Guayaquil. 06 nov 98. El primer día del pago del denominado
bono de la pobreza no pasó sin contratiempos. La
desinformación respecto de cuándo y cómo debían cobrar fue el
principal problema que los beneficiarios debieron afrontar.

Llenar las papeletas de cobro fue otra dificultad. Además, en
Quito y Santo Domingo de los Colorados, falló el sistema
computarizado de algunos de los bancos autorizados para pagar.

Pasadas las 15h00, la oficina de Banred dijo que se habían
registrado 51.937 cobros (10 mil 387 millones 400 mil sucres).
Según cálculos de Alvaro Guerrero, presidente del Consejo
Nacional de Modernización (Conam), por lo menos 80 mil
personas deberán cobrar el bono cada día.

Mientras tanto, en Banred existe una preocupación: a pesar de
los anuncios del teléfono 1800-200-200, aún existen
beneficiarios del bono que no lo conocen, más aún que no saben
que la llamada a ese número es sin costo. Banred señaló que
desde hoy regirá un nuevo horario para esa línea: desde las
06h00 hasta las 24h00.

Guerrero precisó que la recepción de las solicitudes
continuará, y que estima que en el primer mes se pagará
alrededor de 100 mil millones de sucres, esto es
aproximadamente a 500 mil personas.

En Cuenca también hubo un gran ajetreo. El presidente Jamil
Mahuad llegó a la sucursal de La Previsora. Allí, acompañado
de varios ministros y funcionarios del régimen entregó los
primeros bonos.

El Mandatario, que amaneció en la ciudad después de las
festividades de independencia, llegó a la Gobernación y se
trasladó a pie hasta el banco. Los clientes que hacían cola lo
recibieron con aplausos, y muchas madres y ancianos -frente a
las ventanillas de pago- le daban las gracias por la ayuda.

Diez personas recibieron el dinero de manos del Jefe de
Estado, quien preguntó a cada beneficiario "¿qué va a hacer
con el dinero?". Esas respuestas sirvieron para que Mahuad
haga la evaluación de las primeras horas del pago del bono.
Destacó "la velocidad con que se atiende en los bancos y la
satisfacción de las madres al recibir el dinero".

Una de las beneficiarias en Cuenca fue Rosario Paucar. Con su
hija Thalía de un año nueve meses en brazos, tomó el bus desde
la parroquia donde vive hasta el centro de la ciudad. Eran las
09h00 cuando llegó a la sucursal del Banco del Pacífico, en la
Benigno Malo y Gran Colombia. No estaba segura si podría
recibir el bono a pesar que había escuchado en la Tv. que en
cualquier banco pagarían a las personas cuyo último número de
cédula era 4 y 5.

Dio algunas vueltas antes de entrar. Nunca antes había cobrado
nada en un banco. En la puerta principal del banco, un guardia
se encargaba de atender a los clientes y explicar los días de
pago. En un cartel se leía los días que podían recibir el
dinero, según el último dígito de la cédula. Iba a entrar a la
sucursal de La Previsora, pero vio tanto ajetreo: allí estaba
el presidente Mahuad. Entonces decidió ir al Pacífico.

Guayas: 20 bancos pagan

Los bancos de Guayaquil tuvieron ayer un marcado aumento en la
afluencia de personas. Había dos razones: el reinicio de las
actividades tras el feriado y, además, el pago del bono de
solidaridad.

Antes de las 08h30, las filas de personas comenzaban a
alargarse por los pasillos frente a las ventanillas de
atención al público. No todos los bancos tuvieron la misma
estrategia para prestar el servicio a sus nuevos clientes, los
beneficiarios de la compensación aprobada por el Gobierno.

Algunos como el Banco del Pichincha y Filanbanco optaron por
la modalidad de abrir una ventanilla dedicada únicamente al
pago del bono, mientras Banco del Pacífico mantuvo su esquema
de pagarlo en cualquiera de las ventanillas.

