Loja. 02 jun 2000. Desde hace cuatro días, las dos distribuidoras
de Macará no despachan combustibles, pero la gasolina se consigue
más cara en domicilios del centro de la ciudad y se la llevan al
Perú.

El cilindro de gas se vende a 28 y 30 mil sucres y también es
escaso, sin embargo, en el sector del puente internacional que une
a Ecuador y Perú, decenas de personas cruzan cilindros por las
correntosas aguas del río Macará, a pocos metros de los
destacamentos de las aduanas y Policía, para venderlos en el
vecino país a 10 soles (72.000 sucres) cada uno.

Pero eso no es todo, los pobladores se quejan por la carestía y
desabastecimiento de víveres y otros productos, no obstante las
despensas lucen surtidas y los propietarios están satisfechos
porque sus vecinos, los peruanos, son buenos clientes.

Estos y otros detalles convierten a Macará, cantón ubicado en la
frontera con Perú y de unos 8.000 habitantes, en un pueblo de
contradicciones donde la felicidad de unos cuantos comerciantes
parece ser la desgracia de la mayoría de pobladores.

Desde que el Gobierno ordenó la militarización y asignación de
cupos para la venta de hidrocarburos en las provincias
fronterizas, con el fin de evitar la fuga, los uniformados
controlan su expendio, sin embargo, en el caso de Macará, nada
pueden hacer frente a la escasez.

No hay gasolina ni diesel desde el lunes y a lo mejor el viernes
(hoy) ya nos llegue, esa es la respuesta que daban anteayer los
empleados de las gasolineras Petrolgrupsa y Repsol.

No sea malito vecino, tengo que regresar; acomódeme unos tres
galones, nada más, insistía un ciudadano peruano que dijo llamarse
Luis. Las súplicas también provenían de choferes ecuatorianos.

Luis dijo que todos los días cruza la frontera para cargar diesel
en su auto Toyota, porque acá es más barato: El diesel en Perú
cuesta 6,20 soles (45.000 sucres aprox.); la gasolina está a 9
soles (62.000 sucres). Acá han subido de precio pero todavía es
conveniente.

Según el administrador de la gasolinera Petrolgrupsa, Franco Luna,
la escasez de combustibles se da desde el pasado lunes porque se
les terminó el cupo. Petrocomercial Loja les asignó 20.000 galones
al mes a las dos gasolineras que hay en Macará.

Eso no alcanza, deberían darnos al menos 40.000 galones para no
tener estos problemas, señaló. Aclaró que esta situación no está
provocada por el contrabando sino por la gran demanda.

Venden en las casas

Pero mientras las gasolineras no despachan combustibles, en
algunos domicilios del centro de la ciudad se los expende
camufladamente por canecas y eso lo conoce gran parte de la
población.

Este Diario localizó uno de estos sitios ubicado frente al Juzgado
de lo Civil.

Su propietario, con tranquilidad, indicó que el despacho lo hacía
por la parte trasera de su casa, que da a la otra manzana.

Ahí se pudo apreciar una bodega con varios tanques plásticos y de
lata. No explicó de dónde traía el elemento, pero algunos
residentes del sector dijeron que proviene de las mismas
gasolineras de este cantón, porque así ganan más.

Por una caneca de cinco galones de gasolina extra cobró 140.000
sucres, a razón de 28.000 el galón.

También los víveres

Otros de los problemas son la carestía y acaparamiento de víveres.
Aquí no hay ningún control y los comerciantes nos están matando de
hambre, dijo Ana Cueva.

Pese a que las despensas se ven muy surtidas los productos son
sumamente caros, por ejemplo el azúcar cuesta 9.000 la libra y
solo venden cuando les conviene; a veces dicen no hay y guardan
para vender a los peruanos.

Los costos son también superiores en las comidas preparadas. Un
almuerzo vale 40.000 sucres. Un plato con pescado o carne fritos
cuesta 60.000. Todo es por la distancia, tenemos que pagar fletes
muy elevados, explicó un comerciante de víveres que se negó a dar
su nombre. En cuanto al arroz, la realidad es distinta, el que se
cosecha en Macará se comercializa a 47.000 sucres el quintal
mientras el que proviene del Perú lo venden a 41.000.

Igual hacia Colombia

La diferencia de precios hace que la fuga de gas y diesel se dé
también hacia Colombia.

En Nueva Loja, el gobernador de Sucumbíos, Jaime Delgado, explicó
que pese a la militarización de las distribuidoras, hay personas
que llevan clandestinamente cilindros de gas y tanques con
gasolina hacia los pueblos del departamento del Putumayo, por el
sector La Punta y por Puerto El Carmen.

Aduanas: Control resulta peligroso

La fuga de gas y otros combustibles por la zona de Macará hacia
Perú ha disminuido pero su erradicación es difícil y peligrosa
afirmó el gerente del VI Distrito Aduanero, Ec. Jorge Humberto
Rodríguez.

Al reconocer que decenas de personas cruzan cilindros de gas y
canecas de gasolina por el río Macará, el funcionario señaló que
esto persiste por la falta de recursos humanos. Son grupos de
hasta 20 personas que trafican especialmente por las noches, en
cambio nosotros somos cuatro, armados solo con palos. A veces nos
han agredido y hemos pedido apoyo del Ejército, manifestó
Rodríguez.

Respecto a la escasez de gasolina y diesel en Macará dijo que no
es porque el cupo de 20.000 galones por distribuidora sea bajo
sino porque de alguna forma sigue yéndose al Perú.

Sin embargo, aclaró que desde la creación del Distrito Aduanero en
Macará, que justamente ayer cumplió un año, el control y la
tributación han aumentado ostensiblemente.

Citó como ejemplo la requisa durante los últimos meses de unos
40.000 galones de diesel y gasolina, que pretendían ser llevados
ilícitamente al Perú.

Dudas por el precio del tanque de gas
Las autoridades petroleras y energéticas todavía no se ponen de
acuerdo en los anuncios acerca de que si el precio del cilindro de
gas de uso doméstico subirá o no.

Mientras el ministro de Energía, Pablo Terán, dice que el valor
aumentaría paulatinamente, si es posible antes de que culmine el
año 2000, el presidente del directorio de Petroecuador, Rodolfo
Barniol, asegura que este no se incrementará durante este período.

Barniol explica que es decisión del presidente Gustavo Noboa no
subir el precio del cilindro que actualmente es de 25.000 sucres
(1 dólar).

El presidente decidió no mover el costo del combustible porque es
una cuestión social, argumenta Barniol. Agrega que una medida
similar solamente se podrá adoptar cuando las personas más pobres
del país logren una reactivación de su economía. La mayor parte de
este grupo humano utiliza el gas como combustible.

Es preferible que ellos recuperen su capacidad adquisitiva y de
allí se podrían cobrar 2 dólares por cada cilindro, por esta razón
no es necesario elevar el precio durante este año, alega Barniol.

Los técnicos estiman que el costo real del cilindro alcanza los
120.750 sucres.

Terán piensa que el Gobierno debe eliminar el subsidio, pues esto
representaría 180 millones de dólares para el fisco. (Texto tomado
de El Universo)
EXPLORED
en Ciudad Loja

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