Quito. 20 dic 97. Un acuerdo de última hora entre algunos de
los bloques mayoritarios (PSC, DP y centroizquierda) sería la
sorpresa en la Asamblea, cuando por más de dos semanas no han
podido llegar a consensos mínimos.
Los 70 asambleístas instalan hoy, en Ambato, a las 10h00, la
Asamblea Nacional que funcionará por cuatro meses.
Hasta ayer por la tarde, las tendencias se mantenían
inalterables y las presiones de parte del PSC a la DP no se
detenían. Marcelo Dotti, a nombre de los socialcristianos,
insistió que un acuerdo público programático sería la forma de
comprometer los votos de su bloque en la elección de Osvaldo
Hurtado (DP) como presidente de la Asamblea. Hurtado respondió
más directamente esta vez: si su candidatura triunfa, buscará
consenso con los diversos sectores políticos, pero si no se
logran los acuerdos, se aprobarán las reformas con mayoría
absoluta.
El asambleísta Marcelo Dotti (PSC), interpretó la actitud del
ex presidente de la República como una señal de querer "jugar
a mantener una imagen de centroizquierda y no quieren aparecer
públicamente coincidiendo con nosotros".
LA ASAMBLEA SE ABRE CON LIMITES
Envuelta en el calor electoral de estos años, la Asamblea
Nacional tendrá limites. Las expectativas, por tanto, los
tendrán en cuenta.
¿Es posible preverlos? Ciertos acontecimientos de los últimos
días pueden tomarse en cuenta.
La Asamblea no ha suscitado, en los poderes del Estado,
comezón alguna. La preocupación política del régimen se ha
orientado estos días hacia la propuesta del ministro de
Gobierno de formar un nuevo partido, más que al apoyo
requerido para que la Asamblea pueda funcionar. Estos hechos
marcan el perfil bajo, de lo que aparece como el escenario por
excelencia para diseñar el futuro político del Ecuador. El
desentendimiento oficial con respecto de la inauguración de la
Asamblea, ha dado pie para que las instituciones de esa ciudad
opten por demostrarle al país su capacidad de organización. La
partida presupuestaria ofrecida para las adaptaciones del
Teatro Lalama, nunca llegó.
Un segundo elemento es la posibilidad de que la difícil
relación entre la Asamblea y el Congreso refleje otra
competición política: la que libran, al interior del
socialcristianismo, Jaime Nebot y Heinz Moeller. Para los
analistas aparece claro el posicionamiento de Nebot al frente
del bloque de asambleístas de su partido, mientras el
parlamento es el fortín actual de Moeller. ¿Qué puede temer el
PSC del Congreso, de una Asamblea con mayoría del PSC? se
preguntan quienes estudian el acontecer político. Puede
existir una carrera por la presidencia detrás de los anuncios
de Moeller de defender el parlamento ante la Asamblea y de
plantear la posibilidad de un Congreso extra que divida la
atención pública.
Un tercer elemento es la dimensión de la Asamblea. ¿Está
convocada exclusivamente para la reforma constitucional? Si
bien esa es la interpretación general, se han registrado
pronunciamientos que hablan de poderes omnímodos para la
Asamblea. Incluso la facultad de declarar cesantes a los
diputados del Congreso. Difícilmente ese ámbito de la Asamblea
quedará definido, bien podría ser un elemento político que la
acompañe en forma constante.
Finalmente, los asambleístas llegan a la cita en plan de medir
fuerzas, sin haber alcanzado consenso alguno. En ello se
reconoce la reproducción de una cultura política parlamentaria
presente desde el retorno democrático de 1978. Similar
atomización de las fuerzas con una o dos hegemonías
partidistas claras, y una red de alternativas de negociación
que hacen que los cuerpos colegiados hayan abierto sus
deliberaciones con incertidumbres.
Crear un nuevo escenario constitucional único para todos los
ecuatorianos parece apelar más a los consensos que a las
pruebas de fuerza.
CONSENSO NO HAY NADA DICHO
La búsqueda de consensos quedó simplemente en ofrecimientos.
Los 70 asambleístas no lograron llegar a ningún acuerdo ni
para la elección de las autoridades de la Asamblea ni para las
reformas que deberán hacer, aunque no se descarta que a último
minuto se dé un arreglo.
Hasta ayer, las posiciones continuaban inalterables: el PSC
mantenía el control de 25 votos; la concertación progresista
(Pachakutik, ID, MPD, Nuevo País y socialistas), de 22 votos;
la DP, de 12 votos, que son los que pueden inclinar la balanza
en cualquier sentido.
