Quito (Ecuador). 08 jul 96. El primer conflicto que deberá
resolver Abdalá Bucaram es el de restañar las heridas que ha
dejado una de las más virulentas campañas de los últimos
tiempos, coinciden varios analistas consultados.
El desprestigio del rival por sobre todas las cosas, fue la
tónica en la que ambos contendores se "perfeccionaron" durante
estos 45 días de campaña en la segunda vuelta por la
Presidencia de la República.
Esas paulatinas y crecientes dosis de negativismo seguramente
dejarán una polarización política que afectará a la nueva
administración.
Los pactos de Abdalá Bucaram no se reflejarán en el Congreso
En cuanto a las relaciones políticas del nuevo régimen, estas
se han ido perfilando en los acuerdos logrados con tiendas
políticas de distinta especie. Sin embargo, los pactos a nivel
de política presidencial no se reflejan en el Congreso
Nacional. En el seno parlamentario todos tienen sus
aspiraciones y la conformación de los bloques de oposición u
oficialistas solamente estará definida hasta agosto.
El Partido Socialcristiano tienen 27 diputados mientras que el
roldosismo 19. Cualquiera de los dos bloques debe realizar
alianzas para lograr la ansiada mayoría de 42 diputados. Como
una tercera opción aparece un bloque de centroizquierda
recientemente conformado, de 24 diputados.
En éste, están los legisladores de Pachakutik-Nuevo País, la
Democracia Popular y la Izquierda Democrática. Estos dos
últimos partidos unidos finalmente después de un serio
encontronazo en la primera vuelta electoral.
Otro de los pilares de la gobernabilidad, la Función Judicial,
ha sido enfática e independiente respecto de cualquiera de los
dos finalistas, y en el caso del roldosismo podría convertirse
en una fuente de conflicto.
En un comunicado público, el pleno de la Corte Suprema,
presidido por Carlos Solórzano puso muy en claro que en lo que
a esa función del Estado respecta el nuevo presidente y la
nueva mayoría parlamentaria deben "respetar: la independencia
de la Función Judicial; el 2.5 por ciento que el Presupuesto
del Estado otorga a esa Función; la estabilidad de los jueces
y la actividad propia de la administración de justicia.
¿Qué pasó con el exit poll?
En un acto de prudencia, las tres cadenas (Opción 96, Tele Red
Electoral y AER) que realizaron el exit poll o encuestas a la
salida de las urnas, anunciaron, a las 17h00 que"la diferencia
entre los dos candidatos es inferior al margen de error" y por
tanto, no darían resultados sino solo las proyecciones de las
mesas electorales.
Las versiones que corrieron desde el mediodía es que Jaime
Nebot ganaba en las tres cadenas electorales aunque la
diferencia iba entre 40 mil y 15 mil votos de diferencia.
Esto, claro, era menos que el margen de error, que es de 1 por
ciento, equivalente a 50 mil votos aproximadamente.
Esta decisión de silenciar los resultados del exit poll,
tomada por las cadenas informativas, fue rota por el candidato
socialcristiano Jaime Nebot, quien, a las 17h35 se declaró
vencedor, de acuerdo a los datos de las mismas cadenas y, en
rueda de prensa, convocó a celebrar el triunfo.
Sin embargo, los resultados extraoficiales echaron por tierra
los resultados del exit poll: Bucaram alcanzaba, a las 18h00,
nada menos que siete puntos de diferencia sobre Nebot en las
tres cadenas informativas. Diez minutos más tarde, Abdalá
Bucaram, desde su domicilio, proclamaba su victoria.
¿Qué pasó? Una explicación sostiene que los resultados de la
votación en los sectores rurales y urbanos tuvo una diferencia
sustancial en la votación: Nebot ganó en la mayoría de
ciudades con tres puntos (47 a 44 por ciento) mientras que en
el campo perdió con 32 puntos (21 a 53 por ciento).
Los primeros datos del exit poll coincidieron con los datos
urbanos y no tomó en cuenta la votación campesina, lo que
influyó notablemente en los resultados iniciales.
Las áreas estratégicas
La privatización de las áreas estratégicas del Estado
constituirá un tema de conflicto entre el nuevo gobierno y los
sectores de trabajadores que se hallan agrupados en las
centrales sindicales del país.
