CRITICA Y ADHESION A EMBAJADOR EEUU
Quito. 23.11.91. Una serie de críticas y adhesiones produjeron
las declaraciones del embajador de los Estados Unidos en
Ecuador, Paul Lambert, quien aseguró, entre otras cosas, que
los inversionistas extranjeros no tienen interés ni confianza
el Ecuador, y que el país, en conjunto, muestra una postura
ambigua para definir su futuro económico.
Los representantes de los sectores industriales dijeron que lo
dicho por el diplomático estadounidensedebe ser tomado como un
llamado de atención tanto al gobierno como a los empresarios y
trabajadores. Sin embargo, recalcaron que las declaraciones
han sido negativas, puesto que se crea una mala imagen del
país en el exterior, ahuyentando la inversión extranjera.
Mauricio Pinto, representante de la Cámara de Industriales de
Quito, manifestó que no es exacto que en el Ecuador se quiere
alejar al inversionista extranjero, pero precisó que es hora
de que el gobierno formule un proyecto claro con metas
concretas que logren incentivar al inversionista, ya que no
bastan las reformas aisladas que se han dado hasta ahora.
"El país atraviesa por una situación económica y financiera
caótica, lo que crea un clima de inestabilidad e inseguridad
para los inversionistas", declaró Pinto.
A criterio del presidente de la Cámara de la Pequeña Industria
de Pichincha, Ernesto Vintimilla, es hora de que el gobierno
tome la decisión política de acelerar la apertura de nuestro
mercado y hacerlo más atractivo, pues, dijo, los mecanismos
hasta aquí adoptados son tibios y tímidos.
Por su parte, el presidente de la Federación de Cámaras de la
Pequeña Industria del Ecuador, Franklin Palacios, recalcó que
es necesario que se introduzcan reformas estructurales a fin
de eliminar la corrupción administrativa y financiera, que
obstaculiza la participación de capitales foráneos en el
Ecuador, así como la reducción del sector público y del Estado
en general.
Ante las declaraciones de Lambert, el subsecretario de
Comercio Exterior, Carlos Palacios, señaló que todo país es
apto para las inversiones extranjeras, pero en el caso del
Ecuador se tendrá que continuar con las reformas tendientes a
crear un clima atractivo para el capital foráneo. "Ya lo hemos
empezado a hacer, a principios de año hemos expedido una nueva
reglamentación para la inversión extranjera mucho más liberal
y racional de la que existía antaño", manifestó Palacios.
El Ministerio de Industrias cree que es conveniente darle un
tratamiento tributario igual al inversionista extranjero
frente al nacional, pues actualmente existe un discrimen: el
extranjero que remite sus utilidades al exterior tiene que
pagar un impuesto a la renta del 36%, mientras que el nacional
tributa un 25%.
"A nuestro criterio este es un punto que se tendrá que
solucionar en el futuro", dijo Palacios, añadiendo que en la
medida que la política económica del país pueda ir derrotando
la inflación, igualmente habrá un mayor estímulo para la
inversión extranjera.
Sin embargo, Palacios puntualizó que no se trata de
situaciones permanentes e invariables, sino de procesos.
"Estamos viviendo un proceso de innovaciones y mejoramientos
que, entre otras cosas, tiene por objeto atraer capitales
extranjeros", finalizó el subsecretario.
Por su parte, José V. Rehnelt, gerente de la Cámara de
Industrias y Comercio Ecuatoriana-Alemana dijo que comparte lo
dicho por el embajador estadounidense, con algunas
precisiones. "Yo creo que este gobierno ha hecho bastantes
esfuerzos para, por lo menos, poner el marco legal y mejorar
su imagen ante los inversionistas extranjeros", aseveró.
Sin embargo, recalcó que en el Ecuador las leyes cambian
demasiado rápido. "De acuerdo al gobierno de turno se cambian
totalmente las reglas de juego", aseveró.
Rehnelt enfatizó que en el país hace falta concientizar a los
sectores público y privado de la urgencia para realizar
cambios radicales y rápidos. "El mundo está cambiando cada día
y me da la impresión de que el Ecuador se está estancando, en
eso coincido con el embajador", dijo, añadiendo que en nuestro
país "se habla demasiado y se hace demasiado poco". (A-2).
