Quito. 29 may 99. (Editorial) Desde lo más alto de la hacienda
"El Rosario", bajaba al frente del resto de la manada, abriendo
camino hasta Calacalí en medio de la polvareda. ¡Qué espectáculo!
De vivaces ojos negros, pelaje brillante y una cornamenta perfecta,
su leyenda se había alimentado por las muchas cornadas hondas
propinadas a unos cuantos valientes. Y es que la fiesta no era
fiesta si no estaba "El Mexicano". Venía gente de todos los
pueblos aledaños y hasta de Quito solo por verle dar lucha en el
ruedo, con su 400 kilos de peso.
Dicen que una vez se metió a una cocina en Guamaní y sacó a un
hombre colgado de la correa. En otra se salió del ruedo y, cuando
regresó, trajo, en cada cuerno, cuatro o cinco carteras.
Fue el inicio de la ya legendaria bravura de los toros de
Calacalí. "El Mexicano" era un semental indultado de la ganadería
"Piedras Negras" que vino entre las doscientas cabezas de ganado,
que compró don Manuel Jaramillo para poblar su hacienda, allá por
los años setenta.
Poblar de caballos, de toros y de gente de buena voluntad,
explica don Manuel. Así es la fiesta ganadera. Y de tragos (la
fama del aguardiente de la región noroccidental de Pichincha
compite con la de los toros). Y de chagras. Y de rituales que
ayudan a derrotar la monotonía del campo.
También de rivalidades. Entre las más famosas, la de San Antonio
con Calacalí. El tradicional reto de "llevarse la colcha"
(amarrada al lomo del toro) que se vive desde hace muchos años,
hoy se revive en la Plaza de la Mitad del Mundo.
GANARLE LA PARTIDA AL TORO
Se sentaban en la mitad del ruedo a jugar cuarenta. A veces salía
el toro y ni les veía. Otras: caída y limpia. Tal era el empeño
en enfrentarse al animal, que en el ruedo cruzaban dos palos y
en el centro ponían un balde de "puntas" (trago de caña). No
había una gota más en toda la improvisada plaza. El que quería
tomar -en la región tienen fama de "grandes buches" - debía
entrar al ruedo. La primera vez era difícil, cuentan. Al segundo
trago (dependiendo el "buche") todos hacían gala de sus
habilidades taurinas.
Si no era "El Mexicano", era "El Chilero" o "El Loro". De
Calacalí iban también a muchas otros sitios. A Pomasqui, a Nayón,
a Zámbiza, a Nono, al Pobre Diablo en Quito, a la Belmonte. En
el Equinoccio, Corpus Cristi, San Pedro, fiestas patronales,
Navidad. Cuando el pueblo estaba de humor: ahí había toros.
Por la noche se hacía el "toro bomba" (aseguran que no hay
espectáculo igual en el mundo). "Se quema el cacho": todos se
acuerdan del grito del gringo que por primera vez fue a una
fiesta. Forrado con hojas de penco y con una antorcha de trapos
y cera en la punta, el cuerno del toro permanecía prendido por
más de una hora. El animal, "endiablado" por el calor, no paraba
de moverse. Y la gente saltaba la chamiza prendida alrededor.
La tradición también cuenta que en algunos pueblos las mujeres
eran especialistas en la preparación de una "aguita" para calmar
a los toros: por la noche se escurrían por los corrales y así
aseguraban la vida de sus maridos al día siguiente.
"El mexicano" murió hace quince años. Su cabeza yace erguida en
el rincón ganadero de la hacienda "El Rosario", junto a unas
cuantas colchas, monturas, ponchos y espuelas. Don Manuel vendió
el ganado. Los ruedos no son los mismos, pero la afición no ha
muerto. Mientras haya chagras, habrá fiesta.
FIESTAS EN SAN ANTONIO
- El mano a mano de toros de pueblo entre San Antonio y Calacalí
se realizará en la Plaza de Toros de la Ciudad Mitad del Mundo,
a partir de las 17h00.
- La idea de revivir la tradición e invitar a algunos de los
viejos toreros fue de Fernando Riofrío, presidente de la Comisión
de Fiestas de San Antonio.
- "Gane quien gane lo importante es que una vez más los pueblos
noroccidentales se volverán a unir", explica Riofrío.
- Para abrir la tarde, Manuel López y Jorge Morales, "los añejos
de Calacaclí", lidiarán un ejemplar de 300 libras.
- Esta vez no habrá colcha que disputarse sino un gran trofeo.
- Solo podrán competir los inscritos en el programa, que son
jóvenes de ambas poblaciones que buscan recuperar la fiesta,
explica Riofrío.
