En lo económico: El Ecuador desaprovecha su segunda década de oro de la historia

Pese a los altos precios internacionales del crudo, los dos gobiernos de turno no han podido, entre 2002 y 2006, sentar las bases para un Ecuador desarrollado. Eso sí, las cifras económicas se han estabilizado y el consumo se ha disparado

En los cuatro últimos años, la economía nacional no ha sufrido shocks. Tal como lo dicta, de alguna forma, la teoría económica: tras épocas de depresión llegan tiempos de bonanza. Esto, a la fuerza, ha ocurrido en el país.

Después del tremendo impacto que sufrieron los ecuatorianos, primero con la crisis bancaria de 1999 y luego con la consiguiente puesta en marcha de la dolarización, los principales indicadores económicos han tendido a converger hacia la estabilización. Eso, sumado al repunte histórico de los precios y al incremento de las remesas de los más de 2 millones de ecuatorianos que viven en el exterior, ha sostenido el vaivén político en el país.

En efecto, las cifras hablan por sí solas: mientras el precio del barril de crudo WTI (referencial del ecuatoriano) se ubicaba en el orden de los $27, en 2002, para inicios de 2006 se disparó hasta niveles promedio superiores a los $70, todo un récord histórico. Eso propició que los ingresos por exportaciones de este rubro se triplicaran en cuatro años, de $1 839 millones, en 2002 a $5 638 millones, a septiembre 2006, según las cifras actualizadas del Banco Central.

Y eso no queda allí, la economía se ha sostenido también gracias al cada vez mayor aporte de los migrantes, que se ubica en los $600 millones al mes.

Todo este gigantesco arsenal de recursos, sin embargo, se ha dilapidado por parte de los gobiernos de turno. Así, según el Observatorio de la Política Fiscal, en todo este tiempo “el desempleo y subempleo continúan elevados. El ingreso por habitante es $250 al mes. Muchos niños y jóvenes no acceden a escuelas y colegios, la educación pública es precaria. La desnutrición es lacerante, así como la falta de vivienda, agua potable, alcantarillado. Lo que se asigna al sector social y gasto de capital bordea en cada caso el 6% del PIB. Lo subsidios petroleros por $2 000 millones, en su mayoría, no benefician a los pobres”.

Por el lado de los recursos de los inmigrantes, en cambio, todo el dinero ha transformado a la sociedad en consumista. El bajo nivel de inflación (0,35% mensual, a octubre) y el crecimiento de las importaciones así lo reflejan.

Por otro lado, a pesar de que la mayor parte de exportaciones realizadas son petroleras, hubieron importantes avances en las ventas al exterior de los productos no tradicionales. Sin embargo, hay algo que preocupa: entre 125 países, el Ecuador ocupa el puesto 125 en el ranking de competitividad global. En el índice de libertad económica ocupamos el puesto 107 entre 157 naciones. Y, en la clasificación de las economías según la facilidad para hacer negocios, al país le corresponde el puesto 123 entre 175 países.

Es por eso que los analistas internacionales que visitan el país, recomiendan sanear la política. No por nada, en cuatro años pasaron siete ministros por la cartera de Economía ¿Los temas importantes que quedaron sueltos? La demanda internacional de la compañía Occidental y la negociación del Tratado de Libre Comercio (TLC) con los Estados Unidos. (SA)

9.98% de la Población Económicamente Activa está en el desempleo. Mientras que el 47.4% se encuentra subempleado.

“La economía crece por encima del 4%, la solvencia del país ha mejorado, la pobreza en el sector urbano ha disminuido. Sin embargo, estos factores positivos obedecen a los altos precios del petróleo, la dolarización y el flujo de dólares de los inmigrantes”.
Jaime Carrera
Observatorio Política Fiscal


Política externa: Cal y arena en la política internacional ecuatoriana

Gutiérrez se declaró aliado de los EEUU. Palacio ha tratado de mantener distancia

Lucio Gutiérrez inauguró la política internacional de su Gobierno con un viaje a los EEUU en febrero de 2003.

