Guayaquil. 26 jul 98. En diciembre de 1997 Azucena (nombre
ficticio), una asistenta de enfermería del hospital Vozandes
de Quito, se pinchó el dedo mientras manipulaba los desechos
producidos en una de las salas de ese establecimiento de
salud. Tras pronunciar una exclamación de dolor por la herida
producida, advirtió que el objeto agresor había sido una
jeringuilla. Para su mala suerte la aguja de aquella
herramienta médica había estado unos minutos antes en la vena
de un paciente con sida. Control y seguimiento. Luego de un
estricto y costoso control se logró determinar que la paciente
no se contagió con el virus.

Al igual que Azucena -de cuyo caso dio cuenta durante una
reunión del Comité de Infecciones de dicho hospital la médico
de empleados, doctora Sonia Chan- unos 10.000 trabajadores de
la salud en todo el país (20% del total), están en serio
peligro de contraer sida, hepatitis o cualquier otra
patología, debido al mal manejo de los desechos sólidos
peligrosos en los establecimientos de salud, según los
estudios realizados en 50 establecimientos de salud en varias
provincias, por Fundación Natura, en 1997.

La ausencia de una cultura recicladora y la falta de recursos
económicos, han incidido negativamente en este problema que
aún continúa, pese a que desde el 10 de enero de 1997 está en
vigencia el Reglamento para el Manejo de Desechos Sólidos en
los Establecimientos de Salud del Ecuador.

Como dicen expertos como el doctor Jorge Oviedo, director del
Proyecto de Desechos Sólidos de Fundación Natura "el reciclaje
de basura es una práctica que no solo genera rentabilidad,
sino que se convierte en una medida de seguridad y en el caso
de los establecimientos hospitalarios el manejo y tratamiento
adecuados deben ser obligatorios".

Los riesgos no provienen únicamente por los desechos sólidos
hospitalarios. Los residuos peligrosos también son producidos
por las industrias e inclusive, aunque en mínima cantidad, por
los hogares.

Las industrias emiten fluentes que contaminan principalmente
los cuerpos de agua que rodean las ciudades donde están
ubicadas, pero también desechan sólidos que tienen componentes
tóxicos y contaminantes. "En nuestro país gran parte de los
envases de embalaje de productos químicos, fertilizantes e
insecticidas se reutilizan para alimentos o agua o para otro
tipo de productos químicos, que es más peligroso", advierte la
doctora Consuelo Meneses, coordinadora del programa de
Desechos Sólidos del Ministerio de Salud.

No existen tratamientos para estos desperdicios que
generalmente son arrojados en esas condiciones a la
intemperie.

Algunos envases que contenían productos tóxicos o
contaminantes son reutilizados para colocar alimentos o agua,
sin el debido tratamiento. Cuando estos recipientes contienen,
por ejemplo, solventes de vehículo pueden producir
alteraciones crónicas o a largo plazo en el organismo, explica
la doctora Meneses.

Estas alteraciones pueden ser neumológicas o
gastrointestinales, por el consumo de sustancias tóxicas.
Cuando los efectos son neumotoxicidad, la alteración es
irreversible.

¿Por qué cáncer?, nos preguntamos a veces y la respuesta puede
ser que, en parte, este problema se origina al ingerir, sin
darse cuenta, sustancias tóxicas por haber consumido alimentos
envasados en recipientes en los que antes, por ejemplo, se
depositó solventes de vehículo. El sistema inmunológico de las
personas puede ser alterado, explica la experta.

El doctor Fernando Bossano, señala que "en las mujeres
embarazadas se producen trastornos del desarrollo del feto y
hay más posibilidades de aborto".

Actualmente instituciones como el Ministerio de Salud,
Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda (Miduvi) y
Fundación Natura están desarrollando un macro proyecto de
desechos peligrosos, que incluye los hospitalarios,
radiactivos, explosivos -que ya tienen un Reglamento- e
industriales.

Domésticos

"FL"Los desechos municipales (hogares) también incluyen una
cuota de residuos peligrosos, que según la norma internacional
es del 0,01%, del total del volumen de basura producida. En
este rango se encuadrarían todas las municipalidades del país,
inclusive ciudades como Guayaquil, donde según informó la
ingeniera Nastenca Calle, de la Dirección de Medio Ambiente
del Municipio de Guayaquil, los desechos peligrosos domésticos
no sobrepasan ese valor típico.

Aunque relativamente son mínimos los desechos peligrosos que
se producen a nivel de hogares, la práctica del reciclaje en
la fuente evitaría que los chamberos tengan contacto con estos
residuos. Estas personas hurgan en los cestos de basura
doméstica, donde en algunas ocasiones hay jeringuillas de
pacientes con enfermedades infectocontagiosas, que son
tratadas en forma ambulatoria. Otros desperdicios que tienen
componentes tóxicos como las pilas, "deberían ser aisladas en
un contenedor plástico separado", dice el doctor Bossano.

Algunos de los productos utilizados diariamente en el hogar
como limpiadores, productos personales, productos de
automóviles, pinturas, productos para el jardín, medicamentos
caducados, entre otros, son elementos tóxicos, venenosos,
corrosivos e inflamables, que constituyen una amenaza para la
salud y que podrían ser recogidos por los chamberos para
reutilizarlos, sin darles un tratamiento adecuado.