- El sábado 5 de junio por la noche habrá toros de bomba en
Calacalí.
- El domingo 6 de junio, a partir de las 10h00, comida típica y
bandas de pueblo en San Antonio (Equinoccial y 13 de junio)
- Para el domingo 13 de junio se prepara el tradicional paseo del
chagra que partirá a las 9h00 desde "La Y" y terminará en el
Parque Central. A las 14h00, toros populares en la plaza Mitad
del Mundo.
- Las rivalidades entre los Calacalí y San Antonio va más allá
de los toros: fútbol y reina interparroquial son algunos
ejemplos.
- Las fiestas parroquiales de Calacalí son la segunda semana de
julio.
COMO EN LOS VIEJOS TIEMPOS
PATOJOS VS. MELLOCOS
A Francisco Morales, Antonio Calahorrano "El Llingue" y a Juan
Muela "El Chucuri" les prohibieron torear porque siempre se
llevaban los premios. Si era colcha, la colcha, si era copa -la
del trofeo-, la copa.
Aunque, seguramente, más revolcones que nada. La tradición
calacaleña también nos trae otros nombres de "mellocos"
(sobrenombre puesto por los de San Antonio, debido al cultivo de
este tubérculo, pero principalemente por el líquido que derraman
cuando este es abierto): Luis Flores "El Perugachi", Alfredo
Villenas "El Cachaco", Ignacio Calahorrano "El Sheco", Manuel
López "El Ronca y Jorge Morales "El Gato Gun". Estos últimos
abrirán el mano a mano hoy en San Antonio.
"El Malanoche" era un quiteño que en algunas ocasiones se ganó
la colcha por ser el más revolcado. Todos recuerdan que "El
Maymundi", un matarife de puercos, salió a pelear el trofeo con
una herida en su vientre. Y se lo llevó.
Con un señor Dueñas, el toro se portó indecente: en el primer
arranque le dejó sin ropa. Sin un rasguño, pero "llucho".
La época de oro de los toros de pueblo de esta contrastada
región, por muchos años aislada del resto de la provincia, fue
la década de los ochentas. Y así como los unía, los separaba.
Los que "subían" de San Antonio a retar a los mellocos eran los
"patojos". Llamados así porque, debido al clima caluroso, no
usaban zapatos y en los pies tenían niguas (iñu, punto en
quichua) que les hacían caminar de una manera muy particular. Los
más famosos fueron Fidel Castañeda, Jorge Espín "El Pollo",
Sergio Mantilla, Gabriel Molina y Edelberto y Rafael Andrade, que
también asistirá a la fiesta.
Cuando la fama de la región se corrió, cualquiera que quería ser
torero o novillero subía, hasta a escondidas, a la parte más alta
de la hacienda para buscar a los "bravos de Calacalí".
CHAGRAS
CABALLOS ABREN PLAZA
Indo es uno de los tres caballos de Alta Escuela que abrirán la
plaza esta tarde en el "Mano a mano" en la Ciudad Mitad del
Mundo.
Tamerland y Timoshenco también son parte de la cuadrilla de
Fernando Navarro, quien es además presidente de la Junta
Parroquial de San Antonio.
También se presentarán dos caballos de Marcelo Sandoval
LA CODICIADA PRESEA
La famosa colcha, que iba amarrada en el lomo de los toros, era
peleada "al arranche". Más tarde se la otorgaba por mérito. Era
un honor ser escogido para donar el trofeo para la fiesta. Por
lo general, lo hacía la reina del pueblo. A veces, se le colgaban
billetes (de cien sucres, en "los buenos tiempos") o frutas.
EL ATUENDO DEL CHAGRA
El chagra típico monta a caballo ensillado con una montura de
vaquería. Además del poncho de lana y la bufanda, este personaje
del campo serrano viste zamarras de lana de llamingo u oveja,
sombrero de fieltro de ala pequeña y espuelas.
Los caballos arrean al ganado en el campo y abren la plaza cuando
hay toros.
LAS TRADICIONALES PUNTAS
El recipiente típico para las puntas de las fiestas populares es
una botella incrustada en el casco de un toro.
Las puntas son el producto de la destilación del jugo fermentado
de la caña. Para prepararlas también se les macera con diferentes
frutas.
DOMINIO SOBRE EL GANADO
Los pueblos del noroccidente de Pichincha tienen fama de ser muy
hábiles enlazando ganado.