Las presiones del PSC a Osvaldo Hurtado (DP), no pararon. El
asambleísta Marcelo Dotti, dio una explicación para la actitud
del ex Presidente del país: "creo que quieren jugar a mantener
una imagen de centroizquierda y no quieren aparecer
públicamente coincidiendo con nosotros".
Añadió que el probable apoyo a Hurtado como presidente de la
Asamblea continúa en pie, con la condición de un acuerdo
programático.
Pero la DP tampoco se cruzó de brazos ante la
"responsabilidad" de ser los "culpables" de la falta de votos.
Hurtado remitió un comunicado público en el que agradece a los
socialcristianos por considerar su eventual candidatura y se
compromete, si llega a ser electo, a ejercer una autoridad que
"reconozca el pluralismo político, integre a todos los
sectores en un trabajo constructivo, promueva amplios
conceptos". Pero eso sí, de no producirse consensos, "mediante
el voto de la mayoría absoluta tomar decisiones", para las
reformas.
El grupo de concertación, entre tanto, tiene puntos previos
que espera poder ampliarlos hacia los otros sectores, según
Alfredo Vera. Estos están en relación con la lucha en contra
de la corrupción, el reconocimiento de la diversidad, la
reiteración de las denuncias de procedimientos dolosos del
último período extra, la gobernabilidad.
DOCE VOTOS CON MAS DE UN DUEÑO
¡Cuidado! A la hora de contar los votos que cada partido tiene
en la Asamblea, es posible cometer un error. Existen al menos
12 asambleístas que llegaron al cargo gracias a alianzas
locales multipartidistas, en un hecho inédito en el sistema
electoral.
Lo del Partido Conservador es el caso más extraño. En el
papel, tiene dos asambleístas afiliados a su entidad; pero, en
la realidad, ninguno.
Marcelo Santos, ex ministro de Sixto Durán Ballén, sigue
afiliado al Partido Conservador, según explicó el director de
ese partido, Freddy Bravo, dato que es desmentido por el líder
socialcristiano Jaime Nebot.
Bravo amenaza con expulsar a Santos. Nebot contesta que no
puede expulsar a un afiliado del PSC.
Luego está el caso de Juan Castanier, viejo "cacique" del
Cañar que llegó a la Asamblea auspiciado por el FRA. Castanier
integrará el bloque del Gobierno, presidido por Luis Mejía
Montesdeoca, ex Izquierda Democrática.
Mientras tanto, los socialistas (PSE) irrumpen con dos
escaños. Uno pertenece a Enrique Ayala Mora, que triunfó en
Imbabura gracias a una alianza entre su partido, la Izquierda
Democrática (ID) y Pachakutik. Por supuesto, la figura de
Ayala, historiador y profesor de reconocido prestigio, rebasa
las fronteras del deteriorado PSE y se espera que vote junto a
Pachakutik - o al menos con la izquierda- en la Asamblea.
Ayala va secundado por el ex alcalde Angel Ortiz, de Zamora,
que integró la mega alianza ID-DP-Pachakutik-Nuevo País-PSE.
¡Pero los socialistas también van con bajas a la Asamblea! Un
afiliado suyo, Marco Tulio Restrepo, participó en la lista del
FRA y manifestó que integrará el bloque del Gobierno,
auspiciante de su candidatura.
LA IZQUIERDA SE REPARTE LAS ALIANZAS
Menos enredado es el destino de otros asambleístas que
triunfaron en alianzas locales, pero que se mantienen fieles a
sus partidos de origen.
Por ejemplo, Hugo Ruiz (Carchi), de la alianza
ID-Pachakutik-PSE, es un claro voto naranja. Franco Romero (El
Oro), de la alianza ID-DP, también integra el bloque de la
socialdemocracia.
En cambio, Angel Polibio Chávez, de la alianza DP-ID-Nuevo
País, es afiliado a la Democracia Popular, al igual que
Benigno Carrión (Loja), de la unión ID-DP.
Finalmente, existen dos independientes "de verdad", que
ganaron sin alianzas con otros partidos pero que acudirán a la
Asamblea en unión con ellos. Hernán Córdova Cepeda (Cotopaxi),
sumará su apoyo hacia Pachakutik, mientras que Guillermo
Falconí (Loja), se aproximará al bloque de Nuevo País.
En virtud de esto, Pachakutik tendrá 7 votos, el MPD 3 y la ID
6. La DP irá con 12, el FRA con 8, el PRE con 7, Nuevo País
con 3, los socialistas con 2 y Gente Nueva con uno solo. Los
socialcristianos sumarán 21 votos. (DIARIO HOY) (P.1-A y 7-A)
los bloques mayoritarios (PSC, DP y centroizquierda) sería la
sorpresa en la Asamblea, cuando por más de dos semanas no han
podido llegar a consensos mínimos.