A su llegada, sorprendió al declarar: “Ecuador quiere convertirse en uno de los mejores aliados de los EEUU” y expresar su apoyo al Gobierno de Álvaro Uribe y su “manera muy adecuada (de buscar) una posible solución al problema (de Colombia)”.

Era la declaración de un mandatario que, durante la campaña, había despertado temores y comparaciones con Hugo Chávez.

Luego, Gutiérrez intentaría matizar sus afirmaciones, sobre todo sobre Colombia. A pesar de ello, la relación con Colombia seguiría una pauta durante el gutierrismo: los intentos del mandatario por cobrar protagonismo internacional al proponer fórmulas de ayuda, y acciones y declaraciones colombianas que comprometían al Ecuador.

Un ejemplo de lo primero fue la propuesta de Gutiérrez, en la reunión de presidentes del Grupo de Río, el mismo 2003, de que se mediara en el conflicto colombiano. Luego, Uribe visitó Quito y firmó con Gutiérrez un acuerdo, que dejó el sabor de compromiso ecuatoriano con el conflicto colombiano.

La caída de Gutiérrez en abril de 2005 y la subida de Alfredo Palacio marcó un giro en la política externa del país, al menos en los enunciados.

A los pocos días de la llegada del nuevo régimen, el ministro de Gobierno, Mauricio Gándara, declaraba que el país no apoyaría la inmunidad de los soldados estadounidenses ante la Corte Penal Internacional y que se revisaría el convenio sobre la base de Manta.

Sobre Colombia, el régimen de Palacio ha buscado desmarcarse de un involucramiento en el conflicto, reiterando que el tema no nos compete.

Esta posición ha generado desencuentros entre los dos países. Provocados, en primer término, por declaraciones colombianas. La última de ellas, el 20 de octubre, cuando Uribe afirmó que líderes de las FARC se escondían en Ecuador y Venezuela.

Además, una serie de incidentes en la frontera (incursiones de soldados, explosión de un mortero, etc.) han generado protestas ecuatorianas, “esquivadas”, hasta ahora, por Colombia. (LAG)

$90 mil pide Ecuador a Colombia como indemnización por los efectos de la explosión de un mortero en Puerto Nuevo (Sucumbíos) el 24 de agosto.

“Los líderes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Raúl Reyes e Iván Márquez, se esconden en la selva ecuatoriana y en la frontera con Venezuela, aunque contra el consentimiento de esos gobiernos”.
Álvaro Uribe, presidente de Colombia



En el deporte: La "Tri" revoluciona el planeta fútbol

La "Tricolor" recibió los elogios de los que quedó huérfano el decepcionante Brasil

La participación de la selección ecuatoriana de fútbol en el Mundial Alemania 2006 constituyó una revolución para el mapa futbolístico del mundo.

Ecuador recibió los elogios de los que Brasil quedó huérfano, por su derroche de orden y aplicación táctica en tres de los cuatro partidos que jugó en la cita germana.

La “Tri” dio el campanazo al vencer a Polonia (2-0) y a Costa Rica (3-0). Ante Alemania cayó (3-0) y en octavos de final, perdió ante una selección inglesa (1-0) que hizo el gol por una genialidad de David Beckam.

Durante esas tres semanas, el país vivió una euforia jamás vista. Se sintió grande, porque el mundo le rindió tributos.

Alemanes, ingleses, japoneses, italianos, argentinos hablaron de la selección ecuatoriana con la misma importancia que lo hacían en otras ocasiones de Argentina o de México, protagonistas en citas mundialistas.

En todo el planeta, los ecuatorianos se sintieron orgullosos de esta tierra. Los de aquí se pegaron al televisor para gritar los goles de Delgado y Carlos Tenorio. Los que viven fuera sintieron la Patria más que nunca. Los que fueron a Alemania, soñaron despiertos y lloraron de alegría.

Al finalizar el Mundial, Ecuador se ubicó en el puesto 12, pasó por primera vez a los octavos de final, anotó cinco goles y conquistó dos victorias.