La veta para enlazar mide más o menos ocho metros y está hecha
del cuero del rabo trenzado de la vaca. (DIARIO HOY) (P. 1-B)
"El Rosario", bajaba al frente del resto de la manada, abriendo
camino hasta Calacalí en medio de la polvareda. ¡Qué espectáculo!
De vivaces ojos negros, pelaje brillante y una cornamenta perfecta,
su leyenda se había alimentado por las muchas cornadas hondas
propinadas a unos cuantos valientes. Y es que la fiesta no era
fiesta si no estaba "El Mexicano". Venía gente de todos los
pueblos aledaños y hasta de Quito solo por verle dar lucha en el
ruedo, con su 400 kilos de peso.
Dicen que una vez se metió a una cocina en Guamaní y sacó a un
hombre colgado de la correa. En otra se salió del ruedo y, cuando
regresó, trajo, en cada cuerno, cuatro o cinco carteras.
Fue el inicio de la ya legendaria bravura de los toros de
Calacalí. "El Mexicano" era un semental indultado de la ganadería
"Piedras Negras" que vino entre las doscientas cabezas de ganado,
que compró don Manuel Jaramillo para poblar su hacienda, allá por
los años setenta.
Poblar de caballos, de toros y de gente de buena voluntad,
explica don Manuel. Así es la fiesta ganadera. Y de tragos (la
fama del aguardiente de la región noroccidental de Pichincha
compite con la de los toros). Y de chagras. Y de rituales que
ayudan a derrotar la monotonía del campo.
También de rivalidades. Entre las más famosas, la de San Antonio
con Calacalí. El tradicional reto de "llevarse la colcha"
(amarrada al lomo del toro) que se vive desde hace muchos años,
hoy se revive en la Plaza de la Mitad del Mundo.
GANARLE LA PARTIDA AL TORO
Se sentaban en la mitad del ruedo a jugar cuarenta. A veces salía
el toro y ni les veía. Otras: caída y limpia. Tal era el empeño
en enfrentarse al animal, que en el ruedo cruzaban dos palos y
en el centro ponían un balde de "puntas" (trago de caña). No
había una gota más en toda la improvisada plaza. El que quería
tomar -en la región tienen fama de "grandes buches" - debía
entrar al ruedo. La primera vez era difícil, cuentan. Al segundo
trago (dependiendo el "buche") todos hacían gala de sus
habilidades taurinas.
Si no era "El Mexicano", era "El Chilero" o "El Loro". De
Calacalí iban también a muchas otros sitios. A Pomasqui, a Nayón,
a Zámbiza, a Nono, al Pobre Diablo en Quito, a la Belmonte. En
el Equinoccio, Corpus Cristi, San Pedro, fiestas patronales,
Navidad. Cuando el pueblo estaba de humor: ahí había toros.
Por la noche se hacía el "toro bomba" (aseguran que no hay
espectáculo igual en el mundo). "Se quema el cacho": todos se
acuerdan del grito del gringo que por primera vez fue a una
fiesta. Forrado con hojas de penco y con una antorcha de trapos
y cera en la punta, el cuerno del toro permanecía prendido por
más de una hora. El animal, "endiablado" por el calor, no paraba
de moverse. Y la gente saltaba la chamiza prendida alrededor.
La tradición también cuenta que en algunos pueblos las mujeres
eran especialistas en la preparación de una "aguita" para calmar
a los toros: por la noche se escurrían por los corrales y así
aseguraban la vida de sus maridos al día siguiente.
"El mexicano" murió hace quince años. Su cabeza yace erguida en
el rincón ganadero de la hacienda "El Rosario", junto a unas
cuantas colchas, monturas, ponchos y espuelas. Don Manuel vendió
el ganado. Los ruedos no son los mismos, pero la afición no ha
muerto. Mientras haya chagras, habrá fiesta.
FIESTAS EN SAN ANTONIO
- El mano a mano de toros de pueblo entre San Antonio y Calacalí
se realizará en la Plaza de Toros de la Ciudad Mitad del Mundo,
a partir de las 17h00.
- La idea de revivir la tradición e invitar a algunos de los
viejos toreros fue de Fernando Riofrío, presidente de la Comisión
de Fiestas de San Antonio.
- "Gane quien gane lo importante es que una vez más los pueblos
noroccidentales se volverán a unir", explica Riofrío.
- Para abrir la tarde, Manuel López y Jorge Morales, "los añejos
de Calacaclí", lidiarán un ejemplar de 300 libras.
- Esta vez no habrá colcha que disputarse sino un gran trofeo.
- Solo podrán competir los inscritos en el programa, que son
jóvenes de ambas poblaciones que buscan recuperar la fiesta,
explica Riofrío.