Los 70 asambleístas instalan hoy, en Ambato, a las 10h00, la
Asamblea Nacional que funcionará por cuatro meses.
Hasta ayer por la tarde, las tendencias se mantenían
inalterables y las presiones de parte del PSC a la DP no se
detenían. Marcelo Dotti, a nombre de los socialcristianos,
insistió que un acuerdo público programático sería la forma de
comprometer los votos de su bloque en la elección de Osvaldo
Hurtado (DP) como presidente de la Asamblea. Hurtado respondió
más directamente esta vez: si su candidatura triunfa, buscará
consenso con los diversos sectores políticos, pero si no se
logran los acuerdos, se aprobarán las reformas con mayoría
absoluta.
El asambleísta Marcelo Dotti (PSC), interpretó la actitud del
ex presidente de la República como una señal de querer "jugar
a mantener una imagen de centroizquierda y no quieren aparecer
públicamente coincidiendo con nosotros".
LA ASAMBLEA SE ABRE CON LIMITES
Envuelta en el calor electoral de estos años, la Asamblea
Nacional tendrá limites. Las expectativas, por tanto, los
tendrán en cuenta.
¿Es posible preverlos? Ciertos acontecimientos de los últimos
días pueden tomarse en cuenta.
La Asamblea no ha suscitado, en los poderes del Estado,
comezón alguna. La preocupación política del régimen se ha
orientado estos días hacia la propuesta del ministro de
Gobierno de formar un nuevo partido, más que al apoyo
requerido para que la Asamblea pueda funcionar. Estos hechos
marcan el perfil bajo, de lo que aparece como el escenario por
excelencia para diseñar el futuro político del Ecuador. El
desentendimiento oficial con respecto de la inauguración de la
Asamblea, ha dado pie para que las instituciones de esa ciudad
opten por demostrarle al país su capacidad de organización. La
partida presupuestaria ofrecida para las adaptaciones del
Teatro Lalama, nunca llegó.
Un segundo elemento es la posibilidad de que la difícil
relación entre la Asamblea y el Congreso refleje otra
competición política: la que libran, al interior del
socialcristianismo, Jaime Nebot y Heinz Moeller. Para los
analistas aparece claro el posicionamiento de Nebot al frente
del bloque de asambleístas de su partido, mientras el
parlamento es el fortín actual de Moeller. ¿Qué puede temer el
PSC del Congreso, de una Asamblea con mayoría del PSC? se
preguntan quienes estudian el acontecer político. Puede
existir una carrera por la presidencia detrás de los anuncios
de Moeller de defender el parlamento ante la Asamblea y de
plantear la posibilidad de un Congreso extra que divida la
atención pública.
Un tercer elemento es la dimensión de la Asamblea. ¿Está
convocada exclusivamente para la reforma constitucional? Si
bien esa es la interpretación general, se han registrado
pronunciamientos que hablan de poderes omnímodos para la
Asamblea. Incluso la facultad de declarar cesantes a los
diputados del Congreso. Difícilmente ese ámbito de la Asamblea
quedará definido, bien podría ser un elemento político que la
acompañe en forma constante.
Finalmente, los asambleístas llegan a la cita en plan de medir
fuerzas, sin haber alcanzado consenso alguno. En ello se
reconoce la reproducción de una cultura política parlamentaria
presente desde el retorno democrático de 1978. Similar
atomización de las fuerzas con una o dos hegemonías
partidistas claras, y una red de alternativas de negociación
que hacen que los cuerpos colegiados hayan abierto sus
deliberaciones con incertidumbres.
Crear un nuevo escenario constitucional único para todos los
ecuatorianos parece apelar más a los consensos que a las
pruebas de fuerza.
CONSENSO NO HAY NADA DICHO
La búsqueda de consensos quedó simplemente en ofrecimientos.
Los 70 asambleístas no lograron llegar a ningún acuerdo ni
para la elección de las autoridades de la Asamblea ni para las
reformas que deberán hacer, aunque no se descarta que a último
minuto se dé un arreglo.
Hasta ayer, las posiciones continuaban inalterables: el PSC
mantenía el control de 25 votos; la concertación progresista
(Pachakutik, ID, MPD, Nuevo País y socialistas), de 22 votos;
la DP, de 12 votos, que son los que pueden inclinar la balanza
en cualquier sentido.
