El comandante de las fuerzas militares de Colombia, general Freddy Padilla, aseguró hoy que su país ha incrementado la presencia en la frontera con Ecuador y mejorado la capacidad de control.
Al ser consultado por la televisión local Ecuavisa, en Bogotá, sobre la petición del ministro ecuatoriano de Seguridad Interna y Externa, Miguel Carvajal, de que se coloquen bases militares en la frontera, Padilla señaló que avanzan en ese aspecto.
"A mi me complace muchísimo, me alegra en lo profundo de mi corazón que una autoridad ecuatoriana está pidiendo al Gobierno (colombiano), que a través de sus Fuerzas Armadas, incremente el número de bases en la frontera", apuntó.
"Estamos avanzando en esa dirección colocándolas de manera estratégica. Nuestros recursos son limitados", dijo Padilla.
"Estamos en esa dirección. Estamos, por ejemplo, construyendo nuevos puestos de mandos para las brigadas que hoy tenemos en la frontera, que tengan una infraestructura robusta, que permita ejercer el mando a las personas que están a cargo de estas unidades".
Añadió: "en la frontera también estamos construyendo otras. Nosotros no podemos hacer puestos pequeños, se necesitan unos puntos lo suficientemente fuertes para que puedan resistir un ataque por parte de diferentes agresores que delinquen en la frontera".
"Hemos incrementado pie de fuerza, hemos mejorado nuestra capacidad de control del espacio aéreo", comentó.
Al referirse al proceso judicial ecuatoriano en que fue vinculado, Padilla reiteró que su Gobierno considera que lo ocurrido fue un acto de Estado.
El militar está involucrado en un proceso judicial en Ecuador que investiga el bombardeo de Colombia en una zona selvática ecuatoriana conocida como Angostura contra un campamento clandestino de la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
En ese operativo, realizado el 1 de marzo de 2008, murieron al menos 26 personas, entre ellas alias "Raúl" Reyes, entonces portavoz internacional de los rebeldes, cuatro universitarios mexicanos y un ciudadano ecuatoriano.
Además, provocó la ruptura de relaciones diplomáticas entre ambos países al considerar Ecuador que el ataque, llevado a cabo sin previo aviso o permiso de sus autoridades, violó la soberanía territorial del país.
Quito y Bogotá están inmersos en un proceso de restablecimiento de sus relaciones diplomáticas que se mantiene al momento en la designación de sus respectivos encargados de negocios. EFE
Al ser consultado por la televisión local Ecuavisa, en Bogotá, sobre la petición del ministro ecuatoriano de Seguridad Interna y Externa, Miguel Carvajal, de que se coloquen bases militares en la frontera, Padilla señaló que avanzan en ese aspecto.
"A mi me complace muchísimo, me alegra en lo profundo de mi corazón que una autoridad ecuatoriana está pidiendo al Gobierno (colombiano), que a través de sus Fuerzas Armadas, incremente el número de bases en la frontera", apuntó.
"Estamos avanzando en esa dirección colocándolas de manera estratégica. Nuestros recursos son limitados", dijo Padilla.
"Estamos en esa dirección. Estamos, por ejemplo, construyendo nuevos puestos de mandos para las brigadas que hoy tenemos en la frontera, que tengan una infraestructura robusta, que permita ejercer el mando a las personas que están a cargo de estas unidades".
Añadió: "en la frontera también estamos construyendo otras. Nosotros no podemos hacer puestos pequeños, se necesitan unos puntos lo suficientemente fuertes para que puedan resistir un ataque por parte de diferentes agresores que delinquen en la frontera".
"Hemos incrementado pie de fuerza, hemos mejorado nuestra capacidad de control del espacio aéreo", comentó.
Al referirse al proceso judicial ecuatoriano en que fue vinculado, Padilla reiteró que su Gobierno considera que lo ocurrido fue un acto de Estado.
El militar está involucrado en un proceso judicial en Ecuador que investiga el bombardeo de Colombia en una zona selvática ecuatoriana conocida como Angostura contra un campamento clandestino de la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
En ese operativo, realizado el 1 de marzo de 2008, murieron al menos 26 personas, entre ellas alias "Raúl" Reyes, entonces portavoz internacional de los rebeldes, cuatro universitarios mexicanos y un ciudadano ecuatoriano.
Además, provocó la ruptura de relaciones diplomáticas entre ambos países al considerar Ecuador que el ataque, llevado a cabo sin previo aviso o permiso de sus autoridades, violó la soberanía territorial del país.
Quito y Bogotá están inmersos en un proceso de restablecimiento de sus relaciones diplomáticas que se mantiene al momento en la designación de sus respectivos encargados de negocios. EFE
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