A fin de tener libertad para exigir a la administración que se
estrenará el próximo 10 de agosto, una posición nacionalista
en lo que tiene que ver con las privatizaciones, la
Confederación de Trabajadores del Ecuador (CTE) se abstuvo de
firmar acuerdos con ninguno de los dos candidatos finalistas
de esta segunda vuelta electoral, manifiesta Carlos Humberto
Luzardo, presidente de esa organización.
Los trabajadores de esa organización no confiaron en las
propuestas de Jaime Nebot ni de Abdalá Bucaram, consideraron
que "ninguno de los dos candidatos expresaron sentimientos
reales en favor del pueblo", por ello se abstuvieron de
pronunciarse abiertamente en favor de uno de los candidatos.
Ambos finalistas "representan intereses de los grandes grupos
económicos, igualmente cualquiera que llegue a ser gobierno se
someterá a los mandatos del FMI y del Banco Mundial".
Un baño de nacionalismo
"Si quiere darse un baño de nacionalismo, el nuevo gobierno
debería devolver el carácter estratégico de las
telecomunicaciones", manifiesta Luzardo, quien también es
partidario de la oposición de todo el movimiento sindical a la
privatización del área energética, del sector petrolero y de
la seguridad social.
"Exigiremos del movimiento sindical la oposición a la
privatización y a la concesión de las empresas estatales",
puntualiza Luzardo, quien sin embargo no descarta la
posibilidad de llegar a "un gran acuerdo social para sacar
adelante al país".
Adicionalmente, aclara que los trabajadores no se oponen a la
modernización ni al desarrollo tecnológico, sino a que se tome
como "pretexto" la modernización para destruir la economía
estatal.
Redefinir la propuesta
- Si el capital extranjero o nacional desea tener
participación en las áreas estratégicas, debe invertir
capitales frescos, pero no servirse de los bienes que ha
generado el propio Estado.
- La sociedad civil, los sectores patrióticos, las FFAA, el
movimiento sindical deberán aunar esfuerzos para redefinir una
propuesta para el pueblo.
- El nuevo presidente va a mantener el modelo neoliberal,
"entreguista, antinacional, antihumano", señala Luzardo.
- El presidente de la CTE, manifiesta que esa organización
defenderá el carácter solidario del sistema de seguridad
social, aunque se muestra convencido de que hace falta una
reforma administrativa, técnica y científica. (Diario HOY)
(7A)
resolver Abdalá Bucaram es el de restañar las heridas que ha
dejado una de las más virulentas campañas de los últimos
tiempos, coinciden varios analistas consultados.
El desprestigio del rival por sobre todas las cosas, fue la
tónica en la que ambos contendores se "perfeccionaron" durante
estos 45 días de campaña en la segunda vuelta por la
Presidencia de la República.
Esas paulatinas y crecientes dosis de negativismo seguramente
dejarán una polarización política que afectará a la nueva
administración.
Los pactos de Abdalá Bucaram no se reflejarán en el Congreso
En cuanto a las relaciones políticas del nuevo régimen, estas
se han ido perfilando en los acuerdos logrados con tiendas
políticas de distinta especie. Sin embargo, los pactos a nivel
de política presidencial no se reflejan en el Congreso
Nacional. En el seno parlamentario todos tienen sus
aspiraciones y la conformación de los bloques de oposición u
oficialistas solamente estará definida hasta agosto.
El Partido Socialcristiano tienen 27 diputados mientras que el
roldosismo 19. Cualquiera de los dos bloques debe realizar
alianzas para lograr la ansiada mayoría de 42 diputados. Como
una tercera opción aparece un bloque de centroizquierda
recientemente conformado, de 24 diputados.
En éste, están los legisladores de Pachakutik-Nuevo País, la
Democracia Popular y la Izquierda Democrática. Estos dos
últimos partidos unidos finalmente después de un serio
encontronazo en la primera vuelta electoral.
Otro de los pilares de la gobernabilidad, la Función Judicial,
ha sido enfática e independiente respecto de cualquiera de los
dos finalistas, y en el caso del roldosismo podría convertirse
en una fuente de conflicto.
En un comunicado público, el pleno de la Corte Suprema,
presidido por Carlos Solórzano puso muy en claro que en lo que
a esa función del Estado respecta el nuevo presidente y la
nueva mayoría parlamentaria deben "respetar: la independencia
de la Función Judicial; el 2.5 por ciento que el Presupuesto
del Estado otorga a esa Función; la estabilidad de los jueces
y la actividad propia de la administración de justicia.
¿Qué pasó con el exit poll?
