No existe desabastecimiento
Las marcas
colombianas deciden esperar antes de trasladar aranceles a precio final.
A unque aún no se habla de desabastecimiento total, algunas marcas de lencería, especialmente las
colombianas, dejaron de distribuir su producto en el mercado local.
Leonisa, que coloca cerca de 2,4 millones de unidades de prendas íntimas al año, fue una de las primeras en dejar de vender.
La decisión fue asumida el 23 de enero, cuando el Gobierno puso en vigencia la eliminación de la exoneración arancelaria para los países de la
CAN (Comunidad Andina de Naciones) y un recargo de $12 por kilo de ropa importada.
Hasta ahora, la única respuesta que han recibido los comerciantes como Martha Paredes, por parte de los representantes de la firma colombiana, es que el nuevo despacho se daría los primeros días de marzo.
Fernando Saldarriaga, gerente de Leonisa en Ecuador, en su momento dijo que actuarían con cautela y se mostró contrario a la medida, pues cree que con esta se fomenta la competencia desleal con la corsetería
china.
La escasa distribución se da también con las fajas reductoras de peso.
Entre las marcas que han decidido demorar la entrega de nuevas colecciones de corsetería están Chanela, San Event y Kyser.
"Según algunos distribuidores, la nueva mercadería llegará con un recargo del 40%. Han dicho que debemos subir el precio al cliente final", precisó la comerciante Bety Vargas. Asimismo, se conoció que el estancamiento comercial de lencería se da en espera de las reuniones que mantendrá
Colombia y Ecuador. (NMCH)