Jerusalem. 23 oct 96. ¿Qué quieren ustedes? ¿Que tome mi
avión? ¡Es una provocación!... Rojo de indignación, el
presidente francés Jacques Chirac interpela al responsable de
la seguridad israelí, cuyos hombres, en cerrado cordón, le
impiden hablar directamente con los habitantes palestinos de
la ciudad vieja de Jerusalén.

Atropellados, empujados y hasta maltratados, los miembros del
séquito de Chirac y los periodistas llegados con él de Francia
se encuentran frente a un muro de policías armados, metralleta
en bandolera, sordos a todas las protestas.

La indignación de Chirac es tanto mayor cuanto que París había
pedido que la visita a la ciudad vieja de Jerusalén, el martes
por la mañana, tenga un servicio mínimo de seguridad a fin de
conservar un carácter "amistoso y sosegado", como le gusta al
presidente francés.

Durante el recorrido de tres horas por el dédalo de calles que
forman el barrio viejo de Jerusalén, el rostro crispado del
presidente revela su irritación.

Pues en efecto, en un barullo más propio de un match de rugby
que de una visita presidencial, los incidentes se multiplican:
"Estamos aquí para garantizar su seguridad, señor presidente",
dice el responsable de la policía israelí. ¡De mi seguridad me
ocupo yo!, replica Jacques Chirac.

El presidente francés incluso tuvo que abrirse paso a codazos
para llegar hasta el jefe de la brigada de protección israelí
y llamarle al orden: " ¿Que maneras son éstas? ¡Es una
provocación!", lanzó el presidente sin gran resultado.

Cuando en medio de los gritos de protesta de sus colegas,
varios periodistas fueron maltratados, el presidente en
persona fue a romper el cordón policial para que pasaran.

Otro incidente se produjo ante la iglesia de Santa Ana,
recinto que está bajo soberanía francesa desde 1856. Durante
diez minutos, Jacques Chirac esperó a la puerta, hasta que los
veinte guardafronteras israelíes que se encontraban dentro
hubieran abandonado el recinto: "Es un territorio francés. El
presidente francés ordena su evacuación", argumentaban los
responsables.

La visita del presidente empezó por uno de los lugares santos
del cristianismo, el Santo Sepulcro, y luego siguió a través
del mercado árabe. " ¡Viva Francia!" " ¡Viva Chirac!",
gritaron ciertos palestinos mantenidos a distancia por la
policía israelí .

Del brazo de dos dignatarios religiosos musulmanes, Jacques
Chirac entró en la Explanada de las Mezquitas, tercer lugar
santo del Islam tras La Meca y Medina, donde el ministro
palestino de Asuntos religiosos, Hassan Tahbub, le dio la
bienvenida.

La visita del mandatario se terminó ante el Muro de las
Lamentaciones, lugar santo de la religión judía. Con una kippa
(tocado judío masculino) en la cabeza, Chirac pasó un cuarto
de hora de recogimiento y escuchando las explicaciones de los
rabinos.

Esta agitada visita habrá permitido que el presidente vea "lo
que los palestinos viven a diario" estimó la delegada de la
Autoridad palestina en Francia, Leila Chahid, que figuraba
entre los acompañantes de Chirac.

Francia presentó una protesta oficial por "los vejámenes y
brutalidades" infligidos por las fuerzas israelíes de
seguridad.

El primer ministro Benjamín Netanyahu pidió disculpas al
presidente Chirac tras los incidentes en el barrio viejo de
Jerusalén, pero justificó el despliegue policial alegando la
necesidad de protegerle.

DISCURSOS

El presidente francés Jacques Chirac transmitió en Jerusalén
un "mensaje positivo" de Siria dijo hoy, martes, el primer
ministro israelí Benjamín Netanyahu tras la entrevista que
celebraron ambos.

Chirac llegó a Israel ayer, lunes, procedente de Damasco,
donde conferenció con el presidente sirio Hafez al-Asad, en
medio de una gran tensión entre esos dos países y la
interrupción de sus negociaciones de paz.

Netanyahu se negó a entrar en detalles acerca del contenido
del mensaje, alegando que "en estos asuntos es preferible
hablar poco", pero valoró "la buena voluntad de Francia para
ayudar a Israel en sus esfuerzos por reanudar las
negociaciones bilaterales con Siria".

Pese a que el presidente francés afirmó ayer que "Siria tiene
derecho a recuperar los altos del Golán", que el Gobierno de
derechas de Israel se niega a devolverle a cambio de la paz,
Netanyahu agradeció "la cálida amistad" que manifestó Chirac
respecto a su país.

El primer ministro israelí también le deseó a Chirac, en una
rueda de prensa conjunta, que su visita a Israel "continúe de
forme agradable y fructífera", y manifestó su deseo de que
"haya muchas otras".

Chirac se refirió a "la profunda amistad existente entre
Francia e Israel", pese a que por la mañana, indignado por las
estrictas medidas de seguridad de este país durante su visita
privada a los lugares santos para el cristianismo, el judaísmo
y el islam de la ciudad antigua de Jerusalén, había amenazado
con marcharse de regreso a Francia.

Según dijo Chirac en la rueda de prensa tras las excusas de
Netanyahu, "el incidente está cerrado", pero la Embajada de
Francia en Tel Aviv presentó una protesta en su nombre ante el
Ministerio de Asuntos Exteriores de Israel.