Las presiones del PSC a Osvaldo Hurtado (DP), no pararon. El
asambleísta Marcelo Dotti, dio una explicación para la actitud
del ex Presidente del país: "creo que quieren jugar a mantener
una imagen de centroizquierda y no quieren aparecer
públicamente coincidiendo con nosotros".
Añadió que el probable apoyo a Hurtado como presidente de la
Asamblea continúa en pie, con la condición de un acuerdo
programático.
Pero la DP tampoco se cruzó de brazos ante la
"responsabilidad" de ser los "culpables" de la falta de votos.
Hurtado remitió un comunicado público en el que agradece a los
socialcristianos por considerar su eventual candidatura y se
compromete, si llega a ser electo, a ejercer una autoridad que
"reconozca el pluralismo político, integre a todos los
sectores en un trabajo constructivo, promueva amplios
conceptos". Pero eso sí, de no producirse consensos, "mediante
el voto de la mayoría absoluta tomar decisiones", para las
reformas.
El grupo de concertación, entre tanto, tiene puntos previos
que espera poder ampliarlos hacia los otros sectores, según
Alfredo Vera. Estos están en relación con la lucha en contra
de la corrupción, el reconocimiento de la diversidad, la
reiteración de las denuncias de procedimientos dolosos del
último período extra, la gobernabilidad.
DOCE VOTOS CON MAS DE UN DUEÑO
¡Cuidado! A la hora de contar los votos que cada partido tiene
en la Asamblea, es posible cometer un error. Existen al menos
12 asambleístas que llegaron al cargo gracias a alianzas
locales multipartidistas, en un hecho inédito en el sistema
electoral.
Lo del Partido Conservador es el caso más extraño. En el
papel, tiene dos asambleístas afiliados a su entidad; pero, en
la realidad, ninguno.
Marcelo Santos, ex ministro de Sixto Durán Ballén, sigue
afiliado al Partido Conservador, según explicó el director de
ese partido, Freddy Bravo, dato que es desmentido por el líder
socialcristiano Jaime Nebot.
Bravo amenaza con expulsar a Santos. Nebot contesta que no
puede expulsar a un afiliado del PSC.
Luego está el caso de Juan Castanier, viejo "cacique" del
Cañar que llegó a la Asamblea auspiciado por el FRA. Castanier
integrará el bloque del Gobierno, presidido por Luis Mejía
Montesdeoca, ex Izquierda Democrática.
Mientras tanto, los socialistas (PSE) irrumpen con dos
escaños. Uno pertenece a Enrique Ayala Mora, que triunfó en
Imbabura gracias a una alianza entre su partido, la Izquierda
Democrática (ID) y Pachakutik. Por supuesto, la figura de
Ayala, historiador y profesor de reconocido prestigio, rebasa
las fronteras del deteriorado PSE y se espera que vote junto a
Pachakutik - o al menos con la izquierda- en la Asamblea.
Ayala va secundado por el ex alcalde Angel Ortiz, de Zamora,
que integró la mega alianza ID-DP-Pachakutik-Nuevo País-PSE.
¡Pero los socialistas también van con bajas a la Asamblea! Un
afiliado suyo, Marco Tulio Restrepo, participó en la lista del
FRA y manifestó que integrará el bloque del Gobierno,
auspiciante de su candidatura.
LA IZQUIERDA SE REPARTE LAS ALIANZAS
Menos enredado es el destino de otros asambleístas que
triunfaron en alianzas locales, pero que se mantienen fieles a
sus partidos de origen.
Por ejemplo, Hugo Ruiz (Carchi), de la alianza
ID-Pachakutik-PSE, es un claro voto naranja. Franco Romero (El
Oro), de la alianza ID-DP, también integra el bloque de la
socialdemocracia.
En cambio, Angel Polibio Chávez, de la alianza DP-ID-Nuevo
País, es afiliado a la Democracia Popular, al igual que
Benigno Carrión (Loja), de la unión ID-DP.
Finalmente, existen dos independientes "de verdad", que
ganaron sin alianzas con otros partidos pero que acudirán a la
Asamblea en unión con ellos. Hernán Córdova Cepeda (Cotopaxi),
sumará su apoyo hacia Pachakutik, mientras que Guillermo
Falconí (Loja), se aproximará al bloque de Nuevo País.
En virtud de esto, Pachakutik tendrá 7 votos, el MPD 3 y la ID
6. La DP irá con 12, el FRA con 8, el PRE con 7, Nuevo País
con 3, los socialistas con 2 y Gente Nueva con uno solo. Los
socialcristianos sumarán 21 votos. (DIARIO HOY) (P.1-A y 7-A)
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