Quito. 23.11.91. Una serie de críticas y adhesiones produjeron
las declaraciones del embajador de los Estados Unidos en
Ecuador, Paul Lambert, quien aseguró, entre otras cosas, que
los inversionistas extranjeros no tienen interés ni confianza
el Ecuador, y que el país, en conjunto, muestra una postura
ambigua para definir su futuro económico.
Los representantes de los sectores industriales dijeron que lo
dicho por el diplomático estadounidensedebe ser tomado como un
llamado de atención tanto al gobierno como a los empresarios y
trabajadores. Sin embargo, recalcaron que las declaraciones
han sido negativas, puesto que se crea una mala imagen del
país en el exterior, ahuyentando la inversión extranjera.
Mauricio Pinto, representante de la Cámara de Industriales de
Quito, manifestó que no es exacto que en el Ecuador se quiere
alejar al inversionista extranjero, pero precisó que es hora
de que el gobierno formule un proyecto claro con metas
concretas que logren incentivar al inversionista, ya que no
bastan las reformas aisladas que se han dado hasta ahora.
"El país atraviesa por una situación económica y financiera
caótica, lo que crea un clima de inestabilidad e inseguridad
para los inversionistas", declaró Pinto.
A criterio del presidente de la Cámara de la Pequeña Industria
de Pichincha, Ernesto Vintimilla, es hora de que el gobierno
tome la decisión política de acelerar la apertura de nuestro
mercado y hacerlo más atractivo, pues, dijo, los mecanismos
hasta aquí adoptados son tibios y tímidos.
Por su parte, el presidente de la Federación de Cámaras de la
Pequeña Industria del Ecuador, Franklin Palacios, recalcó que
es necesario que se introduzcan reformas estructurales a fin
de eliminar la corrupción administrativa y financiera, que
obstaculiza la participación de capitales foráneos en el
Ecuador, así como la reducción del sector público y del Estado
en general.
Ante las declaraciones de Lambert, el subsecretario de
Comercio Exterior, Carlos Palacios, señaló que todo país es
apto para las inversiones extranjeras, pero en el caso del
Ecuador se tendrá que continuar con las reformas tendientes a
crear un clima atractivo para el capital foráneo. "Ya lo hemos
empezado a hacer, a principios de año hemos expedido una nueva
reglamentación para la inversión extranjera mucho más liberal
y racional de la que existía antaño", manifestó Palacios.
El Ministerio de Industrias cree que es conveniente darle un
tratamiento tributario igual al inversionista extranjero
frente al nacional, pues actualmente existe un discrimen: el
extranjero que remite sus utilidades al exterior tiene que
pagar un impuesto a la renta del 36%, mientras que el nacional
tributa un 25%.
"A nuestro criterio este es un punto que se tendrá que
solucionar en el futuro", dijo Palacios, añadiendo que en la
medida que la política económica del país pueda ir derrotando
la inflación, igualmente habrá un mayor estímulo para la
inversión extranjera.
Sin embargo, Palacios puntualizó que no se trata de
situaciones permanentes e invariables, sino de procesos.
"Estamos viviendo un proceso de innovaciones y mejoramientos
que, entre otras cosas, tiene por objeto atraer capitales
extranjeros", finalizó el subsecretario.
Por su parte, José V. Rehnelt, gerente de la Cámara de
Industrias y Comercio Ecuatoriana-Alemana dijo que comparte lo
dicho por el embajador estadounidense, con algunas
precisiones. "Yo creo que este gobierno ha hecho bastantes
esfuerzos para, por lo menos, poner el marco legal y mejorar
su imagen ante los inversionistas extranjeros", aseveró.
Sin embargo, recalcó que en el Ecuador las leyes cambian
demasiado rápido. "De acuerdo al gobierno de turno se cambian
totalmente las reglas de juego", aseveró.
Rehnelt enfatizó que en el país hace falta concientizar a los
sectores público y privado de la urgencia para realizar
cambios radicales y rápidos. "El mundo está cambiando cada día
y me da la impresión de que el Ecuador se está estancando, en
eso coincido con el embajador", dijo, añadiendo que en nuestro
país "se habla demasiado y se hace demasiado poco". (A-2).
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