La historia dirá que esta selección es la mejor de todos los tiempos, y que el entrenador Luis Fernando Suárez hizo olvidar a otro técnico triunfador, Hernán Darío Gómez. (MCA)


En lo político: La clase política vuelve al país un polvorín en último período

Denuncias de nepotismo, clientelismo y el cambio de la oferta electoral minaron al ‘gutierrato’. El cese de la Corte y el retorno de Bucaram empujaron su caída con el forajidismo. La ‘refundación’ de Alfredo Palacio quedó solo en un enunciado

La turbulencia fue la característica básica de este período presidencial que termina el 15 de enero de 2007. El origen de la alianza Sociedad Patriótica (SP) y Pachakutik (PK) abrió ya una interrogante de su permanencia y la sobreviviencia misma del régimen de Lucio Gutiérrez, pues la decisión de PK se atribuye solo a su cúpula.

Los hechos inmediatos dejaron ver las fisuras. El alejamiento fue progresivo. Ya en la segunda vuelta, el coronel, líder de la insurrección militar del 21 de enero de 2000 contra Jamil Mahuad, relegó a la dirigencia indígena de la campaña.

Y tras el triunfo en las urnas frente a Álvaro Noboa, los mensajes mostraron el real direccionamiento del Gobierno de Gutiérrez, el que se autocalificó como el mayor aliado de los EEUU. Esto a despecho de los dirigentes indígenas que promulgaban una opción de gobierno desde las organizaciones sociales.

A tres meses de su posesión, el partido de Gutiérrez, Sociedad Patriótica (SP), pactó con la derecha en el Congreso para repartirse el Tribunal Constitucional. Fue la primera de muchas coincidencias con el Partido Social Cristiano (PSC) en ese año, que dieron vida -entre otras- a las reformas laborales y afirmaron al Gobierno en sus primeros meses.

El rompimiento definitivo de SP y Pachakutik vino a mitad de año. Entonces, SP ya se había ganado algunos problemas en el orden público por el control de entidades en manos de parientes y ex compañeros de armas del gobernante.

Napoleón Villa encarnó ese estilo. Como cuñado de Gutiérrez, fue presidente del Fondo de Solidaridad y organizador de las primeras concentraciones pro régimen. El clientelismo de SP se reflejó en la entrega de picos y palas desde el Gobierno y la constitución de una “red” de apoyo desde Bienestar Social.

La primera gran denuncia que enfrentó Gutiérrez fue la vinculación a la campaña presidencial de SP del ex gobernador de Manabí, César Fernández, acusado de narcotráfico. Un hecho que salpicó al entonces vicepresidente Alfredo Palacio por su antigua relación con el imputado. Luego vinieron los “afiches mexicanos” y una serie de polémicas en seguidilla.

Pero, las coincidencias con el PSC en el Congreso se mantenían. Solo hasta la mitad de 2004, cuando Gutiérrez viajó a México y circuló una ola de rumores sobre una supuesta destitución del mandatario y la disolución del Congreso.

Con ese ambiente enrarecido empezó la campaña de mitad de período, que dejó secuelas. La más visible, el alejamiento del PSC que terminó en un anuncio de juicio político a Gutiérrez.

El intento se frustró con el “camisetazo” de varios legisladores que terminó configurando una nueva mayoría (SP, Prian, PRE, MPD), la cual tumbó la Corte de Justicia en diciembre de 2004 con jueces afines a esos partidos. Un cambio que permitió -entre otras cosas- el retorno de Abdalá Bucaram.

Las acciones de esa nueva mayoría llevó la protesta a las calles que culminó en la rebelión de los “forajidos”. El Congreso dio paso a la sucesión y posesionó a Alfredo Palacio, quien ofreció refundar el país. No lo concretó y tampoco murió en el intento. (LB)

12 presidentes desde 1979, año del retorno a la democracia. El período (2003-2007) solo ratifica la fragilidad del sistema político nacional

“Si combatir la corrupción, la injusticia social y la impunidad… es ser de izquierda… ¡Pues soy de izquierda!... Si generar riqueza e impulsar la producción es se de derecha, ¡pues soy de derecha!.. o cambio al Ecuador, o muero en el intento…
Lucio Gutiérrez, en posesión presidencial, en enero de 2003


