Quito. 28.03.94. El ministro de Gobierno, Marcelo Santos, acudirá
el martes al Tribunal Supremo Electoral, para definir el
contenido de las preguntas y la fecha en que se realizará la
consulta popular solicitada por el presidente de la República,
Sixto Durán Ballén.

Es así como en el marco del diálogo "sin condicionamientos"
anunciado por el ministro de Gobierno, se llevará a cabo la
primera reunión "formal" con el TSE, en la que posiblemente se
acordará realizar la consulta el 22 o -a más tardar- el 29 de
mayo.

En el transcurso de la semana pasada se realizaron varias
reuniones informales en las que participaron el ministro de
Gobierno, el secretario general de la Administración, Carlos
Larreátegui y los vocales del TSE, en las que se habría llegado a
un virtual acuerdo sobre el cambio de fecha.

Asimismo, existiría la posibilidad de que el presidente suprima
dos de las ocho preguntas inicialmente planteadas en el Decreto
Ejecutivo 1518. Las preguntas a suprimirse serían las referidas
al tiempo de duración del presidente del Congreso y la que
propone la doble nacionalidad, sin embargo sobre este punto aún
no existe un acuerdo definitivo.

El vicepresidente del máximo organismo electoral, Medardo Oleas,
consideró viable la realización del plebiscito el 22 de mayo,
toda vez que a esa fecha los tribunales provinciales estarían
habilitados para realizar la consulta, luego de que concluyan los
escrutinios de los comicios generales en que serán elegidos
diputados, consejeros y concejales.

Asimismo, dijo que para esa fecha el Supremo Electoral estará en
capacidad de concentrar toda su atención a la difusión del
contenido de las preguntas, con la finalidad de lograr la
participación de la mayoría de los ciudadanos.

Recordó que la mayoría de partidos políticos se ha pronunciado
por el diferimiento de la fecha del plebiscito y, en cuanto a las
objeciones del TSE para realizarlo el 1§ de mayo, todas son de
índole técnico, práctico legal. "No tienen tinte político",
enfatizó.

Explicó que en vista de que se realizará la consulta en una fecha
distinta al 1§ de mayo, el presidente de la República tendrá que
enviar al TSE un nuevo decreto Ejecutivo con las preguntas y la
solicitud correspondiente. Por ello insistió que las preguntas
deben contener aspectos trascendentales para el desarrollo del
país, "el pueblo quiere la consulta y es una oportunidad
histórica para cambiar en bien del país", expresó.

Por su parte, el vocal de ese organismo, Carlos Pardo Montiel,
expresó que el presidente de la República tendrá que "rediseñar"
las preguntas, en razón de que la consulta no se trata de una
encuesta sino que las respuestas constituirán un mandato popular.

Seguramente esta semana se decidirá la fecha y el contenido de la
consulta popular en la que insiste el gobierno. re el cambio de
fecha, que puede ser el 22 de mayo. Para el vicepresidente del
TSE la fecha funciona pues el Tribunal Será necesario un nuevo
decreto presidencial con nuevas preguntas o las mismas
rediseñadas.

A propósito de la consulta, con frecuencia los comentarios han
hecho referencia a las similitudes y diferencias con la que
convocara Febres Cordero hace ochos años. Pero la comparación ha
olvidado un detalle: si las circunstancias y las posiciones
políticas son distintas, los protagonistas son los mismos.

¿Piensan igual entonces?

Se ha dicho -y acaso con razón- que la consulta popular planteada
por el presidente Sixto Durán Ballén tiene mucha similitud en
cuanto al procedimiento adoptado con aquella que planteara en
1986 el entonces presidente León Febres Cordero. En ambos casos
se trató de una consulta sobre temas que implican una reforma
constitucional.

Curiosamente, muchos de los personajes, partidos políticos y
actores que hoy opinan, también lo hicieron en aquella ocasión.
No obstante, no siempre existe coherencia entre lo que se dijo
entonces y lo que se dice ahora. Aunque los argumentos que se
esgrimen a favor y en contra son muy parecidos. Veamos:

La consulta popular convocada por el Gobierno de Febres Cordero
en mayo de 1986 constaba de una sola pregunta que tenía relación
con la participación de los independientes en la política.

En ese entonces, como hoy, se produjeron una serie interminable
de pronunciamientos: unos en contra y otros a favor.

