La agresión de un agente colombiano contra un comerciante informal de su país al que creyó ecuatoriano generó ira y motivó el cierre del importante viaducto



Un nuevo incidente entre comerciantes informales y policías aduaneros en el lado colombiano provocó ayer el cierre del puente internacional de Rumichaca por más de 75 minutos. Esto bloqueó totalmente el paso de vehículos con mercadería y pasajeros, lo que afectó el comercio binacional.

Según testigos y la versión de las autoridades, el comerciante Luis Parra Estrada, de nacionalidad colombiana, quien se movilizaba en un carro con placas del Ecuador en Ipiales (Nariño), fue confundido como ecuatoriano y, sin mediar razón, maltratado brutalmente por un vigilante aduanero de la Policía de Colombia.

Según Parra, la autoridad le dijo: "¡Puendo ecuatoriano hijo de p..., te voy a matar!". Luego, procedió a agredirlo físicamente a él y a su hijo, los detuvo y les propinó una paliza que fracturó las costillas del comerciante. Incluso, el agente le habría colocado un arma en la boca.

Este acto agresivo generó la indignación de los comerciantes informales colombianos y ecuatorianos, quienes, en señal de rechazo, decidieron bloquear el viaducto internacional con un tráiler, obstáculos y llantas incendiadas.

El asunto amenazaba con tornarse violento y la medida indefinida. Sin embargo, la intervención y la mediación del personero municipal de Ipiales, Gustavo Martínez, así como del jefe de la Policía Fiscal Aduanera, Jorge Rodríguez, permitieron, a las 12:42, llegar a un acuerdo y permitir la rehabilitación de ese importante paso internacional colomboecuatoriano.

Este nuevo hecho puso al descubierto el deterioro de las relaciones entre autoridades y pobladores de la frontera, en donde aseguran que los policías de Migración, de Tránsito y Aduanera de ambos países persiguen a ecuatorianos y colombianos en una suerte de xenofobia que podría desencadenar hechos de violencia.

Muestra de ello es que, en las últimas horas, efectivos de la Policía de Migración del Carchi detuvieron a 51 labriegos colombianos que trabajaban en territorio ecuatoriano.

Los extranjeros fueron puestos a órdenes de la Intendencia de Policía del Carchi, cuyas fuentes dijeron que procederán a deportarlos.

Los campesinos detenidos, oriundos de la zona fronteriza de Cumbal, dijeron que, ante la falta de trabajo, se ven obligados a pedir empleo en fincas ecuatorianas, donde reciben un jornal de $6 diarios y alimentación.

Henry Tapia, jefe de Migración del Carchi, quien no precisó el número de labriegos colombianos que laboran sin documentos, señaló que continuarán con los operativos en los seis cantones del Carchi, donde los extranjeros desplazan a la mano de obra ecuatoriana.

Sin embargo, se estima que más 5 mil colombianos trabajan de lunes a viernes en los sectores de Carchi e Imbabura, aprovechando las ventajas del diferencial cambiario y las facilidades que tienen para laborar. (RC)
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