Nicosia. 17. 08. 90. Saddam Hussein, ensalzado ante los iraquíes
como un gran líder militar, necesita una victoria total sobre
Kuwait después de haber accedido a todas las demandas iraníes
como forma de poner fin a la situación de conflicto bélico,
estimaron hoy analistas. No creo que alguna vez logremos que
Sadam abandone totalmente Kuwait. No podría soportar la
humillación de tener que reconocer ante su pueblo: nos hemos
metido en otra pequeña guerra y tenemos que salir de ella también
sin nada, manifestó Don Kerr, del Instituto Internacional para
Estudios Estratégicos.
Tras haber cedido en un frente, no puede permitirse ceder en el
otro, comentó a Reuter otro analista con base en Londres,
añadiendo que el líder iraquí evidentemente ha estrechado sus
opciones en cuanto a un posible repliegue.
Pero, a largo plazo, dijeron, Saddam podría quedarse con parte de
Kuwait: un disputado yacimiento petrolífero y dos islas.
La rendición de hecho de Saddam a las demandas iraníes después de
centenares de miles de muertes en los frentes de batalla, escasez
de alimentos y sacrificios de la población durante más de ocho
años de conflicto con Irán, y del terror por ataques con misiles
contra ciudades, parece algo increíblea los ojos occidentales,
destacaron los analistas.
Pero nadie espera que los iraquíes del común reaccionen contra su
líder ya que muchos de ellos siguen considerándolo como un
esclarecido estratega y conductor.
Kerr señaló que informaciones recibidas desde Bagdad también
hacen pensar que hay un genuino temor a una invasión. La
posibilidad de ser fagocitados, aplastados por Occidente les
parece muy real..., dijo.
El pueblo de Irak probablemente considerará como el menor de dos
males el ver ocho años de guerra y centenares de miles de muertos
arrojados a la basura, según ojos occidentales.
Sin embargo, un analista indicó que la carta iraní podría tener
un efecto devastador sobre las fuerzas armadas, muchos de cuyos
principales jefes son veteranos de la guerra del Golfo Pérsico.
Martin Stone, especialista de Londres sobre temas del Medio
Oriente, coincidió con esa apreciación. Creo que esto tendrá más
efecto sobre los generales que sobre el pueblo, señáló, trayendo
a colación que 120 altos oficiales fueron ejecutados incluso
antes de la invasión de Kuwait debido a su oposición a la
conquista del emirato.
Saddam anunció el miércoles que retirará tropas de Irán desde el
viernes, entregará prisioneros de guerra y aceptará el control de
Teherán sobre la mitad de la vital vía navegable de Shat el-Arab,
demandas todas planteadas por Irán desde que un cese del fuego
puso fin a la guerra.
Explicó que esto liberará tropas, alrededor de 24 divisiones o
250.000 hombres según fuentes occidentales, para enfrentar a
fuerzas estadounidenses y de otras potencias que se están
concentrando en Arabia Saudita y el Golfo Pérsico. Diarios
iraquíes estimaron que quedarán liberadas 30 divisiones.
Kerr apuntó que Saddam nunca actúa guiado por una sola razón. Su
ofrecimiento a Teherán tuvo otras motivaciones.
El hecho es que cuando hace un ofrecimiento, parte de sus motivos
podrían ser conjurar un peligro en otro frente, dijo. Stone
acotó: Pienso que Irak tiene muchas esperanzas de que con esto se
abrirán fronteras para recibir suministros. Esta salida será
imperiosamente necesaria si Jordania cierra su puerto de Aqaba,
dijo, agregando que Saddam está jugando la carta islámica pero
es improbable que Irán se deje arrastrar a su juego.
Otro especialista, quien expresó dudas de que Irak se atreva a
retirar realmente todas las fuerzas que tiene en la frontera con
Irán, dijo: Es una medida desesperada y, lo que es más
importante, procura abrir otra línea de abastecimiento.
Saddam también está tratando de presentarse a los iraquíes y al
resto del mundo como un ser racional, destacó Kerr. Irak se había
embarcado en una amplia campaña diplomática de esclarecimiento,
despachando enviados a visitar muchos países para justificar su
posición.
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