Los chamberos y el reciclaje

Los llamados chamberos son otro grupo en peligro frente al mal
manejo de los desechos peligrosos en los establecimientos de
salud, industrias e inclusive en los hogares.

En medio de algunos cartones, plásticos o botellas de vidrio,
por las que, al venderlas, puedan recibir unos pocos miles de
sucres, también podrían encontrar la muerte o enfermedades
crónicas.

A nivel nacional no se sabe cuál es la población de minadores,
como se los conoce más formalmente. En Guayaquil son unas
1.500 personas, entre hombres, mujeres y niños las que buscan
entre la basura desechos reciclables.

El reciclaje

En esta ciudad se realiza la separación de los productos
reciclables, durante el proceso de recolección de desechos
sólidos en forma desordenada. Por ello la Municipalidad ha
realizado un estudio para el Desarrollo de un programa de
reciclaje en la fuente y reciclaje técnicamente in situ para
Guayaquil.

El estudio detectó la forma de operar de los chamberos y de
las empresas recicladoras.
Diariamente los chamberos pasan por los sitios donde se ubican
los contenedores de basura o por los lugares donde los
residentes depositan los desechos para separar los
subproductos reutilizables.

Llevan estos subproductos a alguno de los centros de acopio
locales que existen en la ciudad, para venderlos. Estos
centros de acopio son en su mayoría particulares, pero tienen
contrato con alguna de las empresas comercializadoras de
material de reciclaje, quienes las patrocinan. "Tales empresas
comercializadoras compran el material a los centros de acopio
locales y los llevan a centros más grandes, que han sido
denominados centros de acopio regionales, previo a su venta a
las industrias o al exterior", dice el informe.

Los chamberos realizan sus actividades en condiciones
precarias, ya que si bien obtienen un ingreso por la venta de
los subproductos, no cuentan con ningún esquema de seguridad
económica, social y de salud.

De los trabajos de campo realizados por el Consorcio ISTA-CPR,
a cargo de la consultoría para el proyecto, se determinó que
durante 1996 los chamberos recogieron 32.588 toneladas de
material reciclable solamente en los cinco grupos de
componentes considerados más importantes: vidrio, papel,
cartón, lata y plástico.

Mercado de Reciclaje

De acuerdo a las características de los desechos sólidos, el
potencial de materiales para el reciclaje en Guayaquil es
bajo, concluye el consorcio, pues contienen un gran contenido
de material orgánico.

En el análisis realizado por ISTA-CPR se concluyó que en
países latinoamericanos como Brasil y México, se han instalado
plantas de separación de materiales con una gran inversión,
pero en los dos casos los costos de operación superan
notablemente al valor de los subproductos recuperados y al
costo de la disminución de residuos sólidos a los rellenos
sanitarios.

En la mayoría de los países desarrollados, el enfoque que se
ha dado a los proyectos de reciclaje obedece más a una
tendencia hacia la protección del medio, pues en la actualidad
ha quedado demostrado que el costo de los subproductos es
mucho menor que el costo que se tiene para llevar a cabo los
programas de reciclaje.

Reciclaje social

Con el diagnóstico obtenido por la consultora, se determinó la
conveniencia de un programa de reciclaje para Guayaquil, que
debe ser fundamentalmente enfocado desde el punto de vista
social, por la gran cantidad de personas (2.500) de escasos
recursos involucrados en el proceso.

La alternativa seleccionada por el Municipio plantea la
recolección de los materiales por parte de los actuales
chamberos, que deberán entregarlos en los centros de acopio
locales. Presupone que en la fuente se le entregará al
chambero un producto separado y este realizará un
pretratamiento al material. Es la mejor alternativa desde el
punto de vista social, pues permite una integración progresiva
de los chamberos con la comunidad.

Peligros

Pese a que de los desechos de los hospitales y
establecimientos de asistencia médica, únicamente el 15% son
peligrosos, según coinciden expertos de Fundación Natura,
Municipio de Guayaquil y directores de hospitales consultados,
debido al mal manejo de esta proporción podría contaminarse el
total de la basura producida.

Las posibilidades de contagio de enfermedades por pinchazos
con objetos cortopunzantes son mínimas, pero quien sufre estos
accidentes debe seguir controles estrictos y costosos.
"No se conoce cuántos accidentes han ocurrido entre los
chamberos y si se han contagiado o no, pues es necesario que
se realicen exámenes y controles periódicos, que implican
costos elevados y que estas personas no están en capacidad de
solventarlos", recalca el doctor Fernando Bossano, Asesor de
Salud del Area de Ecología Urbana de Fundación natura.

En Guayaquil, donde la disposición final de la basura se la
hace en un relleno sanitario, estos hurgadores realizan su
labor de selección y recolección de objetos reciclables en
forma ambulatoria.

Aunque los desechos hospitalarios no están a su alcance, los
desperdicios de clínicas y pequeños centros de salud o
laboratorios que hay en toda la ciudad mal manejados y que no
hayan recibido tratamiento constituyen un peligro inminente
para esta población.

El paqueteador o trabajador de aseo urbano también está en
riesgo. Al recoger una funda se puede pinchar con una
jeringuilla que está contaminada con hepatitis o alguna otra
patología. (Texto tomado de El Universo)
EXPLORED
en Ciudad Guayaquil

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