Ayer participaron 20 bancos: Amazonas, Aserval, Austro, Azuay,
Bolivariano, Crédito, Continental, Filanbanco, Guayaquil,
Internacional, Loja, Machala, Popular, Previsora, Produbanco,
Progreso, Tungurahua y Unibanco. Desde el 16, ABN Amro Bank y
Banco Nacional de Fomento entrarán a participar. Además, otros
cuatro bancos están por incorporarse al sistema, según informó
la oficina de Banred.

No faltó también quien se acercó a un funcionario bancario a
indicarle que aparecía en el listado de las personas a las que
ya se les había pagado el bono. Pero según el propio
funcionario, ese es un hecho en que ellos no pueden dar
información, porque se paga con el número de cédula que consta
en el listado.

En Guayaquil, el presidente del Conam recibió la queja de Luis
Ponce Murillo que aún no aparecía en el listado de los bancos,
pese a haberse inscrito dentro del tiempo reglamentario. El
funcionario le indicó que aparecería en la segunda fase,
porque existen aproximadamente 440 mil solicitudes que no
habían sido incorporadas. Estas se refieren a aquellos que las
presentaron después del 23 de octubre y que cobrarán el bono a
partir del 16 de este mes. Reconoció que el margen de errores
estaría entre el 10 y 15 por ciento en el inicio de las
operaciones de pago.

Pero, trascendió que el Gobierno aún no hace la transferencia
de recursos económicos a los bancos. Lo hará a medida que los
paguen a los beneficiarios del bono de compensación. Redacción
Guayaquil

En Quito hubo reclamos

Desde las primeras horas, un gran número de madres se apostó a
la entrada de los bancos de Quito para cobrar el bono
solidario. En el sector de Guamaní, al sur, unas 100 madres
empezaron, antes de las 08h00, a formar una larga fila en la
agencia del Banco del Pichincha. Entre ellas se encontraban
Luz María Pillajo y Buenaventura Becerra que llegaron desde el
barrio Guajaló. Vestían ropa abrigada y tenían la esperanza de
cobrar rápidamente el bono para regresar a sus labores: el
lavado de ropa.

Pero los minutos pasaron y el calor comenzó a sofocar el
rostro de las madres. Varias de ellas, cargando a sus hijos en
la espalda, se quejaron por la demora del proceso.
Buenaventura solo esperaba que le toque el turno, junto a
otras cuatro mujeres, para ingresar a la ventanilla. "Ahí hace
sombrita", dijo. El resto esperaba en la puerta de calle.

Aunque la agencia asignó una ventanilla exclusiva para el
retiro del bono, la cantidad de madres, ancianos y niños y la
poca información sobre el procedimiento ayudaron a que el
trámite se vuelva lento.

Para los encargados del banco la labor para cobrar el bono
era, aparentemente, muy sencilla. Las madres debían acercarse
con su cédula de identidad, una vez digitado el número por el
cajero la transacción aparecía en la pantalla y si no había
ningún problema, se entregaba el dinero. Luego las madres
firmaban un comprobante que era retenido por el banco.

No obstante, los inconvenientes no se hicieron esperar. Una
fue la acumulación de gente: "la cantidad de gente es mayor,
pues es inicio de semana y de mes, luego de un feriado largo",
dijo Lenín Zaldumbide, gerente de la agencia sur. Otra
molestia, quizá la que más afectó a los beneficiarios del
bono, fue la pérdida del sistema. Las madres y ancianos
quedaron inmóviles bajo el sol por más de 30 minutos. Cuando
la fila empezó a avanzar surgieron más líos, muchas fueron las
madres que se regresaron con las manos vacías, pues no
constaban en el registro del banco.

Pillajo y Buenaventura fueron dos de las desconcertadas madres
que salieron sin saber qué es lo que pasó. Buenaventura
decidió regresar a la parroquia de Cutuglagua y preguntar cuál
fue el problema. "Llevé todos los papeles pero no se qué
ocurrió".

Largas filas en Ambato

Para la mayoría de los beneficiarios de Tungurahua, cobrar el
bono de solidaridad resultó una experiencia nueva y, en muchos
casos, complicada.