Netanyahu explicó que tras el asesinato del primer ministro
laborista israelí Isaac Rabin a manos de un ultraderechista
judío, hace casi un año, los servicios de seguridad de su país
"brindan una protección particularmente estricta a los jefes
de Estado extranjeros".

El jefe del Gobierno de derechas de Israel añadió, delante de
Chirac, que "el asesinato de personalidades públicas puede
cambiar la historia, y el objetivo en este caso era proteger a
un amigo querido".

Tras reunirse y almorzar con Netanyahu, Chirac efectuó una
breve visita al Parlamento israelí (Kneset), donde le dio la
bienvenida su presidente, Dan Tijón.

Al entrar Chirac en el palco de visitantes, el diputado del
partido de extrema derecha Molédet (Patria), Rejavam Zeevi,
protestó a gritos desde la sala de sesiones por el hecho de
que el presidente francés no pronunciara un discurso en el
Parlamento israelí y sí "ante la banda de la Organización para
la Liberación de Palestina (OLP)", que lidera Arafat.

Inmediatamente después y mientras Chirac seguía en el palco de
visitantes, Zeevi y el segundo diputado de su partido de
extrema derecha, Beni Elón, se retiraron de la sala de
sesiones del Parlamento en protesta.

"Las relaciones entre Francia e Israel son buenas y estrechas,
y no hay motivo para que mi país no sea mediador en el
conflicto de Oriente Medio", dijo Chirac a Tijón en una
reunión que antes habían celebrado ambos a solas.

Chirac pronunciará mañana, miércoles, en presencia de Arafat,
un discurso en el Consejo Autonómico Palestino (CAP,
Parlamento), el órgano legislativo de las zonas autónomas de
Cisjordania y Gaza.

Tras su estancia en el Parlamento israelí, el presidente
francés visitó el Museo del Holocausto (Yad Vashem) de
Jerusalén, que guarda la memoria de los seis millones de
civiles judíos asesinados por el régimen nazi de Alemania en
la Segunda Guerra Mundial.

Después, y antes de viajar a Tel Aviv, Chirac visitó la tumba
de Rabin en el cementerio del monte Herzl de Jerusalén
adyacente al Museo del Holocausto. (EFE)

AL FIN ROSS SE QUEDA

El mediador norteamericano Dennis Ross cambió de opinión y se
quedó el martes en Israel, después que se anunciaran
"progresos significativos" en las negociaciones entre
israelíes y palestinos sobre Hebrón.

Ross, coordinador del departamento de Estado para el proceso
de Paz en Oriente medio, postergó el lunes por la noche su
viaje de regreso a Estados Unidos "cuando supo que en una
reunión consagrada a los asuntos civiles se registraron
progresos. Se incorporó entonces a la reunión y se quedó hasta
que terminó", indicó un portavoz norteamericano.

Esa reunión permitió "progresos significativos" sobre la
transferencia de poderes civiles a los palestinos cuando el
ejército israelí se retire de Hebrón (Cisjordania). El
portavoz agregó que no sabe cuándo partirá Ross.

El lunes, el coordinador norteamericano convocó una
conferencia de prensa en Jerusalén para anunciar su partida
ese mismo día, tras 16 días de negociaciones sin que se
lograra un acuerdo.

En la reunión en la que finalmente Ross decidió participar,
"hubo un amplio consenso sobre las cuestiones civiles y nos
acercamos mucho a un acuerdo", indicó a la AFP un portavoz del
gobierno israelí, Moshé Fogel.

No obstante, durante otra reunión que se realizaba al mismo
tiempo el lunes por la noche sobre problemas de seguridad, la
delegación palestina se retiró en protesta por la
"intransigencia" de Israel sobre el retiro de Hebrón.

Ambas partes se acusaron mutuamente de bloquear las
conversaciones, pero finalmente el presidente Yasser Arafat
minimizó la gravedad de la situación. "Las diferencias entre
nuestras posiciones y las de Israel son importantes, pero no
hay estancamiento en las negociaciones", dijo en declaraciones
a la radio israelí.

Por su parte, Fogel acusó a los palestinos de frenar las
negociaciones "con el objetivo de presionar a Israel, pese a
que hace una semana se estaba a punto de llegar a un acuerdo".

Por su parte, el jefe de los servicios secretos palestinos en
la franja de Gaza, Mohamed Dahlan, afirmó que las discusiones
del lunes por la noche fueron interrumpidas porque los
israelíes volvieron a plantear exigencias sobre seguridad que
ya habían sido rechazadas por los palestinos.

Según los acuerdos de autonomía de 1995, Israel hubiera debido
retirar su ejército de cuatro quintas partes de la ciudad de
Hebrón en marzo pasado. Pero el gobierno de Benjamín Netanyahu
insiste en modificar esos textos alegando la seguridad de los
400 colonos que viven en la ciudad. (DIARIO HOY) (P. 12-A)
EXPLORED
en

Otras Noticias del día 23/Octubre/1996

Revisar otros años 2014 - 2013 - 2012 - 2011 - 2010 - 2009 - 2008 - 2007 - 2006 - 2005 -2004 - 2003 - 2002 - 2001 - 2000 - 1999 - 1998 - 1997 - 1996 - 1995 - 1994 1993 - 1992 - 1991 - 1990
  Más en el