"Mano dura, corazón grande", dijo el presidente de Colombia, Alvaro Uribe Vélez, desde la campaña electoral para referirse al tratamiento que le daría al conflicto armado en el país y cómo se ocuparía del ámbito social.
Un año después de llegar al poder, hoy, Uribe goza de una popularidad del 71%, la más alta registrada por un mandatario colombiano al cabo de un año en el poder, la cual los analistas atribuyen a su principal bandera: la seguridad.
Y es que Uribe logró sembrarles la semilla del optimismo a los colombianos. "Un país que se había acostumbrado a la imposibilidad de resolver los grandes problemas nacionales, y que se sumió en la desesperanza y la frustración, encontró en Uribe una luz al final del túnel", asegura la revista Semana.
"Con ese aire de campesino, de ruana y sombrero, y recorriendo los lugares más recónditos del país, el presidente está ahí a la mano. Se siente cerca", añade Semana.
Nadie cree que la guerrilla esté derrotada y muchos analistas piensan más bien que se encuentra en un repliegue táctico, pero en materia de seguridad se han visto resultados concretos. Durante este año entraron 10 mil nuevos policías y se vincularon 15 mil soldados campesinos. Con estos refuerzos, según datos del Ministerio de Defensa, la Policía volvió a hacer presencia en 79 municipios, la mitad de los que estaban desprotegidos antes de que asumiera el mando. Además, alrededor de 120 alcaldes amenazados volvieron a gobernar a sus pueblos y disminuyeron varios índices de violencia: el secuestro se redujo en una tercera parte, los retenes ilegales en más de la mitad, los ataques a las poblaciones en 78% y el homicidio en 16%.
El mandatario confía en la derrota militar de las guerrillas, aunque dejó una puerta abierta para la negociación política con los ilegales desde el mismo día de la posesión presidencial, cuando advirtió que solicitaría los buenos oficios de la ONU en la búsqueda de una salida negociada.
En este punto, con el ELN y las FARC no hay contactos pero se abrió una luz hace tres semanas cuando las FARC pidieron una cita con el organismo internacional. Mientras que con las autodefensas se inició un proceso de negociación con el fin de desmovilizar a 13 mil combatientes. A esto se suma la ofensiva del Estado para incentivar las deserciones de guerrilleros e integrantes de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC). Es así como la política de Reincorporación a la Vida Civil ha incentivado la desmovilización de 1 500 ilegales.
Pero, pese a los esfuerzos, organismos de derechos humanos nacionales e internacionales consideran que esta política contribuyó al aumento de las violaciones de los DDHH con programas como la red de informantes y los soldados campesinos, que significaron involucrar a los civiles en el conflicto.
Aunque Uribe concentra la mayor parte de su discurso en la seguridad y la mayoría del país se muestra conforme, la prensa local coincide en que la economía nacional y el tema social constituyen lunares cada vez más alarmantes, ostensibles y complejos.
Más del 70% de la población está sumida en el estado de miseria absoluta. El desempleo (14,8%) y el subempleo (superior al 15%) agobian a más de seis millones de personas de la población económicamente activa y a sus familias.
""El Gobierno no tiene programa económico. Se acogió a la idea peregrina de que la economía crecería con mayores dispositivos de seguridad, y no ha sido así"", asegura Juan Alvaro Castellanos, analista económico, citado por el diario Miami Herald.
"El propio presidente reconoció que en lo social no se ha avanzado nada. Y si a mediano plazo no se da un alivio de la miseria, la marginalización y el desempleo, es previsible que la popularidad presidencial se deteriore", asegura por su parte el diario El Tiempo. (PBM)
Ecuador
En 2002, Colombia redujo en 29,5% los cultivos de coca con respecto a 2001. La ONU ha resaltado la intensificación de las fumigaciones con glifosato, desde que Uribe asumió el poder.
En este contexto, el Ecuador se ha visto muy afectado. Según un informe de la Misión de Verificación del Impacto de las Fumigaciones, de octubre de 2002, 20% de los habitantes de la frontera con Colombia les brotaron granos en la piel tras las fumigaciones con glifosato de julio y septiembre de 2002. Además, muchas plantaciones siguen afectándose. (PBM)
Un firme aliado de Bush en la región
Alvaro Uribe es bien considerado no solo en Colombia, sino también en Washington, que contribuye a financiar la lucha antidrogas y contrainsurgente, y considera al mandatario como un firme aliado en la región.
Uribe "es también tenido en alta estima y considerado un verdadero amigo en Washington", indicó Michael Shifter, experto en Colombia, en una columna de opinión publicada ayer en el diario The Washington Post. Shifter recordó que Uribe fue el único presidente de un país latinoamericano de gran tamaño que apoyó a EEUU en la guerra contra Iraq, desafiando la opinión pública colombiana y regional.
En su primer año de Gobierno, Uribe lanzó una ofensiva internacional en busca de apoyo militar y diplomático a la lucha contrainsurgente y antidrogas, una labor que ha derivado en una mayor participación de EEUU en el conflicto interno.
De hecho, Uribe, que se ha reunido dos veces con su colega George W. Bush, ha pedido a EEUU que lidere una fuerza multinacional similar a la desplegada en Iraq, para combatir a los narcotraficantes y a los grupos ilegales en Colombia, tercer receptor de ayuda estadounidense tras Israel y Egipto.
Además, como un espaldarazo a Uribe, EEUU anunciaría hoy la reanudación de los vuelos antidrogas, suspendidos en abril de 2001.