Por ejemplo, Rosa Tixalema madrugó más de lo habitual para
viajar desde la comuna Sanjaloma (Salasaca) hacia Ambato. A
las 09h00 se introdujo en la larga hilera que salía desde el
ingreso principal de Filanbanco y continuaba sobre la vereda
principal en la avenida Pedro Fermín Cevallos.

La experiencia de estar en un banco fue totalmente impensada
para Rosa. Las dificultades empezaron al llenar la papeleta de
retiro y luego firmarla, para acceder al pago de la
compensación.

Rosa tenía una mueca de alegría e incredulidad en sus labios y
sus ojos. ¿En verdad me pagarán?, se preguntaba, mientras
esperaba junto a otras personas.

Cuando el sistema bancario falló por primera vez, la mujer
indígena estuvo a punto de desistir, pero los guardias le
aseguraron que el contratiempo se superaría de inmediato.

Por suerte, para esta mujer salasaca como para otras decenas
de mujeres indígenas y campesinas que llegaron con sus hijos
en brazos, Filanbanco instaló una mesa con tres empleadas para
ayudar a la gente a escribir correctamente sus datos.

Otros bancos, como el Pichincha, decidieron que el bono se
pagaría en sucursales apartadas del centro, por ejemplo en las
agencias del Mercado Mayorista, Cumandá y Parque Industrial.

A las 10h30 el centro urbano de Ambato, donde se ubica la
mayoría de entidades bancarias, experimentó un inusual
movimiento. Ello, en particular, se dio en los bancos del
Pichincha, Pacífico, Guayaquil, Filanbanco, Previsora,
Tungurahua y Popular.

Decenas de mujeres, de toda edad, formaron largas colas muy
visibles desde el parque Cevallos y a lo largo de las calles
Bolívar, Sucre y Cevallos. Esta situación se mantuvo durante
todo el día. Dos o tres ventanillas, en cada banco, fueron
asignadas para pagar.

Rosa Tixalema cobró una hora y 40 minutos más tarde. "¿Qué
haré con la plata?... hay tantas cosas que necesito para mis
tres guaguas, pero ¿no dicen que esto es que es para el gas?",
fueron sus expresiones, una vez que recibió el dinero.
Redacción Ambato

El pago en provincias

En Imbabura se ignora el esquema de pago

La incertidumbre marcó el primer día del pago del bono de la
pobreza en Imbabura. Un total de 25.068 personas se inscribió
en los seis cantones de la provincia, aunque se espera que el
número aumente.

Desde las 06h30, colas de hasta 60 personas esperaban a las
afueras de los bancos de Ibarra. A las 08h00 se abrieron las
puertas en las sucursales de las seis entidades bancarias
encargadas de entregar la compensación. Sin embargo, la falta
de información sobre las series que ayer podían cobrar el
subsidio provocó incertidumbre. Manuela Pupiales, de 40 años,
fue una de ellas. Salió a las 04h00 de su casa ubicada en la
comunidad rural de Yuracruz con la esperanza de recibir los
200.000 sucres. Pero tendrá que regresar el próximo lunes,
pues su cédula termina en 1.

Según Luis Lucero, jefe de caja del Banco del Pichincha, la
mayoría de la gente en Ibarra aún desconoce el mecanismo de
pago.

Entretanto, en las 17 iglesias católicas de Ibarra continúan
las inscripciones para el bono. Redacción Ibarra

Rostros de conformidad en Manabí

María Farías y cientos de personas esperaron su turno en las
afueras del Banco La Previsora en Portoviejo, para cobrar el
bono de la solidaridad.

Las 10 entidades bancarias habilitadas en Manabí para el pago
lucieron abarrotadas desde las primeras horas de la mañana
hasta pasado el mediodía.

Zoila Arias llegó a Portoviejo desde Picoazá, una parroquia
rural de la capital manabita. Al lado derecho, frente a la
pared del Filanbanco, de la calle Pedro Gual estaba una de sus
nietas, de 12 años: "mami tengo hambre ", le decía. No era
para menos: "desde las 04h00 estoy aquí, quiero ir a comprar
el gas porque ya no tengo"", decía con su voz entrecortada.