En aquella ocasión la Democracia Popular, por intermedio de su
entonces presidente Julio César Trujillo, demandó la
inconstitucionalidad de la consulta. Hoy Trujillo -fuera de la
DP-mantiene la misma posición, pero no así la DP como partido.
Otros, como el Frente Radical Alfarista, en ese entonces apoyó la
consulta y hoy la condena.

La DP fue uno de los partidos que con mayor entusiasmo atacó la
consulta realizada por Febres Cordero. Osvaldo Hurtado dijo que
se trataba de una "monstruosa violación a la Constitución" y
aseguró a la prensa que estaba dispuesto a debatir con el
presidente "para demostrarle al país la ilegal convocatoria y la
forma cómo se quiso usar la voluntad popular para obtener un voto
de confianza". Siempre se atribuyó a Hurtado un papel protagónico
en el triunfo del "no" en el plebiscito.

Ahora Hurtado explica que hubo una sustancial diferencia que
explica su comportamiento. En el caso del plebiscito de Febres
Cordero -dice- el presidente había enviado un proyecto de
reformas constitucionales al Congreso, sin embargo de lo cual
convocó al plebiscito antes de que el Congreso trate las
reformas. Esa circunstancia, según Hurtado, cambia la situación.
En cambio ahora no hay de por medio un proyecto de reformas
constitucionales en el Congreso. Lo curioso del caso es que los
socialcristianos, que están en una situación inversa a la de
Hurtado -en el 86 apoyaron la consulta y hoy se oponen- esgrimen
el mismo argumento para haber mantenido esa posición en 1986 y la
que ahora sostienen.

En la demanda de inconstitucionalidad la DP afirmaba en 1986 que
"para el evento de que se arguyera que el presidente de la
República ha procedido en ejercicio de la facultad que le
confiere el Art. 78 de la Constitución, se tendrá en cuenta que
dicha norma constitucional, en términos que no dejan lugar a
duda, distingue entre las cuestiones de importancia para el
Estado que no impliquen tal reforma (constitucional) y las que
impliquen tal reforma, para los primeros deja en libertad al
presidente de la República para que proceda discrecionalmente,
mas para las segundas prescribe el trámite del Art 143 que el
Ing. León Febres Cordero ha violado escandalosamente", sostenía
entonces Hurtado.

El FRA por su lado, como miembro del Frente de Reconstrucción
Nacional que llevó al poder a Febres Cordero, defendió la
consulta.

Otro político que ha defendido la actual convocatoria es el ahora
independiente Fernando Larrea. En tiempos de Febres Cordero, en
cambio, Larrea -por entonces afiliado a la Izquierda Democrática-
fue uno de quienes la atacaron con gran entusiasmo. Dijo, en ese
entonces, que se trataba de un chantaje al Congreso "el mismo que
nos tiene sin cuidado" y que la consulta trata de acabar con los
partidos políticos.

Los conservadores también condenaron la consulta de Febres
Cordero, mientras que hoy son los principales defensores de la
que planteó Durán Ballén. En ese entonces, el director del PC,
Rafael Armijos, anunciaba el rechazo de su partido a la
iniciativa. Los socialcristianos, como partido en el poder,
defendieron la legalidad de la consulta así como su oportunidad.
Hoy, en cambio, afirman que no se debería realizar el mismo día
de las elecciones.

La Izquierda Democrática, por su lado, condenó la iniciativa de
Febres Cordero, al igual que hoy. Pero en ese tiempo, el diputado
de la ID Jorge Zavala le decía a un diario de Quito que dicha
consulta solo se la hubiese podido hacer en el caso de que la
pregunta no tuviera ninguna relación con la Constitución. Pero
ahora, Zavala Egas -fuera de la ID- sostiene que la consulta es
plenamente constitucional. El CFP defendió la consulta de Febres
Cordero. El entonces jefe de acción política del CFP y hoy
funcionario del régimen, Angel Duarte, lo hizo. Ahora Duarte es
miembro del actual Gobierno y, por cierto, también defiende el
planteamiento de Sixto.

Dos desaparecidos

En cambio dos personajes que ya han fallecido sostuvieron
opiniones distintas, aunque no opuestas. El ex presidente Galo
Plaza calificó en ese entonces como "un error" el unir las
elecciones con la consulta. Calificó a ese plebiscito como
"desorientado, inoportuno e inconveniente".

