldeas campesinas donde recluta militantes, mientras que
su financiamiento lo obtiene en la Amazonía, al estar aliado al
narcotráfico con ingerencia en el cultivo y en el precio de la
hoja de coca, según fuentes militares.
En las ciudades, especialmente Lima, realiza contínuos atentados
dinamiteros contra bienes públicos y privados, pretende dominar
los barrios pobres asesinando ya a más de 100 dirigentes
populares, entre ellos la "madre coraje" peruana, María Elena
Moyano, cuya muerte en febrero conmocionó al país.
Sendero Luminoso fue fundado en 1969, por el profesor de
filosofía, Abimael Guzmán, que había visitado Pekín y "quedó
impresionado por la revolución cultural china", recuerdan
dirigentes marxistas que lo conocieron.
Guzmán era el secretario de organización de Bandera Roja,
pekinés, y rompió con ese movimiento para fundar un partido que
fuera "por el sendero luminoso de José Carlos Mariátegui", quien
introdujo el marxismo en Perú.
Profesionalmente, Guzmán era jefe de personal de la universidad
de Huamanga, Ayacucho, a 585 km al sudeste de Lima, donde nucleó
a un grupo de profesores, entre ellos Osmán Morote, el número
dos partidario y actualmente preso.
Durante los siguientes once años, Sendero Luminoso, estuvo
focalizado en Ayacucho y Lima, era tan sólo uno de la decena de
pequeñas agrupaciones maoístas del país y sus militantes son
recordados por los izquierdistas como "los más dogmáticos y
sectarios, que no se juntaban con nadie".
En 1979, los senderistas, muy pocos, en pequeños actos en plazas
públicas, universidades y sindicatos se "despidieron de sus
conocidos, comunicaron su pase a la clandestinidad y anunciaron
el inicio de la revolución". "No fueron tomados en cuenta y
motivaron risas entre sus escuchas", se recordó.
La fecha puesta eran las elecciones de 1980, convocadas tras doce
años de gobierno militar y un día antes del sufragio -el 17 de
mayo- la primera columna senderista tomó la aldea de Chuschi,
ubicada en la Pampa de la Quinua, donde se libró la batalla de
Ayacucho en 1824 y que selló la independencia de América.
En Chuschi quemaron las ánforas de sufragio, pero el hecho pasó
casi desapercibido, igualmente los siguientes 219 atentados que
realizaron en diferentes partes del país y que cobraron 11
víctimas (dos civiles y nueve terroristas).
En 1981, realizaron 715 atentados y con un saldo de 82 víctimas,
pero Sendero Luminoso, seguía siendo un gran desconocido para los
peruanos y parecía totalmente limitado a la zona rural de
Ayacucho.
Es en 1982, en que cobra notoriedad cuando una de sus columnas
libera a más de 200 de sus militantes presos en la cárcel de
Ayacucho, que luego se desplazaron por el sudeste andino para dar
el verdadero inicio a la contínua y creciente espiral de
violencia que agobia al Perú.
Los jefes militares, que criticaban hasta el inicio del gobierno
del presidente Alberto Fujimori "la falta de una política
realista que enfrente el fenómeno subversivo", señalaban también
que "el Estado peruano poco o nada había hecho para enfrentar
decisivamente el problema".
Los mandos militares consideran que el centrista ex presidente
Fernando Belaúnde (1980-1985) "no tuvo una clara realidad del
fenómeno terrorista y que planteaba que con la sóla recaptura de
los presos liberados de la prisión de Ayacucho se terminaba con
el problema".
Mientras el socialdemócrata ex presidente Alan García (1985-1990)
"empujó al país a una situación de bancarrota por erradas
políticas y sin encarar la magnitud de Sendero, que en la
Amazonía hizo una alianza con el narcotráfico para darle
protección armada a cambio de cupos", dicen los militares.
El presidente Fujimori ha propiciado con el apoyo de las Fuerzas
Armadas la formación masiva de rondas campesinas de autodefensa
en los Andes, que limitan el ingreso de columnas senderistas a
sus aldeas. Sus integrantes están practicamente militarizados y
desfilan desde hace un año con la tropas.
En las zonas urbanas, especialmente Lima, la rondas de
autodefensa contra el terrorismo, también se están activando en
los barrios marginales que circundan a la capital, mientras las
tropas militares reparten continuamente alimentos en los barrios
más pobres en las llamadas acciones cívicas.
Tras el autogolpe de abril, el presidente Fujimori, declaró al
terrorismo como el principal problema del país y el sábado último
los senderistas perdieron sus prerrogativas carcelarias, a pesar
de cinco días de motines en un penal limeño, en los que murieron
al menos cuarenta subversivos.
Sendero Luminoso, después de doce años de subvertir el orden
público, busca el "equilibrio estratégico" (el punto óptimo para
iniciar la toma del poder), y sus voceros en Europa han señalado
que "el saldo será de un millón de muertos" y esta es una de las
razones del autogolpe del presidente Fujimori.
El senderismo, a juicio de diversos analistas, no está en
condiciones de alcanzar en el corto plazo su ansiado "equilibrio
estratégico". Al devenir en un grupo fundamentalista no ha
logrado con sus "amenazas de muerte" enraizarse en los sectores
populares que son la base para alcanzar sus objetivos.
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