A pesar de la prolongada espera, los rostros de conformidad se
podían mirar en la mayoría de mujeres anónimas que recibieron

Masiva concurrencia en Esmeraldas

Carlos, Byron y Norma se fueron sin desayunar a la escuela.
María Caicedo, su madre, salió de casa de madrugada. Pero no
le sirvió de nada porque en las afueras de los bancos habían
más de cien personas que llegaron antes que ella.

El movimiento en los bancos Popular, Filanbanco y Pichincha
fue intenso. Mujeres y ancianos se ubicaron en los accesos a
las oficinas y en las veredas... Luego el número de personas
aumentó y los guardias de seguridad privada debieron organizar
para evitar roces entre los aspirantes al bono y entre quienes
acudían a las entidades bancarias a realizar otras
transacciones.

El aire acondicionado fue insuficiente en la sucursal del
Banco del Pichincha, ubicado en la Bolívar y 9 de Octubre. Por
la masiva concurrencia, el gerente, Carlos Santos, debió
ubicar tres cajeros pero hasta el mediodía solo atendieron a
500 personas porque el sistema computarizado tenía
deficiencias.

La atención en las sucursales bancarias se realizó en dos
jornadas: 08h00-14h00 y de 15h00 a 18h00. En Esmeraldas hay
28.511 inscritos. Redacción Esmeraldas

La información faltó en Santo Domingo

Los bancos de Santo Domingo de los Colorados amanecieron
rodeados por las personas que se inscribieron para recibir el
bono. Pero la desinformación fue la constante: al parecer,
todos los 40.000 inscritos madrugaron a hacer cola para
recibir los 200 mil sucres.

Solo unos pocos sabían con exactitud que únicamente los
beneficiarios cuyos números de cédulas terminaban en 4 y 5
podían cobrar. Los guardias de las entidades bancarias, al
parecer, capacitados para esta tarea, les revisaban las
cédulas y les evitaban perder tiempo.

En la mayor parte de los bancos la atención se inició a las
09h00; sin embargo, en el Pichincha sucedió todo lo contrario
porque recién a las 12h20 se inició el pago de la
compensación. Al parecer, en esa entidad falló el sistema
computarizado. Redacción Santo Domingo

Puyo: se desconoce el mecanismo del cobro

Rosa Chugcho llegó al pie del edificio donde funciona el Banco
La Previsora. Llevaba su cédula en mano y el bolso para
guardar el dinero. Cuando llegó eran las 06h00: el alba rayaba
en el horizonte.

Como ella, otras 500 personas, de la tercera edad y madres,
muchas con sus hijos en brazos, aguardaban la entrega del
dinero, antes de las 09h00, en que se inicia la atención
bancaria.

Cuatro policías les informaban, antes de ingresar a la
ventanilla exclusivamente dedicada a esta actividad, que solo
podían cobrar los que tenían como últimos dígitos de sus
cédulas los números 4 ó 5. Al verificar sus documentos varias
personas tuvieron que regresar a sus casas a esperar el día
que puedan cobrar. Ya en la ventanilla hubo otras personas que
no constaban en la lista del banco de datos.

"Es el primer día y como es natural, hemos tenido problemas
para organizar a las personas. Además hemos debido informarles
sobre el mecanismo de cobro sobre la base del número del
último dígito de la cédula", dijo el gerente de la agencia
Puyo del Banco La Previsora, Carlos Molina.

Según el párroco de Puyo otro problema es que se devolvieron
solo 850 solicitudes de las más de 2.200 que se remitieron
desde Puyo.

Para 10 mil personas, en su mayoría indígenas, que viven el
interior selvático, acceder al bono será cuestión de semanas o
meses. La etapa de planificación de la inscripción de esas
personas recién empezó y aún no se ha definido el esquema.
Redacción Puyo (Texto tomado de El Comercio)
EXPLORED
en Ciudad Guayaquil

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