Por otro lado, Uribe alista la segunda fase del Plan Colombia, que se concentrará en el terrorismo y en los secuestros, para lo cual espera que el Congreso de EEUU le apruebe un presupuesto de, al menos, $574,6 millones. Lo que falte lo buscará con la Unión Europea en la mesa de cooperantes que se realizará en octubre. (PBM-AFP)
Un año después de llegar al poder, hoy, Uribe goza de una popularidad del 71%, la más alta registrada por un mandatario colombiano al cabo de un año en el poder, la cual los analistas atribuyen a su principal bandera: la seguridad.
Y es que Uribe logró sembrarles la semilla del optimismo a los colombianos. "Un país que se había acostumbrado a la imposibilidad de resolver los grandes problemas nacionales, y que se sumió en la desesperanza y la frustración, encontró en Uribe una luz al final del túnel", asegura la revista Semana.
"Con ese aire de campesino, de ruana y sombrero, y recorriendo los lugares más recónditos del país, el presidente está ahí a la mano. Se siente cerca", añade Semana.
Nadie cree que la guerrilla esté derrotada y muchos analistas piensan más bien que se encuentra en un repliegue táctico, pero en materia de seguridad se han visto resultados concretos. Durante este año entraron 10 mil nuevos policías y se vincularon 15 mil soldados campesinos. Con estos refuerzos, según datos del Ministerio de Defensa, la Policía volvió a hacer presencia en 79 municipios, la mitad de los que estaban desprotegidos antes de que asumiera el mando. Además, alrededor de 120 alcaldes amenazados volvieron a gobernar a sus pueblos y disminuyeron varios índices de violencia: el secuestro se redujo en una tercera parte, los retenes ilegales en más de la mitad, los ataques a las poblaciones en 78% y el homicidio en 16%.
El mandatario confía en la derrota militar de las guerrillas, aunque dejó una puerta abierta para la negociación política con los ilegales desde el mismo día de la posesión presidencial, cuando advirtió que solicitaría los buenos oficios de la ONU en la búsqueda de una salida negociada.
En este punto, con el ELN y las FARC no hay contactos pero se abrió una luz hace tres semanas cuando las FARC pidieron una cita con el organismo internacional. Mientras que con las autodefensas se inició un proceso de negociación con el fin de desmovilizar a 13 mil combatientes. A esto se suma la ofensiva del Estado para incentivar las deserciones de guerrilleros e integrantes de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC). Es así como la política de Reincorporación a la Vida Civil ha incentivado la desmovilización de 1 500 ilegales.
Pero, pese a los esfuerzos, organismos de derechos humanos nacionales e internacionales consideran que esta política contribuyó al aumento de las violaciones de los DDHH con programas como la red de informantes y los soldados campesinos, que significaron involucrar a los civiles en el conflicto.
Aunque Uribe concentra la mayor parte de su discurso en la seguridad y la mayoría del país se muestra conforme, la prensa local coincide en que la economía nacional y el tema social constituyen lunares cada vez más alarmantes, ostensibles y complejos.
Más del 70% de la población está sumida en el estado de miseria absoluta. El desempleo (14,8%) y el subempleo (superior al 15%) agobian a más de seis millones de personas de la población económicamente activa y a sus familias.
""El Gobierno no tiene programa económico. Se acogió a la idea peregrina de que la economía crecería con mayores dispositivos de seguridad, y no ha sido así"", asegura Juan Alvaro Castellanos, analista económico, citado por el diario Miami Herald.
"El propio presidente reconoció que en lo social no se ha avanzado nada. Y si a mediano plazo no se da un alivio de la miseria, la marginalización y el desempleo, es previsible que la popularidad presidencial se deteriore", asegura por su parte el diario El Tiempo. (PBM)
Ecuador
En 2002, Colombia redujo en 29,5% los cultivos de coca con respecto a 2001. La ONU ha resaltado la intensificación de las fumigaciones con glifosato, desde que Uribe asumió el poder.
En este contexto, el Ecuador se ha visto muy afectado. Según un informe de la Misión de Verificación del Impacto de las Fumigaciones, de octubre de 2002, 20% de los habitantes de la frontera con Colombia les brotaron granos en la piel tras las fumigaciones con glifosato de julio y septiembre de 2002. Además, muchas plantaciones siguen afectándose. (PBM)
Un firme aliado de Bush en la región
Alvaro Uribe es bien considerado no solo en Colombia, sino también en Washington, que contribuye a financiar la lucha antidrogas y contrainsurgente, y considera al mandatario como un firme aliado en la región.
Uribe "es también tenido en alta estima y considerado un verdadero amigo en Washington", indicó Michael Shifter, experto en Colombia, en una columna de opinión publicada ayer en el diario The Washington Post. Shifter recordó que Uribe fue el único presidente de un país latinoamericano de gran tamaño que apoyó a EEUU en la guerra contra Iraq, desafiando la opinión pública colombiana y regional.
En su primer año de Gobierno, Uribe lanzó una ofensiva internacional en busca de apoyo militar y diplomático a la lucha contrainsurgente y antidrogas, una labor que ha derivado en una mayor participación de EEUU en el conflicto interno.
De hecho, Uribe, que se ha reunido dos veces con su colega George W. Bush, ha pedido a EEUU que lidere una fuerza multinacional similar a la desplegada en Iraq, para combatir a los narcotraficantes y a los grupos ilegales en Colombia, tercer receptor de ayuda estadounidense tras Israel y Egipto.
Además, como un espaldarazo a Uribe, EEUU anunciaría hoy la reanudación de los vuelos antidrogas, suspendidos en abril de 2001.
Por otro lado, Uribe alista la segunda fase del Plan Colombia, que se concentrará en el terrorismo y en los secuestros, para lo cual espera que el Congreso de EEUU le apruebe un presupuesto de, al menos, $574,6 millones. Lo que falte lo buscará con la Unión Europea en la mesa de cooperantes que se realizará en octubre. (PBM-AFP)
Más en el