En un acto de prudencia, las tres cadenas (Opción 96, Tele Red
Electoral y AER) que realizaron el exit poll o encuestas a la
salida de las urnas, anunciaron, a las 17h00 que"la diferencia
entre los dos candidatos es inferior al margen de error" y por
tanto, no darían resultados sino solo las proyecciones de las
mesas electorales.
Las versiones que corrieron desde el mediodía es que Jaime
Nebot ganaba en las tres cadenas electorales aunque la
diferencia iba entre 40 mil y 15 mil votos de diferencia.
Esto, claro, era menos que el margen de error, que es de 1 por
ciento, equivalente a 50 mil votos aproximadamente.
Esta decisión de silenciar los resultados del exit poll,
tomada por las cadenas informativas, fue rota por el candidato
socialcristiano Jaime Nebot, quien, a las 17h35 se declaró
vencedor, de acuerdo a los datos de las mismas cadenas y, en
rueda de prensa, convocó a celebrar el triunfo.
Sin embargo, los resultados extraoficiales echaron por tierra
los resultados del exit poll: Bucaram alcanzaba, a las 18h00,
nada menos que siete puntos de diferencia sobre Nebot en las
tres cadenas informativas. Diez minutos más tarde, Abdalá
Bucaram, desde su domicilio, proclamaba su victoria.
¿Qué pasó? Una explicación sostiene que los resultados de la
votación en los sectores rurales y urbanos tuvo una diferencia
sustancial en la votación: Nebot ganó en la mayoría de
ciudades con tres puntos (47 a 44 por ciento) mientras que en
el campo perdió con 32 puntos (21 a 53 por ciento).
Los primeros datos del exit poll coincidieron con los datos
urbanos y no tomó en cuenta la votación campesina, lo que
influyó notablemente en los resultados iniciales.
Las áreas estratégicas
La privatización de las áreas estratégicas del Estado
constituirá un tema de conflicto entre el nuevo gobierno y los
sectores de trabajadores que se hallan agrupados en las
centrales sindicales del país.
A fin de tener libertad para exigir a la administración que se
estrenará el próximo 10 de agosto, una posición nacionalista
en lo que tiene que ver con las privatizaciones, la
Confederación de Trabajadores del Ecuador (CTE) se abstuvo de
firmar acuerdos con ninguno de los dos candidatos finalistas
de esta segunda vuelta electoral, manifiesta Carlos Humberto
Luzardo, presidente de esa organización.
Los trabajadores de esa organización no confiaron en las
propuestas de Jaime Nebot ni de Abdalá Bucaram, consideraron
que "ninguno de los dos candidatos expresaron sentimientos
reales en favor del pueblo", por ello se abstuvieron de
pronunciarse abiertamente en favor de uno de los candidatos.
Ambos finalistas "representan intereses de los grandes grupos
económicos, igualmente cualquiera que llegue a ser gobierno se
someterá a los mandatos del FMI y del Banco Mundial".
Un baño de nacionalismo
"Si quiere darse un baño de nacionalismo, el nuevo gobierno
debería devolver el carácter estratégico de las
telecomunicaciones", manifiesta Luzardo, quien también es
partidario de la oposición de todo el movimiento sindical a la
privatización del área energética, del sector petrolero y de
la seguridad social.
"Exigiremos del movimiento sindical la oposición a la
privatización y a la concesión de las empresas estatales",
puntualiza Luzardo, quien sin embargo no descarta la
posibilidad de llegar a "un gran acuerdo social para sacar
adelante al país".
Adicionalmente, aclara que los trabajadores no se oponen a la
modernización ni al desarrollo tecnológico, sino a que se tome
como "pretexto" la modernización para destruir la economía
estatal.
Redefinir la propuesta
- Si el capital extranjero o nacional desea tener
participación en las áreas estratégicas, debe invertir
capitales frescos, pero no servirse de los bienes que ha
generado el propio Estado.
- La sociedad civil, los sectores patrióticos, las FFAA, el
movimiento sindical deberán aunar esfuerzos para redefinir una
propuesta para el pueblo.
- El nuevo presidente va a mantener el modelo neoliberal,
"entreguista, antinacional, antihumano", señala Luzardo.
- El presidente de la CTE, manifiesta que esa organización
defenderá el carácter solidario del sistema de seguridad
social, aunque se muestra convencido de que hace falta una
reforma administrativa, técnica y científica. (Diario HOY)
(7A)
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