CONFERENCIA SOBRE MEDIO ORIENTE ABATE ARRAIGADOS TABUES

Madrid. 29.10.91. La conferencia de paz de Madrid destruye dos
poderosos tabúes del Medio Oriente -la negativa de los paises
árabes a negociar cara a cara con el estado judío y la
renuencia de Israel a aceptar una identidad palestina
autónoma.

Al sentarse ante una misma mesa en Madrid, las partes bien
podrían cambiar para siempre la naturaleza misma del conflicto
árabe-israelí. Ya no será una lucha de vida o muerte entre dos
naciones sobre el mismo trozo de territorio sino una pugna
política sobre cómo vivir juntos y dividirse tierras.

Esta conferencia modifica los parámetros del conflicto. Ya no
gira en torno a la esencia de la existencia nacional y ello
podría facilitar la búsqueda de una solución, comentó Barry
Rubin, analista de la Johns Hopkins University de Washington.
Arabes e israelíes se han reunido para negociar ceses del
fuego y separación de fuerzas en diveros momentos de los
pasados 43 años de enconado conflicto.

Pero nunca antes Israel se enfrentó en forma directa con todos
sus vecinos árabes con el objetivo de establecer una paz
genuina, como rezan las invitaciones cursadas para asistir a
la conferencia de Madrid.

Y Madrid es el primer foro internacional en el que
representantes palestinos participan oficialmente desde
conversaciones concertadas en 1937 por las autoridades
coloniales británicas que gobernaban entonces la Tierra Santa.
La real hazaña de Madrid es que coloca a los palestinos en el
cuadro por primera vez. No enarbolan su bandera nacional y hay
limitaciones en cuanto a quiénes son sus delegados y sobre lo
que pueden decir, pero están allí y eso es lo importante,
destacó James Zogby, del Instituto Arabe Estadounidense.
Desde el comienzo del conflicto del Medio Oriente con el
nacimiento del sionismo político a fines del siglo XIX, tanto
árabes como judíos rehusaron aceptar la legitimidad de los
argumentos de la otra parte.

La mayoría de los sionistas que trataban de establecer una
patria judía en Palestina ignoraron o pasaron por alto las
pretensiones de la población árabe indígena. Consideraban a
Palestina como una tierra vacía.

Los árabes, tanto los de Palestina como los de fuera de ella,
rechazaron las reivindicaciones de judíos que buscaban refugio
contra las persecusiones, incluso en la década de 1930 cuando
los judíos europeos estaban amenazados con la extinción
nacional por el nazismo y no encontraban asilo en ningún otro
lugar del mundo.

Esta mutua negación de la legitimidad de reivindicaciones
continuó despues de la creación de Israel en 1948 bajo una
resolución de las Naciones Unidas que también estipulaba el
establecimiento de un estado palestino.

Estados árabes rechazaron la resolución e invadieron Israel.
Al ser repelidos, las fronteras de Israel se ampliaron mucho
más allá de lo contemplado originalmente por la ONU.
Centenares de miles de palestinos se vieron obligados a huir
como refugiados y el estado palestino jamás se concretó.
Aunque la guerra fue seguida por negociaciones sobre un
armisticio, estas nunca procuraron establecer una paz
permanente y siguieron otras guerras en el Medio Oriente en
1956, 1967 y 1973.

Cuando se fundó la Organización para la Liberación de
Palestina (OLP) en 1964, su carta nacional declaraba que su
objetivo era destruir al estado judío por medio de la lucha
armada.

Palestina es la patria del pueblo palestino árabe, es una
parte indivisible de la patria árabe... La partición de
Palestina en 1947 y el establecimiento del estado de Israel
son totalmente ilegales, declaró.

Con excepción de Egipto, que hizo las paces con Israel en
1979, los estados árabes se hicieron eco de esos sentimientos
hasta bien adentrada la década de 1980 incluso cuando quedó en
claro que la destrucción de un Israel poderoso respaldado por
Estados Unidos era militarmente inviable.

Pero lentamente sus políticas oficiales comenzaron a cambiar
hasta transformarse en una predisposición teórica a establecer
la paz con Israel si se retiraba de todos los territorios
ocupados en la guerra de 1967 y permitía a los palestinos
establecer su propio estado.

En el bando israelí, la extinta primera ministra Golda Meir
insistió incluso hasta 1969 que no existe un pueblo palestino.
Hasta cuando firmó la paz con Egipto en 1979, el primer
ministro israelí Menachem Begin rehusó aceptar la existencia
de los palestinos, refiriéndose siempre a los árabes de la
Tierra de Israel.

Estados Unidos tuvo que enviar una carta complementaria a
Begin consignando que cada vez que apareciera la palabra
palestinos en el tratado paz, Israel podía interpretarla como
referida a los árabes de Palestina.

Rubin manifestó que hay tres etapas posibles en el camino
entre la guerra y la paz en el Medio Oriente. Las definió así:
hostilidad que periódicamente estalla en guerra; una etapa en
la que las partes ya no están interesadas en llegar a la
guerra pero se muestran poco dispuestas o incapaces de
concretar la paz; y una fase final en la que buscan
activamente la paz.

El proceso que se pone en marcha en Madrid pondrá a prueba si
son capaces de avanzar de la segunda etapa a la tercera,
subrayó. (REUTER)



EXPLORED
en Ciudad N/D

Otras Noticias del día 29/Octubre/1991

Revisar otros años 2014 - 2013 - 2012 - 2011 - 2010 - 2009 - 2008 - 2007 - 2006 - 2005 -2004 - 2003 - 2002 - 2001 - 2000 - 1999 - 1998 - 1997 - 1996 - 1995 - 1994 1993 - 1992 - 1991 - 1990
  Más en el