- El sábado 5 de junio por la noche habrá toros de bomba en
Calacalí.
- El domingo 6 de junio, a partir de las 10h00, comida típica y
bandas de pueblo en San Antonio (Equinoccial y 13 de junio)
- Para el domingo 13 de junio se prepara el tradicional paseo del
chagra que partirá a las 9h00 desde "La Y" y terminará en el
Parque Central. A las 14h00, toros populares en la plaza Mitad
del Mundo.
- Las rivalidades entre los Calacalí y San Antonio va más allá
de los toros: fútbol y reina interparroquial son algunos
ejemplos.
- Las fiestas parroquiales de Calacalí son la segunda semana de
julio.
COMO EN LOS VIEJOS TIEMPOS
PATOJOS VS. MELLOCOS
A Francisco Morales, Antonio Calahorrano "El Llingue" y a Juan
Muela "El Chucuri" les prohibieron torear porque siempre se
llevaban los premios. Si era colcha, la colcha, si era copa -la
del trofeo-, la copa.
Aunque, seguramente, más revolcones que nada. La tradición
calacaleña también nos trae otros nombres de "mellocos"
(sobrenombre puesto por los de San Antonio, debido al cultivo de
este tubérculo, pero principalemente por el líquido que derraman
cuando este es abierto): Luis Flores "El Perugachi", Alfredo
Villenas "El Cachaco", Ignacio Calahorrano "El Sheco", Manuel
López "El Ronca y Jorge Morales "El Gato Gun". Estos últimos
abrirán el mano a mano hoy en San Antonio.
"El Malanoche" era un quiteño que en algunas ocasiones se ganó
la colcha por ser el más revolcado. Todos recuerdan que "El
Maymundi", un matarife de puercos, salió a pelear el trofeo con
una herida en su vientre. Y se lo llevó.
Con un señor Dueñas, el toro se portó indecente: en el primer
arranque le dejó sin ropa. Sin un rasguño, pero "llucho".
La época de oro de los toros de pueblo de esta contrastada
región, por muchos años aislada del resto de la provincia, fue
la década de los ochentas. Y así como los unía, los separaba.
Los que "subían" de San Antonio a retar a los mellocos eran los
"patojos". Llamados así porque, debido al clima caluroso, no
usaban zapatos y en los pies tenían niguas (iñu, punto en
quichua) que les hacían caminar de una manera muy particular. Los
más famosos fueron Fidel Castañeda, Jorge Espín "El Pollo",
Sergio Mantilla, Gabriel Molina y Edelberto y Rafael Andrade, que
también asistirá a la fiesta.
Cuando la fama de la región se corrió, cualquiera que quería ser
torero o novillero subía, hasta a escondidas, a la parte más alta
de la hacienda para buscar a los "bravos de Calacalí".
CHAGRAS
CABALLOS ABREN PLAZA
Indo es uno de los tres caballos de Alta Escuela que abrirán la
plaza esta tarde en el "Mano a mano" en la Ciudad Mitad del
Mundo.
Tamerland y Timoshenco también son parte de la cuadrilla de
Fernando Navarro, quien es además presidente de la Junta
Parroquial de San Antonio.
También se presentarán dos caballos de Marcelo Sandoval
LA CODICIADA PRESEA
La famosa colcha, que iba amarrada en el lomo de los toros, era
peleada "al arranche". Más tarde se la otorgaba por mérito. Era
un honor ser escogido para donar el trofeo para la fiesta. Por
lo general, lo hacía la reina del pueblo. A veces, se le colgaban
billetes (de cien sucres, en "los buenos tiempos") o frutas.
EL ATUENDO DEL CHAGRA
El chagra típico monta a caballo ensillado con una montura de
vaquería. Además del poncho de lana y la bufanda, este personaje
del campo serrano viste zamarras de lana de llamingo u oveja,
sombrero de fieltro de ala pequeña y espuelas.
Los caballos arrean al ganado en el campo y abren la plaza cuando
hay toros.
LAS TRADICIONALES PUNTAS
El recipiente típico para las puntas de las fiestas populares es
una botella incrustada en el casco de un toro.
Las puntas son el producto de la destilación del jugo fermentado
de la caña. Para prepararlas también se les macera con diferentes
frutas.
DOMINIO SOBRE EL GANADO
Los pueblos del noroccidente de Pichincha tienen fama de ser muy
hábiles enlazando ganado.
La veta para enlazar mide más o menos ocho metros y está hecha
del cuero del rabo trenzado de la vaca. (DIARIO HOY) (P. 1-B)
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