El entonces legislador Carlos Feraud decía que la pregunta sobre
la participación de los independientes no tenía ninguna
obligatoriedad, pues se trataba de una simple consulta de
opinión. Sin embargo, advertía que "si realmente se ha querido
que los independientes adquieran el derecho legítimo de ser
candidatos en una elección unipersonal o pluripersonal, debió
esperarse que el Congreso se pronuncie sobre el proyecto remitido
por el presidente".

Poderes en pugna

Aunque la discusión sobe la legalidad del plebiscito fue bastante
similar en 1986, su intensidad y las circunstancias políticas
fueron bastante diferentes.

En tiempos de Febres Cordero el plebiscito tuvo como preámbulo el
envío al Congreso de un proyecto de reformas constitucionales
entre las que estaba la participación de los independientes, que
a la postre sería la pregunta de la consulta.

Febres Cordero, durante su visita a los EEUU, anunció que si el
Congreso no aprobaba la reforma la sometería a consulta.

Inmediatamente vinieron las reacciones en contra y en favor. Una
vez en el Congreso, el proyecto fue archivado por voluntad de la
mayoría gobiernista, integrada por socialcristianos, liberales,
cefepistas y alfaristas.

La intensidad de la discusión sobre el plebiscito fue mucho menor
que en la actualidad. Para ello contribuyeron una serie de
circunstancias políticas. En primer lugar se produjo el
conflicto militar entre el ministro de Defensa Luis Piñeiros y el
comandante de la FAE, Frank Vargas Passos, que puso en riesgo la
estabilidad democrática. Este incidente copó la atención de la
prensa y de los políticos, lo que evitó que la discusión sobre el
plebiscito se intensificara.

Luego vinieron una serie de escándalos derivados del problema
anterior, como "el caso Fokker". El entonces secretario de la
Administración, Joffre Torbay, fue acusado de haber intervenido
en la compra del avión y tuvo que asistir al Congreso. Luego
tres dirigentes de la Democracia Popular: Jamil Mahuad, Andrés
Crespo y René Vargas fueron encarcelados por haber formulado
declaraciones en contra del presidente de la República.

En definitiva, si bien la discusión sobre la constitucionalidad
de la consulta se dio en términos bastantes similares a los
actuales, no tuvo la intensidad de la actual. Hubo
acontecimientos que desviaron la atención del tema.

Sin embargo, la discusión sobre la conveniencia o no de que los
independientes intervengan sí mereció la atención de varios
políticos.

Asimismo, el hecho de que esa consulta coincida con las
elecciones fue muy criticada.

RECORDERIS...

Para refrescar en algo la memoria, reproducimos algunos de los
criterios emitidos entonces al respecto:

- "Es estimulante para la democracia porque se declara incólume
el derecho que tiene el pueblo en las urnas": Jacinto Velázquez,
entonces diputado socialcristiano.

- "Merece el aplauso del Frente Radical Alfarista": Iván Castro
Patiño, dirigente del FRA.

- "Es asunto de interés nacional y nada tiene que ver con lo que
resuelva el Congreso": Alvaro Pérez, diputado liberal.

- "La consulta no es oportuna en las actuales circunstancias":
Jorge Moreno, dirigente del MPD.

- "El presidente está facultado a convocar a una consulta popular
siempre y cuando el tema no esté relacionado con la
Constitución": Raúl Baca Carbo, diputado de la Izquierda
Democrática.

- "Si los ecuatorianos aprueban el plebiscito es obligación del
Congreso admitirla como reforma": Camilo Ponce, director del
Partido Social Cristiano.

- "Al verse forzado (el presidente Febres Cordero) a ir a las
elecciones ha buscado enredarlas. Esta es la causa de que haya
convocado a un plebiscito sin justificación política y sin
sustento constitucional, con el mal intencionado propósito de
valerse de él para inducir a los ciudadanos a que voten por los
candidatos gobiernistas": Osvaldo Hurtado.

- "El pueblo debe pronunciarse por el sí": Horacio Guillén,
presidente del TSE.

- "La pregunta no tiene el mismo texto que la reforma enviada al
Congreso, lo que significa que se busca la adhesión de los
independientes en las elecciones": León Roldós, ex vicepresidente
de la República. (3A)
EXPLORED
en Ciudad N/D

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