En lo social: El país mejora en lo social, pero aún persiste la pobreza

La asignación de $200 millones adicionales para fortalecer el programa de Aseguramiento Universal de Salud, durante los años 2007 y 2008, favorecerá a los ecuatorianos que se encuentran entre los menos favorecidos y más pobres

El Plan Decenal de la Educación, el Aseguramiento Universal de Salud, el incremento del presupuesto para el gasto social y el uso de parte de la “bonanza” derivada de los altos precios del petróleo, entre otros, han permitido en el país una mejora social.

En este proceso también ha influido la disminución de los índices de trabajo infantil, la creación de una pensión asistencial para personas de la tercera edad y con discapacidad.

En el ámbito educativo, el Gobierno se asienta en el Plan Decenal y la convocatoria a Consulta Popular sobre este tema, con lo que se pretende convertir a la universalización de la educación básica y, la erradicacción del analfabetismo, en políticas de Estado.

El Bono de Desarrollo Humano ($15) que se entrega a los más necesitados (de los quintiles 1 y 2 de la pobreza) aumentó, en 2006, casi 120 mil beneficiarios a su base de datos. Actualmente reciben esta ayuda 992 529 ecuatorianos.

El analfabetismo se ha reducido y pasó del 8,7% en el 2004 a 7,9% en 2006. “Eso es muy importante”, dice un analista consultado al destacar que la inflación (3,0% en promedio) que registra el Ecuador es un signo de estabilidad económica.

La Pensión Asistencial de $11 para la tercera edad y para los discapacitados se creó el 11 de septiembre. El registro de los ancianos asilados en instituciones del Ministerio de Bienestar Social ha sido importante.

Este beneficio alcanza a 182 229 ancianos y 5 013 discapacitados. No obstante, esta Cartera de Estado se vio envuelta en un escándalo cuando, en septiembre pasado, el director del Programa Aliméntate Ecuador, Richard Espinosa, fue destituido por denuncias de mal uso de los fondos y de los alimentos que surtían a los beneficiarios de dicho programa.

Otro eje ha sido el Plan de Aseguramiento Universal de Salud (AUS), una iniciativa del presidente Alfredo Palacio. Quito, Guayaquil y Cuenca cuentan hoy con este servicio, producto de la cooperación estatal, internacional y de los gobiernos seccionales. Este programa de servicio se extenderá a Manta, Portoviejo y Galápagos.

En lo laboral, la actualización del Código del Trabajo mejoró las posibilidades de los discapacitados a tener una fuente de empleo.

Por la gestión del Ministerio de Trabajo, para eliminar el trabajo infantil, se prohibió la contratación de personas menores de 18 años y se implementó una campaña para sacar de las labores de riesgo (en ladrilleras, florícolas, empresas fabricantes de productos químicos) a los niños menores de 14 años, a través de la entrega de becas escolares.

Pero aún queda mucho por hacer, pues en Ecuador hay alrededor de 3,7 millones de niños entre 5 y 17 años, de los cuales 779 000 trabajan y de ellos el 71% no recibe salario y el 50% no estudia.

En el área de la salud, se realiza una campaña para impedir la transmisión vertical del VIH-Sida (de madre a hijos); sin embargo, el aumento de contagios de sida va en aumento Entre enero de 2005 y mayo de 2006, 330 madres fueron diagnosticadas con VIH.

A la par, la aprobación del nuevo Código da la Salud ha recibido el rechazo de parte del país. (FC/VPN)

51% de los 12.2 millones de ecuatorianos puede ser considerado como pobre. Este índice se ubicaba antes en el 59%

“En la Pro forma de 2007, el gasto social se va a incrementar. Subir el 0,5% del PIB para la educación sumará $219 millones y duplicar el presupuesto de la salud significará unos $600 millones. Para duplicar el Bono de Desarrollo Humano se requieren $212 millones más”.
Jaime Carrera, director del OPF, analista económico

EXPLORED
en Ciudad Quito

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